Saludos.
Días de asueto (los que tenemos esa suerte), de familia, de esparcimiento y de holganza. ¿Han notado lo que me gusta buscar sinónimos? No en balde hacíamos competiciones en resolver crucigramas, con cronometro, siendo adolescentes y dejándonos un regusto indeleble por la diversidad de caminos para llegar a las metas.
Días, en definitiva, cargados de buenos deseos, de reconciliación, de mostrarnos sensibles y de desearnos todo lo mejor (y yo que lo vea y si es posible, duplicado porque para eso la burra siempre va delante).
Me perdonarán por no poner lucecitas en mi blog, por no colgar crismas, por no expresar mis deseos para con vosotros cuando deberíais saber que los tengo siempre, todos los días del año y no solo en éstas dos semanas, por ser algo raro y no poder ocultar que me atosigan éstos días, que me abruman y me agota el diluvio de buenos sentimientos…
Uno es como es y cada cual lo mismo y yo os respeto a todos.
Y también descansamos de fútbol. Eso no es bueno ni malo, es así porque así está acordado y a la fuerza ahorcan que decían los chinos. Nadie, no obstante y con el poder necesario, parece querer pensar que son fechas ideales para llevar a los niños a los partidos y para, al modo inglés, crear afición en los menores dedicándoles dos o tres encuentros cada semana y fomentar con ello y de la mejor manera posible, que los chavales de hoy llenen los estadios mañana.
Pero se apuesta por la tele afición, de pago por supuesto, para las generaciones de las pantallas y pantallitas, teclados y táctiles. El hincha de ahora y de mañana verá siempre a los jugadores de no más de dos o tres centímetros, a todo color, en HD y pronto en tridimensión… con adelantos científicos alucinantes con tal de que no aparezcan por los estadios donde pueden ser un engorro y un peligro. Y como apenas suponen demasiados ingresos (y muchos gastos) provocan no pocos desórdenes (a veces) y trastornos para la vida ciudadana, pues hacemos lo necesario para que se queden en casa y lo tengan todo al alcance de una tecla.
De pago por visión.
En pagando, todo vale porque los clientes potenciales son miles de millones de abonados en todo el mundo y eso significa una riada de euros, dólares, yenes, rublos, yuanes, rupias… mareante. Un tsunami de dineritos goloso e imposible de resistir para los avispadillos de los medios (y menos mal porque si fuesen enteros…). Sobre todo si todo y en todo está configurado para vender a dos equipos. Los demás, a mirar el cemento visible en sus campos y alguna migaja, de vez en cuando, en las pantallas.
Son los tiempos modernos (gracias Mr. Chaplin) y puede que estemos asistiendo al final de casi doscientos años de fórmula espectáculo en persona, cerca, directamente, con sonidos, colores, olores y sabores aunque ya no haya alcohol y pronto ni tabaco, sin repeticiones en ultra cámara lenta (desde ocho a doce ángulos distintos) y donde un pestañeo te hurta un gol. Tiempos en que los cánticos, coros, gritos (insultos incluidos) y las palmas ardientes deban quedarse en casa, en el cómodo sofá y con moderación porque quizás molestes al vecino (sobre todo si es del otro).
Tiempos que se acaban y en los que debes hacer un diagnóstico rápido, en dos frases, de lo que estás viendo, del fallo, de la disposición del equipo, del acierto en los cambios o en la mala suerte porque no para y enseguida se te echa encima la siguiente jugada y el siguiente fallo arbitral.
Como mucho en el bar de la esquina o en la Peña (pantalla inmensa para darles otro par de centímetros a los protagonistas), celebrando así el sucedáneo de partido presencial y que suponen un paso intermedio entre el allí y el aquí.
Pero me estoy poniendo tristón y no son días ni siquiera para mi.
Os dejo un vídeo fantástico que quizás nos ayude a pensar y que a mí me ha hecho eso y reír a carcajadas, por ende.
Cuidaros.
9 comentarios:
Claro fuera de juego.
Y amigo, no olvide los empapantes, los líquidos pueden hacer estragos.
¿Pero qué partido ha visto usted, Sr. Ramírez?
Tiene un gusto marxista por el fútbol.
Y brindo a su salud. Otra vez.
El vídeo está genial...Disfruta de estos días de asueto que el 2012 va a ser largo...por algo es bisiesto.
Un abrazo compañero.
A nosotros nos hace falta un cerebro en el centro del campo, a ver si Monchi se fija en alguno de estos. Y Sócrates para sustituir a Kanouté el año que viene, tampoco estaría mal. Un abrazo. Me he tronchado de risa.
D. Flamenco, será lo que tenga que ser. Y nosotros estaremos ahí para verlo.
D. Ayeryhoy, los Sócrates, ambos, ya murieron. No obstante, un buen cerebro nunca biene mal. Incluso para pensar.
Gracias, amigos.
Cuidaros.
Estoy con Marx. El fuera de juego es clarísimo.
PD: Ayer le comentaba a un sobrino de llevarle estos días a ver entrenar al equipo. Luego me dí cuenta que estos días esta gente no entrenan. Que chasco se llevó el pobre.
Hola, D. Tántalo.
¿Otro marxista del fútbol?
No acabáis de entender la filosofía de éste deporte.
Para mí es un gol antológico y del mejor filodelantero de la historia.
De A.C. y de D.C.
Cuídate, joven.
¡RESULTADISTA!
Se ve claramente, si somos capaces de analizar el partido y no quedarnos en livianos detalles, que los alemanes han pensado mejor lo que tenían que hacer, palnteado mejor el encuentro, elaborado mejor sus estrategias.
Los griegos se han limitado a coger la pelota y meter un gol.
Claro que el PRAGMATISMO es estadounidense, y que no tienen ni idea de soccer...
¡Será posible que siempre sea yo el protagonista de todas mis desgracias!
Ser o no ser... gol. He ahí la cuestión cuando veamos la repetición de la jugada.
¿A dónde vamos? ¿De dónde venimos?
¿Cómo quedó el partido?
¡Perra vida!
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