Saludos.
Mal día desde cualquiera sea la perspectiva. Malo y por delante… peor.
El resacón indigesto de lo del sábado aún colea y las bascas no cesan de horadarme el estómago. Quizás si mañana ponemos al equipo del santo de Montpellier mirando para el Santuario de la Virgen de la Bella y les regalamos unos cuantos balones en forma de goles, consiga mitigar en parte el sofocón que padezco.
Mas tarde estuve atento a las palabras de Mariano Manos Tijeras y confirmé que si el otro usaba hacha, éste viene con motosierra, lo que me augura un futuro terrible. Me tragué todo el discurso y me han salido nuevas canas en minutos.
Por cierto que hube de acudir un ratito al servicio y me perdí ésa parte, cuando dijo exactamente lo que ganaba. ¿Alguien que lo haya escuchado completo podría decírmelo, por favor?
Y cuando ya creía que el día estaba totalmente arruinado, me salen con la sentencia del “Caso Minutas” y la parte que nos toca a través de José María del Nido.
Confieso que aún sin meditarlo convenientemente y en un primer impulso sanguinolento, estaba convencido de que Del Nido debería dimitir como Presidente del Sevilla FC; que debería separar sus actividades privadas con las públicas como primer representante del Club; que lo que le afecta como ciudadano puede repercutir negativamente en la Entidad; que aunque la sentencia no sea firme, ya ha sido “condenado”; que tenemos por delante un largo y espinoso proceso para reformar el sistema de reparto de los derechos de las televisiones y cualquier argumento, por peregrino que fuere, será usado para socavar la imagen de Del Nido y del Sevilla en ésta guerra; que si salía ahora, lo haría en loor de multitudes y transmitiría el mensaje de que Del Nido sujeto y el Sevilla Sociedad no son, no lo han sido nunca, lo mismo, a pesar de todo; que si lograba triunfar en sus recursos, podría volver a recuperar la presidencia con la venia de todos y que si perdía ésos recursos, sería igualmente aclamado por haber sabido separar sus cuitas judiciales con la SAD.
Pensaba, también, que a pesar de que eso podría suponer un proceso de luchas intestinas para ocupar el sillón del máximo mandatario, debíamos correr el riesgo en defensa del Sevilla. Siempre el Sevilla.
Sin embargo, he mantenido una charla cibernética con un querido amigo, mucho más inteligente que yo (abogado por cierto) y me ha razonado de tal forma que debo darle la razón.
Ni Gallegos, ni Miró, ni Alba, ni Sánchez-Pizjuan… estuvieron nunca por encima de la Sociedad Centenaria a pesar del peso específico de cada uno. Ellos mismos contribuyeron a la grandeza de nuestro Equipo porque sabían que lo importante era el Club, no las personas.
Sánchez-Pizjuan fue apartado burdamente de la presidencia por anteponer el Sevilla a otros intereses.
Dice mi amigo (me ha permitido reproducir sus palabras porque yo sería incapaz de argumentar como él):
“Buf, no es fácil no, opinar sobre esto.
Además, mañana lo veremos de manera distinta a hoy. Todos, creo yo, estoy convencido. La noticia está calentita y eso da pie a mensajes de todo o nada. Creo que hay que mantener cierta calma.
La Justicia está para ser impartida objetivamente, y al final, normalmente, acaba haciendo su trabajo bien, aunque esto no lo comparta la mayoría de la sociedad, es mi criterio basado en mi cercanía con este mundo y cómo funciona. Estoy acostumbrado a ello y no me rasgo las vestiduras a las primeras de cambio.
Es un milagro encontrar una sentencia de primera instancia buena, pero no es difícil que en segunda instancia o casación mejore notablemente y acabe “haciéndose justicia” de verdad.
Al margen de este caso concreto, generalizando, para que un pleito esté bien resuelto son desgraciadamente necesarias las sucesivas cribas de recursos posteriores por tribunales más técnicos y experimentados que acaban depurando normalmente mejor las responsabilidades que se enjuician. Además, la instrucción e incluso el juicio oral (y no lo digo ahora por Del Nido, hay miles de casos) son las fases judiciales más influenciables por la personalidad pública de los encausados, y a Del Nido precisamente su perfil público y su notoriedad no le han ayudado nada (la inhabilitación de 15 años es la mejor prueba de ello).
El tema no puede ir a peor en vía de recurso, sólo a mejor, y el efecto del tiempo y la madurez de los jueces y profesionales que intervienen después suele ayudar a los condenados a suavizar (e incluso eliminar) sus condenas, en un contexto de menor presión social. Aunque pueda no parecerlo, la Sentencia ha sido un éxito para su defensa, teniendo en cuenta lo que se pedía contra él. De 30 a 7 años, y de 7 a 1 delito, es un resultado extraordinario.
Por otro lado, la sentencia no es firme, y esto no es ninguna tontería. Es verdad que tampoco estamos ya en una instrucción o juicio sin sentencia, pero también lo es que no es firme, y por lo tanto, aun cuando no pueda hablarse de presunción de inocencia al mismo nivel que cuando aún no hay sentencia condenatoria, también es cierto que todavía Del Nido no es un criminal.
No es un detallito sin importancia, es el quid de la cuestión. De lo contrario, si lo hacemos culpable ya de facto, el sistema no funciona, pierde credibilidad, lo desactivamos, porque se anticipan sus efectos sin dejar que los mecanismos protectores de la justicia hagan su trabajo.
Respecto al Sevilla, la institución, el problema de imagen, de orgullo, sinceramente, me preocupa poco, y lo digo no porque no quiera al Club, sino porque con Sentencia o sin Sentencia, con razón o sin ella, los medios y nuestros enemigos se tiran siempre a degüello por nuestro SFC y eso no nos lo va a quitar nadie.
El daño de imagen es, en mi opinión, el menor de todos los posibles, y además ya está hecho, sin embargo el factor tiempo lo irá mitigando. Lo hemos visto en política, donde se está aun más al albur de la opinión pública, y lo hemos visto también en el mundo del fútbol. Al cabo de un tiempo, las aguas vuelven a su cauce, y el que ose levantar la voz se la juega, porque a Del Nido le protege la provisionalidad de su condena hasta que sea definitivamente confirmada.
Lo que sí sería un triunfo para todos nuestros enemigos sería descabezar el Club, la salida de Del Nido, y la de Cruz, Monchi y supongo que Vizcaíno con él. Cuando la justicia acabe su trabajo, si es culpable, que pague, seré el primero en afirmarlo, pero mientras tanto, que nadie le criminalice más allá del terreno de la dialéctica, y menos aún, que nadie criminalice al Sevilla. Con su salida, el SFC sería el verdadero condenado.”
Lean de nuevo, despacio por favor, lo que dice mi amigo y convendrán que es un monumento a la ecuanimidad, al buen criterio, a la sabiduría y al sevillismo.
Me enorgullezco, como no podéis imaginaros, de tener amigos así porque son de ésas personas que te ayudan a ser mejor, a saber más y a templar aquellos restos de impulsos que aun conservas de cuando tenías veinte años, de cuando querías un nuevo mundo antes de acabara el día.
No juzgo a José María del Nido, aunque tenga mi propia valoración personal como ciudadano y como Presidente, pero debo defender, a todos los efectos, a MI Club y hoy, él lo preside.
Por ello, apuesto por que continúe rigiendo los destinos del Sevilla FC hasta que logre demostrar su inocencia o le condenen definitivamente.
Siempre el Sevilla FC.
Cuidaros.
1 comentario:
Con tios como tu, que poquitos problemas habría.
TOTAL APOYO AL PRESIDENTE Y AL SEVILLA FUTBOL CLUB
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