viernes, 28 de enero de 2011

CHORIZO ILUSTRADO

Saludos.

Robar, según la definición de la RAE, es “apropiarse de algo ajeno contra la voluntad de su dueño”.

Hace muchísimos años pude ver una fotografía tomada justo en el momento en que un joven hurtaba un libro. El periodista, con indudable buen criterio y acierto, lo denominó “chorizo ilustrado”.

Robamos, si lo hacemos, para comer, para alimentar a nuestros hijos, para almacenar fortunas, para enamorar, por enfermedad… algo, en cualquier momento o lugar, hemos robado y eso no nos convierte en delincuentes necesariamente (con, quizás, la excepción de acumular de manera fraudulenta o inmoral).

Debido a nuestra afición por la Historia del Sevilla F.C. (y por extensión, del fútbol de nuestra ciudad), los que hemos dado en denominarnos “Guardianes de la Memoria”, debemos investigar los muchos más de cien años que hacen que apareció el Foot-Ball en Sevilla porque la Historia, el pasado, es la clave para entender el presente y preparar el futuro.

También porque es absolutamente necesario saber quiénes eran, cuándo y cómo lo hacían y por qué. Y desde cuándo.

Pero sobre todo, porque Nuestra Historia ha sufrido décadas de un maltrato impropio y ha llegado la hora de que las pruebas digan lo que pasó realmente. Sin hipótesis ni celos malsanos.

Para ello, metemos nuestras pestañas en toda hemeroteca que se precie porque, por suerte o por desgracia, la única fuente aceptable de información suele estar en la prensa que se editó en aquellos años. Y son, seguramente, las únicas pruebas que certifican los hechos ocurridos entonces.

Tenemos, además, la inmensa suerte de que cada día se digitalizan nuevos archivos y se abren a la consulta a través de Internet.

Así, la mayor parte de nuestro trabajo consiste en dar con la palabra o cadena clave que nos lleve a aquel periódico en que apareció un artículo, referente a lo que buscamos, que nos desvele nombres, momentos o circunstancias que nos permitan construir la Historia ajustada a los hechos.

Pero  buena parte del tesoro no está en Internet y hay que ir a buscarlo a donde se archive. Por ejemplo, en Sevilla tenemos la Hemeroteca Municipal (que aún debe ser consultada con métodos obsoletos, como reseñó acertadamente La Palangana Mecánica en diciembre de 2009)

hemeroteMunSevilla

(Foto La Palangana Mecánica)

En la Hemeroteca sevillana hay almacenados una ingente cantidad de documentos históricos que guardan, celosos, abundante información desde 1661. Como es preceptivo, para poder consultarla debes personarte allí, solicitarla y, si es de tu interés, pedir que te saquen copia. Y no me extiendo más en el proceso porque ya lo hizo perfectamente La Palangana.

Sin embargo, no siempre tenemos el éxito esperado. En realidad, los aciertos caminan en franca desventaja frente a los errores.

Llegas, pides, te identificas (DNI), te traen el microfilm, libro o periódico y lees.

Interiorhemeroteca

(Foto La Palangana Mecánica)

Normalmente llevas preparado un periodo determinado para consultar (de otra forma sería de locura) y solicitas los ejemplares de, digamos, trimestre primero de 1908 del rotativo “X”. Y lo haces porque ya sabes los fondos que contiene (http://www.icas-sevilla.org/spip.php?article573&vE=D4268,9,15)

Te lo traen amablemente y te sientas a pasar páginas. Buscas, lógicamente, las que contengan referencias deportivas…

¡Ondia! ¡Faltan dos páginas!

Salta de la cuarenta a la cuarenta y dos. No están ésas dos. Miras, remiras, cuentas, recuentas… no están. Te fijas un poco mejor y puedes ver que hay vestigios de que han sido limpiamente cortadas a ras del lomo.

Una intervención propia de cirujano competente y de primer orden manejando el bisturí.

Por supuesto, te quejas, reclamas y obtienes un encogimiento de hombros a modo de respuesta:

- Si -te dicen-, ya lo hemos notado. Pero no podemos demostrar quién se las ha llevado.

Enseguida se te enciende la bombilla y le dices al empleado:

- ¿Y quién fue el último ciudadano que consultó éste periódico?

Llegamos al nudo gordiano de la Hemeroteca de Sevilla (no de Anatolia).

El último ciudadano que puso sus manos (y presumo que un cútex pequeño pero perfectamente afilado), fue…

Hasta aquí puedo leer y no continuaré después de la publicidad. No puedo demostrar nada. No puedo acusar. Sería temerario.

Sé de nombres de personas que frecuentan la Hemeroteca y que han husmeado ésos diarios en más de una ocasión. Sé que hay personas que guardan tesoros que pueden desvelar datos importantísimos, a favor y en contra de las tesis mantenidas hasta ahora de los clubes de Sevilla, sus orígenes, fundadores y fechas claves.

Y sé que la información no mostrada, la robada por el “chorizo ilustrado”, puede subvertir todo o buena parte de lo conocido.

Por eso está oculta, robada a sus legítimos dueños.

Chorizada.

Yo soy de letras, pero a mi calculadora le inserto 2 + 2 y me salen 4. ¿Podríais verificar el resultado, por favor? Gracias.

Cuidaros.

2 comentarios:

Alexis Correa dijo...

Señor Ariza, excelente post, como siempre. Me preocuparé del tema y por supuesto, si llega a mi la información de quien a podido ser, sin duda lo voy a publicar. Un abrazo.

Tántalo dijo...

Como diria aquel, si tiene forma de pepino, huele a pepino y sabe a pepino, lo más probable es que sea un pepino, pero como usted sabe y siempre hacemos don jose MANUEL, no podemos afirmar con rotundidad lo que no sabemos con seguridad pues podríamos cometer un error tan grande como la necropolis de CARMONA.

PD: No olvide que el tiempo, la tecnología y en este caso incluso la ley, juegan a nuestro favor.