EL MATCH QUE NUNCA SE DISPUTÓ

Saludos.

Corría el mes de noviembre de 1925 y alguien, con muy buen criterio, pensó que tal vez sería agradable un regalo para los espectadores la celebración de una partida de veteranos.

En 1925, los veteranos del fútbol de Sevilla eran, sin dudas, nombres celebérrimos de la Historia de The Club. Nombres que estuvieron allí, en los inicios, creando y construyendo algo que, imagino, nunca llegaran a pensar en lo que se convertiría.

En junio, D. Juan Domínguez Osborne, Barón de Gracia Real, alcanzaba la Presidencia del Sevilla de manos, nada mas y nada menos, que de D. Manuel Blasco Garzón (“Fue un hombre inquieto y polifacético, apoyando desde el Ateneo de Sevilla la creación de la Generación del 27”. Castro, Juan, Breve Historia del Sevilla F.C. Puntorojo Libros)

D. Juan tiene entre sus méritos, como máximo dirigente sevillista, haber conseguido los terrenos de lo que hoy es el Estadio Ramón Sánchez Pizjuan. Su mandato se prolongó hasta 1932.

Años mas tarde, su hermanastro Jerónimo Domínguez y Pérez de Vargas (Marqués de Contadero), alcanzaría la misma dignidad.

Aquella temporada el Barcelona se había proclamado Campeón de España y el Sevilla obtenía, de nuevo, el título de Campeón de Andalucía (3-0 frente al Betis). Era la época de los Kinké, Brand, Carreño, Caballero, Monge, Eizaguirre, Ocaña, Sedeño, León, Roldán…

Y Enrique Gómez Muñoz, Spencer.

En marzo de 1926, unos meses más tarde, el Sevilla pierde a uno de sus jugadores más emblemáticos, siendo el primero de una trágica lista en el correr de los años (junto con Berruezo y Puerta). 

Imprescindible para comprender lo que se sería la “Escuela Sevillista”. Un poco más tarde aún, Herminio también debe abandonar el fútbol por lesión.

Haciendo números y como veremos más adelante, 1925 eran las “bodas de plata”… ¿de qué?

Pues leamos despacito, atentamente, ésta noticia y digiramos su contenido:

¿Match de veteranos? ¿Primer once del Sevilla y del Recreativo (del mismo año)? ¿1900?

¡1900!

Esto tenemos que analizarlo detalladamente. Es posible que mis conclusiones no sean las mismas que las de algún lector y no obstante, las plasmo tal cual las entiendo. Por supuesto, estaré abierto a otras consideraciones, a argumentos razonados y a valoraciones distintas siempre que, lógicamente, sean fundadas y respetuosas. Comencemos por el final:

Huelva posee el decanato del fútbol español. Aunque aún hoy se pueda seguir discutiendo si fue o no el primer sitio donde se jugó (Jerez apuesta muy fuerte en ése sentido), Rio Tinto, oficialmente, sigue ostentado la nominación.

Recordemos que el primer partido “oficial” entre equipos de distintas provincias se celebra en Sevilla entre el Equipo Hispalense y el Huelva Recreation Club. Podemos, por tanto, pensar que la idea surgiera de allí. También pudiera ser que salida de Sevilla, se ofreciera a Huelva para ceder el evento a una capital tan cargada de historia futbolera.

Seguramente hemos asistido muchas veces, como espectadores o como participantes, a partidos de aficionados de edad superior a la exigida para las competiciones oficiales. Los partidos de veteranos se siguen disputando regularmente en cualquiera sea el sitio de España (y del mundo, supongo), donde se tenga afición a éste deporte.

Estos veteranos (nos los imaginamos fondones, barrigones, dando traspiés cómicos, fallando lo impensable, sudosos y tosedores…) correrían con más ganas que fuerzas detrás del balón para hilaridad de los mirantes.

Algunos, sin duda, conservarían la magia en sus botas y seguiría dando pases maravillosos a pesar de la edad. Y marcando goles magistrales.

Estos a los que se llegó a llamar “aquellos locos en paños menores”, serían los que el artículo denomina “base de lo que es hoy Andalucía futbolística”.

En efecto, Huelva y Sevilla, Sevilla y Huelva, son la espoleta que haría explotar una pasión que dura más de 120 años y que sigue creciendo sin límites.

Andalucía, por tanto y con éstas dos capitales hermanas (y Jerez), vuelve, como en tantas otras cuestiones, a ser pionera artística, genial, precursora de valores que se extenderían a toda la Iberia por sus formas distintas y refinadas de entender éste espectáculo (lean esta maravilla, por ejemplo).

Y llegamos al punto álgido del artículo.

En algo más de cinco líneas, obtenemos:

-Veteranos.

-Primer once.

-Sevilla F.C.

-Real Recreativo de Huelva.

-Del mismo año.

-1900.

Por supuesto, podemos entender que se me sugiera un posible error del periodista en la fecha, pero ¿del mismo año? ¿Sevilla y Huelva de 1900?

Si se publica en 1925, corresponde a las “bodas de plata” de aquellos dos Equipos y ello a pesar de que, oficialmente, las fechas de oficialización de ambos clubes sean otras.

Hay un periodo oscuro (todavía), de los últimos seis o siete años del final del siglo XIX, en los que no logramos dar con reseñas periodísticas importantes sobre fútbol. Es muy probable que sea solo una cuestión de tiempo encontrarlas y que la Historia del Foot-Ball, cuando se produzcan los hallazgos, deba ser reescrita.

Es importante conocer lo que se publicaba en aquellos años y nuestras investigaciones nos muestran, documentalmente, que ésa Historia, como no podía ser de otra forma, estará siempre en estado de revisión y en la medida en que vayamos descubriendo nuevos testimonios.

El tiempo y los medios, sin duda.

Pero hay más conclusiones posibles porque un lector cualquiera me preguntará sobre el desenlace final del match.

¿Hubo partida?

¿Quiénes componían los teams?

¿Llegó a celebrarse?

¿Pudieron los espectadores deleitarse con los veteranos equipiers?

No lo sabemos. No damos con la reseña.

Sí sabemos, no obstante, que el Recreativo de Huelva no pasaba por sus mejores horas, que eran años de penurias para el equipo onubense y que quizás no estuvieran en disposición de jugar el partido.

Sin embargo, para disputar un match de veteranos no es necesario más que deseos de hacerlo, de juntar a los protagonistas y se saltar al terreno de juego bajo la dirección de un referee consensuado (calzado de un Hudson, por supuesto).

Desde ésa óptica, seguiremos buscando, en nuestra ardua tarea de leer todo lo leíble y allí donde se encuentre, para sacarlo, mostrarlo, estudiarlo e interpretarlo adecuadamente.

Seguiremos hurgando en la Historia, no os quepa duda, porque nos gusta, nos divierte y es APASIONANTE.

Cuidaros.