Saludos.
Lo mismo que el fuego fatuo,
lo mismito es el querer
que huyes y te persigue,
le sigues y echa a correr.
Nace en las tardes de enero
cuando aprieta la calor
y va corriendo por los campos
en busca de un corazón.
Lo mismo que el fuego fatuo,
lo mismito es el amor.
Malaya el corazón triste,
que en su fuego quiso arder.
Lo mismo que el fuego fatuo,
lo mismito es el querer.
(María Lejárraga de Martínez - Manuel de Falla)
Para sorpresa de propios y extraños y considerando las distancias entre ambos, el pasado miércoles asistimos a un partido excelente del Campeonato de España, Copa del Rey (vigente campeón el Sevilla Foot-Ball Club), entre el Real Betis Balompié y el F.C. Barcelona.
Sorpresa porque un equipo que milita en la Segunda División del fútbol español le plantó cara al, posiblemente, mejor equipo del mundo actual y si me apuran, de toda su Historia (con todos los reparos que queráis y acepto cualquier debate).
El caso es que han sido dos, ida y vuelta, en los que nuestros vecinos sevillanos han ofrecido muy buenos minutos de espectáculo futbolero. Muy buenos porque han salido sin complejos y a jugar en momentos en que el once verde está certificando cifras espectaculares. Todo augura en que el próximo año deberán estar en la clase élite.
Lo llamativo de todo ello es que se produce ésta “resurrección” cuando el Club como tal anda embarrado en circunstancias internas especialmente graves. El que hasta bien poco ha sido bandera del beticismo más diletante, se hunde en sus propias miserias y hasta un punto que es abandonado por toda una suerte de incondicionales (que otrora le hubiesen ofertado la vida misma, a él y a su talonario).
En el Betis (con excepciones notables y llamativas) no terminan de aceptar, interiorizar y asimilar la idea de que el Club es más importante que las personas. Ejemplos han tenido, y tienen, de las maneras en que hay que edificar los cimientos para que los áticos sean espaciosos, luminosos y claros.
Las gentes pasan y los clubes permanecen. Hoy queremos canonizar y mañana quemar vivo.
La búsqueda de modelos efímeros (que el argot popular define perfectamente como “pan para hoy, hambre para mañana”) sin el menor indicio de análisis profundo, sin cuestionar nada, sin exigir detalles de lo que se hacía porque era sencillo distraer atenciones con triunfos pírricos, grandilocuencia y discursos banales.
Un modelo creado para idiotizar, aborregar y alimentar ilusiones superficiales, sin fondo y sin contenido, porque lo que permanece es la Sala de Trofeos, la memoria histórica de hitos conseguidos y la base sobre la que construir.
Otros, con mucho mayores logros, siguen sin creerse semidioses porque saben, con certeza, que son aves de paso y que cualquier tentación de personalizar mas allá de lo conveniente, sería causa de externalización fulminante. Las estructuras, la conformación y las formas ancestrales de un club centenario no lo permitirían.
Lo de las eliminatorias del Betis y el Barcelona y por el espectáculo ofrecido (bueno, hay que reconocerlo), han inflado a los mismos que se creían tocados de los dioses con Lopera al frente del conjunto. Y ello sin querer reparar en que han recibido 6 goles y que están fuera de la competición.
Frases tales que: “lecciones de fútbol”, “compren el video para enseñarlo en las escuelas”, “maravilla de los dos mejores del mundo…” Haberle ganado a un Barcelona es una proeza que pocos, es cierto, han podido mostrar este año y solo el Hércules y nosotros, el Sevilla F.C., hemos podido doblegarlos éste ejercicio.
Hay amigos verdes (que no se merecen la tragedia que viven) que participan de las bromas amables, divertidas y con todo el salero propio de las gentes de éstas tierras. Personas con las que da gusto chancear un rato.
Otros no. Se les nota demasiado la bilis. Y con esos puedo llegar a ser cruel con todas las cartas a mi favor.
Y conviene recordar, de paso, que el pasado año los expulsamos del Campeonato (al Barça campeón de Liga), que nos trajimos la Copa y que se queda aquí, en el Sánchez Pizjuan, para siempre. Es la “Copa Viajera”, que diría mi amigo Antonio Ramírez. Además, seguimos en la Europa League, en la Copa del Rey y en la División de Honor (y eso no significa que las demás no lo tengan).
Pues todo apunta, si no se corrigen del todo los males incrustados en el Betis, que podemos estar de nuevo persiguiendo fuegos fatuos.
La campaña que vienen realizando en la Liga Adelante invita a ello y es hasta comprensible: son demasiados años sin lograr mas que decepciones y cualquier triunfo, aunque sea de clase B, les servirá para magnificarlo incluso de manera delirante. Estarán en su derecho.
Pero si vuelven a olvidar que las estructuras son los fundamentos, que la solidez del Club (el Club, no las personas) es la que permite crecer, ganar y conquistar, caerán de nuevo en sus propias miserias aunque le ganen al Chelsea (nosotros, por cierto, también le ganamos una vez a ése equipo inglés, no lo olviden) y aunque las circunstancias les permitieran decir barbaridades que ahora, como dice Carlos Romero, han debido tragarse.
No alimenten a mas bestias porque os devorarán.
Cuidaros.
P.D.
Me consta (porque es fácil identificar los discursos) que algunos amigos verdes me leen. A esos amigos y aunque guarden una cierta distancia, les aseguro que no les deseo mayor mal que el que sean capaces de infringirse a sí mismos.
2 comentarios:
Por cierto, para los amigos verdes (pero para los de la mala bilis) recordarles que también hay que ganarle al Villarreal B, es decir al segundo equipo del Villarreal, al que milita en segunda división...Villarreal ummm donde he oido no hace mucho ese nombre...
Pero que bien escribes y dices las cosas joio,un abrazo,tengo ganas de tomar un cafetito y charlar un ratito tranquilamente contigo,si todo va como pienso muy pronto te daré una gran noticia hermano,no quiero aun lanzar campanas a ningún sitio,pero estoy muy cerca de poder darte una buena nueva,nos vemos hermano pequeño.
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