Saludos.
Los que ya contamos con una vida larga y hemos visto fútbol desde los tiempos del NODO, de Juan Tribuna, del Tío Pepe y su Sobrino, de Matías Prats y del blanco y negro, también hemos visto como se usaba éste noble deporte para ocultar problemas sociales y junto con los toros, proclamarlos como los eventos nacionales de mayor alcance -sin olvidar las concentraciones en la Plaza de Oriente-.
El fútbol, desde siempre, ha sido "cosa de hombres" y durante muchas décadas, el único deporte digno para los "machotes" españoles. De ésta manera tan tajante, la sociedad de mis años de juventud enfrentaba una forma de visión -perfectamente anclada en unos valores religiosos de dudoso valor humano- a lo que en otros ámbitos, allende las fronteras, se consideraban "mariconadas".
En Europa, con uno o dos siglos de ventajas sociales, hombres y mujeres, mujeres y hombres, han practicado deportes con normalidad, han destacado en ellos a todos los niveles y siempre se ha considerado una práctica saludable para el crecimiento físico e intelectual de los pueblos.
Así, junto a las "mariconadas" para ellos, se unían las "marimachos" para ellas. Las chicas francesas, inglesas, americanas, nórdicas... que corrían una pista en calzón corto, no podían ser normales porque las mujeres normales, las "mujeres de bien", las españolas, no enseñaban las piernas. ¡Y no digamos el cuerpo bajo un ajustado bañador en una piscina olímpica!
Los tiempos cambiaron, afortunadamente, y España, el último reducto, se incorporó ansiosa a la normalidad europea. Hoy, hablar de mujeres en los deportes es tan natural como hablar de hombres.
Pero lo que más me llama la atención y que para mí significa el cambio más radical, es ver las gradas de un estadio de fútbol llenas de mujeres. Mujeres estáticas, en movimiento, gritando, cantando, animando... como los hombres.
Niñas, adolescentes, adultas y ancianas sintiendo la misma pasión, el mismo ímpetu de los que siempre se sintieron amos de éste deporte. Mujeres discutiendo al mismo nivel que los hombres, con las mismas ideas de estrategia, de buen juego, de conocimiento... impulsando a su equipo.
Mujeres normales. Hombres normales.
Y me agrada. Y más cuando las ves jugando a la pelota, con tanta clase como ellos, con la misma entrega y luciendo sus colores con orgullo.
Hoy, los estadios de fútbol se me antojan la mejor muestra de cambio social radical y aunque aún les quede un trecho para terminar de alcanzar los niveles suficientes y de "normalizar" los toros, no me cabe duda de que acabarán por hacernos normales a los hombres.
Para los que peinamos canas, la llegada de las mujeres a ocupar el sitio que les corresponde, ha sido un auténtico vendaval de frescura y libertad, de igualdad y respeto. Y aunque todavía queden mastodontes antediluvianos, la mayoría, la inmensa mayor parte de los hombres, han dejado de mirar a las mujeres en el fútbol como injerencias impropias.
Suerte, chicas.
Cuidaros.
4 comentarios:
Personas diria yo hermano,un post acertadisimo como todos los que haces,somos todos personas y como tales debemos de estar rebujadas en todos los sitios,opinando,debatiendo,divirtiendonos,jugando,trabajando codo a codo,es lo normal en esta sociedad,como dices aun les quedan a las chicas un buen trecho,dado a esta sociedad en su mayoria machista(se salve quien pueda)yo tengo tres hijas y a las tres les digo que se preparen y se ilustren y sean autonomas,QUE LUCHEN por ellas mismas,luego como será normal tendrán que emparejarse con su media costilla,pero que busquen en sus parejas a un amigo y a una persona que las traten de igual a igual,a partir de ahi si luego son guapos por dentro y por fuera,la primitiva la tienen asegurada,sobre todo igualdad hermano.
Vuelvo a recordarte,precioso post el tuyo de hoy,un abrazo como no podia terminar de escribir esto que te digo de otra manera.
Yo que soy más joven, stoy acostumbrado a ver mujeres en los campos de fútbol, pero hay una cosa que no has comentado y que a mi me llama mucho la atención.
Raro es el resumen de partido del domingo por la noche que no saca un primer plano de un chica guapa en las gradas. Como si fuera un bicho extraño que merece la pena resaltar. Y eso hace muy poco en favor de esa normalidad que admiras.
Digo yo que para ver chicas guapas se podrían ir a la playa, que allí además apenas llevan ropa, ¿no? Parece que da igual que haya un Ministerio de Igualdad (de Igual Da que diría alguno). Parece que en este aspecto no importa que se muestre a la mujer como un objeto.
Parece, en definitiva, que no hace falta un dictador para que se utilice el fútbol (y las mujeres guapas) como elemento de distracción contra los problemas reales de la sociedad.
Y que conste que a mi me encantan las mujeres, y las guapas mucho más.
Un saludo
Saludos.
Acertadísimos comentarios de ambos.
Gracias.
En efecto, Manuel, "personas". Ojalá que todos lo tuviéramos tan claro.
Ravesen, de acuerdo. Pero como yo tengo que ver los partidos solo por televisión, no saqué el uso machista de las imágenes porque, y aunque parezca raro, no solo sacan caras bonitas de mujeres. Aunque te entiendo, seamos justos porque también salen hombres de todas las edades en las gradas.
Puede que, curiosamente, sea Digital+ quién más abuse del machismo.
Y eso de usar el fútbol, los toros, las caras bonitas, los concursos, la tele basura... para distraernos de los problemas importantes, se llama neo barroquismo. Y en España somos expertos desde hace muchas décadas.
Cuidaros.
Qué verdad más grande amigo. Yo que tengo una hija de cinco años me conforto con el progreso e invasión femeninas en todos los campos (no sólo los futbolísticos). Queda mucho por hacer, pero el futuro -y el presente- es de las mujeres. Y en nuestro consejo tenemos una bien importante. Ah, se me olvidaba. Y cómo juegan al futbol. La mía le pega de dulce, y desde luego no es ninguna "marimacho".
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