miércoles, 4 de marzo de 2009

ESPEJISMOS





Saludos.

Anoche estaba tan hundido y malhumorado que hubiera sido una temeridad ponerme a escribir.

Hoy escribo desde la depresión que me ha producido el partido de Copa y quizás aún no sea el mejor momento para hacer un análisis, un comentario, sobre lo que vimos anoche.

A pesar de ello, depresivo, me vuelven a asaltar todas las dudas que vengo teniendo desde hace meses. Llegan todas y otras nuevas.

Además del lamentable espectáculo que hemos ofrecido, ya ni siquiera la actitud, el único recurso que hemos estado usando hasta ahora, ha salido al terreno de San Mamés.

Un desastre absoluto por el fondo y por la forma.

Y se me agudiza la sensación de provisionalidad de un Sevilla tercero en la tabla porque somos un espejismo de equipo grande y vivimos como en un sueño del que, en cualquier momento, vamos a despertar.

No damos la talla en los momentos más agudos y no la hemos dado desde que Jiménez dirige al equipo. No hemos hecho un partido completo, ni uno. No hemos vencido un solo partido con la autoridad que hace a los contrarios sentirse humillados (quizás a éste Bilbao en el partido de ida de Liga y poco más). Los puntos conseguidos y los pases de Copa... por los pelos y porque se sintieron motivados por alguna extraña razón.

No veo futuro cierto y mis esperanzas se disipan cada partido (cada ladrillo que nos ofrecen), a pasos agigantados.

¿Este es el equipo que deberíamos oponer a los champions del año que viene? ¿El mismo que pretende conservar la tercera plaza cuando acabe el curso?

Ahora llega la fase decisiva de la Liga, el último tercio. Ahora es cuando nos jugamos todo el año y es ahora cuando, si tenemos, hay que sacar las reservas y apechugar contra todo y contra todos.

Pero he perdido toda la confianza.

¿Quiénes eran los de blanco de la primera parte? No conozco a ninguno. Y en la segunda, cuando parece que les llega al cerebro que se están jugando el pase a otra final, aprietan un poco pero tan lejos de la portería que mejor hubieran dado el partido por perdido y a descansar. Porque debían estar agotados.

Triste espectáculo. Muy triste.

Jiménez cogió un equipo, con todos los condicionantes de aquellos momentos, en Champions y lo sacó fuera. Acabó la Liga en Uefa y lo echa fuera. Ahora, fuera de la Copa. ¿Cual será el siguiente portazo?

No querer ver que el equipo no funciona solo es posible si eres un fanático (en la peor de sus acepciones). Pretender seguir apoyando a los "cojones de Manolo", es un gravísimo error que nos vá a costar sangre. Por cierto, quizás debiéramos recordarles a los que siguen alabando ésos órganos del de El Arahal, que no necesitamos portentos sexuales sino un entrenador. Puede que si los tuviera algo más pequeños, o duros (que no sé exactamente las alabanzas en qué sentido van porque quiero pensar que no será por el número), y dirigiera mejor el patrimonio que ha heredado, en vez de ofrecernos los espectáculos que nos propina semana tras semana, estaríamos dispuestos a perdonarle, incluso, que no tuviera.

Y Del Nido, con su espectacular boca, parece que ayuda a los otros, los motiva. ¿No podríamos hablar algo menos, largar en tono neutro y ocuparse de lo que mejor sabe hacer, es decir, dirigir al Club? Sospecho que no sería Del Nido.

Hoy, como resultará evidente, los verdolagas han celebrado el triunfo del Bilbao con todos los honores y la consiguiente chanza. Si no fuera porque ni idea del euskera, muchos de estos animalitos son capaces de mostrarte su RH-.

En el fondo les envidio porque tienen dos equipos: uno les dá penas y el otro alegrías. Yo, con solo uno, a veces pierdo y a veces gano.

El Sevilla es un Club de fútbol conocido en el mundo. Yo soy del Sevilla, lo he sido desde que nací y lo será cuando muera. Mi apoyo al Equipo es total y absoluto y lo ha sido siempre. Pero cuando las cosas van mal porque el equipo no carbura, tengo la obligación, el derecho y la necesidad de dar MI punto de vista.

Como sevillista, debo ser inconformista y pedir, siempre, más a mi equipo. Y no entiendo que se pretenda mantener una situación que no augura nada bueno. No verlo es fanatismo ciego y eso no cuadra con la idea que inspiró, en 1905, a los fundadores de éste Club.

Y como no existe una forma científica y fiable de demostrar el nivel de sevillismo de ninguno de nosotros, lo somos por igual los que deseamos que Manolo Jiménez deje el cargo y los que lo apoyan "a muerte".

Algo debe quedar claro porque luego me llegan los anónimos: por encima de los nombres y de las personas, está el Sevilla FC y sus aficionados, los verdaderos dueños del Sentimiento, ése que prevalece desde hace más de un siglo y que seguirá ahí siempre.

Y que nadie se equivoque: quiero que el Sevilla gane siempre, con Manolo o con quien sea. Se llame como se llame, venga de donde venga y tenga el corazón del color que quiera.

Cuidaros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hoy seré breve hermano,tenemos que aguantar a este entrenador hasta final de temporada y decir luego bien alto con todos estos datos en la mano y los que deparen los ultimos trece partidos,manolo deje usted el sevilla fútbol club como entrenador de nuestro primer equipo,ya no podemos defender más lo indefendible,yo soy sevillista,no se a que tanto por ciento y si eso importa más o menos para poder opinar de las cosas que me gusten o no de mi equipo,pero hoy por hoy el tiempo y los resultados te están dando la razón a ti que siempre hablaste y opinaste desde la razón y la cordura,te diré algo más,a mi al menos me consta que eres sevillista,no te dire tampoco en que porcentaje lo eres,pero algo si me atrevo a decirte con toda claridad,eres buena persona,inteligente persona,integra persona,podria seguir pero sé que no te gusta que te pongas estas cosas,asi que simplemente decirte que te quiero tio,un abrazo y sigue asi,es un placer y un honor ser parte de tu familia y de poder aprender todos los dias de ti.