martes, 31 de marzo de 2009

PASEANDO POR NERVION

Saludos.

Ayer lunes me salí un poco antes del trabajo porque tenía que acudir a la Consejería de Justicia de Nervión. La delegación, como sabéis, está a dos pasos del Estadio.

Debía subsanar un pequeño detalle en la documentación de la Peña que andamos creando -es la segunda que fomento- y los trámites me llevaron apenas media hora. A la salida y como había encontrado un hueco seguro para el coche, me decidí a dar un paseo hasta nuestra casa.

Y al volver la esquina, allí estaba.

Frente a mí, la casa de los sueños, el lugar a donde tantos años he entregado y recibido más ilusión que ninguna otra cosa en mi vida.

Me dí un paseo alrededor mirando sus muros y volví a recordar aquellas tardes de gloria que viví hace años, antes de que el destino me prohibiera entrar. También los momentos de desolación. Y los de rabia.

La mujer que me parió sevillista falleció antes de ver al Sevilla en la gloria y yo, digno heredero, me tuve que limitar a la pequeña pantalla.

Como véis, soy un mal sevillista porque no tengo carné, ni acciones, ni voy al Estadio y no viajo con el equipo a los partidos ni a las finales.

Pero soy palangana, a pesar de ello.

Seguramente seré el peor de todos, pero lo soy y no puedo, ni quiero, evitarlo. Y lo soy por la sangre que me legaron.

Ayer, paseando junto al estadio, reviví en mi mente algunos momentos mágicos a los que asistí de joven, cuando podía, cuando no teníamos mosáico ni Labandón y navegábamos en las zonas grises de la Liga, en segunda y alguna temporada por Europa.

Y pensaba en todo lo que he visto y sentido -y sufrido- con mi equipo y no pude dejar de sentirme orgulloso porque hay chavales que solo conocen al Sevilla más grande, que no arrastran la historia de mediocridad que llevamos muchos a nuestras espaldas.

Me alegré por ellos porque han comenzado sus propias historias desde arriba, desde los sitios de los mejores. Tendrán efemérides señaladas, importantes, porque dirán "yo nací cuando el Sevilla ganó la primera..."; porque habrán visto la magia en su máxima expresión y verán, estoy seguro, más todavía.

No estuve cuando Puerta nos llevó al Olimpo, ni cuando llegó la primera copa. Ni las demás. Pero ayer no estaba triste porque miles de chavales han llegado al sevillismo en un momento dulce. El destino, ése que a mí no me trata bien, es generoso con ellos y por eso, ayer solo quise pensar en ésas vidas que ahora empiezan.

Durante un rato olvidé muchas cosas y solo pensé en mañana, en los mañanas que podrán vivir esos niños sevillanos y sevillistas, esos que desde pequeños han tenido camisetas, chándales y balones de su equipo. Esos que han ido a las finales y han vuelto plenos de emoción y rebosando sevillismo. Esos que serán los que cuenten a sus hijos y nietos que vieron a Kanouté danzar en un ballet de fantasía, un sílfide africano que nos enamoró por su corazón tan puro...

Ayer, solo, una media sonrisa se instaló en mi cara durante un rato porque imaginaba miles de caritas, de ojos abiertos como platos y miles de gargantitas gritanto "...y es por eeeeso que hoooy vengo a verte, sevilliista seréé hasta la muerte..".

Y les deseé todo lo que yo no tuve con todas mis fuerzas, con todo mi corazón.

Cuidaros.

domingo, 29 de marzo de 2009

SECO PERLA

Saludos.

Con ésas palabras imposibles para un tipo de mi edad, un amigo muy joven que tengo pretende señalar, cuando un suceso le resulta demasiado abstracto, que se ha quedado "ennortao", "enparanoyao"...

Confuso.

Supongo.

A mí me viene a cuento el "seco perla" cuando navego por internet y me dedico a investigar sobre el sevillismo, porque me quedo estupefacto viendo los portales y blogs de la mayoría los hermanos en el Escudo.

Y me maravilla, sobre todo, la colección inacabable de buenísimos escritores que ponen sus indudables dotes en analizar el fondo y forma de una manera de sentir una afición.

Leo comentarios de un nivel que me subyugan y me pregunto: ¿éstos amigos, dedicados a una profesión literaria -léase, por ejemplo, periodismo- no serían primeras plumas de muchos periódicos?

Porque en mi recorrido diario por los medios, sea sobre el tema que sea, detecto carencias notables e insuficiencias graves; periodistas analfabetos, directamente; incultura galopante en personas que, se supone, han debido superar cinco años de universidad, en materias complejas; plumas que amontonan dislates día sí, día también; una absoluta falta de objetividad que fastidia porque se espera que te trasladen la actualidad para que puedas formate tu propia opinión...

Y por el contrario, leo con placer a sevillistas anónimos, sencillos aficionados que son capaces de hacer un análisis soberbio de un partido, de exponer los pormenores del club, de elaborar excelentes comentarios sobre las causas del buen o mal juego del equipo o de diseccionar los pasos de la Directiva en una líneas.

Sin grandes aspavientos, con pocas palabras, te dejan "seco perla" con su manera de entender la realidad del Sevilla.

Y con su capacidad para trasladarla a la pantalla -que sería el papel-. muchos profesionales de la prensa deberían leerse unos cuantos portales, a diario, para documentarse en estilos, formas y fondos.

Quizás lo hagan.

Son personas anónimas, insisto, pero con unas facultades impresionanates y el buen gusto de mostrarlas en internet, para disfrute de los que nos guta leer buenos artículos.

Por favor, hermanos, seguid dándonos buenos momentos y dejadnos leeros cada día.

Cuidaros.

miércoles, 25 de marzo de 2009

EN UN MERCADO PERSA

Saludos.

No, no me refiero a la excelente obra musical de Albert Ketèlbey. Estoy, como ya habréis sospechado solo con el título, hablando del mercado futbolístico.

La Liga está próxima a terminar y como cada año, sin solución de continuidad, el mercado de fichajes se despliega para el consabido trasvase de jugadores.

Raramente y solo por penurias económicas, los clubes mantienen sus plantillas intactas para la siguiente temporada. Los modestos con fichajes baratos, gente que viene de vuelta y oportunidades de bajo coste. Alguna incorporación de la cantera y a esperar que la suerte se deje caer por sus estadios y con los entrenadores, el que toque en la noria nacional, rogando para que acierte con un "once" resultón.

Mantenerse en primera, por ejemplo, y poco más. Si suena la flauta, la Uefa.

Los casi poderosos, con presupuestos más amplios, ya tienen un conjunto estable y suelen soltar un poco de lastre y recomponer algo las líneas. Algún elemento, quizás, de más cuantía pero todos, en general, dentro de los parámetros programados. Ni caros ni baratos. Si hay suerte, una o dos ventas generosas a clubes mayores y un cierto respiro para tirar un poco más alto.

Las cuentas, salvo excepciones, bastante equilibradas porque la Uefa está al alcance de la mano y la Champions, si la diosa Fortuna los mira, como generosa fuente de dineros.

Y los muy poderosos, los ricos, lo que compran lo que se les antoje con solo señalarlo, los favoritos de aquella diosa, los que nunca tienen problemas con los bancos, con los ayuntamientos ni con las comunidades... los que hacen de un club de fútbol un despacho de trasacciones sin límite para beneficios particulares, amparados en sintimientos que soportan miles y miles de sencillos ciudadanos, lanzados a confeccionar un cuadro estelar estratosférico que les garantice las primeras planas permanentes, es decir, millones a raudales.

El diario Sport de fecha 17 de enero, publicaba un magnífico artículo sobre los que ocurría en el palco del R. Madrid en la era Florentino. El mismo Florentino que ahora se quiere re-presentar a las elecciones.

¿Elecciones? ¿Florentino? ¿R. Madrid? ¿Mercado persa? ¿El club más poderoso?

Pues llegan los días de las compras y las ventas, de las colecciones de estrellas, de las apuestas por cantidades mareantes, de comprar lo mejor de lo mejor de lo mejor sin mirar las etiquetas, de poner a temblar a millones de seguidores viendo llegar al señor del traje, malentín en mano, para llevarse a ése ídolo al que le has dedicado tantos cánticos, tantos olés y tanta admiración. El centro de la mayoría de tus tertulias en la temporada, está a punto de cambiar de camiseta, de escudo y se "haber sido ...dista toda mi vida y llegar aquí es un sueño". Y la solución para él, sus hijos y varias generaciones más, cuestión secundaria que no suelen tratar ante deconocidos.

Veremos las portadas de los periódicos de los próximos meses y salvo las de los lunes -comentarios de los partidos del día anterior-, el resto será el baile de nombres, reubicación de nombres y montantes de las operaciones de los nombres.

Equipos decompuestos y equipos super compuestos; estrellas migratorias y refuerzos de "a ver cómo resulta"; te cambio éste cromo que tengo repetido por ése otro que no tengo; te vendo dos a cambio de uno y tropecientos encima... te quito lo que me dé la gana que para eso tengo pasta.

Y te jodes.

Y no te queda otra que entenderlo porque cualquiera de nosotros, cualquiera, jamás diría que no a que nos tripliquen o cuadripliquen el salario en la empresa de enfrente, en la competencia.

Y seríamos capaces de jurar por lo más sagrado que siempre habíamos querido terminar ahí nuestras vidas, en el club de nuestros amores, en el de toda la vida y al que le dedicaremos todos nuestros esfuerzos.

Somos así. Son así y cada vez serán más de ésa forma.

Es el sistema, el mismo que vivimos a pié de calle pero por los niveles altos, en las galaxias superiores, en las más brillantes.

Lo terrible de éste sistema que no conoce barreras es que todo está cimentado en fé, en sentimientos y en sueños y como cualquier otra religión, miles y millones de adeptos dispuestos a creer lo que ellos no se creen ni borrachos.

Como siempre, porque cada año hay que escribir lo mismo un par de veces, tendré la paciencia suficiente para:

a) Darle a las noticias el valor exacto, es decir, ninguno.

b) Esperar que la firma sea oficial, tarde lo que tarde.

c) No desesperar.

d) No se deshace un equipo tan fácilmente.

e) La mayoría de compras y ventas son rumores propalados por los representantes -diez por ciento-.

f) No ayudar a los voceros a difundir sus cositas. No me interesan.

Y es todo, amigo Ketèlbey. Ataquemos ahora con los vientos y las cuerdas y tratemos de modular en claves bajas, tranquilas y relajantes.

Cuidaros.

martes, 24 de marzo de 2009

LOS TEBEOS

Saludos.

Cuando llegué a ésa edad en que ya casi no eres niño y aún ni siquiera adolescente, descubrí que existían mundos irreales, creados por otros, que me permitían volar en alas de la imaginación de los escritores y dibujantes.

Como era un tiempo en que no existía la televisión, muy poco cine y las distracciones había que creárselas uno mismo, tuve que decubrir los tebeos para abstraerme de una realidad poco satisfactoria.

Los tebeos me absorbían a tal punto que mi madre, quejosa de que no dedicara más tiempo a los estudios, me amenazaba con prohibírmelos. Mi padre, sin embargo y siendo mucho más generoso, sentenciaba: "déjalo que después de los tebeos, llegarán los libros".

Mi padre acertó.

Pero volvamos a los tebeos porque la historia comienza con aquellos personajes llamados El Guerrero del Antifaz, El Capitán Trueno, El Cachoro, El Jabato, el TBO -que daría nombre genérico a lo que ahora se denominan "comics", tebeos- y algo más tarde, Hazañas Bélicas. Luego vinieron los héros de la Marvel Comic Groups desde los USA y un nuevo aire invadió la escena.

Pues de aquellos iniciales, los que me descubrieron que existía Thule, patria de Sigrid, eterna enamorada del Capitán Trueno -el genuino paladín defensor de las virtudes patrias, a la sazón franquismo e iglesia en un totum revolutum imposible de diseccionar-, me quedo con éste héroe que siempre ganaba, como todos.

Fueron la fantástica obra de Víctor Mora y Ambrós.

Y lo leí y ví en mil situaciones difíciles, complicadas y a veces deseperantes porque nos presentaban las historias de tal forma que pensaba que al final sucumbiría. Pero no, convenientemente asistido de Goliath y Crispín -eternos segundones e incondicionales subalternos-, terminaba por lograr la vistoria sobre los enemigos de los grandes valores de la reserva espiritual de occidente.

Toda mi vida he visto pulular capitanes trueno alrededor mío. Gente que siempre vence sea cual sea el asunto y siempre, como es lógico, lleva la razón. Y no importa si hace diez minutos decía justo lo contrario. Siempre ganan.

Tampoco vale que les hagas ver que la Realidad no es "su" realidad porque o no la admitirá, o la transformará, o dirá que eso es, justito, lo que ellos estaban diciendo.

A veces son desesperantes porque tanta razón asusta.

Sin embargo y porque la edad te aporta unas pocas cosas buenas, has aprendido a tener paciencia, a reirte de tu sombra y de la de los demás, y a colocar a los capitanes trueno en el sitio que les corresponde: al final de tus consideraciones.

Por suerte para nosotros mismos, las pruebas quedan, están escritas y pueden cotejarse en cualquier momento. Aún a pesar de que no quieran mirarlas, están ahí.

Es loable decir lo que se piensa, pero lo es mucho más, pensar lo que se dice.

Decía Voltaire: Yo no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero pelearía hasta la muerte para defender su derecho a decirlo.

Los capitanes trueno pueden decir y escribir lo que les plazca, de la misma forma que puedo hacerlo yo. De hecho, lo hago. Pero si fuera creyente -que no lo soy igual que muchos de estos capitanes sí lo son y se jactan de ello-, les recordaría un pecado capital llamado soberbia.

La soberbia es, en el cristianismo, el orgullo y se define como aquella persona que se envanece a sí misma, olvidando a sus semejantes y a Dios. Es por tanto, un delito regilioso grave, de tarjeta roja.

Si además acompañamos la soberbia con todo un rosario de insultos -recordemos que el insulto es, en último extremo, el recurso de quienes pierden razones, como la guerra lo es de los que pierden las palabras-, encontramos capitanes trueno lenguaraces que no contentos con pretender, ilusos, llevar siempre la razón, adoban sus exposiciones con lamentables intentos de degradar a otros sin pararse a pensar, lógicamente, que hay mil formas de decir las cosas sin caer en la grosería, en la procacidad y en el pésimo gusto. Y desde el mismo momento en que necesitas echar mano de ésas maneras, el posible discurso está muerto.

Y todos somos humanos.

Afortunadamente.

Cuidaros, mis capitanes truenos.

domingo, 22 de marzo de 2009

ES LA ACTITUD





Saludos.

Anoche estuve metabolizando el resultado y no me atreví a escribir porque al igual que otras veces estuve mosqueado y me contuve, tampoco quería lanzarme a la proliferación de elogios. Y tenía motivos para ello.

Intentaremos, siempre, hacer juicios tranquilos y reposados. Siempre que podamos y nuestra condición de humanos nos lo permita.

Ayer me ilusionó el Sevilla. Creo que tiene recursos para sacarnos la cara de felicidad al final de los partidos y no solo por el resultado. No por ello especialmente.

Ayer ví un equipo con ACTITUD de ganar; con ambición y coraje y sabiendo que puede. Y debe.

Si la calidad natural que atesoran nuestros jugadores es orientada adecuadamente, podemos asistir a espectáculos como el de ayer. Y si bien es cierto que hubos fases en que el Valladolid controló mejor el juego en la primera parte -ahogando nuestras iniciativas que no por jugar mejor-, también lo es que el entramado blanco está mejor articulado y termina por imponerse.

ACTITUD, ésta es la palabra. Es lo que algunos llevamos demandando muchos meses. y lo hacemos porque, como vimos ayer, se puede.

Tenemos gente de primer nivel y tenemos estrellas brillantes que lucen como soles.

La cuestión es: si tenemos los mimbres, si tenemos la capacidad y si queremos ¿porqué no las usamos siempre?

Vale que hay partidos y partidos, que el enemigo es distinto cada vez y distintos los estilos de juego, que no se le puede jugar igual a unos y a otros... pero con la ACTITUD de ayer, pocos nos van a resistir. Muy pocos.

Y esa es la clave de la crítica y no hay que darle más vueltas a la cuestión. Es solo pedirle al equipo que haga lo que sabe y puede hacer. Y ahí están los resultados.

Pues tenemos razón, a pesar de todo, y la hemos tenido siempre porque siempre hemos sabido que el equipo puede dar éstos disfrutes más a menudo. Puede y debe, insisto. Y como no siempre vamos a ganar, al menos debe dejarnos la sensación de que pusieron toda la carne en el asador. Con eso estamos premiados.

Pienso, además, que el Sevilla debería agradecer las críticas porque, nos guste o no, llegan a donde tienen que llegar. Manolo, quiero creer, nos lee a todos -o alguien lo hace por él- y gana mucho escuchando las voces que le piden que haga lo que hizo ayer, lo que hizo en Málaga: que apueste a equipo ganador desde el principio; que se deje de inventos defensivos y que lance sus hordas a barrer a los contrarios porque, salvo uno o dos, el resto es carne de cañón para nosotros.

¡Joder! SÍ QUE PODEMOS.

Disculpas, me dejé llevar.

Y mi homenaje principal -de entre un homenaje general- al gigante que ayer sonrió tres veces. A ésa persona mejor que futbolista que se llama Frederic Kanouté porque es un concierto de elegancia física, un goce estético y un bálsamo para los contrarios, que deberían darle las gracias por mostrarles cómo se hacen las cosas, a la manera del maestro aquel que siempre admiramos de niños, el que nos desveló los caminos del saber.

Salud, Kanouté.

Cuidaros.

sábado, 21 de marzo de 2009

DEFENSAS Y ATAQUES





Saludos.

Cada día, cuando llegan mis horas de tiempo libre, siempre escasas, dedico parte de ése tiempo a sumergirme en el infinito mundo de internet. Dentro de ésa vasta fuente de información y como palangana que soy, es rito obligatorio hacer un recorrido por los portales sevillistas para conocer lo que se "cuece" en las mentes de los hermanos de sentimiento, las noticias del equipo, datos e informaciones sobre todo lo que rodea al Sevilla...

Es saludable conocer lo que opinamos desde todas las ópticas porque a pesar de que el objetivo sea el mismo, no todos coincidimos en las maneras ni en las formas. Afortunadamente porque no me imagino la unanimidad total y absoluta en casi ningún aspecto de la vida. En el fútbol, tampoco.

Leo, por tanto, todo tipo de comentarios con un único punto en común: el apoyo al equipo. Y una vez inmerso, uno tiene sus "favoritos", es decir, aquellos amigos cuyas opiniones, coincidan o no con las nuestras, tienen la calidad suficiente -desde nuestra óptica particular- para espolearte a participar y sumarte así al sano intercambio de ideas, propuestas y apuestas.

Una vez hecha la selección y habiendo tratado de arrimar algún cemento a la obra, modestamente, te paras un poco en aquellos otros que, sin estar entre los elegidos por tí, cuentan tanto como los primeros aunque algunos no solo no te gusten, sino que a veces te repelan.

Yo hago una distinción clara: los capaces de discutir, intercambiar, razonar, aportar y documentar sus posturas -sean las que sean- y los que apenas esgrimen uno o dos argumentos, todos contra el que no piensa como él y con posiciones siempre extremas.

Resulta curioso que en el eterno debate "Manolo sí, Manolo no", por ejemplo y porque es el único punto de fricción que invade el mundo sevillista hoy, ésas posiciones están más claras que en casi ningún otro. Obviamente, las alineaciones ideales de cada uno quedan excluídas porque ahí jamás nos pondríamos de acuerdo y solo aceptamos las de los demás si, terminado el encuentro, hemos ganado y hecho un buen partido. A regañadientes porque de haber salido "nuestro" once, el resultado hubiera sido aún mejor.

Esta maravillosa salsa, a la que asisto desde hace más de medio siglo, es la que nos ocupa buena parte de nuestras vidas y sin que ello signifique -al menos en mi caso-, que el resto de sucesos no me interesen.

Sin embargo y desde que tengo uso de razón -don que espero haber obtenido-, los debates del sevillismo siempre habían sido respetuosos y educados, con sorna sana a veces y con las muletillas esas que te hacen sonreir, fracasar o elevarte con el "ya te lo decía yo".

La salsa interna porque la externa es otra. Otro mundo.

Curiosamente y con nuestro equipo en una posición envidiable para otros diecisiete, ése debate interno está llegando a límites insoportables y con eso no hacemos ningún bien al Club.

Habemos quienes desde el primer día, cuando Manolo fué elegido para ocupar el banquillo, dijimos -porque sabíamos cómo planteaba sus equipos-, que no nos gustaba la elección. Hemos tratado de argumentar, de demostrar, de señalar y de analizar las formas de Manolo. Hemos tratado siempre de hacer una crítica constructiva -aunque nunca se nos ha entendido o no se nos haya querido entender-, porque lo que realmente nos interesa es que nuestro Club siga sumando hacia arriba, que llegue lo más lejos posible y consiga tantos títulos como puedan obtenerse, se llame como se llame el entrenador y porque además, amamos el deporte fútbol en fondo y formas.

Se nos acusa de dejarnos influenciar por fuentes externas, por otros intereses y se nos pinta como sujetos suceptibles de manipulación.

De entrada, eso es una falta de respeto cuando no un insulto. Y lo es más porque llegado el caso, todos podemos caer bajo influencias y una parte es incapaz de juzgar a la otra. Es incapaz, diga lo que diga, como lo es de asegurar que está en posesión de la verdad.

La Verdad es la suma de verdades.

Y quiero pensar que la Verdad de los sevillistas es el Sevilla y aún a pesar de que puede que haya algunos que hagan una labor de zapa para terceros, la mayoría, la inmensa mayoría, solo pretende lo mejor para nuestro Club. Piensen como piensen.

Pero llegamos al grado de fanatismo en su peor acepción: la irracionalidad.

Cuando uno espera ser respetado, lo primero que debe hacer es respetar a los demás. Uno, tratando de ser lo más demócrata que se permita, expone y alega sus ideas y trata, siempre, de formularlas en el tono adecuado, con ése respeto y con los argumentos necesarios.

Uno espera lo mismo de la otra parte y... no, siempre no.

Ocurre que si somos irracionales en éste aspecto -incapaces de aceptar que haya otras posiciones y otros planteamientos-, es probable que ésos principios los traslademos a nuestras otras actitudes vitales desde la política a la eduación, desde la justicia al trabajo, desde el cine a la televisión...

Aptos para ser irracionales en un solo semblante, estaríamos abiertos a aplicar dogmas al resto de situaciones.

Y lo que más sorprende -negativamente- es la insuficiencia para elaborar un discurso coherente que muestran algunos. Enrocados en la defensa de la "causa", incapaces de entender que la causa es la misma, cuando terminan de esgrimir sus dos únicos argumentos sólidos comienzan la caza de brujas, la proyección de carencias y la consolidación de fronteras: estás dentro o fuera.

Son actitudes dictatoriales tales que: "o todos moros o todos cristianos" -cuando sabes que siempre hubo de unos y de otros y los seguirá habiendo-; o "hay que ser tío pa tó" -sin que previamente hayamos definido "tío" y desconociendo que tenemos la mitad, más un pellizquito, de "tío" y la mitad de "tía"-; o "con dos cojones" -ignorando explícitamente que "dos ovarios" tienen exactamente el mismo valor...

Es la intransigencia que define nuestra civilización, que configura el mundo desde que es y la que permite que se documenten los actos más bárbaros y negativos de la historia de la especie.

Son los principios sobre los que se construyen las abominaciones porque la línea sobre la que caminamos en la vida es estrecha y es complicado no caer a uno u otro lado.

El color del cristal lo ponemos nosotros.

Después de todo lo dicho, aún tengo esperanzas en que el debate no concluya porque si dejáramos de enfrentar nuestras opiniones, sería síntoma de una insoportable unanimidad, del monocolor y la igualdad imposible: el caldo de cultivo para las atrocidades, el despotismo y los abusos que ya hemos vivido en otras épocas del sevillismo. Y del mundo.

No somos enemigos, amigos. No lo somos porque el único evangelio es nuestro Sevilla y deberíamos tener la capacidad de entender -tampoco es tan difícil- que es necesario que haya diferentes puntos de vista, otras formas de entender el sevillismo, otros gustos y otras aspiraciones.

Y somos lo que somos precisamente por eso, por la diversidad que nos aglutina en torno a un Sentimiento.

Y ésa es la única afirmación posible.

Vamos a hacer un ejercicio de respeto, de tolerancia y de capacidad para sumar.

Por favor.

Cuidaros.

jueves, 19 de marzo de 2009

EL ULTIMO TRAMO





Saludos.

Mañana, por decir una fecha, comienza el último tramo de la Liga.

El Sevilla está tercero y con una cómoda ventaja de seis puntos sobre el cuarto, el Villarreal, lo que debería darnos la tranquilidad suficiente para afrontar los próximos partidos con seguridad, siempre que ésa seguridad no se transforme en otra cosa peor.

El calendario pendiente sigue así:

Valladolid - en casa
Recreativo - fuera
Getafe - en casa
Valencia - fuera
Barcelona - fuera
R. Madrid - en casa
Villarreal - fuera
Mallorca - en casa
Osasuna - fuera
Deportivo - en casa
Numancia - fuera

Mirando bien el calendario, vemos que solo deberíamos tener tres o cuatro partidos difíciles, realmente difíciles. El Barça, sin duda, es el rival más potente y además, jugamos allí. Es uno de esos partidos en que perder no debería asustar a nadie. De hecho, ya nos golearon en Nervión. Sin embargo, también es de esos partidos donde el Sevilla, por alguna extraña conjunción astral, saca la magia que tiene (bien guardada, por cierto) y nos regala un triunfo inesperado.

El R. Madrid, envalentonado con la Liga a pesar de su papelito en Champions, sigue soñando con recortarle puntos al Barça y quitarle el campeonato. Solo si el Barça se pone nervioso, eso sería posible.

Los recibimos en casa. Dicho así, parece que salimos con una cierta ventaja, pero hoy, el Sevilla no tiene campo propio. Juega igual dentro que fuera y eso, lejos de ser bueno, a mí se me antoja peligroso. Aunque no haya punto de comparación entre el juego que permite el R. Madrid y los equipos pequeños, también tiene calidad suficiente para darnos fuerte. Y también, por aquellos misterios que decía, el Sevilla puede crecerse y calentarlos a base de bien.

Nos queda el Villarreal allí, lo que supone un trago muy duro. Es un equipo que hace un juego estable, bastante completo y sabe marcar los tiempos perfectamente. Cualquiera se distrae menos el Villarreal. Es sólido, a pesar de que alguna vez haya dejado escapar puntos inconcebibles. Muy duro los veo. Es, para mí, el más peligroso de los tres que nos rodean y al que hay que sumarle una dósis más de ganas para doblegar porque, encima, es directísimo rival para el puesto de honor.

Del Valencia no deberíamos temer demasiado. Las horas bajas del Club se han metido en las cabezas de los jugadores y todos miran para otro lado. No obstante, esto que parecería una ventaja para nosotros, se debe considerar como una trampa en cuanto que, próximos a finalizar el curso, las estrellas del Club mediterráneo saldrán a "dejarse ver" para cambiar de camiseta el año que viene. Y el Valencia tiene unos cuantos elementos de mayor calibre. Otro partido trampa.

Del resto poca historia.

Poca historia si nos los tomamos en serio, si hacemos los deberes y si no nos entra otra caraja. Manteniendo el tipo a buen nivel, sin especulaciones, haciendo las cosas correctamente (no inventemos más refrescos, por favor), deberíamos sumar 21 o más puntos sin complicaciones desmesuradas.

Pero éste Sevilla no termina de cuajar un frente sólido. Es cierto que ir terceros no es un regalo y que hemos tenido dificultades graves, pero de la inmensa mayoría de los partidos que hemos visto, pocos, demasiado pocos, la sensación de superioridad sobre contrarios de menor cuantía ha estado presente.

Demasiados partidos ganados por lo pelos y por la calidad que atesoramos. El equipo no termina de fabricar el sistema de surtir a los cañoneros de balones en posiciones de ventaja; nuestra fábrica de ideas es intermitente o ausente y por eso, porque el centro del campo no ha dado con la fórmula de control y dirección adecuada, los puntas se las ven y se las desean para justificar sus fichas.

Tampoco terminamos de organizar las alas y somos bastante irregulares en posiciones que deberían ser nuestras, casi siempre, porque la calidad de nuestros extremos está muy por encima a la de la mayoría de los laterales de la Liga.

Y la defensa, nuestra arma más fuerte, se despista con más frecuencia de la deseada y comete errores graves cuando no debería ser así.

Y está Manolo.

Voy a proponerme no escribir más sobre él hasta que termine la competición.

Prometo que si deja el quipo ahí, le pediré disculpas públicas por todo cuanto he escrito, aunque siga sin gustarme y no espere que cambie en el futuro.

El problema es que si deja al Sevilla el tercero, me temo que le renovarán el contrato porque, y eso lo entiendo, la Directiva solo entiende de números y si Manolo lo consigue, habrán cuadrado las cuentas de Del Nido.

Aunque a algunos nos parezca un error grave.

Visto todo ello, deseemos, aunque sea con Manolo, lo mejor para los nuestros.

Cuidaros.

lunes, 16 de marzo de 2009

BUCLES

Saludos.

A pesar de que llevamos poco tiempo (relativamente), usando ésta maravillosa herramienta que se llama Internet, algunos tenemos ya bastante experiencia y hemos pasado por todo el proceso de aprendizaje que nos permite, hoy, refinar nuestros pasos y acceder a la información en menos tiempo que otros.

Pero hoy no hablaré de eso. Hoy me referiré a las cuentas de correo.

Desde la primera que nos abrimos, por consejo de un amigo tres pasos por delante, hasta la última, la que ofrece mejores prestaciones, hemos llegado a acumular un montón de direcciones en distintos servidores.

Ahora tenemos programas que nos las gestionan todas. Apenas cliqueas en el icono y comienza el festival de "incoming", entradas de mensajes.

Raro es el día que no te aparecen veinte o treinta mensajitos de familiares, amigos, comerciales, no deseados...

Y comienza la selección: no me interesa, me interesa, lo abro, lo guardo, lo bloqueo para el futuro, lo coloco en "remitentes aprobados"...

Y llegan los FW.

Lo del correo masivo es un invento fantástico o... asqueroso, según te pille el cuerpo. Hay días que todo lo que te llegan son "forward", reenviar, y te encuentras inmerso en una sesión de pps toda repleta de magníficas fotos, música deliciosa, mensajes elevadísimos, chistes, vídeos de humor, sangrientos, grandes sentimientos...

Muchos los ves, otros no. La mayoría, no, en mi caso.

Pero lo que mosquea son los bucles.

Los bucles son ésos mensajes a todo pps que se repiten sin cesar. Como tienes una larga lista de amigos y todos desean compartir contigo ésas imágenes espectaculares, el primero las reenvía a su lista de correos. Los demás, siguiendo el ejemplo y porque las imágenes son realmente bellas, hace lo mismo con su propia lista; el tercero, igual...

Y llega un momento es que recibes el mismo pps CATORCE VECES y tres meses más tarde, otras CATORCE VECES porque alguien lo ha modificado, mejorado y cuenta la misma historia OTRA VEZ.

No deberíamos mosquearnos, por cierto, ya que lo hacemos con toda nuestra buena intención pues deseamos compartir algo bueno. Sin embargo, cuando tienes que deshacerte de veinte, cuarenta o sesenta correos (que si los vieras todos te ocuparían tres horas), llega un momento que se te hace muy cuesta arriba decirle a alguien que, por favor, no te mande FW.

O que sea muy selectivo.

O que solo los que realmente merezcan la pena.

O que le quite el FW porque si no, como hago yo casi siempre, van directamente a la papelera.

Cuando mis amigos lean esto, es probable que lo tomen a mal. Lo sentiría mucho. Pero deberán entender que no tenemos mucho tiempo para navegar, que hay cosas muy importantes que hacer y que es una falta de educación que al día siguiente, en el trabajo, te pregunten por aquellas magníficas fotos y le digas que no las has visto, que las has tirado porque no abres FW...

O que tengas que inventar el famoso y proco creíble... "pues no me han llegado".

Me encantan los pps de calidad y me encantan los videos que me enseñen algo. Pero me niego a perder más tiempo con mensajes de elevados sentimientos, religiosos o lloricones. No los necesito porque trato de comportarme bien de manera autónoma, sin directrices.

No es necesario que alguien me diga, revestido de la autoridad que quiera, que sea bueno. Lo sé ya.

Lo siento.

Amigos, si me apreciáis, por favor, no me enviéis FW y yo os querré muchísimo más de lo que os quiero ya.

Tenéis mi palabra.

Cuidaros.

IMPOSIBLE COMENTAR





Saludos.

Ayer y por razones familiares, no pude ver ni escuchar el partido, por lo que malamente podré hacer comentario alguno.

Me he limitado a leer toda crónica que se me ha puesto a tiro y la inmensa mayoría coincide en que la suerte no estuvo de nuestro lado.

No obstante, un punto valioso (cada partido estamos más cerca del final) y todos, de ahora en adelante, tienen su peso en oro.

Tampoco he leído que hubiera incidentes importantes, lo que es de agradecer.

Cuidaros.

sábado, 14 de marzo de 2009

UN MUNDO APASIONANTE






Saludos.

A fuerza de leer a los mejores, de admirar sus fondos y formas y de tratar de emularlos, modestamente, he acabado por dejarme atrapar en la vorágine de la investigación histórica del Sevilla FC.

A pesar de haber nacido sevillista y de llevar toda la vida viendo a mi equipo, escuchando historias de otros tiempos, nombres, momentos y circunstancias destacadas de la historia de un Club centenario, guardaba ésa información en la memoria, en el sitio de las cosas importantes pero de reposo absoluto.

Ocasionalmente, en alguna reunión o charla con los amigos, "tiraba" de aquellos datos, los contrastaba y ampliaba, si se daba el caso, con otros nuevos.

Mas tarde leí, por primera vez, la Historia del Sevilla FC, la buena, la oficial.

Infinidad de grandes apellidos, nombres, personas y sucesos. Datos, datos, datos...

Y más tarde aún, casi ayer mismo, la maravillosa herramienta de Internet me pone delante de los ojos algunos portales donde, admirablemente, algunos sevillistas trabajan concienzudamente, con tesón y rigurosidad, para esclarecer los orígenes de nuestra pasión.

Debo confesar que la rigurosidad de éstos portales ha sido determinante en mi deseo de contribuir porque he podido seguirles en sus derroches de trabajo, seriedad y buen hacer. A tanto llegan que se vuelven contagiosos y uno se pregunta ¿porqué no puedo yo realizar algo así?

No es fácil. Ellos llevan mucho tiempo hurgando en la historia, analizando y estudiando los escasos indicios que han quedado de una época lejana porque, desgraciadamente, no tenemos un buen fondo documental. Demasiados sucesos en la historia de éste país, ninguno bueno, han asolado el acervo cultural cada cierto tiempo, llevándose lo que debía ser patrimonio de todos. Sin distinción de ideas.

Por ello, con demasiada frecuencia debemos recurrir a fuentes externas porque a pesar de los cambios sociales de las últimas décadas, en Andalucía seguimos un escalón por debajo en muchos aspectos.

Decía Santayana que los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla y parece, siempre parece, que igual que Sísifo, estaremos empujando la piedra eternamente.

Decía que no es fácil y ello porque, como me recuerda el amigo A. Ramírez, solo una parte pequeña de la historia del Sevilla ha podido ser verificada. Los datos están y el problema es hallarlos.

Ya en otro momento me preguntaba porqué desde los estamentos oficiales del Sevilla no se organizaban iniciativas para facilitar a éstos historiadores los medios necesarios y a pesar de ello, siguen trabajando e investigando, de manera anónima, para demostrar, de una vez por todas, el principio de todo.

Pues me integro en el grupo. Me pongo a la cola, a prudente distancia de los buenos y trataré, en la medida de mis posibilidades, de ayudarles.

Y lo hago sin permiso porque sé, me consta, que cualquier colaboración debe ser bien acogida.

No voy a publicar las cosas que descubra, si las descubro, y preferiré enviárselas a ellos porque se lo merecen. Llevan trabajando mucho tiempo y es justo que, si se diera el caso, fueran los encargados de darlas a conocer.

Les deseo toda la suerte a D. Carlos Romero, D. A. Ramírez y a Ayer y Hoy Sevillista, mis maestros, para que entre todos logren demostrar lo que ansiamos todos los sevillistas.

Cuidaros.

viernes, 13 de marzo de 2009

ADDENDA

Saludos.

El Atlético de Madrid también cayó en Champions y la capital, por tanto, se queda fuera de Europa.

Desde el martes, mi ambiente de trabajo está mucho más relajado y ya casi nadie me recuerda el asunto leones de San Mamés porque, curiosamente, la mayoría de aficionados del equipo de la Palmera, también son seguidores del que quiso chorrear y salió chorreado.

Al/os Anónimo/s impenitente/s, solo le/s diré que mire/n las alineaciones que salieron en Liverpool y comprobará que, paradójicamente, el equipo del Reino Unido tenía más jugadores españoles en el campo que el "nuestro".

Y sigo sin creerme lo de las fronteras.

Cuidaros.

martes, 10 de marzo de 2009

APABULLANTE

Saludos.

Acabo de presenciar la derrota del Madrid ante el Liverpool con un resultado apabullante de cuatro a cero.

Soy seguidor del fútbol inglés y no porque me parezca el mejor del mundo, que no lo es. Es un fútbol demasiado práctico y vertical, carece de magia y el arte, lo que entendemos por el arte de éste deporte, no aparece a menudo.

Sin embargo, debo rendir homenaje a unos aspectos de ése fútbol que me enganchan desde hace tiempo: me refiero a la profesionalidad de ésos jugadores, a la entrega, a las ganas, a las ansias de ganar...

La última Copa de Europa del Liverpool, recien llegado Benítez al banquillo, la consiguieron por el tesón que demostraron, el no rendirse nunca, luchar hasta el último momento.

Hoy, desde el minuto uno, han demostrado que querían ganar y lo han hecho.

No escatiman esfuerzos y hacen, exactamente, lo que tienen que hacer cada uno. Nadie se escaquea, nadie vuelve la cara, todos luchan y todos apabullan al contrario.

También es cierto que el Madrid, probablemente vencido antes de empezar, tampoco ha estado a la altura que se le supone. Pero es el Madrid y tiene gente muy buena, capaces de hacerte un descosido en cualquier momento.

Pero hoy no era su día. Además, Casillas ha evitado la vergüenza de un marcador de risa, de patio de colegio.

Vaya por tanto, mi homenaje a la capacidad de sufrir, de pelear todos los balones y de llevar a su equipo a las cotas más altas.

De haber tenido un poquito más de suerte, Torres, a pesar del gol, habría recuperado su historia negativa con el Madrid.

Y el himno "nunca caminarás solo" es, sin duda, el segundo más bonito del panorama mundial.

Este Liverpool, éste "españolizado" Liverpool, me ha recordado al Sevilla de hace dos años porque, salvando las diferencias, he visto mucho de la ambición que tuvimos y que nos llevó a conseguir cinco títulos en dos años, precisamente con el mismo entrenador que hoy dirige al Madrid.

Me he alegrado mucho y he disfrutado con el espectáculo. Y como resulta que yo no creo en las fronteras, que sea un equipo español es, para mí, secundario. No me importa porque el fútbol, con sus limitaciones, lo ha hecho el Liverpool y se ha merecido la goleada.

Mis fronteras empiezan y acaban en Nervión.

Cuidaros.

domingo, 8 de marzo de 2009

TRES PUNTOS, GRACIAS





Saludos.

Tres puntos, gracias y adiós.

Con muchos más apuros de los previsibles, o quizás no, salimos indemnes de una nueva trampa. Un Almería bien plantado, sabiendo cómo debía amarrarnos, salió sin los puntos gracias a la calidad, la suerte (el segundo gol parte de un fuera de juego de Kanouté) y a la famosa media parte del Sevilla.

Media parte. Otra media parte de ACTITUD, de GANAS, de MOTIVACION... con sordina.

Solo jugamos media parte y sin meter el miedo que se supone que debemos inspirar y eso nos mantiene en la tercera plaza. Salvo catástrofe mayor, tendremos que conservar el puesto.

Y la mala suerte del Almería se llama Palop quien, en dos magníficas estiradas, les birló el triunfo a los andaluces orientales.

De nuevo, cambios equivocados: quitamos al motor del equipo, Romaric, para hacer... ¿qué? Luis Fabiano, con más corazón que cabeza, dejó de ceder dos balones clarísimos a sus compañeros, mejor situados que él.

Perotti y Romaric, los mejores.

Y poco más.

Deseemos que a pesar de los ladrillos que nos tragamos cada semana, lleguemos al final de la Liga en ésta situación. Aunque sea sufriendo y aunque no nos merezcamos tamaño castigo.

Cuidaros.

miércoles, 4 de marzo de 2009

ESPEJISMOS





Saludos.

Anoche estaba tan hundido y malhumorado que hubiera sido una temeridad ponerme a escribir.

Hoy escribo desde la depresión que me ha producido el partido de Copa y quizás aún no sea el mejor momento para hacer un análisis, un comentario, sobre lo que vimos anoche.

A pesar de ello, depresivo, me vuelven a asaltar todas las dudas que vengo teniendo desde hace meses. Llegan todas y otras nuevas.

Además del lamentable espectáculo que hemos ofrecido, ya ni siquiera la actitud, el único recurso que hemos estado usando hasta ahora, ha salido al terreno de San Mamés.

Un desastre absoluto por el fondo y por la forma.

Y se me agudiza la sensación de provisionalidad de un Sevilla tercero en la tabla porque somos un espejismo de equipo grande y vivimos como en un sueño del que, en cualquier momento, vamos a despertar.

No damos la talla en los momentos más agudos y no la hemos dado desde que Jiménez dirige al equipo. No hemos hecho un partido completo, ni uno. No hemos vencido un solo partido con la autoridad que hace a los contrarios sentirse humillados (quizás a éste Bilbao en el partido de ida de Liga y poco más). Los puntos conseguidos y los pases de Copa... por los pelos y porque se sintieron motivados por alguna extraña razón.

No veo futuro cierto y mis esperanzas se disipan cada partido (cada ladrillo que nos ofrecen), a pasos agigantados.

¿Este es el equipo que deberíamos oponer a los champions del año que viene? ¿El mismo que pretende conservar la tercera plaza cuando acabe el curso?

Ahora llega la fase decisiva de la Liga, el último tercio. Ahora es cuando nos jugamos todo el año y es ahora cuando, si tenemos, hay que sacar las reservas y apechugar contra todo y contra todos.

Pero he perdido toda la confianza.

¿Quiénes eran los de blanco de la primera parte? No conozco a ninguno. Y en la segunda, cuando parece que les llega al cerebro que se están jugando el pase a otra final, aprietan un poco pero tan lejos de la portería que mejor hubieran dado el partido por perdido y a descansar. Porque debían estar agotados.

Triste espectáculo. Muy triste.

Jiménez cogió un equipo, con todos los condicionantes de aquellos momentos, en Champions y lo sacó fuera. Acabó la Liga en Uefa y lo echa fuera. Ahora, fuera de la Copa. ¿Cual será el siguiente portazo?

No querer ver que el equipo no funciona solo es posible si eres un fanático (en la peor de sus acepciones). Pretender seguir apoyando a los "cojones de Manolo", es un gravísimo error que nos vá a costar sangre. Por cierto, quizás debiéramos recordarles a los que siguen alabando ésos órganos del de El Arahal, que no necesitamos portentos sexuales sino un entrenador. Puede que si los tuviera algo más pequeños, o duros (que no sé exactamente las alabanzas en qué sentido van porque quiero pensar que no será por el número), y dirigiera mejor el patrimonio que ha heredado, en vez de ofrecernos los espectáculos que nos propina semana tras semana, estaríamos dispuestos a perdonarle, incluso, que no tuviera.

Y Del Nido, con su espectacular boca, parece que ayuda a los otros, los motiva. ¿No podríamos hablar algo menos, largar en tono neutro y ocuparse de lo que mejor sabe hacer, es decir, dirigir al Club? Sospecho que no sería Del Nido.

Hoy, como resultará evidente, los verdolagas han celebrado el triunfo del Bilbao con todos los honores y la consiguiente chanza. Si no fuera porque ni idea del euskera, muchos de estos animalitos son capaces de mostrarte su RH-.

En el fondo les envidio porque tienen dos equipos: uno les dá penas y el otro alegrías. Yo, con solo uno, a veces pierdo y a veces gano.

El Sevilla es un Club de fútbol conocido en el mundo. Yo soy del Sevilla, lo he sido desde que nací y lo será cuando muera. Mi apoyo al Equipo es total y absoluto y lo ha sido siempre. Pero cuando las cosas van mal porque el equipo no carbura, tengo la obligación, el derecho y la necesidad de dar MI punto de vista.

Como sevillista, debo ser inconformista y pedir, siempre, más a mi equipo. Y no entiendo que se pretenda mantener una situación que no augura nada bueno. No verlo es fanatismo ciego y eso no cuadra con la idea que inspiró, en 1905, a los fundadores de éste Club.

Y como no existe una forma científica y fiable de demostrar el nivel de sevillismo de ninguno de nosotros, lo somos por igual los que deseamos que Manolo Jiménez deje el cargo y los que lo apoyan "a muerte".

Algo debe quedar claro porque luego me llegan los anónimos: por encima de los nombres y de las personas, está el Sevilla FC y sus aficionados, los verdaderos dueños del Sentimiento, ése que prevalece desde hace más de un siglo y que seguirá ahí siempre.

Y que nadie se equivoque: quiero que el Sevilla gane siempre, con Manolo o con quien sea. Se llame como se llame, venga de donde venga y tenga el corazón del color que quiera.

Cuidaros.

domingo, 1 de marzo de 2009

HABLAMOS ASI

Saludos.

Me permito copiar y pegar éste artículo de opinión de El Correo de Andalucía.

Ni en sueños lo hubiera expresado yo de mejor forma.

Gracias, Sr. Andivia.


Catón para una diputada reputada

Juan Andivia

A algunos habitantes de la península, entre ellos la burguesía seudonacionalista que representa Montserrat Nebrera, tienen dificultades para denominar nuestra lengua con su nombre de español, como hacen franceses, ingleses, italianos, alemanes, rusos, polacos y tantos otros con las suyas. Se aferran al artículo tercero de la Constitución en que se da el nombre histórico de castellano a la lengua oficial del Estado, por razones coyunturales y políticas, que no lingüísticas. En su simpleza, les cuesta aceptar que este idioma, cuarto del mundo (después del chino, el inglés y el hindi), tenga variaciones en su uso capaces de convivir en armonía con el sistema original. Pero ninguna variedad es superior a otra; se trata únicamente de un problema de reputación y, en consecuencia, de autoestima.

Así son las cosas; la historia del sur está llena de luces: Picasso, Góngora, Lorca, Arias Montano, Ben Bassó, Averroes, Maimónides, Séneca, Bécquer, Isidoro de Sevilla, García Morente, Turina, Martínez Montañés, Aníbal González, Juan Ramón Jiménez, los Machado, Falla, Cernuda, Herrera, Alberti, Velázquez, Muñoz Molina, Caballero Bonald y muchos otros personajes que, en sus respectivas genialidades, hablarían o hablan un andaluz como el nuestro; andaluces como el paisano de Benito Zambrano, Elio Antonio de Nebrija que, en 1492, fue el autor de la primera Gramática de la Lengua Castellana, pese a las críticas de Juan de Valdés, que arremetía contra él porque “hablaba y escrivía como en el Andaluzía y no como en Castilla”.

La verdad es que cuando Valdés quiso fundamentar su ataque no encontró prácticamente razones lingüísticas, como habitualmente les sucede a quienes, después de acusar a alguien por su acento, no resistirían una expresión comparativa por escrito o el somero análisis del uso normativo de los pronombres personales átonos, por ejemplo. No es corriente oír a los andaluces decir “la traje un regalo” o “lo dieron una bofetada”, en esta tierra no somos laístas, leístas o loístas; sin embargo, es demasiado frecuente oír a presentadores y a cómicos, a veces muy populares, cometer estos errores.

Durante años Manuel Alvar, Rafael Lapesa, J.M. Vaz de Soto, M. Bustos Tovar, Juan A. Frago, Miguel Ropero, A. Narbona, Pedro Carbonero y muchos cualificados profesores y lingüistas se han esforzado por transmitir que la variante del español que conocemos con el nombre de “hablas andaluzas” no es una modalidad inferior, procede del castellano como éste procede del Latín (por eso puede llamarse dialecto), y si todo sigue igual, “si no sufren alteración las condiciones actuales –y me refiero a condiciones sociales, principalmente de prestigio, de aceptación, de tolerancia-, a la vuelta de doscientos, de trescientos años, la oleada andaluza habrá alcanzado la costa cantábrica y la actual pronunciación del castellano será una reliquia rastreable por los dialectólogos en algunos escondidos valles de montaña”, como se atrevió a pronosticar Gregorio Salvador en 1963.

Se podría decir que el vaticinio del académico granadino va por buen camino: Quienes utilizamos esta lengua común que permite que los habitantes de las diecisiete autonomías españolas nos comuniquemos, somos mayoritariamente yeístas, aspiramos algunas consonantes en posición implosiva (al final de sílaba) y el español de América comparte más rasgos con la andaluza que con ninguna otra comunidad. No debería ser necesario seguir reivindicando esta obviedad.

Pero cualquier persona es capaz de opinar, discutir, pontificar sobre el carácter de nuestra forma de hablar. Estas personas no se atreven a negar un diagnóstico a sus médicos, explicar la forma de tratar la madera a un ebanista o discutir la composición de un medicamento a un farmacéutico. No lo hacen y, si lo hicieran, sería muy educativo oír las respuestas de estos profesionales ante este tipo de intrusismo.

Por lo visto, los filólogos no tenemos el derecho de poder opinar, con la misma autoridad que un médico, un ebanista o un farmacéutico en sus áreas respectivas, de los temas que nos competen, aunque siempre nos quede la opción del silencio, único argumento útil ante los ignorantes.

Pues sí, los andaluces no hablamos mal; el seseo, que empezó a gestarse en Castilla antes de la conquista de Sevilla (1248) por Fernando III (cuyas huestes eran, por cierto, castellano-leonesas) y el ceceo no son horribles vicios –ambos fenómenos son idénticos desde el punto de vista lingüístico, aunque el primero tenga mayor consideración social que el segundo–; el yeísmo es hoy una característica de más cuatrocientos millones de hispanohablantes y la aspiración de las eses finales que marcan los plurales se vislumbra como la alternativa más seria al procedimiento morfemático del número en el español estándar.

Existe un andaluz vulgar, como existe un murciano y un castellano vulgares; pero también existe un andaluz culto que no tiene nada que ver con las caricaturas de televisión, que no confunde la r con la l, que no pronuncia las ch con excesiva fricatización, que no duplica las consonantes; es el registro de las personas del sur que están en nuestras instituciones, que han conseguido una preparación con los recursos de nuestra tierra, o fuera de nuestras fronteras, personas que un día encuentran una vacuna, otro alcanzan un premio Nobel y otros se convierten en genios de la pintura universal. Son nuestras gentes de Andalucía, cultas, capaces, profesionales, pero que hablan como en su pueblo, como en su ciudad, con todo el derecho y el orgullo del mundo.

UNA CIERTA MEJORÍA






Saludos.

Un buen partido, en general, del Sevilla ayer.

Nada espectacular, como ya nos tiene acostumbrado este año, pero tremendamente efectivo porque supo, en todo momento y salvo un ratito, controlar a un Athletic que había abandonado éste partido desde antes de comenzar.

El Athletic de Caparrós pensaba en el partido de Copa, sin duda, y salió a ver si sonaba la flauta. Ya han asumido que están en la Liga en posiciones impensables al principio de temporada y que tienen Europa muy lejos para sus presupuestos. Así, la oportunidad de la Copa se le abre con claridad para llegar a un puesto continental.

Pero se encuentran al Sevilla en su camino y eso no es moco de pavo.

Y no lo es porque el Sevilla de Jiménez NUNCA SE RINDE.

Tienen asumido que el partido dura más de noventa minutos y luchan todo el tiempo. En ése aspecto, chapó por la motivación que Jiménez les insufla.

Para nosotros, otros tres puntos de oro y seguiremos terceros otra semanita más.

No fue un partido brillante, para nada, pero muy bien atornillado en todas las zonas con un tono medio alto más que aceptable. Rocoso y peligroso, el Sevilla puede atarte, amordazarte, recibir algún gol... pero nunca digas que el partido está ganado hasta que lo pite el tirilla. Nunca.

Por cierto, ya era hora de recibir un buen arbitraje. Ya era hora porque si bien es cierto que tuvo algunos fallos, fueron menores y no incidieron en el resultado. Hoy, por fin, tengo que saludar a un árbitro español y darle las gracias por hacer bien su trabajo. Por fin.

Y como todo el equipo me pareció tremendamente motivado, solo destacaré a ése monstruo que se llama Kanouté porque es, sencillamente, muy grande. ¡Qué lástima que no tenga veintidós años ahora!

Hoy mi aplauso al Sevilla de Manolo porque salió con las ideas claras y a ganar. Sin otras historias y sin mirar al marcador.

Cuidaros.