Saludos.
La experiencia más reciente nos enseña que hay formas de acabar con la violencia en el fútbol (entre los espectadores me refiero), estemos en todo de acuerdo con ellas o solo en parte. El reciente conflicto entre los Biris y el Sevilla (digo “el Sevilla” y no la Junta Directiva porque una sola parte, relativamente pequeña, “agredía” al resto, a la gran mayoría, con las consecuencias económicas y de imagen de sus actos), ha marcado, como en su día lo hiciera el Barcelona con los Boixos Nois, un antes y un después en la comunidad futbolística a nivel nacional. O debería hacerlo.
Por desgracia, lo que debió ser aplaudido sin fisuras (aún señalando los excesos de la parte dominante, que los hubo), se convirtió en una fractura que anduvo cerca de la división profunda y de alcance insospechado.
De las voces más escuchadas o leídas, no todos dieron la talla (por cualquiera sabe qué razones particulares) y con una cortedad de miras preocupante. Sin ecuanimidad, sin estilo, sin clase, sin elegancia y tratando, como decía aquel, de “apagar el fuego con gasolina”. Forma y fondo deben ir unidos porque somos el Sevilla F.C.
Todo, sin embargo y por eso mismo (porque somos el Sevilla F.C.), parece que nos vuelve a unir en la simbiosis necesaria aunque aún coleen algunas secuelas que deberán sanar a medida que el tiempo, ése gran bálsamo, se aplique a la herida.
Y salimos, otra vez, reforzados.
En España, desgraciadamente, solo se repara una curva peligrosa, aunque se llevaran diez años denunciando el riesgo, cuando se estrella una familia y mueren tres niños. O cuando alguien se suicida porque le van a quitar su vivienda. O cuando apuñalan a un seguidor de otro equipo… ¿se hace?
Todo depende de según como se mire. Todo depende.
Hubo una responsabilidad cierta cuando y a pesar de identificar al culpable del “caso Zabaleta”, juzgarlo y condenarlo, se permitió que los individuos del resto del grupo en que se integraba, mantuviesen (y mantengan) sus actitudes violentas, xenófobas o racistas. Y quien proponga que no existen, miente.
Recuerden aquel chiste que dice: “mi hijo en un cabrón, pero es mi hijo y solo yo tengo derecho a decírselo”.
Algo así ocurre en el Vicente Calderón con más frecuencia de la deseada (si es que alguien desea una sola).
El Real Decreto 203/2010 de 26 de febrero, desarrolla una amplia y bien detallada batería de medidas para prevenir y/o sancionar los excesos violentos en cualquiera de sus modalidades ya sean físicas, verbales o psicológicas (que también lo son).
Disponemos, por tanto, de las herramientas legales suficientes para evitar que se produzcan ésas formas de agresión pero que aún podemos observar, a pesar de ello, en los estadios. Sin embargo, hacemos, con demasiada frecuencia, oídos sordos o miramos hacia otro lado… según quien y donde.
Es probable, no soy experto en ello, que tengamos un Código Civil completísimo, extenso, amplio y rico, que legisle la mayoría de los supuestos en que debe intervenir el Estado contra los ciudadanos que no observen ésas normas, ésas leyes. También, desgraciadamente y sigo sin ser experto, sospecho que nos lanzamos con alegría temeraria a legislar, a desarrollar larguísimos textos que tratan de recoger todos los argumentos, a atiborrar ése Código con Leyes, Decretos, Disposiciones... que en su mayoría no se cumplen, ser pervierten, se obvian o se circunvalan.
Porque además de legislar, hay que dotarse de los medios necesarios para hacer cumplir lo dispuesto. Y por ahí fallamos.
Ése Real Decreto determina con precisión lo que hay que establecer en torno a los presuntos reos de violencia, xenofobia o racismo. Medidas de control electrónico ( cámaras de video), de seguridad física (cuerpos policiales públicos y privados) y observadores oficiales que deben informar de los sucesos todos que presencien. Los auditivos también.
Pero como todo depende…
Estamos hablando de un equipo de Madrid y de que la mayoría de los medios informativos de alcance nacional tienen su sede allí. Los medios (eternos cómplices de lo bueno y de los malo), adolecen con frecuencia preocupante de imparcialidad, objetividad o ética. Con demasiada frecuencia.
Medios que potencian o silencia actitudes en función de intereses propios, locales o sentimentales. Medios que explotan iracundos contra los mismos hechos que en los suyos minimizan vergonzantemente.
Como en el Vicente Calderón (y otros), desde hace años.
Y mañana podríamos asistir a una nueva demostración de todo cuanto digo.
El modelo está presentado porque parece que como decía antes, solo con sangre nos precipitamos a actuar. En éste caso, con dinero. El Sevilla se cansó de pagar multas, de ser objeto de escarnio en los medios (ésos que no dudan en magnificar los defectos ajenos y dulcificar los propios) y de ser identificado con algunos indeseables por los excesos de unos cuantos Biris y decidió, con el riesgo evidente, cortar la sangría.
Si mañana en el Vicente Calderón, partido declarado de alto riesgo (riesgo que debería ir repartido al cincuenta por ciento por lo menos aunque la otra parte, la local, debiera exigir mucho mayor control en tanto que serán docenas de miles frente a un puñado de sevillistas) se volvieran a escuchar los cánticos terribles de los últimos años, deberá haber observadores que lo recojan.
Y debe haber cinco árbitros, delegado Liga, delegado Comité Antiviolencia y delegado gubernamental y por tanto no podré creerme, de suceder, que al menos dieciséis orejas no vayan a escuchar nada punible. No me lo creeré.
Ni ver que las pruebas anti constitucionales (delito) existen.
No todos son así por cierto y pido disculpas a mis amigos del Atlético de Madrid con la firme promesa de que las generalizaciones son injustas siempre.
Lo lamentable es que un puñado de descerebrados, de esos que en un concurso perderían el millón de euros por no acertar con el color blanco del caballo de Santiago, manchen a tantos. Como en todas partes. Pero en algunas, más. Mucho más. Con impunidad. Y con alevosía y complicidad.
Cuidaros.
4 comentarios:
Cuando un cruce a priori es peligroso,se suele cambiar por una rotonda,lo que sucede es que aqui se ve el peligro y hasta que no ha habido cien accidentes con resultados lamentables (muertos incluidos) no empiezan a hacer el proyecto,de ahi a que se ejecute,seguirán estrellandose en el cruce muchos inocentes,en aMadrud como dices hermano el triple,siempre que las victimas sean de afuera no pasa nada,se corre el tupido velo y hasta otra.
Un abrazo hermano,quiero decirte que te he hecho en anteriores posts comentarios y no los he visto subir,puede que a lo mejor he formateado y no te lleguen como antes de formatear te llegaban,yo vuelvo al post por si me has contestado para que el hilo siga abierto y no los he visto,otro abrazo artista.
¿Se escuchan los insultos a Antonio Puerta? Órdenes de la Presidencia de retirada de los jugadores del campo.
Tantas veces cuantas sean necesarias.
Cordialidad para Vd. y que pase buen domingo. Gracias de nuevo.
Saludos.
Hermano, es así. Depende del delicuente, la "justicia" es dura o blanda. Y hay delitos y delitos, y jueces y jueces.
Todo vale... para los nuestros.
D. Marcu, la medida podría ser definitiva aunque, créame, hay otra quizás mejor: meterlos unos cuantos y callarlos para siempre.
Gracias y cuidaros.
P.D. Papi, han llegado, pero la falta de tiempo y los despistes me atenanzan con el riesgo de no poder cultivar adecuadamente las amistades. Otro Abrazo.
Hermano tú no tienes ni que regar tus cultivos,al menos este que tienes plantado en Puebla,aqui ya floreció algo tan grande que no hay nada ni nadie que lo pueda destruir ni aburrir,UN ABRAZO,este es el abrazo mas grande que he mandado jamás en internet,aunque tú ya sabes en directo como son,hazte a la idea de que este que hoy te mando es de esos de partirme el pecho contigo,que sepas que te quiero de tos maneras,esa falta de tiempo no sé si calificarla de que me alegro o de que no,solo espero que sea porque vives la vida a tope y estás mas agusto que un arbusto,otro abrazo hermano,solo me falta que hoy enjaulemos al tigre de Malasia,hostias que este es de otras latitudes,callemos bocas con un juego similar al del último manotazo,es la mejor guantá sin manos que se da en el fútbol.
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