EL PRIMER CAMPEON DEL MUNDO

 

Saludos.

Jueves 8 de noviembre, siete de la tarde. Estudios del Sevilla FC Radio.

Sentados a la mesa y cada uno con su micrófono colorao delante, Carlos Romero (director de Historia Viva), Antonio Ramírez, José Luis Herrera y Antonio Carrasco (¡vaya cuarteto!).

El quinto, el invitado, era D. Francisco Fernández Rodríguez, Paco Gallego.

Ayer, tuvo el inmenso placer y el honor de compartir una hora con éste impresionante personaje. El único jugador que triunfó en el Sevilla, triunfó fuera y volvió para triunfar de nuevo en su Club.

Magistralmente “asaeteado” por José Luis y el Tío Antonio (dos archivos sevillistas con patas), compartimos ésa hora deliciosa. Yo rulo por allí cámara en ristre y se me olvida mi “trabajo” porque ando pendiente y saboreando todas y cada una de las palabras del Grande.

No se prodiga Gallego en entrevistas. Es un hombre tranquilo, amable y sencillo, como si el haber escrito tantas páginas gloriosas en el fútbol no fuera con él. Conserva muy bien su impresionante porte físico y se adivina (quien no haya tenido la suerte de verlo jugar nunca) que debió ser un tío inmenso en el campo.

Tiene, además, una memoria prodigiosa y es capaz de recordar el detalle más nimio de su pasado como jugador. Rememora fechas, datos, anécdotas (lo de Bélgica es impactante), a todos y cada uno de sus compañeros desde que era un chaval. Es locuaz, muy ameno y como todo ser grande, sonríe con discreción cuando se le recuerda alguna andanada con algún contrario.

Es también sincero, simpático, acogedor y muy modesto (con la modestia de los de verdadera magnitud humana y deportiva).

Tan es así que cuando Antonio Ramírez desgranaba el rosario de títulos que atesora Gallego en sus vitrinas, olvidó mencionar uno y Paco, bajito, casi poniéndose colorado, añade… “y campeón del mundo militar”. Como si le diera vergüenza decirlo.

Porque y en efecto, el Primer Campeón del Mundo surgido de la Cantera del Sevilla fue Paco Gallego.

Nos vamos a 1965. En mayo, el Sevilla debe traspasar a Gallego porque las deudas del Estadio agobian a la Entidad. Nuestro Club tasa al jugador en 7 millones de pesetas (que paga el Barça), lo que es desorbitado para la época y sobre todo, para un defensa.

Paco, entonces, está en edad de “hacer la mili” y por ello es convocado al Mundial Militar de Fútbol que habría de celebrarse en España muy poco más tarde.

Todos los jugadores tenían menos de 23 años y todos gozaban de ciertos “privilegios” en sus cuarteles. Fusté, por ejemplo, llego disfrutar de permiso indefinido como premio al título obtenido.

El Mundial lo disputan, por sistema de liguilla, Bélgica, Turquía, Marruecos y España. Fueron convocados:

Rodri (Atlético), Rodri II (Levante), Badía (Mestalla), los defensas Gallego (Barcelona), Rebellón (Sevilla), Echarri (Valladolid), Osorio (Espanyol) y De Felipe (Madrid); media, Tejada (Madrid), Martínez Jayo (Atlético), Guedes (Las Palmas) y Glaría (Atlético); delantera Rogelio (Betis), Oliveros (Sevilla), Fusté (Barcelona), Vidal (Barcelona), Trallero (Atlético), Ufarte (Atlético), Grosso (Madrid), José María (Oviedo), Rodilla (Espanyol), Martínez (Espanyol), Pintado (Sevilla), Germán (Las Palmas), Poli (Valencia) y Moya (Melilla) a las órdenes y nunca mejor dicho, del Comandante Villalaín.

Podemos, además, significar que Valero, Rebellón, Oliveros y Pintado compartieron el honor.

En el primer partido, España vapulea a Bélgica por 5 a 1. Luego empata 1 a 1 con Turquía y llega al último partido, contra Marruecos, dependiendo de sí misma.

Tres a cero y el título se quedó en casa.

He ahí a algunos de los protagonistas con el traje “oficial”.

Recientemente hemos visto a Jesús Navas levantar muchos títulos y entre ellos, la Copa del Mundo de Sudáfrica.

Pero como podemos comprobar, no fue el primero. Hubo otro grandísimo canterano que porta orgulloso el título de CAMPEON DEL MUNDO.

Es D. Paco Gallego.

Y ayer yo recibí un premio desmesurado pudiendo estar a su lado, escuchándolo y deleitándome con la Historia Viva del Sevilla en boca de uno de sus más grandes protagonistas.

Gracias, D. Francisco.

Ha sido todo un honor que guardaré para siempre muy dentro.

Cuidaros.