domingo, 25 de noviembre de 2012

EN DEFENSA PROPIA

 

Saludos.

Uno intenta, en la medida de lo posible, mantenerse informado del mundo que le rodea, el que le ha tocado vivir, y de los mundos particulares, los escogidos, los propios en los que tenemos algo más de capacidad de decisión.

El primero es inevitable porque no tuvimos opción para elegir: te traen al vigente, ya estás aquí y anda tu camino como mejor puedas. Casi siempre en modo defensa.

En los segundos nuestra voluntad, nuestra palabra y nuestros actos adquieren otro valor porque los configuramos, casi totalmente, nosotros mismos y a nuestro gusto. Al menos con el margen necesario para sentir placer con ellos. La búsqueda del placer propio, no lo olvidemos, es el único objetivo posible del ser humano. Otro día hablaremos del precio que haya que pagar por ello.

Cierto es, no obstante, que hay muchas formas de placer y que cada individuo se realiza de una manera determinada y con motivaciones a veces chocantes, risibles, impensables, increíbles y hasta sangrientas. De todo hay, afortunadamente, porque si todos fuésemos iguales sería insufrible.

No pienso defender a mi amigo Carlos Romero porque no lo necesita. Sabe defenderse solo aunque siempre estaré aquí por si hubiera que echarle una mano. En todo caso, unas letras para tratar de entender algo que le han comentado en su blog, en su reformado blog (terminará por gustarme el nuevo formato pero dame tiempo, colega), un señor que firma Joaquín. Dice así:

“Estoy de acuerdo, señor Romero. Usted es totalmente parcial, y puede serlo pues no trabaja para ningún medio público. Pero es, precisamente, esa parcialidad la que le hace ser una persona prepotente. No intente pensar esto que le escribo, la primera regla del prepotente, dicen, es que no se da cuenta de que lo es. No se esfuerce. No es ya el contenido de las cosas que escribe, no, son sus formas, señor Romero, sus ruines formas faltando al "enemigo" con lindezas fuera de la guasa, la gracia y el arte sevillanas. No tengo más que decirle....bueno sí: Usted no representa precisamente a Sevilla ( al menos a la Sevilla que todos queremos). Un saludo. Joaquín.”

Pues sí, D. Joaquín, es cierto. Cuando se es de un Equipo no se puede ser de otro y se es, por ello, parcial. Totalmente parcial de una parte y no de la otra. Y se puede ser parcial aun trabajando en medio público. El problema es cuando te pagan para ser imparcial, con el dinero de todos, y no lo eres. Eso es grave, D. Joaquín, porque es, incluso, falta o ausencia de ética y de moral. La lista de afectados es tan larga que me niego a relacionarla por falta de espacio.

Le pide que no piense en ello a él (igual si lo hace), no a mí. Yo lo haré (imagino que Carlos ya le responderá oportunamente) porque me divierten los fuegos de artificio, las estratagemas mentales, los vericuetos y circunloquios que nos inventamos para ocultar los hechos cuando no nos acompañan, cuando nos cuesta justificar los errores propios frente a los éxitos de los demás y cuando los complejos nos llevan por caminos vergonzantes plagados de mentiras y falsedades.

Prepotente, le dice. ¿Quizás arrogante también? Mire, D. Joaquín, el Real Madrid es, posiblemente, el equipo más laureado del mundo, el más grande. Lo es porque en sus vitrinas acumula más títulos que los demás, más copas y más honores deportivos. ¿De acuerdo?

Pues siendo de lógica tan sencilla, vengámonos al Sur, a Sevilla por ejemplo. Hay dos clubes centenarios (admitamos) y uno acumula muchos más títulos, copas y honores deportivos que el otro. La relación parece fácil: uno es mas grande porque, admita ahora usted, eso se mide en las vitrinas. Todos los demás, con perdón, serán masturbaciones mentales.

Podríamos decirle prepotente y/o arrogante a uno del Madrid pero lo haríamos con complejos y hasta con envidia porque, no nos engañemos, quisiéramos tener nosotros aquellas vitrinas. No se mienta a sí mismo y piense en ello. Tampoco trate de justificarse nada: es envidia deportiva. Sin paliativos.

Por cierto, D. Joaquín ¿quién le ha dicho a usted que Carlos no sabe que, en fútbol y comparado con otro equipo, es prepotente? ¿Sabe las condiciones que deben darse para poder ser eso? Mire la primera acepción del DRAE:

“adj. y com. Que tiene más poder que otros: Felipe II fue el rey más prepotente en Europa. || Que abusa de su poder: es un arrogante y un prepotente.”

“Que tiene más poder que otros”. Pero ahí también aparece un segundo adjetivo: arrogante. Y consultado el mismo Diccionario, explica esto:

“adj. Altanero, soberbio: eres una arrogante y te atreves a contestar a todo el mundo. || Valiente, decidido: el arrogante caballero corrió a defender a su dama.”

Se cumplen, mire usted, ésas condiciones para la prepotencia e, incluso, la arrogancia: el Sevilla F.C. tiene más poder (por Historia y títulos) que el Real Betis, su equipo. Y lo es porque durante más de un siglo siempre estuvo por encima en todas las estadísticas (salvo alguna puntual y efímera) y jamás permitió que nos adelantaran en nada. De hecho, las distancias solo hacen agrandarse a medida que pasa el tiempo.

¿Formas? La Palangana Mecánica y otros cuantos blogs nacieron, mire usted, para combatir, documentalmente, MENTIRAS, FALSEDADES Y FALACIAS, repetidas en tabernas por los suyos durante décadas. Mentiras que calaron en corazones sencillos, poco analíticos, hasta terminar creyéndolas fielmente y repetirlas hasta la saciedad, con fatalidad preconcebida. Y ésas mentiras no las fabricaron ésas mentes sencillas.

Desde la Palangana Mecánica, D. Joaquín, se han ido desmontando, una a una, importantísimas faltas de formas creadas desde el fondo, el oscuro fondo que, vea usted, era otro. Las formas les han permitido, durante años, escenificar MENTIRAS, FALSEDADES Y FALACIAS que no soportaban y no soportan el menor escrutinio.

Las formas de la perversidad, de la impotencia y de la envidia que debieron ser meras formas deportivas y no lo fueron. Eran asquerosas y detestables. En forma y fondo, no lo olvide y en campos (no los de juego) que  dominaban como nadie y ya no dominan. Ahora, en su defensa propia y a falta del elemento propaganda mediática, reaccionan saliendo por la tangente porque, curioso, con documentos no pueden. Las pruebas de la ignominia os vuelven más perversos todavía porque os dejan sin soportes. ¿Qué cuentan ahora en las tabernas?

Mentiras, falsedades y falacias para tratar de justificar… ¿la prepotencia del otro o los deméritos y complejos propios? Imputarle al otro tus fracasos es infantil, recuerde.

¿Formas ruines? La guasa, señor mío, es ruindad en estado superficial, aderezada con sonrisas y camaradería. Pero la guasa puede alcanzar otros niveles cuando a uno le atacan subliminalmente, con odio pastoso y aunque se revistan de formas brillantes.

Debajo de las formas está el fondo y cada cual tenemos el nuestro, al que no podemos renunciar aunque los disfracemos y maquillemos de supuesta moderación.

De todas formas, quizás deberíamos averiguar quién y cuándo nombró a Carlos Romero representante de la Sevilla de la guasa, la gracia y el arte. Tenerlas las tiene, doy fe, pero las usa para otros menesteres.

Le rogaría que hiciéramos un esfuerzo y nos pongamos de acuerdo en la Sevilla que “todos queremos”. Defina “todos”, por favor. Y defina el modelo de Sevilla que es el suyo porque a lo mejor hay quien huye de los tópicos (en todas sus vertientes y variedades de color) como se huye de la peste.

Y éstos, los huidores, seguramente son tan sevillanos como los otros. No digo más, pero por lo menos igual.

En defensa propia usamos documentos, pruebas, evidencias, prepotencia y arrogancia. Podemos hacerlo.

¿Qué usa usted cuando se queda sin las formas, las falsas formas y los inventos malsanos para engatusar niños? ¿Qué otros argumentos le quedan?

Escribe usted muy bien aunque, lo siento, le puede el subconsciente y no le acompaña en el teclado.

Cuidaros.

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