Saludos.
El DRAE, determina “placebo” tal que:
m. MED. Sustancia inocua que carece de valor terapéutico directo, pero se administra a los enfermos por su efecto sugestivo benéfico: algunos enfermos necesitan un placebo para superar sus síntomas.
Hay, también, otra definición “nigromante” que viene al caso:
com. Persona que practica la nigromancia; nigromántico: aquel nigromante era un camelo, pero lo pasamos bien.
Podríamos añadir varias mas que igualmente nos serían de utilidad para los fines perseguidos, pero consideremos que ésas dos cumplen por sí solas. Vamos, por tanto, a tratar de relacionar ambos elementos (imaginen una redoma) y situarlos en el contexto que nos ocupa para, si es posible, obtener la pócima deseada.
Un placebo, como hemos podidos leer, es una sustancia sin valor terapéutico directo, es decir, en nada modifica la genética del receptor y no frena o elimina invasiones somáticas En román paladino, una mentira (piadosa tal vez), un bolo, una estafa clínica con la que se pretende ayudar a un enfermo a superar su crisis. Se le engaña a sabiendas para que sea el otro componente, el sicológico, el que actúe y logre la mejoría deseada. Alivia, por tanto, la sintomatología física aunque anuncia comportamientos anormales en la psique
Es verdad que hay deterioros físicos contra los que la mente nada puede (si perdemos una pierna, por ejemplo, por mucho que nos esforcemos mentalmente no volverá a crecer), pero un altísimo porcentajes de los “males” que padecemos, son sicosomáticos, es decir, causa mental y física unidas y hemos podido ver señalados ejemplos de superación de importantes problemas. También de fracasos absolutos.
Hay (todos conocemos a alguien seguramente) enfermos mentales, es decir, enfermos imaginarios. Personas que siempre padecen dolores y malestares que, en la mayoría de los casos, son solo fruto de la necesidad de ser atendidos, escuchados y las mas de las veces, de la soledad interna. Se inventan ésos problemas para, ocasionalmente, ser centro de atención aunque sea refocilándose en el dolor.
El nigromante, por otra parte, es maestro en la confección de ritos y conjuros desde el albor de los tiempos. Tiene muchos sinónimos pero todos concluyen en el mismo fin: engañar a los demás administrando, perversamente, fórmulas arcanas (imprescindible la retórica) para elevarse sobre el desconocimiento, la necedad, la necesidad (real o inducida) de satisfacer los deseos de los gañanes en su adversidad, en su desorientación, en la lucha inexplicable contra el destino (o como quieran llamarlo) y las maneras de… ¿vencerlo?. O, como es necesario, hacerles pensar que lo vencen.
Son estrategias para engatusar, engañar, mentir… dándole al nigromado (palabro) una creencia falsa que le sustituya su auténtico valor personal por otro, mejor sin duda, aunque sea falso.
Hay, como ven, un paralelismo visible entre el administrador de placebos y el nigromante. Y los efectos son, igualmente, los mismos.
Hoy pongo el link y vean, si les apetece, ésta serie. Léanla toda, miren las fotografías y atienda a las palabras que las acompañan. Adviertan que estamos ante un magnífico nigromante administrando un placebo. Además es bueno en lo suyo, sin duda, para los fines que persigue, para el consumo interno de su prole.
“…era un camelo, pero lo pasamos bien…”
Siempre podemos pedir una segunda opinión, otra valoración, otros especialistas que confirmen o desmienta el primer diagnóstico, que nos permitan decidir si queremos que nos extirpen el tumor o que hay una solución alternativa que no nos obligue a pasar por el quirófano.
Después de ésa serie, acudan a un doctor de verdad, de los que cura, de los que no te engañan con pastillitas falsas, sin conjuros, de los que hablan claro, que no ocultan nada y lo muestran todo. Nos enseñan todas nuestras tripas tales cuales son:
Vean:
Y como decía aquel, compare.
Recuerden , no obstante, que el examen del mejor especialista aún no ha terminado y que todavía tendremos motivos para pensar que nuestro organismo es sano y fuerte y que comparados con otros, tenemos una historia clínica excelente.
Cuidaros.
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