Saludos.
Hace ya algún tiempo que conocimos el artículo de 1890 del diario onubense La Provincia, en el que el Club de Foot Ball de Sevilla retaba al Huelva Recreation Club a un match bajo la Association Rules, las Reglas de la Asociación, para distinguirlo de lo que más tarde se llamaría Rugby.
Fue (¿recuerdas Agustín?) un aldabonazo en nuestras conciencias de Equipo. Aquello disparó todas las hipótesis, todas las posibilidades y espoleó como nunca nuestra pasión por saber.
Ése artículo desbordó entusiasmo en todos los sentidos. Hemos tenido que capear auténticos vendavales de inquina, insultos, acusaciones… unos por un lado y otros por el de más allá. Pero la constancia, el trabajo, la fe inquebrantable, la certidumbre de que llegaría nos hizo fuertes. ¿Instinto? ¿Lógica? ¿Una correcta deducción? ¿O era inducción? Intuición, solo eso.
Lo firmaba un tal Isaías White Junior y…
…se desató el torrente. Coincide en el tiempo con los actos de celebración de nuestro Centenario y Agustín Rodríguez, a quién se encargó por el Sevilla el trabajo de mostrar nuestro pasado (incluido el Museo), se aseguró de que nadie olvidara aquel recorte.
Poco a poco, con paciencia, tocando a unos y otros, fue reuniendo a las personas de Investigación, los que hoy formamos el Área de Historia, hasta configurar un Equipo Multidisciplinar, los conocidos popularmente como los Guardianes de la Memoria,
El hilo, por tanto, comienza en Huelva y salta, increíblemente, a Nueva Zelanda:
Sin embargo, era solo la reproducción de otro, el original, editado en Londres, en The Field:
Comprenderán que con tanta pistas, con tantas certezas y orientaciones, datos, nombres, fechas… nos quedáramos en la mera contemplación, con la sola y gratificante sensación de ver nuestro nombre por esos mundos.
Había que seguir investigando, ahondando, escudriñando… porque la premisa básica es extraerlo todo, hasta el final. “Saber” es un concepto muy amplio, sin fin. Los únicos límites posibles, de haberlos, los pones tú si te conformas enseguida, si no sigues mirando qué hay más allá.
Y así, llegamos a otro hito, a un paso decisivo que nos lo cuenta con un lujo de detalles inconcebible. Todo está aquí:
Y aquí:
Como siempre, quien lo desee puede acudir a la hemeroteca inglesa para comprobarlo. Está allí en formatos papel y digital. Y lo digo porque siempre habrá alguno que sostenga algo sobre falsificaciones (no sería la primera vez).
Todo, incluidas las traducciones, en “Orígenes del fútbol sevillano. La olvidada memoria británica”
Cuidaros.
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