LA PASION POR SABER (I)

 

Saludos.

Haremos un pequeño recorrido cronológico para que podamos entender el proceso, el apasionante proceso de investigación que nos permite afirmar el principio de todo: nuestros orígenes.

Las grades cuestiones filosóficas, permítanme la osadía, circunscritas al ámbito de la pasión local, a nuestro Equipo.

El año 2011 fue fundamental, decisivo y decisorio porque se produjeron muchos momentos de especial interés para nuestra Historia. Fue, también, el año en que el alma mater de la “fiebre” por conocer, Agustín Rodríguez, nos dejó para mirar emocionado desde el palco de honor del Tercer Anillo. Nos consta, en nuestros corazones, que está allí, observando (ahora que ya lo sabe todo) y con una sonrisa de oreja a oreja, nos anima, nos empuja y nos dice, orgulloso: “vais bien, vais por el buen camino, no rendiros nunca”.

Tus raíces son muy fuertes, Agustín. Son las mejores.

2011, por tanto, lo consideraremos un año fundamental. Descubrimos, por ejemplo, que pese a Javier Labandón y su maravilloso himno, pese a los que dicen los Estatutos de 1914, pese a una larga tradición de un siglo, no nos oficializamos el 14 de octubre de 1905. Fue un 23 de septiembre.

Supimos, en 2011, que allende nuestras fronteras, en justo la otra parte geográfica del mundo, en Nueva Zelanda, se hablaba de nosotros, del Sevilla F.C.

Era un maravilloso artículo que hacía referencia a otro, anterior, publicado en Londres, donde se narraban las odiseas de los primeros footballistas, sevillanos.

No exentos de humor e incluso con anécdotas llamativas y divertidas, nos contaban de qué forma se juntaron un puñado de ingleses, escoceses y sevillanos para (allá por donde van..,) fundar un Club de Foot Ball junto al Guadalquivir, a la sombra de la Giralda, remando por el río..

Insisto en ello porque es fundamental: un Club solo de Foot Ball.

El primero, el pionero, el que hasta hoy se demuestra como la primera sociedad creada para un único deporte, para una sola actividad: el fútbol. Porque puestos a ponernos medallas, reivindiquemos las nuestras, todas las nuestras y verán la situación de otros, y verán las diferencias.

Y verán, también, la grandeza enorme de éste Equipo.

Pero saber todas ésas cosas no nos dejan satisfechos aunque las inyecciones de adrenalina nos supongan una catarsis de euforia desmedida. Y no lo hace porque es principio fundamental de la Casa, de los Guardianes, de la investigación, de los que no nos rendimos, CONOCER. Y conocer significa:

“Tener idea o captar por medio de las facultades intelectuales la naturaleza, cualidades y circunstancias de las personas o las cosas: no conozco esa ciudad. || Reconocer, percibir una cosa o una persona como distinta de todo lo demás: conocer a alguien por su manera de hablar. || Saber, entender: conozco bastante bien la literatura de esa época. || Tener trato y comunicación con alguien: le conozco desde hace bastante tiempo…”

Exprimir en el sentido de no dejar nada al azar, nada suelto, ningún cabo que nos desarbole. Queremos saberlo todo y nunca cejamos en meter las narices allí donde pensemos que se puede encontrar algo.

Un día, dos días, Antonio Ramírez, el grandísimo Antonio (del que me siento especialmente orgulloso de ser amigo), dijo cosas tales que estas:

-No hay mérito, Presidente. Ése día me tocaba a mí picar en la mina.

-El tiempo y los medios juegan a nuestro favor.

Hemos llegado a un acuerdo entre los miembros del Área, entre los Guardianes de la Memoria porque sabiamente aconsejados por el sin par Enrique Vidal (Caso Antúnez, mas allá del honor, obra excepcional), vamos a contar la Historia, nuestra Historia, cada cual como mejor sepa y pueda.

Hay algunos amigos, grandes donde los haya (Cornelio o Juan Castro) que no tienen blogs (porque no les da la gana, sencillamente). Sin embargo, ellos saben que los demás, todos nosotros,somos solo, si lo desean, meros transmisores de sus impresionantes conocimientos como ya se ha demostrado en muchas ocasiones.

Y llegan los nuevos valores, los de la cantera, los Pedro, Javier…

Javier, otro minero escarbando el día, el momento y en el sitio adecuados. Y logra esto:

Pero lo dejaremos para el siguiente capítulo si así os parece, porque 2012, la odisea en el tiempo, ya llegó.

Cuidaros.

P. D. Es mi forma, la mía, la manera en que me apetece contarlo. Soy, ya lo ven, un sentimental en los peores tiempos para la lírica.