sábado, 14 de mayo de 2011

NI MÚ…

 

Saludos.

El pasado mes de marzo nos desayunamos con un artículo de J. A. Zancarrón en ése portal suyo anónimo (no constan por ningún lado los nombres del/los propietarios y no pondré el enlace aunque sepamos que lo edita él), porque es normal, desde determinadas atalayas (podría indicaros bastantes sitios donde se repite el mismo procedimiento vergonzante), lanzar piedras y ocultar la mano.

Son formas y formas, diferencias sustanciales que nos definen perfectamente los unos de los otros. Es la Historia o las historias; investigar o adaptar; buscar verdades o aclimatarlas; hechos y deseos; pruebas y anhelos.

Es el eterno debate entre los actos y los discursos.

El artículo pretendía demostrar que el Sevilla Football Club lo fundó José María Miró Trepat. Para adornar tamaño despropósito, el Sr. Zancarrón no dudó en manipular, tergiversar, falsificar y deformar imágenes, noticias y narraciones de los testigos de entonces.

Sin pudor alguno (te cuesta creer, a pesar de que uno ha visto ya bastantes barbaridades en su existencia, que se pueda ser tan estúpidamente perverso), presentó supuestas pruebas falseadas. Tan manifiestamente manipuladas que se le respondió enseguida y se le mostró las diversas formas en que había mentido porque, seguimos en clave de estupidez congénita, lanzarse a debatir sobre Historia del Sevilla con el equipo de investigadores que juega en nuestro Club es, como poco, temerario. Ni siquiera de su propia historia.

Inmediatamente lo rectificó, otra vez sin pudor alguno, y sin que ninguno de sus adeptos (esos que se creen cualquier milonga con la que se ataque al Sevilla y que rápidamente difunden en sus redes), mostrara el menor sentido crítico sobre lo expuesto.

Todo porque hay simples que establecen sus principios en que si el otro es malo, yo soy bueno; si yo no puedo no es mi culpa, es que el otro no me deja… Infantilismo.

Las religiones estas son así: esto te lo crees porque lo digo yo, máximo representante, es dogma de fe o te anatemizo. Y dejas de ser buen creyente.

Nada que ver con la razón, el intelecto o la curiosidad que se supone adorna al humano y que, dicen, nos han llevado a la Luna o a curar el cáncer. Los porqués. ¿Qué hay detrás de…?

Ése artículo que digo (corregidas las manipulaciones más visibles) aparece en la edición digital de abril de un centro de investigaciones históricas que, supuestamente, debería ser referente para el estudio del fútbol español.

Centro, por otra parte, que no duda en presentar a alguno de sus colaboradores más cercanos, prolíficos y activos con nombre falso. Mal empezamos.

No hubo forma. Lo intentamos de todas las maneras, les indicamos a los del centro que era falso, manipulado e interesado y nada que ver con la supuesta rigurosidad histórica que pretenden…

En mayo, Juan Luis Franco pudo publicar, en el mismo sitio, la réplica oportuna, contundente y demoledora. Desmenuzó el trabajo de Zancarrón, lo desbarató punto por punto, mostró las evidencias reales (las auténticas), y señaló, con maestría, cómo se debe abordar un pasaje de la Historia desde la frialdad del investigador. Sin apasionamiento (que lo tiene).

Pues… NI MÚ.

Nada. El portal (sigo sin poner el link) calla, deglute y metaboliza (aunque tenga reacciones epidérmicas urticantes) y se adentra por otros derroteros sin considerar plenamente las consecuencias de lo que dice.

Ni una sola referencia al partido, al 22-0 que les metió Juan Luis. Nada. ¿Previsible?

Puede que en junio podamos leerle algo igualmente genial en el centro, alguna otra teoría judeo-masónica para demostrar que su equipo no llegó a más porque el Nuestro se lo impidió.

De momento, NI MÚ.

Y todo ello en un colectivo que acoge a importantes investigadores, serios, capaces y formales, con los que da gusto debatir y que son personas encantadoras. Pero parece que la verdad histórica no interesa, que las voces internas que dicen que la Historia es otra, no colma las aspiraciones de los buscadores de culpas ajenas para tapar las propias.

NI MÚ.

Cuidaros.

1 comentario:

Tántalo dijo...

Más que MU, dicen BE, ya sabes.

No más links. No más referencias. No más publicidad a los tahures de la historia. Es lo que quieren porque de lo contrario no les leería NADIE.