lunes, 9 de noviembre de 2009
LOS COSQUIS
Saludos.
¿Os fijásteis en los nudillos de Manolo tras el descanso? Estaban pelados, rojizos, despellejados.
Me cuenta mi fuente, mi buena fuente, fiable, segura y discreta como pocas, que el al finalizar el horroso medio medio primer tiempo, en los vestuarios, Manolo se pasó diez minutos pegando cosquis a diestro y siniestro.
Y todo surgió porque le pregunte al Señor Fuente Buena que porqué, al salir a jugar la segunda parte, todos los jugadores entraron al campo rascándose la cabeza. Y él, generalmente bien informado, me contó lo de los cosquis. Y yo le creí.
Porque tras un primer tramo excelente, apabullante y un gol, llegó la Señora Caraja y durante casi media hora, los amarillos nos pusieron pálidos a todos. Y el cafre que se sopla el pito, haciendo lo que debe, es decir, recortarnos hábil y legalmente posibilidades no vaya a ser que cualquier día de éstos le demos caza a los cósmicos.
Por cierto, me flagelé viendo el partido de los de Madrí y nos va costar sangre, sudor y lágrimas ganarle al colectivo tirilla.
Pero salieron los rascadores y por miedo a lo que hubiera podido pasar en el vestuario al final, se pusieron a correr, a jugar y a quitarle todas las ilusiones a los de Castellón porque tenemos un plantel excepcional y pese a que nos volvieran a asustar con el segundo.
Y buena prueba de ello es que en saliendo ése tipo que baila sobre el césped, que se desliza ingrávido, sílfide, que ocupa todo el espacio disponible, que gobierna a propios y extraños, que insufla ganas y mentaliza a los demás para hacerlo bien... ése Señor a que rindo pleitesía, su majestad el inmenso Kanouté, la cosas cambiaron.
Y por detrás, la máquina total, el todoterreno de lujo con todos los extras, fino pura sangre brasileiro, capaz de hacerlo bien todo, en todos los sitios, el que, para mí, es seguramente el jugador más valioso de la plantilla, coloca un pase medido, milimétrico, preciso y precioso para que Fabiano iguale.
Pero la cosa no queda ahí y éste tipo, Don Adriano, lateral zurdo ayer, se pega un paseito por la banda contraria, lejos de su demarcación -tanta confianza tiene en que su puesto estará bien cubierto-, y vuelve a colocar el esférico para que el sílfide, en un escorzo inverosímil, nos reintegre los tres puntos que pensaban, ilusos, llevarse los de Villarreal.
Se acabó la historia amarilla. Se comió un poco de guano el tirilla y sus jefes y nos quedamos mordiéndoles el cogote a los galgos de arriba.
¿Duele? Pues eso.
Cuidaros.
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5 comentarios:
Era cuestión de números, amigo Ariza.
Cinco contra dos.
Y claro, ganaban los que tenían cinco tios en medio del campo.
En la primera parte sólo surgió la magia el primer cuarto de hora hasta que los cinco tios la empezaron a mover.
¿Y quien era el guapo que quita a un delantero para meter a un mediocentro?...se comen vivo a Jiménez.
La genialidad, amigo mio, estuvo en sacar a un defensa que apoyaba a los dos de enmedio y a un delantero, Oh Alá qué grande eres,que hacía lo propio....y el yellow submarine naufragó.
Para alegría de todos.
Cuidate, ya sabes.
¡Su Majestad Kanouté!
¡Como me ha gustado la expresión!
¿Por qué será?
Mientras el Gigante esté con nosotros, no hay nada que temer.
Menos mal que no jugó en la primera parte. Todavía (aún habiendo rodado las coronas de muchos) da un poco de impresión ver que alguien le da un cosqui al Rey.
Un saludo.
da gusto leerte hermano,yo es que no me voy a la cama antes de veros a todos el plumero,jajajajajaja,sois la leche,ahora a dormir como un lirón que mañana son 12 horitas de nada.
Yo no sería capaz de contarlo mejor.
Abrazos sevillistas.
Precioso artículo. Me ha encantado.
No tengo mucho más que añadir. Sólo quizás, que me da la impresión que este partido el año pasado lo hubiéramos perdido. ¿No te da esa sensación? Creo que el equipo ha aprendido a sobreponerse a las carajas. A ver si algún día aprende también a dejar de tenerlas.
Saludos
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