domingo, 27 de mayo de 2012

REFORMAS Y FORMAS

 

Saludos.

Una de las principales características de las sociedades “avanzadas” (léase siempre desde la óptica comparativa simple de “estamos mejor porque otros están peor”), es la preocupación exquisita por los individuos que la componen, es decir, por sus ciudadanos.

Son sociedades que protegen, cuidan y hasta miman a las personas que las integran porque hay muchísimo de inversión de futuro en ello. Una sociedad que promociona sin descanso que sus miembros sean cada vez más inteligentes, mejor formados, más cultos y sanos entiende, sabe, adivina que son “proyectos de mejoras” para un desarrollo continuado, para elevar los niveles sociales en todos sus aspectos.

El desarrollo, la inteligencia e incluso la genialidad, solo son posibles en democracia, en sociedades abiertas para las ideas (Spinoza, mas o menos) aunque, ocasionalmente, aparezcan en otras formas de organización social. Desde Grecia, Europa ha sido en Occidente (ya, incluso, en Oriente) el modelo referencial para establecer las sociedades participativas aunque, también aquí, haya habido intervalos de absolutismos profundos y violentos, como sabemos perfectamente en la Península del suroeste.

Hubo intentos mas o menos largos de cambios radicales y de transformación (URSS) que fenecieron corroídos por sus propios cánceres internos aunque dejaran su cuota de sensibilidad social en el acervo colectivo. Europa sumaba siempre.

Europa, además, exporta organización. Desde Roma probablemente (quizás Grecia), una correcta administración de lo público en todas sus vertientes, nos ha dotado de una capacidad de ordenar las administraciones como nadie en el mundo. De nuevo habrá que hacer excepciones porque no toda Europa es tan fiel a la idea o no la cumple rigurosamente.

Nuestros modelos (con las diferencias visibles entre unos países y otros, insisto), son la base sobre la que se construyen, se elevan y modernizan otros pueblos cuando alcanzan un cierto nivel de bienestar social.

Europa no puede competir directamente (es un problema de materias primas sobre todo) con, por ejemplo, EEUU, Rusia o China. O solo relativamente. Pero cuando es necesario establecer ése modelo de organización social, es a Europa a quien se llama para que lleve su experiencia. Recordemos, no obstante, que los USA, con todo su poderío económico, se funda por europeos y nunca cesaron de “importar” a los cerebros más brillantes del viejo continente.

Europa, por tanto, es la primera exportadora mundial de avances sociales, cultura y humanidades. Y de “cerebros”… porque lleva siglos creando sociedades abiertas, libres y capaces de fomentar el desarrollo intelectual de sus ciudadanos.

O lo era porque Europa retrocede visiblemente.

Como casi siempre, las ideas deben dejan paso al pragmatismo más delirante y Europa no podía escapar a ello inmersos en la economía global, en la globalización. Cada vez más alejados de los puestos de dominio económicos mundiales (porque irrumpe el gigante del Este a galope tendido y amenaza con desarbolar al resto en pocos años), Europa se encoge y teme, se asusta y en vez de fomentar el desarrollo “mental” de su potente colectivo, pretende competir en condiciones similares con quienes poseen, evidentemente, resortes mucho más poderosos que los nuestros, es decir, fuentes de materias primas y mano de obra dócil y alienada. Y si no poseen directamente ésas materias primas, dominan (de buenas y de malas maneras) y explotan a los propietarios.

Pero la consistencia del modelo democrático y participativo europeo lleva demasiado tiempo en manos de enanos mentales. Demasiado.

El placebo democrático que se nos impone, falsamente aderezado de globalidad, está forzando intentos de escapadas desesperadas, inciertas y peligrosas porque si aún no hemos entendido que nuestra fuerza es la capacidad creadora de nuestros ciudadanos, malamente vamos a competir en otros terrenos.

Europa, por tanto, está echando a un lado a sus ciudadanos para… ¿qué?

Veamos tres ejemplos nítidos:

Recortes profundos en Educación.

El motor mental de los europeos, la capacidad de desarrollo intelectual, la “marca” histórica de genialidad de que nos hemos dotado (unos mucho más que otros y otros apenas comenzando), se ve truncada de golpe.

Los medios para poder desarrollar ésas capacidades, medios indispensables, sufren recortes voraces. Colegios, Institutos, Universidades, Investigación… todo retrocede treinta años o más en con leyes insaciables, ciegas, sin sentido y carentes del menor rigor, sin la menor perspectiva de futuro. Es toda una declaración de principios porque, permítaseme el populismo, quienes toman ésas decisiones de recortes no llevan a sus hijos a los centros públicos.

Parece que les molesta que cualquiera, incluso la cajera del supermercado, tenga estudios superiores.

Ortega hizo mucho daño con sus élites dominantes. Los nazis, más.

Es, ciertamente, un “derroche” social importante, pero también es, como decía, una inversión de gran amplitud que mejora el colectivo hasta los niveles más altos. Esa era la idea.

Ni les interesa si éste o aquel producto está inventado, pensado y fabricado aquí porque pueden comprarlo fuera.

Se recorta en Educación porque es, de los pilares básicos de los estados, uno de los que no reporta ingresos a corto plazo. Es todo gastos y es intrínsecamente deficitario. Pero es, también, fundamental si pretendemos hablar de futuro. O lo era.

Recortes profundos en Sanidad.

Es otro pilar de los estados avanzados y como el anterior, deficitario por su propia naturaleza. ¿Deficitario? No exactamente. Una ciudadanía sana, bien atendida y con centros adecuados es, no lo duden, una población que puede trabajar mucho más y mucho mejor.

Pilar básico, insisto, en el bienestar social ( que no el “estado del bienestar”, cuestión sobre la que tendríamos mucho que debatir), la salud es esencial pero, volvemos al populismo anterior, éstos que recortan tampoco acuden a centros públicos para mantenerse sanos.

Ejemplo lamentable: el Rey tiene, digamos, un “accidente” bochornoso cazando elefantes. Se lo traen de urgencias para operarle en España y asistimos “expectantes” (es el Jefe del Estado) a las puertas de la clínica (una nube de reporteros copan los accesos), para tener noticias del desarrollo de la intervención… a las puertas de una clínica privada. Sin comentarios.

Pero no solo se recortan las inversiones en Sanidad sino que se incrementan nuestras aportaciones descaradamente y sobre todo, se penalizan a los sectores más pobres, más desprotegidos, más sensibles. Más débiles.

Se les penaliza por ser pobres y por tener menos poder adquisitivo. Nadie habla de racionalizar y administrar mejor ésos mismos recursos, los de antes de los recortes, porque la idea que subyace es el modelo privado de sanidad que prima en otros países. Entre todos la mataron y ella sola se murió.

Adiós a la idea colectiva de bienestar social y que cada cual se preocupe de “estar bueno”, en un retorno forzoso a la selva. A la del capitalismo delirante. Al sálvese quien pueda. Al principio darwiniano de que solo sobreviven los más fuertes, los mejor dotados.

Adiós, por tanto, a las entelequias izquierdosas del individuo, de la persona, del ser humano. De las igualdades, de los derechos, del concepto de libertad aplicada uno a uno para alcanzar a todos.

Reforma laboral.

Seguimos inmersos en nuestro retorno a la selva porque recortar los derechos de los trabajadores es, como poco, una falsedad descomunal… siempre que sepamos leer las letras pequeñas.

Ciudadanos con menos derechos son trabajadores más dóciles y sumisos. Atenazados por el miedo al despido (ya no es necesario tener, prácticamente, una causa para echarnos a la calle y ése miedo es el que nos priva de cosas tan elementales como un teléfono móvil)… ¿quién protesta ante cualquiera sea la injusticia? No voy a sacar las declaraciones de algún estúpido sobre ir a trabajar a Laponia una hora aunque podría.

Es una idea tan antigua como la Humanidad misma. Siempre hubo sometidos, dominados, subyugados… y los otros. Y siempre hubo minorías y élites y tornamos a los principios. Cualquier atisbo de colectivo, repartos justos, democratización y demás parafernalia, queda derogado automáticamente.

Todo ello sin considerar que rebajar los poderes adquisitivos de los “consumidores” redunda, negativamente, en el consumo mismo. Es de un simple que asusta pero, y una vez más debo echar mano del populismo, a ellos les importa un pepino porque tienen medios suficientes para traerlo de fuera.

Como sabemos, la esencia del capitalista se basa en tres ideas esenciales:

Invertir lo menos posible, en el menor plazo de tiempo y obtener el máximo beneficio.

Y no distingamos entre “medios”  producción directa o “medios” de especulación financiera. Es lo mismo, son las mismas ideas sobre producción física o producción virtual.

Y Europa, torpemente, pretende competir con otros sistemas que nos aventajan en casi todos los aspectos y con modelos draconianos.

Hemos perdido, a fuerza de machacarnos con democracias placebo, el empuje, la ambición, el liderato mental que hemos tenido durante siglos. Nos hemos vulgarizado. Somos igual de maleables que los demás aunque pretendamos sufrir de orgullo y eso nos costará muy caro.

Y el cáncer lo tenemos dentro y no me atrevo a preguntarme: ¿qué hemos hecho para merecernos tanto fantasma cuidando de nuestros caudales, derechos, educación, salud y nuestros destinos? ¿Hemos descuidado nuestras obligaciones?

¿Cómo y de qué forma se nos ha convertido en enanos mentales cuando éramos gigantes?

Cuidaros.

6 comentarios:

Tántalo dijo...

Saquearon África, América Latina y ahora le toca a Europa.
El sistema no se detiene y necesita nuevas víctimas.
Gran y didáctica exposición Sr. Ariza.
Un abrazo.

Cornelio dijo...

No se preocupe Sr. Algarivo, y disfrute el domingo.

Celebraremos el día de las Fuerzas Armadas.

¿Hacemos una fiesta en España el "día del maestro" o el "día del médico"?

Paguemos dietas a los militares por irse de fiesta.

Dirán que son los que defienden a España, bueno vale.

¿No tienen el mismo derecho los que "enseñan" o "curan" a España?

De los parados que han de venir no hablamos, ya que esos todavía no tienen derecho a celebrar nada, faltaría más.

Disfrute el domingo, mientras le dejo esto:
http://www.youtube.com/watch?v=CcCE7htIiWc

Jose Manuel Ariza dijo...

Saludos.

D. Tántalo, gracias. El saqueo solo tiene un problema: llegará un momento en que ya no habrá qué saquear. Entonces será el fin. De ellos también.

D. Cornelio, es complicado poder aislarse del entorno. La realidad nos golpea incesante cada minuto, cada segundo.

Gracias.

Cuidaros.

Rafael Sarmiento dijo...

El post es tan grande y tan completo, toca tantos temas, entrelazándolos porque esa mezcla en la que explica la situación actual, que es imposible resumir lo que pienso en un solo comentario.

Lo que sí me gustaría es añadir algo que quizás sirva de complemento. O de simple extra o anexo. En mi opinión, uno de los principales problemas de la Europa actual es la división interna. Ya sé que esa división ha sido así a lo largo de toda la Historia. Incluso, que seguramente hoy día haya menos división que nunca. Pero no podemos poner a competir en igualdad de condiciones a China, a EEUU y a Europa porque los dos primeros son países unidos que van todos a una, mientras que Europa son pequeños estados que se enfrentan, que recelan unos de otros, que se traicionan, que se aprovechan los más ricos de los más pobres...

Un simple ejemplo: Alemania se aprovecha de los problemas económicos de España, Italia, Grecia, etc. para financiarse a unos intereses bajísimos porque su bono se ha convertido en refugio de inversores. Por tanto, no está claro hasta qué punto le interesa la recuperación de los que ellos llaman PIIGS. (Los vagos del sur + Irlanda), ya que eso aumentaría los costes de su propia financiación.

Y a misma vez (que diría el otro), ofrece trabajo a esos jóvenes españoles tan bien formados, llevándose lo mejorcito de cada casa para beneficio propio.

¿Cómo va Europa a competir con nadie en estas condiciones? Yo creo que ahí está el mayor cáncer. Y lo peor es que, como bien dices, estamos gobernados por enanos mentales que no se dan cuenta de que el beneficio local y a corto plazo es la ruina en el largo.

Como te digo, el post me daría casi para escribir un libro. La cosa es tan complicada que difícilmente se le va a dar solución resumiéndolo todo en ese par de eslóganes que unos y otros repiten como loros.

Corren malos tiempos, y lo peor es que no se ve salida al final.

Un saludo.

Jose Manuel Ariza dijo...

Saludos.

Gracias, D. Rafael.

Pues tienes toda la razón y convendría destacar eso: la división interna a pesar de la aparente unión.

O quizás sea fruto de la misma dinámica a nivel continental.

Lo que podemos estar padeciendo aquí, en España, sea lo mismo pero a escala europea.

Es, como decía, el sálvese quien pueda y cada vez menos nos creeremos lo de la Unión. Sobre todo si todo conspira en contra de ella.

Grecia puede ser la primera extirpación de un miembro gangrenado y será el resto del organismo en que vea con buenos ojos la desmembración. Al tiempo.

Gracias, amigo.

Cuídate.

EL PAPI MAGASE dijo...

Hoy mas que nunca trataré de hacerte caso en esa última palabra de tu grandioso post,trataré de cuidarme y de cuidar de los mios,el panorama es chungo del to,un fortisimo abrazo hermano.