jueves, 24 de febrero de 2011

THE FIELD (AL FOOTBALL EN VAPOR)

 

Por Guardianes de la Memoria.

El pasado 14 de septiembre, los Guardianes de la Memoria que tenemos blogs publicamos un artículo conjuntamente (La Palangana Mecánica, Voladizo de Gol Sur, Ayer y Hoy Sevillista, Sevillista Soy, Puerta15 y Algarivo), en el que mostrábamos el fantástico descubrimiento de Cornelio (significado Guardián) sobre lo que se podía leer en la prensa de Nueva Zelanda en 1891.

Hoy, 25 de febrero, se cumplen ciento veintiún años de aquella carta que marca la fundación del Sevilla Football Club.

 

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Como no podía ser de otra forma, les traemos un regalo, por gentileza de Mr. White.

La noticia del The Otago Witness hablaba de “football in spain”, de fútbol en Sevilla más concretamente. El corresponsal aludía a un artículo publicado en “The Field, The Farm, The Garden, The Country Gentleman’s Newspaper”.

Supimos entonces que el Sevilla F.C. de 1890 había tenido un Presidente (el vicecónsul inglés Mr. Eduardo Johnston), un Secretario (Mr. Isaías White, sevillano, socio de la Portilla & White) y que el deporte del foot-ball se jugaba en Sevilla desde hacía años, “desde hace tiempo” pudimos leer .

Pero como buenos investigadores que somos, quisimos acudir a la fuente original porque las segundas versiones, generalmente, suelen perder contenido en el camino, deformarlo o, sencillamente, cambiarlo. Nosotros, como la mujer de César, no solo debemos parecer investigadores: tenemos que serlo.

Aquel artículo del The Otago nos pareció incompleto y sospechábamos que el primitivo debería contener más información. Es una deducción comprensible en prensa donde, como sabemos, la maquetación y la composición están sujetas a los espacios: las noticias deben procurar el mayor contenido posible ocupando la menor extensión.

Aparecido el 10 de enero de 1891 (ejemplar número 1985), se trata de un magazine londinense de John Crockford que salía los sábados entre, al menos, 1857 y 1933. Llegó a publicar cartas de Charles Darwin.

Dedicada a la vida al aire libre (de ahí su nombre: “El Campo, la granja, el jardín, periódico para los caballeros del país”), recogía todo lo que pudiera interesar a esos caballeros con tiempo para disfrutar de la naturaleza y ocupaba gran espacio en informar sobre los deportes. Abarcaba materias tales que caza, pesca, boxeo, rugby, remo, cricket, vela, arco, tiro, football…

THEFIELD-CABECERA

Pues tras muchos meses de búsqueda incesante, hemos dado con el documento original (gracias Juan):

The Field 1891-Recorte

Traducido (y hemos puesto especial hincapié en aproximarnos al mejor sentido de lo escrito), diría:

“Football en España

Un corresponsal informa de lo siguiente: “Siempre se ha dicho que dondequiera que se establecen los ingleses, nunca se quedan contentos hasta que han introducido sus costumbres y juegos, y los ingleses en España no son una excepción. El fútbol ha formado parte de las celebraciones de navidad en Sevilla desde hace tiempo, y el club, bajo la presidencia del simpático vicecónsul Sr. E.F. Johnston, se encuentra en unas condiciones estupendas. El sábado 27 de diciembre, el partido con el Huelva, que ahora se ha convertido en un evento anual, tuvo lugar en el hipódromo, donde han conseguido un excelente terreno de juego –gracias a la amabilidad de las autoridades. Estaban presentes casi todos los ingleses residentes, y un grupo considerable de españoles, deseando ser iniciados en los misterios del fútbol, el cual, según describen los periódicos, es jugado sin palos ni cestas de protección. La concurrencia no tuvo motivos para quejarse del entretenimiento ofrecido, a pesar de que el partido acabó en empate, ya que ningún bando consiguió marcar, siendo lo único reprochable la actitud de las señoras españolas, más pendientes del aspecto y las piernas de los jugadores que del juego. Los defensores de ambos bandos jugaron bien, y gracias a su excelente defensa el equipo de Huelva se salvó del desastre, siendo los delanteros Welton y White, del Sevilla, y Birchall del Huelva los más destacados. Merece especial mención el señor Geddes, del Sevilla, que resultó igual de peligroso para sus compañeros que para los contrarios. El vicecónsul desempeñó las tareas de árbitro, con total satisfacción por ambas partes. Después del partido, los dos equipos y sus amigos fueron a cenar juntos al Hotel de París, bajo la presidencia del vicecónsul. La salud de su Majestad fue regada con entusiasmo y honores musicales, pasando los presentes una muy agradable velada. El señor White contribuyó al éxito de la reunión de varias formas, y su amabilidad al llevar a los equipos en vapor al campo de juego se merece el mayor de los agradecimientos. El presidente del Huelva, señor Palin, anunció que se había organizado un partido entre los equipos de España e Inglaterra.

Sevilla: E. Plews (Portero), H. McColl (Capitán), G.T. Charlesworth (Defensa), D. Thomson, H. Stroneger, W. Logan (Medios defensivos), H. Welton, J. White, J. Poppy, P. Merry, T. Geddes (Delanteros).

Huelva: E. Wakelin (Portero), Thomson, Jones (Defensas), Norman, Oliver, Hodge (Medios defensivos), Hopper, Mundell, Birchall (Capitán), García, Birchall (Delanteros).

Asistentes: Dr. Langdon (Sevilla), Sr. Bower (Huelva).

Arbitro: Sr. E. J. Johnston.”

Nos amplía la información de manera sorprendente y nos proporciona datos desconocidos hasta ahora. Podemos, por ejemplo, saber con exactitud las alineaciones y observamos a tres sevillanos del lado de los nuestros (White, Welton y Merry) y en la parte onubense, ¿Oliver? y García.

Geddes, como ya sabíamos, resultó ser peligroso como amigo y como enemigo.

Las damas parece que no pudieron contenerse ante el muestrario de jóvenes en paños menores, espectáculo, sin duda, poco o nada habitual.

El escenario podemos verlo en la foto que sigue. El Hipódromo ocupaba lo que luego sería la Base Aérea de Tablada y el rio pasaba justamente por los terrenos donde hoy se ubica la Feria de Abril.

Hipódromo de Tablada 1929

Recordemos que había un embarcadero junto al Hipódromo y de ahí el gesto destacado del D. Isaías trasportando a los contendientes: “El señor White contribuyó al éxito de la reunión de varias formas, y su amabilidad al llevar a los equipos en vapor al campo de juego se merece el mayor de los agradecimientos.”

Hipódromo Gómez Zarzuela

Y para finalizar, espléndida comida en el Hotel de París con brindis, cantos y gran camaradería, como corresponde a los verdaderos y genuinos sportsmen.

Hotel de París

Pero sobre todo hay que resaltar la frase “convertido ya en un evento anual”, lo que nos provoca no pocas preguntas:

¿Evento anual?

¿Desde cuántos años?

¿Cuándo fue el primero?

¿Se llegó a jugar el anunciado match del Sr. Palin entre las formaciones inglesa y española?

Son nuevas piezas (y nuevas interrogantes) que se van sumando en la construcción del puzle y que nos acercan, sin remedio, a la solución final del pasado de nuestro Club.

Porque el tiempo y los medios juegan a nuestro favor.

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BICAMPEON EN EL PUENTE

Guadalquivir, rio de mi Sevilla.

Dedicado a D. Agustín Rodríguez, sevillista, habitante reciente del tercer anillo y conocedor ya de TODA la Historia.

martes, 22 de febrero de 2011

¿SE LLEVO SU MUSEO?

 

Saludos.

Gracias, Jesuscreations

Cansado de luchar contra los molinos de viento, Agustín se lo llevó al Tercer Anillo.

Allí, al lado de tantos Grandes, comenta los detalles en animada charla con Kinké, Brand, Spencer, Sánchez-Pizjuan…

Convence a D. Eduardo de que faltaba bien poco para colocar su imagen en el sitio que le corresponde y a D. Isaías, experto remero y sportmen.

¡Los Welton!, sonríe socarrón porque parece una banda del Far West…

Y le cuentan los secretos de aquel impulso renovador que los llevó a jugar en calzoncillos en una sociedad cerrada, maloliente y retrógrada.

Y entre todos componen el nuevo Museo, su Museo.

¡Ahora está completo!

Está todo ahí, en el Tercer Anillo.

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El Museo de Agustín solo puede ser visitado… más adelante, cuando saquemos el boleto del viaje de una sola dirección.

Espérame, amigo. No tardo casi nada y me lo enseñas.

Cuidaros.

domingo, 20 de febrero de 2011

NO DISPAREN AL PIANISTA

 

Saludos.

¿Recuerdan lo que ocurre con algunas morcillas? Se repiten, se repiten, se repiten… ¡Grrrup!

Como decía aquel, admito nuestro derecho a equivocarnos pero es inadmisible seguir haciéndolo siempre. Y adultos, formados, inteligentes y capacitados, la insensata obstinación en caer, recaer y volver a insistir en los errores quizás merezca un calificativo fuerte, sonoro; que cada cual elija.

Yo no diré cual aunque lo piense. No soy quien.

Cuando las cosas van bien, cuando todo pinta de rosa, cuando los vientos hinchan las velas a todo trapo, cuando la miel nos chorrea entre los dedos, somos UNO. Elogios, cohetes, gritos, alegría…

Nos miramos con la sonrisa más ancha capaces de adoptar; nos abrazamos, nos felicitamos y nos palmeamos las espaldas a buen ritmo porque todo VA BIEN.

Ganamos, conseguimos títulos, jugamos de escándalo…

Todos contentos.

Pero hete aquí que llegan las vacas flacas (las flacas dan poca leche y poca carne llegado el caso) y se nos agotan las maneras. Vemos, pensamos, analizamos y recomendamos sin éxito porque los bichos siguen sin engordar.

Todos expertos, todos, somos capaces de ver lo que no funciona, diseccionarlo, separar los granos de la paja y salir airosos largando una solución que nadie adopta porque nuestras ideas no tienen carácter ejecutivo. Son solo ideas desde la grada.

Es fútbol.

Somos los aficionados.

El problema se presenta cuando a pesar de todas nuestras buenísimas intensiones, de nuestros sabios consejos, de nuestra capacidad certificada para detectar los errores (que quien debe, sorprendentemente, no corrige), el Equipo sigue marchando mal. Los resultados no acompañan y nos vemos lampando en la zona gris.

Y nos entra el pánico porque desde hace algunos años, ésa zona es tabú. Ni en las peores pesadillas se no hubiera ocurrido que regresaríamos. Ni de coña.

A pesar de nuestra insistencia, el Equipo sigue ahí y lo que es peor, sin dar señales claras de que pueda salir a corto plazo.

Nos acongojamos.

Como no podemos solucionar los asuntos internos, nos buscamos enemigos alrededor (al modo y manera de otros cuya existencia gira en torno a lo que hagan los vecinos, los verdaderos y eternos culpables de sus propios males). Y puestos a disparar contra alguien… ¿porqué no a Sam?

Juro que no era mi intención ensañarme con el de raza negra. Es solo que ha sido el primer pianista que se me ha venido a la memoria. Además, no iba armado (los pianistas, independientemente de su color, no solían portar arsenal).

Es el “blanco” fácil (otro jueguito de palabras sin gracia) porque los otros pistoleros usan Magnum y lanzan las balas a una velocidad letal.

Busquemos, por tanto, a los hermanos que nos distraigan de los malos momentos.

Hermanos

Vamos a inventarnos batallas virtuales que nos ocupen un tiempo en el que no queremos pensar. Vamos, entre todos, a fomentar la sangría porque no tenemos un polo de atracción que nos aglutine en la euforia. Saquemos los batallones de adeptos (yo mas que tú, tú menos que yo), para adobar esta ensalada de despropósitos…

Unos por otros, otros por unos, bofetadas sin ton ni son, sin causa y sin motivo. Gratis. Para distraer.

Es la morcilla esa que nos tiene las tripas de aquella manera.

Y mi pistola es más grande que la tuya.

Y todos del mismo color.

¡Grrrup!

Cuidaros.

sábado, 19 de febrero de 2011

DE LA FRAGILIDAD

Saludos.

Viene de lejos el debate y lo seguirá estando mal que nos pese. Debate, por cierto, ficticio, inventado y puede que pernicioso.

Me refiero a la falsa polémica entre resultados y juego, entre los que se supone que prefieren el buen juego sin importar los resultados y los que esperan ganar siempre, del modo que sea.

No hay tal. No lo hay. Es mentira. Es falso.

Insistir en que tenemos razón porque pensemos de aquella manera es sintomático y poco recomendable.

Yo he escrito muchas veces (puede, incluso, que alguien me haya leído), que el fútbol es un espectáculo maravilloso para el que mira, para el espectador. Un deporte con una estética apasionante que mueve, en todo el mundo, a millones de personas que no dudan, partido tras partido, en acudir al estadio, verlo en televisión o escucharlo en la radio.

Y en general, podemos seguir un encuentro de cualesquiera dos equipos si suponemos que será un partido emocionante, con morbo, con credenciales de buen juego.

Si todo ello lo aplicamos al Equipo de nuestros corazones, la dicha se dispara hasta límites insospechados porque nos despierta pasiones íntimas: los nuestros ganando y haciéndolo con un juego brillante.

Un juego brillante, por ejemplo, como el que hicimos en aquel bienio mágico de no hace tanto tiempo y que la fragilidad de la memoria parece habernos hecho olvidar.

Porque el Sevilla F.C., durante dos años, hizo el mejor juego del mundo, el más brillante, el más sobresaliente… y ganó títulos. Muchos. Nacionales e internacionales hasta el punto de ser proclamado, durante dos temporadas consecutivas, como el mejor equipo del mundo.

El mejor Equipo del mundo jugaba de maravilla. Y ganaba.

También he tratado muchas veces de transmitir la idea de que jugando bien las posibilidades de ganar aumentan, es más factible dominar, hacer goles y llevarse el triunfo, los títulos y las copas.

Es más factible y es la forma de compensar al espectador: jugando bien, ganando y brindando los triunfos a los que pagan por mirar.

Me juego lo que queráis a que no hay un solo sevillista en el mundo que no desee ver al Sevilla ganar. Ni uno. Pero si les preguntamos, invariablemente dirán: “aunque sea de penalty injusto y en el último minuto”.

El lenguaje se estructura por oposición: lo que decimos blanco es porque no es negro; lo que calificamos como grande es porque no es pequeño, si señalamos a un lado es porque no lo hacemos al otro…

Cuando decimos “aunque sea de penalty…”, es la oposición, la última de las opciones a “jugando de maravilla y ganando”. Es la última posibilidad porque antes habremos deseado justo lo contrario y tendríamos que conformarnos con ganar de la forma que sea.

Pero siempre habremos deseado jugar bien, ser brillantes y ganar. Luego, lo otro.

Y como la polémica entre seguidores es falsa, podemos forzar a quien sea y al final, quiera o no, preferirá ver un magnífico partido del Sevilla y un 4 a 0 para los nuestros. Solo si no hay más remedio, desearemos lo otro. Solo si no hay más remedio.

Si nos preguntan a los que gustamos del espectáculo fútbol, igualmente, terminaremos admitiendo que sea de la forma que sea. Nuestro Equipo debe ganar siempre.

Y ahora busquemos la polémica donde no hay.

Escarbemos para encontrar… nada.

La única diferencia y que parece molestar a alguien, es que algunos digamos que nos gusta que el Sevilla juegue Bien.

Son los que no admiten que puedan existir otros deseos, otras aspiraciones y distintas forma de ver, animar y alentar al Equipo. Son los que piensan que si no dices “ganar como sea”, eres menos sevillista. Incluso enemigo a pesar de sentir los mismos colores.

Pensamientos rayanos en un totalitarismo peligroso y que no obstante, cada cual es muy libre de ejercer y practicar.

Es, además y por si no fuese suficiente, un insulto.

Situados en lo alto de un ego desproporcionado, solo transmiten la idea de que “o piensas como yo o no eres sevillista”. Ronda la estupidez si no cae en ella directamente.

Y a ver si lo dejamos claro de una vez por todas: Yo espero que el Sevilla juegue bien, de maravilla, gane y nos traiga títulos.

Y lo digo.

Y no me cansaré de decirlo.

Al final, si no hay otro remedio, de penalty injusto en el último minuto.

Ayer, frente al Oporto, jugamos bien y perdimos. La diferencia es que perdimos como cuando jugamos mal, como tantos partidos este año. Solo nos llevamos minutos de buen juego. Los espectadores disfrutamos mucho tiempo del espectáculo aunque se estropeara al final.

Queríamos ganar. Lo deseábamos.

Lo seguiremos desando aunque llevemos tres años sin jugar bien y solo una copa porque ya no jugamos bien y ni siquiera nos pitan penalties a favor en el minuto noventa.

Cuidaros.

“pisálo… los colorados son los nuestros”

Saludos.

Decía el filósofo que la inmortalidad es la memoria de los otros… una vez que te vas.

Los Biris, el grupo más activo de seguidores del Sevilla F.C., llevan ése nombre desde hace décadas. Seguramente lo seguirán llevando otras muchas más y todo porque tuvimos un jugador espectacular, diferente y distinto, llamado Biri Biri (el primer fichaje de raza negra que tuvo nuestro Equipo).

Los Biris cantan sin cesar durante noventa minutos y tienen un repertorio de canciones inmenso. Tomando las notas de muchos temas conocidos y cambiando las letras, podemos disfrutar de la animosidad sin límites de éstos amigos que ponen la banda sonora de Nervión en cada partido.

Uno de los cánticos preferidos surge, invariablemente, cuando un jugador contrario cae al césped por efecto de algún encontronazo con alguno de los nuestros. Inmediatamente, los Biris largan su famoso…

!Písalo, písalo, písalooooo, písalo, písalo, písalooooooo PÍ SÁ LÓ…”

¿Písalo? ¿Qué dicen? ¿A quien hay que pisar?

Es, como sabéis y porque no es tan antiguo, una referencia a una frase de Bilardo.

Partido Depor-Sevilla, 6 de febrero de 1993. Entre los nuestros, Maradona. En un intento de chilena, alcanza a dar en la cara de Albístegui… mejor veis el vídeo y lo escucháis.

Carlos Salvador Bilardo, médico, jugador y entrenador, tiene un currículo más que envidiable:

Este argentino universal salido de la cantera de San Lorenzo de Almagro, fue Campeón del mundo con Argentina en 1986 y subcampeón en 1990. Y un largo rosario de títulos.

Y fue entrenador del Sevilla de Maradona.

Su afán por ganar le lleva a estar a punto de sufrir un ataque (ver de nuevo el vídeo) porque Domingo Pérez, masajista del Sevilla, viendo que Maradona no sufría lesión de importancia, se suma a los que tratan de frenar la hemorragia de Albístegui (sangraba por la nariz de manera aparatosa).

El gesto humanitario de Domingo le granjea la bronca de Bilardo. Al enemigo ni agua.

Lo que decía Bilardo no siempre fue bien entendido. O no quiso serlo.

Bilardo quería ganar. Siempre, como todos y contra todos. Dudo que ésa famosa expresión no fuera más que ése espíritu por vencer, por ganar, de la misma forma que dudo que pretendiera ocasionar daño al otro. Para nada.

Pero los medios de comunicación, incluidos los locales, siempre han usado la frase para denigrar a nuestro Club.

Hay, también, otra anécdota graciosa:

Partido de Recopa de Europa entre Zaragoza y Chelsea, 1995. Ya se ha difundido por todas partes el “písalo” de Bilardo. Los maños ganan por 3 a 0 cuando los aficionados ingleses deciden montar el pollo. La policía carga con contundencia y hay reparto masivo y extensivo de garrotazos.

La afición del Zaragoza anima a los de uniforme cantando “písalo, písalo, písalo…”

Terminada la algarada, los corresponsales ingleses escriben que gracias al gesto deportivo de los maños, la bronca no fue a mayores… porque habían entendido que “písalo” significaba “peace and love” (pisandlov).

Cuidaros.

lunes, 14 de febrero de 2011

EGO (TE ABSOLVO)… NO

Saludos.

No, no te absolvo. No quiero. No me da la gana.

No te lo mereces y yo no te perdono. NO TE PERDONO.

Has venido al Sevilla para hacer bien un trabajo. Has venido al Sevilla F.C tras pedirlo muchas veces. Llegas con la aureola de conseguir sacar petróleo de las piedras y apenas sacas chispas.

Cobras por ello. Y bien.

Se suponía que eras perro viejo, psicólogo, gran capitán… y se te mean encima. Y eres contumaz hasta la exasperación. Decenas de miles de ojos ven que fallas menos tú. Insistes en fórmulas que no funcionan, una y otra vez, hasta que empieza a oler mal.

La duda es que quizás no seas ni la mitad de lo bueno que te crees. Quizás seas, sencillamente, malo. Quizás tuviste suerte unos años y eso elevó tu caché, te abrió puertas y llegaste a un Grande. Como otro que por lo menos, dejó una ristra de logros.

Y puede que no valgas. Que te venga grande.

Y tienes EGO. Demasiado. Tanto que te tapa lo que debes hacer. Tanto que no te deja ver que tú solo eres una pieza para que la máquina funcione.

Tú solo eres una pieza, Gregorio. Tú no eres la pieza.

Tal vez nunca debiste salir de las Islas aunque muchos, yo entre ellos, pensáramos que podía ser una buena elección.

Erré.

Me equivoqué.

Pero lo mío es solo delito de opinión.

Lo tuyo vale muchísima pasta, Gregorio.

Y el jueves estaré allí, animando, cantando, haciendo palmas y proyectando toda mi conciencia para que ganemos.

No, no te gritaré. No lo hice nunca (a los del pito si, bajito, para recordarles su álbum genealógico solo). Eres, aunque me produzcas ardores de estómago, el entrenador de Mi Equipo.

Solo por eso te respeto.

Pero no te absolvo porque no te lo mereces. Ni me trago tu EGO.

Y me da igual si eres triste o alegre. Es tu problema.

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Suerte.

Cuídate.

domingo, 13 de febrero de 2011

GOL OLIMPICO

Saludos.

El 2 de octubre de 1924, el extremo izquierdo argentino Cesáreo Onzari (1903-1964) lanzó un córner que se coló directamente en la portería contrario sin que tocara el balón ningún otro jugador.

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Fue durante un match amistoso entre Argentina y Uruguay (campeona olímpica en esos momentos) y por ello se le denominó así, “gol olímpico”. Ganó el partido Argentina por 2 a 1.

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Pero debemos remontarnos un poco en la historia porque no siempre el gol directo de córner se consideró legal.

Y fue en ése año que la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), acordó dar por válidos ésos goles. Sorprendentemente y hasta entonces, no eran admitidos.

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Porque hasta entonces se había establecido como no válido porque las reglas inglesas, los inventores de esto, así lo determinaban. Sin embargo, la controversia viene de antiguo. Veamos un recorte de 1909 y las disquisiciones que se planteaban:

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Leed atentamente los casos que se exponen y pensad que estamos hablando de ¡1909!

Y pensemos también que los goles de córner, como vimos más arriba, solo se admitieron en 1924.

La FIFA, el máximo órgano rector del fútbol mundial, realiza cambios constantes en las normas de éste deporte. Podemos, por ejemplo, recordar que los penalties se podían lanzar desde cualquier punto:

“Al añadir nuevas reglas, también tomaron forma las características del terreno de juego, tal y como lo conocemos hoy en día. El saque inicial exigía la existencia de un punto central, y el círculo central lo originó la necesidad de mantener a los jugadores a 10 metros de distancia durante su ejecución. Resulta curioso que desde que se introdujeron los penales en 1891, y hasta 1902, éstos no se lanzaban desde un punto concreto, sino desde cualquier posición sobre una línea situada a 11 metros de la portería.”

En 1917 la rivalidad entre Madrid y Barcelona ya apuntaba a cotas épicas. Y ya entonces, también, los medios de la capital se despachaban a gusto. En la disputa de la Copa Príncipe de Asturias, los catalanes abandonan el partido por, seguramente, las injusticias del arbitraje.

Y porque los goles de córner no eran legales.

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Que pendiente de confirmar si en las Pampas tenían conocimiento de ésa regla. Lo investigaremos.

Necesariamente, los árbitros deben ser informados del cambio aunque luego, en general y hasta hoy mismo, interpreten lo que se les antoje:

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En los mundiales, curiosamente, solo se ha podido ver un gol olímpico. Fue en Chile-62 y para sorpresa de propios y extraños, lo recibe el mítico Lev Yashin -la Araña Negra-, portero de la URSS frente a Colombia (4-4). El colombiano Marcos Coll realizó la hazaña en un partido que resultó, sobre todo, una cacicada arbitral. El colegiado brasileño Etzel Filholo llegaría a declarar más tarde: "Yo empaté aquel partido. Ocurre que soy descendiente de húngaros y odio a los rusos desde la invasión soviética a Hungría en 1956".

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También pudimos ver alguno con los nuestros. Vean a D. Dávor Súker en plena acción.

 

Termino con una tira de humor. Desde Soria y con un magnífico sentido machista de éste deporte, el simpático reportero se despacha a gusto.

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Cuidaros.

jueves, 3 de febrero de 2011

EL PAPI

Saludos.

El grandísimo Papi, el querido amigo Manuel, está atravesando momentos complicados de salud.

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Confío en que será algo transitorio y en pocos días lo tengamos de vuelta a la normalidad.

Hermano, sabes que tienes todo mi apoyo.

Un abrazo y ponte bien pronto, por favor. Te echamos de menos.

Cuídate.

LA FATALIDAD

Saludos.

Muchas veces he intentado imaginarme lo que deben pensar los reos en el corredor de la muerte. Muchas veces he querido personalizar, leyendo un libro o mirando una película, los sentimientos de los que saben con precisión el día y la hora en que habrán de recibir la dosis, la bala, el filo, la soga o la descarga letal.

Presumo (y quiero seguir presumiéndolo) que ni con toda la capacidad del mundo para fabular podemos ponernos en ése lugar. Debe ser terrible.

Seguramente haya formas diferentes de enfrentarse al destino cuando se acerca el momento de cambiar de estado y habrá mentes más fuertes y otras, la mayoría, se derrumbarán.

Hemos visto ejemplos de entereza absoluta cuando enfrentados al pelotón de fusilamiento, por ideología, se han dicho frases tremendas. También llantos, quejidos, ruegos y peticiones que nunca se escucharon.

Es, en todo caso, una actitud mental frente a ése destino. El Fatum.

Hace una semana que he tenido la certeza de que no pasábamos la eliminatoria de Copa. Siete días de saber que la sentencia ya había sido dictada y que solo era cuestión de tiempo llegar al momento en que abrieran las espitas y el gas nos asfixiara.

Siete días de derrotismo, de fatalidad.

Había comentado varias veces que no me daba miedo el Madrid y que el único peligro podría venir del “tío del pito”. Once contra once puede ocurrir cualquier cosa y el Madrid del energúmeno ése de Mou es, por sobre todo, irregular, con mucho más bombo que platillos y casi una farsa descomunal (si no fuera porque cuatrocientos millones de euros no invitan a reírse).

Y ni tan siquiera la insoportable falta de oxígeno de los medios cuando nos han sepultado de letras, papeles, voces e imágenes. Ni eso me daba miedo porque mi Equipo es de los que se crece ante las dificultades y cuando todo se antoja perdido, aparece.

Solo el efecto pito era temible.

Y llegó. Llegaron.

Llegó porque de los tantos enemigos a los que enfrentarse, solo estamos inermes frente al pito. Un tipo cargado de autoridad arbitraria (nunca mejor dicha la cuasi cacofonía) que decide los destinos de miles de sentimientos y muchísimo dinero a su antojo. O al dictado.

Individuos con serias deficiencias para ejercer sus profesiones son colocados ahí, se les entrega un poder absoluto y se les eleva a la categoría de grandes dioses en un olimpo cargado de dioses menores.

César en el Circo Máximo, el dedo (el pito) te conceden la vida, en desigual combate, o te señalan el embarcadero del Estigia (el óbolo para Caronte lo pones tu).

Combate

Es el destino fatal de saber que hubo un principio y que habrá un final.

Con fecha y hora. Con pavorosa exactitud.

Alea jacta est.

Cuidaros.