lunes, 29 de septiembre de 2008



Saludos.

Es de justicia reconocer que ayer, el Sevilla, hizo un excelente partido.

A pesar de mis reticencias hacia Manolo (y mis deseos fervientes de equivocarme), debo reconocer que planteó muy buen partido.

La sensación fue siempre de superioridad en todas las fases y demarcaciones. Sin sacar el autobús, supo frenar, templar, achicar espacios y bloquear todas las intentonas de los atléticos.

Además, se los puso de corbata en varias ocasiones mientras (y salvo un tiro complicado), Palop no tuvo grandes complicaciones.

El toque de Ochoco, genial.

Bien en todas las líneas y muy bien todos los jugadores. Incluso Romaric, que estuvo un peldaño por debajo, se va integrando en el fútbol español poco a poco y frenó bastante las salidas de los centrales contrarios.

A medida que avanzaba el reloj, tuve la impresión de que era como cuando con el brazo estirado y la mano sobre la cabeza, sujetamos a un crío que intente pegarnos. Se hastará de lanzar golpes al aire. Luego, le damos un cachete (Ochoco y gol) y lo enviamos con su mamá.

Del tal Mejuto... que es muy malo. Y lo sangrante es que siempre es malo en contra nuestra. Es un árbitro que desquicia a los jugadores por las faltas que no pita, por las que pita, por los errores graves cuando sanciona y por el kiosko de tarjetas que despliega, casi siempre mal aplicadas.

Cuando ví que en apenas un carto de partido ya teníamos a dos defensas amonestados con amarillas, me eché a temblar.

Que Kanouté (que es un cacho pan) le largara aquel insulto, es una prueba del estado de nervios que puede a llegar a producir en los que se están jugando el físico sobre el terreno de juego.

Otro árbitro MALO. Otro. Malo.

Nada que objetar sobre el equipo de beisbol. Me he manifestado ya contra cualquier tipo de violencia, siempre que demos crédito a la noticia y si es tal cual la cuentan. En cualquier caso, todavía (y espero que nunca) no tenemos un muerto a nuestras espaldas.

No obstante, leer los comentarios de algunos "periodistas" de Madrid, me causa náuseas. ¿Qué partido vieron? ¿Objetividad?

De todas formas en Madrid y con Alonso, los Boixos y nuestros jugadores de beisbol, tienen temas suficientes para ocultar que el Atletico nunca estuvo a la altura de nuestro Sevilla, que esas goleadas no pueden hacerlas con equipos grandes, que el Kun... ¿jugó? no puede con una defensa seria y que el mexivasco, el bocazas (aunque le reconozca que a veces me divierte), no pudo con el de El Arahal.

Nunca.

Manolo, por favor, cállame la boca para siempre.

Y tres de los mas dulces poins de todo el campeonato, para casa.

Cuidaros.

sábado, 27 de septiembre de 2008

DE PALANGANAS


Saludos.

Porqué soy PALANGANA.
“Palangana” es un término acuñado por los “verdolagas”. Se supone que es un adjetivo con el que nos descalifican. Quizás piensen que nos insultan.“Palangana”, según la RAE, es una jofaina o aljofaina, es decir, un lavabo.
Ya no se usan, pero los que tenemos edad suficiente, las hemos visto en nuestras casas. Es un recipiente ancho, de poco fondo, BLANCO y que se usaba para asearse.
“Verdolaga”, también según la RAE, es: planta herbácea anual, de la familia de las Portulacáceas, con tallos tendidos, gruesos, jugosos, de tres a cuatro decímetros de largo; hojas sentadas, carnosas, casi redondas, VERDES por la haz y blanquecinas por el envés, flores amarillas, y fruto capsular con semillas menudas y negras. Es planta hortense y se usa como verdura.
Como veréis y en ambos casos, parece que solo el color parece que tenga alguna relación con el tema que tratamos.
Sin embargo, los sevillistas (espero que la gran mayoría), lejos de sentirnos agraviados con ése supuesto insulto, hemos tenido la genialidad, la clase y el señorío de hacerlo nuestro. Hemos tomado el término con el que pretendían ofendernos y los hemos elevado de categoría.
Lo hemos dignificado.
¿Qué supone esto? Pues que los hemos desarmado. Nada resulta más chocante que intenten herirte y que tomes sus armas, las cambies y las conviertas en halagos. Los dejas sin argumentos.
Tanto es así que ellos siguen siendo “verdolagas” y han tenido que inventar otro supuesto insulto (que no pienso repetir), para poder superar el intento fallido en su afán por atacarnos.
Aunque no quería decirlo, resulta que tendremos que echar mano a la conocida sentencia que propone: “No insulta quien quiere…”
Hoy y en el entorno en el que me muevo, nos llamamos “palanganas”. Hoy veo orgullo en mis amigos palanganas cuando son llamados así. Hoy hay decenas de miles de palanganas por el mundo. Hoy, salvo algún cretino o cretina que no rija bien, no encuentro sevillistas que se sientan ofendidos con el término.
Y no pasa nada.
Como he dicho muchas veces, que me llamen “sevillista”, “sevillón” o “palangana”, no me causa nada más que placer porque, definitivamente, mis sentimientos no pueden etiquetarse.
Sigo esperando que los “verdolagas” estén a la altura y tengan la clase necesaria para transformar eso.
Termino con un grandísimo abrazo de hermanamiento a todos los sevillistas, sevillones o palanganas que en el mundo son porque siempre, siempre, hay un grito superior, un llamamiento que no conoce fronteras:
¡VIVA EL SEVILLA!
¡HASTA LA MUERTE, SIEMPRE!
Cuidaros.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Y SIN EMBARGO...


Saludos.
Y sin embargo... no estoy contento.
Seguramente me ganaré alguna reprimenda. Seguramente se me tachará de anti algo, de dejarme influenciar por comentarios de terceros, de no sentir los colores suficientemente...
Los números son irrebatibles y estamos ahí arriba.
Pero veamos:
Hemos jugado con equipos para tener los 12 puntos y todavía no nos hemos medido con los más peligrosos. Racing, Sporting, Betis y Español son equipos muy inferiores a nosotros y solo hemos ganado a dos.
Estos equipos, del séptimo y octavo para abajo (al final de la Liga), son los que llenan el saco de puntos, de los puntos que en la primavera del año próximo nos mantendrán arriba, enmedio o abajo. Nos pondrán en Champions, en Uefa o en el montón.
Siempre he pensado que con ésos equipos es donde hay que realizar mayor esfuerzo. Con los gigantes cabe cualquier resultado e, incluso, es más posible perder. Con los de abajo, no. Hay que sacarles esos puntos. Sin que me valga ningún argumento.
Además, veo un equipo bastante gris. Es verdad que Manolo les ha inculcado su visión del fútbol aguerrido, donde todos pelean y corren y los ha convertido en once gladiadores. También es verdad que ya no miran al marcador y siguen luchando sin parar y hasta el minuto noventa.
Pero hemos perdido chispa, vivacidad, empuje y claridad de ideas. Ya no vemos dos o tres jugadores desmarcados, en los huecos, a los que pasarles el balón; ya no se mueven buscando ése sitio donde no hay un contrario; abusamos del balonazo a Amortiguadores Kanuoté y si es verdad que las pilla todas, suele verse solo, sin el compañero (o compañeros), desmacardos que aprovechen el toque del malí y que, con demasiada frecuencia, va a parar a los otros.
La velocidad de tres o cuatro en carrera se ha perdido. No veo las triangulaciones a ritmo de vértigo ni los desplazamientos largos. No veo los movimientos del conjunto que solía desarbolar al contrario por las bandas o por el centro.
No lo veo.
El equipo es más compacto. Cierto. Pero ha perdido capacidad de sorprender. Si marcamos y ganamos es por la calidad de los jugadores y por la constancia machacona de los nuestros. Y eso no es suficiente.
Además, hay planteamientos "raros". Jugadores que se matan fuera de su sitio y sin sacar fruto, teniendo especialistas para esos puestos en el banquillo. También se hacen cambios soprendentes. Raros.
Se me puede decir que es pronto para analizar a Manolo, pero ya lo hemos visto el año pasado (igual que lo hemos visto en las categorías inferiores). Este año ha tenido tiempo de configurar su equipo, con pretemporada y con una plantilla confeccionada bajo su supervisión.
Y la calidad individual de la plantilla no la puede discutir nadie.
Pero el quipo no me gusta. Es gris.
El equipo gana porque tiene once jugadorazos y no por los planteamientos brillantes.
Espero que nadie me identifique con los agoreros conocidos porque caerá en un error grave. Tampoco espero que se identifique del lado de los que quieren ver fracasar a Manolo porque NO ES VERDAD.
Ya he escrito y dicho muchas veces que me encantaría que Manolo me dejara mudo, que acallase todos mis reproches y que hiciera un temporada brillante. Pero no puedo callarme mis impresiones, de la misma forma que me pareció excesivo verlo sentado junto a entrenadores ahítos de títulos. Manolo aún no ha ganado nada. Los siento pero lo veo así y me consuela, muy mucho, que estuvo representando a nuestro Club. Solo eso.
Mis reproches van siempre con la sana intención de esperar lo mejor para nuestro Sevilla. Siempre pensando que con los mimbres que cuenta Manolo, los resultados habidos, tanto el pasado año como lo que llevamos de liga, me parecen pobres.
Pobres resultados para la calidad del Sevilla.
Insisto: quisiera quedar como un bocazas.
En cualquier caso, Manolo es el entrenador de mi equipo y por ello, tendrá mi apoyo siempre. Incluídas las críticas que le haga.
Porque no entendería un Club donde no pudiéramos criticar y aplaudir con igual intensidad.
¡Hasta la muerte, siempre!
Cuidaros.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

MICRO RELATOS




Saludos.

Hubo un instante en que ningún ser humano estaba mirando la Luna y la Luna se apagó.

*****

Desde los ocho años y hasta que cumplió los dieciocho, estuve apadrinando un niño en África.
Ahora juega en el Chelsea y no atiende mis llamadas.

*****

Cuando tuvo problemas en su matrimonio, el juez dictó Orden de Acercamiento.
Ahora se lo pasan pipa por mandato judicial.

*****


Cuidaros.

lunes, 15 de septiembre de 2008

AL GUANO



Saludos.

Tienes razón, hermano, no merece la pena dedicarle más tiempo a estas cosas.

4M, el Gayo, la Sirena y los dos tapados, al guano.

Iros al guano.

Cuidaros.

sábado, 13 de septiembre de 2008

RECAPITULEMOS

Saludos.

Hoy he tenido la increíble sorpresa de recibir una llamada telefónica de... ¡4M!

Si, era ella.

Me ha llamado por teléfono. Estaba alterada porque había leído mi anterior comentario. Muy digna ella, reclamaba su inocencia sobre la cuestión de contarle a mi mujer mis "ligues" de Internet.

Arguye que es inocente y que jamás haría una cosa así. Muy digna ella y como podréis leer en los comentarios de ésa entrada anterior, dispuesta a aclarar las cosas "los cuatro".

Ha hablado con mi mujer. Si, mi mujer que está al corriente de todo el tinglado desde el principio.

Además de su perversión natural y de su paranoia, tiene una mala memoria proverbial.

Os pego un correo que le he remitido inmediatamente después de la charla. Todo su afán es que yo difundí la idea de que me llamaba a mi casa. Como podréis comprobar, porque está escrito, ya pedí disculpas por ello. Sin embargo, ésa es su batalla. Ahora ya no soy acosador, manipulador, ladrón o paidófilo. No, soy mentiroso porque dije que me llamaba.

Mis anteriores delitos ya no cuentan.

Esto es lo que le he escrito:

"María Magdalena: ¿De verdad te sientes víctima de mis acusaciones? ¿Víctima?

Mala memoria, María Magdalena. Muy mala.

¿Ya no recuerdas las historias de la manipulación, del acoso, de lo ladrón que soy, de mis hijos mexicanos...?

Hay mucho escrito. Todo está escrito, María Magdalena.

Y sobre mi matrimonio... ¿acaso no es la primera vez que te metes en una pareja? ¿Te recuerdo a Usyluna o no es necesario?

¿Te recuerdo la lista de gente con la que te has peleado? ¿Te la recuerdo? ¿Recuerdas las causas de esas peleas? ¿Recuerdas quién las inició TODAS? ¿No lo recuerdas?

Yo si. Y te las puedo explicar todas, una por una.

Iniciastes esta guerra sin saber si podías ganarla o no.

Te parece un juego ir por la vida atacando a la gente, sin importarte un higo el daño que haces.

Dices y escribes cosas terribles y ¿los demás son los enfermos?

Mira, María Magdalena, a lo peor yo soy más malo que tú, pero resulta que solo contigo tengo problemas, que los demás me aceptan, son mis amigos y comparto mi amistad con ellos.

Solo tu. Tú, la única. Tú la que va dejando enemigos por doquier.

¿Eso no te hace reflexionar? ¿Ni un poquito?

Solo pongo una condición: Si me pides perdón públicamente, en tu blog, diciendo que todas las acusaciones que me has hecho son falsas, yo escribo en el mío en el mismo sentido.A partir de ahí, cada cual por su camino y si nos hemos visto, no nos acordamos.Te doy mi palabra (si es que te merece algún respeto).

Jose."

No creo que sea necesario extenderme más.

Algunas otras cositas:

Acaba de publicar mi foto en su blog. Soy yo. Como veréis, la ha extraído de Palanganas.com.
Siendo como es un foro público, no puedo quejarme puesto que la colgué yo.

Yo tengo alguna foto suya, pero no la pondré.

Y termino con un par de apreciaciones:

A mi no me "dislumbra" ninguna mirada.
Tampoco tengo "obsecion" por nadie.
Y por supuesto, no suelto mi "biris" contra nadie.

Gracias, 4M por tu publicidad. Ahora aumentará el contador de visitas a mi blog.

Cuidaros.

ESPECIAL PARA 4M

Saludos.


Tras una pausa no demasiado larga, la normalidad vuelve a instalarse en mis paseos por Internet.


Como era de esperar, mi musaraña vuelve a las andadas porque, como ella dice: "que hablen de tí aunque sea mal". Como veréis, enciarra todo un tratado de filosofía. De la mejor, de la que contiene todo el Humanismo posible.


Debo suponer que ha superado la leuxemia (terrible enfermedad, aunque yo no tenga ni idea de qué es) y que por ello, deja de perdonar a sus enemigos y retoma los ataques directos. También supongo que será hasta que vuelvan a indicarle la dirección de D. Pedro Botero cuando nos perdone de nuevo.


Ahora usa diferentes nombres y correos y piensa que me provoca. Piensa que caeré en ésas provocaciones (tal cual escribo ahora) y que me sacará de quicio con su perspicacia.


Amenaza con contarle cosas a mi mujer (que desde mi lado os saluda con casi todos afecto), sobre mis "ligues" por Internet... Por supuesto, de eso entiende 4M un montón. Quizás sea la única forma de la que sabe realmente.


Personalmente, prefiero hacerlo en vivo y en caliente (y nunca mejor dicho), donde se pueda "tocar" a la otra. Pero cada cual con sus problemas.


Eso es serio. Me tiene acojonado.


Resulta que como me gusta escribir y soy sevillista, lo hago en varios foros de sevillismo, además de éste mi blog. Pues 4M ha aprendido (¿de quién?) sobre acoso. A lo mejor le dí pistas con Sun Tzu. Tal vez le hayan explicado lo que es la IP y (¿de quién lo aprendió?)... El caso es que se dedica a acosarme con preguntas tan agudas que soy incapaz de ponerme a su nivel.


Además, me envía correos donde se descojona (¿o debería decir "desovaria"?) de la risa consigo misma, con su ingenio y su agudeza.


Parece que la campaña de acusaciones de paidofilia que emprendió contra mi remite (aunque quizás 4M sepa más de eso que yo), por lo que debo dejar de preocuparme de mis cuates, mis dos hijos mexicanos, los que tuve con una prostituta de 10 años.


¿Qué, que no tiene imaginación?


Cabe recordarle que la explotación infantil está muy mal vista por Europa y que hay que esperar a que los niños cumplan la edad legal para obligarlos a trabajar. A veces te confundes y parece que estés en un país tercermundista leyendo determinadas cosas.


En fin, no quiero aburriros. Le deseo la mejor de las suertes a Michelangelo y le pido perdón si yo he vuelto a ocupar el primer lugar de los muñecos de feria a los que disparar.


Como estoy seguro de que volveré a estar en el punto de mira, me temo que el siguiente paso sea un maleficio, un conjuro mediante el cual contraeré "leuxemia", "cánxer" o quien sabe qué. Puede que saque a la luz los asesinatos que cometí y que la poli nunca llegó a descubrir.


De todas formas, como 4M es la que más grita (la que más tiene que ocultar, siempre que pensemos que hay algo que ocultar y que no está vació), diré, con la mitad o menos de intensidad que ella:


VIVA EL SEVILLA.


Nos vemos, 4M.


¿Eme...? ¿Cuatro emes...? Hummmmmmm...
Cuidaros,
P.D. Os pido disculpas por la imagen. No es habitual en mí, pero toda regla tiene alguna excepción. Supongo que no volverá a ocurrir.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

NAVEGANTES



Saludos.

Desde que Internet se convirtiera en el excelente sucedáneo del mundo sin fronteras que soñaban los anarquistas y desde que las posibilidades de navegar se han extendido a millones de personas facilitándoles el acceso, la comunicación, la creación de espacios "personales" (públicos, en tanto que la mayoría pueden leerse sin restricciones) y la inmediatez del mensaje, todo lo bueno y malo de la sociedad se ha instalado en éste fantástico medio.

No podría ser de otra forma.

En los blogs y foros, encontramos una nube de personas que escriben sin parar y vemos adolescentes, adultos y ancianos lanzados a emular el noble arte de Cervantes. Personas de todas las extracciones, de todos los ámbitos y todos los niveles culturales, ponen sobre la pantalla sus ideas, sus comentarios, sus pinitos literarios y sus inquietudes.

Es Internet.

Es genial.

Estos participantes suelen CREAR.

Crear, una de las facultades con las que intentamos asemejarnos a los dioses, en el ámbito literario/internauta, es fácil. Crear algo bueno, complicado.

Como en el mundo del papel, miles de candidatos para pocos premios y millones de aspiraciones que se apagan por el camino. Sin embargo, éste excelente sucedáneo te permite seguir creando aunque sepas, con absoluta certeza, que pocos o nadie te va a leer.

Hay, también, personas incapaces de crear y que sin embargo, navegan por internet con las mismas ganas que los que intentan aportar algo. Estos, los que no tienen ideas propias, encuentran un campo abonado para sus limitaciones.

Es fácil llenar la pantalla de tu "espacio" con grandes frases... de otros. Es fácil trasladar magníficas reflexiones... de otros. Es fácil, definitivamente, copiar y pegar.

Ya manifesté en otro momento que copiar y pegar no me parece totalmente negativo. Muy al contrario y por poco que sea, algo va quedando en el mero hecho de leer un texto, aunque luego lo copies. Tampoco importa demasiado (que debería y mucho), no citar al autor.

Parece que tenemos la obligación de llenar un "espacio" de la forma que sea.

También tenemos fenómenos fuera de catálogo. Personas que sin saberlo (no es fácil detectar algo así), padecen tremendos complejos de inferioridad. Elementos incapaces de crear algo positivo, algo bueno, algo bonito o, sencillamente, disminuidos afectivos, que miran con envidia los trabajos de los demás.

Y no solo en el campo literario.

La envidia puede producirla un participante que recibe halagos y tú no. Otro, que domina los fondos y las formas, también puede generar envidias. Y otros más, que son aceptados por la gran mayoría, defendidos y apludidos, cosechan estos "exitos" que tú no tienes.

Eso genera más envidia.

Los elementos enfermos, como debe ser porque para eso son egocéntricos, no consienten otro éxito que el suyo. Y para ello deciden destruir al otro, al exitoso, pensando erróneamente que la ausencia del brillante le dará lustre al oscuro.

Los elementos estos no conocen fronteras y si aplicaran la imaginación que derrochan en causar daño a los demás, en crear sus propias historias, llegarían a ser los más grandes.

Pero un elemento enfermo y egocéntrico jamás podrá hacer autoanálisis medio serio. Para ellos, todo lo malo lo tiene el otro y no importa qué. Siempre el otro.
No importa que los hechos te apabullen de errores y barbaridades, la culpa siempre es del otro.

A veces sorprende tanta torpeza porque son personas que, a priori, parecen cultos, inteligentes y formados. Sin embargo, entran a los foros y actúan pensando que como son ellos, todos tienen que aplaudirlos. Solo porque son ellos. Sin aportar nada, sin decir nada serio, sin crear.

Si no ocurre así, se buscan un enemigo, cualquiera, al que machacar, difamar, insultar, amenazar... todo en público. Todo con el fin de crear "simpatías" de los otros porque el papel de víctima puede suplirles su incapacidad.

Cuando se les va conociendo (no se tarda mucho en detectar a un impropio de estos), llegan a "construirse" tremendos traumas para que la pena de los demás les aupe al lugar que no consiguen por otros medios.

Y si aún así siguen siendo apartados por la mayoría, imputan horrosos delitos al pobre víctima de turno, intentando destruirlo. Más aún, no sienten el menor escrùpulo en desear la peor de las plagas al ínclito o a su familia.

Tremendo.

Son los que, para ocultar sus carencias, gritan sin parar no importa que, no importa como ni donde y se inventan nuevas personalidades. Parece que piensan que los demás no saben leer, no saben analizar y detectar estilos y formas.

¡Si al menos tuvieran la capacidad de ofrecer diferentes estilos de escritura!

La mayor parte de las veces son patéticos. Esperpentos.

Y casi siempre, solitarios enfermos que han descubierto Internet: el más maravilloso medio de comunicación jamás soñado.

Pero la pregunta es: ¿COMUNICAR QUÉ?

Cuidaros.

jueves, 4 de septiembre de 2008

PARA TÍ, ANTONIO

Para ti, Antonio, cuando la pena se dulcifica.

Quique tenía doce años recién cumplidos. Era alto para su edad, moreno y guapo. Poseía unos ojos negros que, su madre lo aseguraba, haría estragos entre las chicas en muy poco tiempo.

Apuntaba ya un cuerpo atlético fruto de su intensa pasión por jugar al fútbol, principalmente, aunque se le daban bien el baloncesto y la natación.

Por si fuera poco, era un magnífico estudiante.

A todas esas cualidades, había que unir que era, como decía su padre, “intrínsecamente” sevillista.

Aquella tarde estaba tumbado en la playa donde veraneaba la familia, junto a Lolo, su mejor amigo y que pasaba unos días invitado en su casa.

Lolo también era un chico guapo de pelo castaño y ojos verdes y al igual que Quique, muy alto para su edad, también buen atleta y otro espléndido estudiante.
Lolo era bético “por parte de padre”.

Ambos callaban concentrados en las noticias que les llegaban a través de la radio del MP3 de Lolo. Para poder oírla al unísono, cada uno se había colocado un auricular.

Escuchaban atentos, sin decir nada, pendientes de las novedades del caso.

Ni siquiera la pandilla de niñas de su edad que pasaba por delante de ellos, les hizo perder la concentración.

Pasados unos minutos, Lolo miró a Quique y dijo:

-Tío, que se está muriendo.

Quique, con las lágrimas pujando por escaparse de sus ojos, asintió. Era lo que decía su padre cuando aseguraba, pesaroso, “creo que no sale de ésta”.

Muchas preguntas rebullían por la cabeza de Quique. Por mucho que lo había intentado y sin tener aún una conciencia clara de lo que significaba “morirse”, solo conseguía sentenciar un:

-¡No es justo!

Tampoco es que supiera distinguir justicias abstractas, pero se lo había escuchado a su padre y como tampoco él podía explicar un suceso tan enajenante, pues adoptó la expresión y en los últimos días, la soltaba más a menudo de lo que hubiera deseado.

Lolo tenía un nudo en la garganta. Nunca antes había visto llorar a su mejor amigo y además, él también tenía el corazón en un puño. También él había envidiado a aquel jugador del “otro” equipo al marcar un gol mágico; había asistido a la explosión de alegría de Quique y su familia con los títulos conseguidos y había compartido ésa felicidad porque eran sus amigos.

La emoción de Lolo era genuina y lo fue entonces como lo era ahora. Quique era su mejor amigo y casi su hermano porque Lolo era hijo único. Definitivamente.

Mirando a Quique haciendo esfuerzos titánicos por no ponerse a llorar como un niño y aguantando sus propias lágrimas, recordó las innumerables veces que se habían lanzado puyas amables sobre sus respectivos equipos. Durante unos segundos, sintió un vago sentimiento de culpa por haberle gastado aquellas bromas graciosas, por haber contado aquellos chistes sobre el Sevilla y por las largas charlas pugnando, cada uno, por destacar los valores de sus equipos y las carencias del otro.

Lolo le pasó el brazo por los hombros a Quique y como si hubiera estado esperando aquel gesto para desencadenar su dolor, Quique lloró.

Lolo también.




En una de las miles de fotos que se publicaron sobre la muerte de Antonio Puerta, puede verse a Quique y a Lolo, cada uno con su camiseta, con su escudo, abrazados llorando mientras delante, a pocos metros, el féretro de la Zurda de Diamantes toma rumbo al Tercer Anillo.

Cuidaros.

lunes, 1 de septiembre de 2008

LA HERENCIA

Saludos.

Los seres humanos configuramos nuestras vidas con una sabia mezcla de genes, modelos, espectativas, esfuerzos y deseos.

Los genes nos vienen dados y no podemos elegir. La naturaleza nos programa en una determinada dirección, física y mental, y nada podemos hacer contra eso (todavía).

Los modelos nos los prestan la familia y el entorno. Imitamos a nuestros padres, hermanos, amigos y otras personas que, por una razón u otra, nos despiertan deseos de parecernos a ellos.

Las espectativas nos las marcamos en función de nuestras capacidades y la madurez mental que acompaña a cada edad. Hay límites para ello: yo no podría nunca ser pívot de baloncesto. Tampoco podría ser un genio de las matemáticas. En función de, como decía, nuestra propia madurez, podemos navegar por nuestra existencia alcanzando ésas espectativas si, razonablemente, están a nuestro alcance.

Los esfuerzos son la base de casi todo lo que nos planteamos. Podemos marcarnos unas espectativas altas o bajas que, sin el esfuerzo necesario, nunca llegaremos a conseguirlas.

Los deseos, los intelectuales, son la base desde la que se construyen las espectativas y se logran con los esfuerzos.

Mi padre, hombre bueno e inteligente (que no es sinónimo de listo), me transmitió la mitad de mis genes, la razón, el modelo y la madurez para superar toda una vida cargada de trampas y sinsabores.

De la misma forma, heredé de él algo tan importante, tan sustancial y valioso como es la curiosidad.

Sin la curiosidad, el ser humano hace miles de años que habría desaparecido.

Y también me legó otra pequeña faceta, casi imperceptible, apenas destacable pero tan valiosa como la que más, que se llama "clase".

Mi padre tenía clase.

La clase de mi padre era sencilla y nada tenía que ver con títulos nobiliarios, dinero (que no tenía) ni estatus social: era honrado, trabajador y hacía lo imposible para no "joder" a los demás.

Su máxima (que he hecho mía) era: no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a tí.

Todo un tratado de filosofía.

Mi padre no fumaba, no bebía y no decía "tacos". Su vida era trabajar para sacarnos adelante y curiosear detrás de toda la información que le llegaba. Nunca se conformaba con las apariencias y hurgaba un poco mas allá, por detrás de las cosas, para SABER, para ENTENDER, para CONOCER los procesos.

Luego nos transmitía sus conocimientos con observaciones "curiosas".

Todo un tipo.

Tenía clase.

De la clase que te permite pensar que esos genes benéficos seguirán su curso y se implantarán en nuestros herederos.

Yo no tengo herederos, pero mis hermanos sí y observo en esos niños la herencia. Veo a mis sobrinos inteligentes, buenos y curiosos. Y sé que les llega desde mi padre.

Sé que mis sobrinos tendrán clase. De la buena. De la que no te dá el dinero, los títulos ni el status.

Seguramente llegarán a buenos niveles en la sociedad, que tendrán estudios, cultura y un lugar y sé, también, que tendrán la clase que les garantice ser buenas personas por encima de cualquier otra consideración.

Es la clase buena.

Es la clase que a mí me interesa, la que se tiene de nacimiento o no se tiene, la que encuentro en mi familia, en mis amigos y en las personas que quiero, vengan de donde vengan y sin que me importe su nivel social, sus estudios y sus ocupaciones.

Los demás, los que se compran la clase, no me interesan.

Cuidaros.