Saludos.
Una de las mayores satisfacciones que produce pasarte muchas horas cada día ojeando periódicos antiguos (recuerden que investigar es, entre otras cosas, leer decenas de páginas de prensa), es la posibilidad de encontrar anécdotas curiosas y divertidas, descubrir los orígenes de hechos y frases y, sobre todo, asistir al desarrollo del fútbol a lo largo de los años, sus cambios y circunstancias.
Nos vamos a abril de 1936. El conflicto español aún no ha comenzado y la FIFA se reúne en Berlín.
Preside Jules Rimet (recordar que éste señor da nombre al trofeo que se entrega al campeón mundial) y le acompañan, como vicepresidentes, el italiano Mauro y el belga Seeldrayers. Destaco a éstos dos porque tendrían un papel determinante, sobre todo Mauro, en el desarrollo de las dos federaciones que coexistieron en España durante la Guerra Civil y que oportunamente publicaremos. El resto del Comité Ejecutivo queda así:
Verán que el Sr. Durán, probablemente, estaba de baja.
La FIFA decide, entonces y con fuerte polémica (había un acuerdo tácito de alternancia entre Europa y América y ése debió corresponderle a Argentina), que el Mundial de 1938 lo organice Francia y como reconocimiento a la labor del Sr. Rimet. Descarten cualquier tipo de peloteo, por favor.
Ése mundial lo gana Italia, a las órdenes de Vittorio Pozzo, renovando título.
Eran tiempo complicados y convulsos porque España entraría en guerra intestina en pocos meses y Europa tres años más tarde.
Pero las polémicas fueron muchas y diversas y otro día hablaremos de ellas.
Volvamos a Berlín porque en aquella Asamblea de 1936 se acordaron cosas muy interesantes. Vamos a resaltarlas en orden de interés (del autor).
Veamos.
No he podido desentrañar el misterio aunque sospecho que había mucho de fantasmagórico por ahí. Quizás también por aquí. Leyendo eso, uno se pregunta… ¿quiénes presumían de logros no conquistados? Algo grave estaba ocurriendo, seguramente medallas inventadas o títulos falsos lucidos por equipos o selecciones, para que los altos dirigentes del fútbol mundial tuvieran que llamar la atención a algunos vivales.
Y eso de “publicidad engañosa” me suena. Hablamos de 1936 y como verán, nada nuevo bajo el sol.
El siguiente extracto dice:
Alucinante. ¿Qué estaba ocurriendo antes de ése Congreso? ¿Por qué solo el portero no necesitaba pasaporte?
(Puede que yo no lo interprete bien y que en realidad quiera decir que los diez de campo debían mantenerse los noventa minutos aunque lo dudo. Agradeceré orientaciones).
Recuerden que hasta la Europa moderna en que el acuerdo de Schengen “abolió” las fronteras, todo no nacido en un país era extranjero y que a pesar de ello, recuperamos las naciones (con sus rayitas en los mapas), cuando de selecciones nacionales hablamos. No busquen contradicciones, por favor, porque como leerán, ya se hacía antes, hace mucho tiempo y que debió resultar escandaloso cuando la FIFA decide acotar los orígenes de los jugadores.
Y más aún, la deliciosa redundancia del cronista de “partidos oficiales internacionales” y “entre naciones”.
Sigamos porque la última perla no tiene desperdicio:
¡Vaya! ¡Quién nos ha visto y quién nos ve!
¿Intermediarios interesados? ¿Había (y hay) Intermediarios “desinteresados”?
Resulta poderosamente llamativo que lo que por entonces se trataba de frenar haya resultado, a la larga, el “leit motiv” de todo el fútbol mundial. Un enjambre de intereses personales, societarios, de inversiones, de grupos (lean esto y entenderán muchas cosas) que controlan todos y cada uno de los jugadores (que se convierten, queramos o no, en simples inversiones), y de partidos.
Hoy sería impensable que la FIFA organizara un evento (sobre todo el Mundial), sin que una multitud de “intermediarios” no “colaboraran” y se repartieran la enorme tajada que por mor de la televisión hay que distribuir entre tantas bocas. Y todas quedan saciadas.
No hablaré hoy del reparto interno, de la Liga BBVA y su cohorte.
Cuidaros.
2 comentarios:
"Cosas veredes, querido Sancho"
Saludos.
No hay verdad que pueda desmentir una buena noticia.
¿O era al revés?
Gracias.
Cuídate.
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