jueves, 12 de enero de 2012

ACCION Y REACCION

 

Saludos.

Pues fuera de la Copa. El mejor equipo copero del siglo XXI, con diferencias, no pasa tampoco este año.

Y no pasa a pesar de haber ganado y de aquello tan absurdo e incomprensible del valor doble de los tantos en campo contrario. Los que hacen éstas normas, entre otras cosas, olvidan algo tan fundamental en éste deporte como es que gana el que marca uno o mas goles que el contrario y que hay que seguir jugando (prórrogas si son necesarias) hasta llegar a ello. Como mal menor, acepto lo de los penalties (con reparos). Incluso el “gol de oro” es mejor fórmula que la elegida porque supone respetar eso que decía: gana el que marca uno mas que el otro.

Leía estos días previos cosas que no termino de entender y aunque respeto la opinión de cada cual, tengo que discrepar en algo esencial: el Sevilla F.C., como cualquier grande que se precie, debe salir a ganar TODAS las competiciones posibles, TODAS en las que esté inmerso y hasta los amistosos. TODAS y cuantas mas, mejor.

Me siento incapaz de pensar que por renunciar a una de ellas algo te asegure que podrás lograr cualquiera de las demás. O que te puedas consolidar en uno u otro puesto de la tabla porque te dediques solo a eso. Ni siquiera los cálculos de probabilidades pueden garantizarlo y esto es un juego donde solamente influyen, a priori y puede que decisivamente, la calidad de los jugadores. En principio, todos partimos desde la misma línea de meta aunque dispongamos de coches mejores, regulares y peores, con todo lo sangrante que pudiera parecer y que de hecho, es.

En su “Tercera Ley”, Newton decía: Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria: o sea, las acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en sentido opuesto

Pues éste Sevilla de la temporada 2011/2012, es newtoniano en grado sumo porque lleva demasiados partidos reaccionando solo cuando está por debajo en el marcador, cuando las fuerzas contrarias dejan sentir sus efectos, cuando hay más fricción en el campo…

Si, mueve mucho el balón, controla bastante bien muchos minutos… pero no concluye con goles y eso, en fútbol, es mortífero. De nada nos sirven los porcentajes de dominio si no marcamos. De nada. Si además unimos a ello que llevamos mucho tiempo con la suerte de espaldas (palos, porteros afortunados, balones a la grada, árbitros marionetas, regalos incomprensibles, errores garrafales, jugadas de patio de colegio…), pues ocurre que Kanouté, en el último cabezazo de ayer, no la mete dentro y no logra el milagro. Antes, cuando ésa suerte estuvo aliada con nosotros, ésos toques determinaban finales.

Tal vez debiéramos apostar por dejar al otro que elabore todo el tiempo y nosotros agazapados para pillarlos a la contra como nos han hecho muchas veces este año. Tal vez.

Y seguimos atendiendo a Newton porque solo cuando nos vemos en desventaja nos sale la casta y el coraje. ¿Por qué hay que esperar a vernos a los pies de los caballos para mostrar nuestra fuerza? ¿No se le ocurre a nadie que debería ser al revés y que tendríamos que procurar sentenciar el partido lo antes posible? ¿Por qué esperar a tener el agua al cuello? Eso sale bien muy raramente. Rarísimo y a Puerta y Palop me remito, por ejemplo.

Podríamos hacer el siguiente ejercicio de reflexión y tratar de reorganizar nuestro modelo: no tenemos la suerte éste año, repito, de nuestro lado; estamos dando demasiadas facilidades a los contrarios sin importar si son muy buenos, buenos, regulares o malos de solemnidad; los arbitrajes, salvo alguna honrosa excepción, son criminales y todo apunta a que será así para siempre a menos que esto cambie radicalmente; hay que concienciarse de que metiendo treinta o mas balones al área (lo hicimos varios años), aquel cálculo de probabilidades que decía casi que te augura un diez o quince por ciento de efectividad (goles); el equilibrio de un equipo es la clave final, la que determina el juego y como no, los resultados; que no nos vale solo con tener una sólida defensa (que no tenemos), o solo un pegada letal (que tampoco)…

Sin embargo y si insistimos en lo de Newton, ya hemos demostrado que a ratos somos capaces de apabullar a cualquiera, de vencer las fuerzas naturales, de superar los roces que impiden los avances.

¿Y si nos lo planteamos iniciar la reacción antes de la acción? ¿Y si salimos a machacar mientras estamos frescos (porque podemos y sabemos) y luego, en clara ventaja y una vez conseguida la renta necesaria (con uno cero, no, por favor porque es demasiado peligroso) dejamos que se fundan (que reaccionen ellos si pueden) viendo pasar el tiempo?

Es el juego del largo plazo, de la regularidad en todos los órdenes, de la planificación, de la compensación... ¿gestas heroicas? De tarde en tarde, ocasionalmente. Raramente.

¿Que tendrán que ver la física con la magnesia?

¡Échales eggs…!, que dicen los Biris.

Cuidaros.

2 comentarios:

Flamenco Rojo dijo...

José Manuel, después de comprobar que en los primeros 25 minutos, que es lo que nos duró el combustible, no fuimos capaces de marcar un gol, se podía presumir que nos costaría un mundo pasar la eliminatoria. Y se confirmaron las peores espectativas. Al equipo le falta "testiculina" y, particularmente, no veo a Marcelino capaz de inyectarsela. Me gustaría desdecirme después de los próximos dos partidos si es que terminásemos la primera vuelta con 30 puntos.

Un abrazo compañero.

Jose Manuel Ariza dijo...

Saludos, compi.

Yo, como tú, estoy deseando que nos ocurra como con Juande: muy mal al principio y luego... ¡BUM!

Gracias.

Cuídate.