lunes, 21 de junio de 2010

EL JUGADOR NUMERO 12

Saludos.

Hace unos días conocimos las sedes que serán designadas (ver aquí) para optar a la organización del Mundial 2018 y no estaba el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuan.

Nuestro Estadio, el de Nervión, fue durante años la sede del combinado nacional porque nuestra afición, la del Sevilla, ostenta el título honorífico de “Jugador número 12”.

En realidad y sumando otra nueva coincidencia –“La Bombonera”-, el apodo lo inventa el periodista argentino Pablo Rojas Paz –“El negro de la tribuna”- en los años treinta, cuando en una crónica para el diario Crítica, dice: “la hinchada es el jugador nº 12 de Boca (Juniors)”. Se refería al apoyo incansable que la “Barra Brava” –los “Biris” de Buenos Aires- insuflaban a su equipo.

La primera vez que se usa el término en España fue en 1964:

jugador12.pdf1

Desde entonces, el Sánchez-Pizjuan se convirtió en el fortín inexpugnable de la “roja” –término inventado por los medios de Madrí- hasta que aquel señor de Barakaldo llamado con toda la razón del mundo “Amarrategui”, decidió acabar con el reinado de los de Nervión.

Es el mismo tipo que presumía de victorias y partidos sin perder y… cero títulos. El mismo que anduvo entrenando por aquí y dejó lo mismo que deja en todas partes: nada bueno. El verborréico incontenible que si manejara los equipos con la misma soltura y destreza que su lengua, tendría atesorados todos los trofeos posibles.

España, por tanto, opta a organizar un nuevo mundial de fútbol junto casi con Portugal y el Estadio del Jugador Número 12 no está en la lista.

Yo no me lamento demasiado. He dicho muchas veces que “la roja” no es mi pasión; que todos mis anhelos los colma el Sevilla y que el Jugador Número 12 es nuestro, de nuestro Equipo y así lo viene demostrando desde hace mucho más de cien años. Muchos más.

La Selección Nacional de España hizo bien poco por nosotros. De hecho y a pesar de que usaron nuestro Estadio y nuestra Afición de forma masiva y desvergonzada –cuando sacaban a jugar a alguno de los nuestros un rato para contentar a la afición-, jamás obtuvimos los mismos privilegios que lograran otros.

Y nuestros jugadores de todos los tiempos, sin duda mejores que otros que tenían los puestos asegurados por pertenecer a otros clubes, perdieron buena parte del caché que ganaban aquellos mantas que durante décadas nos dejaron en los escalones más bajos de las selecciones europeas.

De nuevo, nosotros a lo nuestro. Con o sin Selección.

Pues que se lleven a “la roja” a donde quieran que nosotros nos quedamos con “el 12”.

Y los del Tercer Anillo.

pizjuan

Cuidaros.

1 comentario:

Tántalo dijo...

A mi lo que me preocupa es que nuestros bolsillos pagaran las costosas remodelaciones de los estadios que ellos elijan y para esto, como siempre, nosotros nos quedamos fuera.