Saludos.
En 1921, la prensa de Madrid publicaba la noticia de que el Capitán General de la I Región Militar, había ofrecido una copa para un torneo de football. Lo deberían disputar las selecciones militares de Madrid y Lisboa.
En efecto, el partido se disputó con gran asistencia de público y con, incluso, la presencia del Rey quien entregó el trofeo a los ganadores.
Vencieron los nacionales por 4 a 1 y como resultado del feliz evento, ambas partes (ambos ejércitos sería más conveniente), acordaron devolver la visita a los lisboetas.
Sin embargo, habrían de pasar dos años para que se hiciera realidad.
En 1923, por fin, se llegó al acuerdo y las tropas nacionales del balón hubieron de organizar la marcha a territorio extranjero, ambicionando la conquista del segundo trofeo.
Antes, sin embargo, había que prepararse. Para ello, se invita al Birmingham como sparring, en el campo del Atlético aunque, como veremos, no salió del todo bien:
Tremendo varapalo de los ingleses.
Supuestamente entrenados, la cosa no parece tan sencilla. Desplazar tropas fuera del territorio patrio no es cosa baladí ni siquiera para jugar al fútbol.
Ahí está. El mismísimo Alcalá-Zamora, Ministro de la Guerra, firma una real orden en la Gaceta de Madrid (BOE) por la que se autoriza el viaje, los mandos que dirigen la expedición y, si lo leen, las dietas que habrán de pagarse a los desplazados: 50 pelas diarias para los jefes y 15 para los reclutas. Todo un detalle porque ya saben que el desgaste mental es muchísimo más agotador que un simple partido de fútbol.
Pues el partido de vuelta se celebró y, como leerán en la crónica, con resultado adverso.
Como viene siendo habitual desde entonces y aun antes, la prensa madrileña destaca el magnífico juego y dominio de los españoles que, sorprendentemente, caen abatidos por 4 a 2. Sin comentarios (míos).
Tendremos que consolarnos con el global de 6 a 5.
Quizás si la escuadra española hubiera contado con éste señor que juraba bandera en marzo de ése año (Ricardo Zamora) las cosas hubieron podido ser diferentes.
Por esos años, campean por Andalucía estos señores.
Y unos cuantos más tarde, D. Niceto Alcalá-Zamora se retrató con nuestro capitán:
Cuidaros.
SEVILLA FOOTBALL CLUB FOUNDED BURNS NIGHT OF 1890
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