Saludos.
Unos días de descanso lejos, muy al norte, rozando la frontera del país de los guiñoles (escucho una frase que se me queda y aunque uno tenga el sentimiento nacionalista en modo “estanbai”, dice “soy español ¿en qué quieres que te gane?. Es divertida, por lo menos), gozando de naturaleza a “tutiplen” (los parques naturales de Ordesa y Aigüestortes son, sencillamente, impresionantes), con eternas caminatas montaña a través de horas y horas (alcanzando de pleno el complejo de cabra montesa), con vistas espectaculares…
Entrambos, una inmersión profunda en el románico pirineo (y Las Cinco Villas), admirando las formas sencillas, monumentales, de los arquitectos de lo divino con materia humana.
Y pasada la parte mística, vuelta a lo natural, sin modificaciones aparentes. El Parque Natural de Aigüestortes.
Descanso, desconexión casi absoluta (solo lo necesario para no perder el ritmo y no tener que pasarme a la vuelta tres horas leyendo correos atrasados de mis compañeros palanganas) y vacaciones. Esas que, fraccionadas a lo largo del año, consiguen que me relaje mejor, que rompa el ritmo de trabajo y disfrute. Disfrute del tiempo libre que me gano el resto del año.
La anécdota es la dueña de un restaurante (donde comimos muy bien) que a pesar de su cerrado acento catalán, supo entender que los andaluces no somos vagos ni maleantes, que trabajamos como el que más, que nos partimos el lomo igual que catalanes, vascos, gallegos, castellanos…
Y que los sinvergüenzas no tienen pasaporte.
Cuidaros.
4 comentarios:
biennnnnveniiidoooo. ponle música de Miguel Rios.
Saludos.
Gracias, D. Pepeele.
Cuídate.
En esos parajes se desconecta si o si,bienvenido a casa hermano.
Saludos.
Eso es, hermano. Buscaba sitios para desconectar y lo he logrado.
Un abrazo.
Cuídate.
Publicar un comentario