LA COPA DEL MUNDO

Saludos.

Éste es el trofeo conquistado y que nos coloca, por fin, en el máximo nivel del fútbol mundial. Es verdad que solo tenemos uno, todavía, pero también lo es que las promesas de futuro son inevitables y con un atractivo poderosísimo.

La que algunos llaman “la mejor liga del mundo”, que  logró el cetro europeo hace dos años, necesitaba ésta otra copa –que para nada se parece a los modelos tradicionales- para justificar tanto halago gratuito.

Puede que ahora, con el mayor trofeo del fútbol, podamos empezar a creernos eso, que tenemos la mejor liga del mundo… si somos capaces de atrevernos a pensar que son más de dos equipos porque, si esto no cambia, me temo que tendremos que seguir esperando el plácet de los ingleses (esos que colocan tres o cuatro clubes en las fases finales de las competiciones europeas), demostrando que los niveles crecen con la competencia.

El Equipo de España ha ganado ésa Copa porque ha sido el que más tiempo ha hecho el mejor fútbol.

Pero puntualicemos: el “mejor” fútbol puede tener tantas definiciones como espectadores.

Italia, por ejemplo, tiene varias copas de éstas sin hacer, jamás, un fútbol estéticamente atractivo. Alemania, todo fuerza, disciplina y potencia. El Brasil de los últimos tiempos, “europeizado”, ha perdido gran parte de la magia que me hizo, siendo apenas un niño, incondicional de lo que vi a Pelé (el más grande, digan lo que digan), Jairzinho, Tostao… en blanco y negro cuando Guadalcanal lo permitía.

Pero la España de Sudáfrica ha sido la que apostó, sin género de dudas, por crear algo, por mover el balón, por poner imaginación a la cosa.

Y como siempre he dicho, jugando “bien” las posibilidades de ganar son mayores.

Por eso y a pesar del cansino Del Bosque y su machaconería en sacar a Torres (fuera de forma, ido, torpe con los pies para el juego de los demás y, no obstante, perfecto para el fútbol inglés), tuvo, como dije en su momento, que poner a otros para que le sacaran ,a su vez, las castañas del fuego.

Ya casi ni me molesta que la jugada última, la del gol,  sea convenientemente mutilada y solo ofrezcan los instantes finales. Se comen la magnífica galopada de Navas. Otra vez.

Ayer, a ratos, miré el desfile multitudinario por las calles de España ¿o era Madrid? y el permanente enfoque, la abrumadora presencia en pantalla de Casillas, Torres y Ramos con la copa. Los demás, pasaban por allí.

Y en los resúmenes que he visto hoy en los informativos de televisión, vemos a Reina presentando a sus compañeros… pero solo a unos pocos. Especialmente, a los ¿de qué equipo?.

Los otros catorce o quince pasaban por allí.

Pero nosotros, los del mejor Equipo andaluz de todos los tiempos, estamos acostumbrados a ello y solo nos sirve para en un discreto segundo plano, seguir escribiendo páginas gloriosas para nuestro fútbol. El fútbol de Sevilla, de Andalucía y del Sevilla FC.

Nosotros a lo nuestro porque allí, pasando por allí, había tres canteranos campeones del mundo. Después del Barça, los que más.

¿Eso les duele? Pues ya saben: agua y ajo.

Termino insistiendo en que ha ganado el equipo que hizo mejor apuesta por el espectáculo, por el fútbol, poniendo imaginación y a ratos, magia con el balón.

Si éstos jóvenes, más los que lleguen, siguen progresando, a nadie extrañe que las estrellas de las camisetas aumenten en los próximos años.

Por la parte que nos toca ¡Felicidades, sevillistas!

Cuidaros.

P.D. Circunstancias familiares imprevistas me han obligado a regresar mucho antes de lo esperado.