Vamos a situarnos en 1891.
Hace un año ya que una Sociedad creada expresamente para la práctica del foot-ball, el Sevilla Foot Ball Club, tomó la iniciativa de retar a la Sociedad de Recreo de Huelva, que también tenía un apartado para éste deporte, a disputar un match.
Se considera, porque es así, el primer partido de fútbol celebrado en España entre dos Equipos de provincias diferentes. Y el Sevilla lo promociona.
En el resto del país, de la misma forma, el "sport de los ingleses" está haciendo su aparición. No siempre fué fácil, pero los aires venidos de fuera terminarán por imponerse.
Como toda idea novedosa, encuentra resistencias y solo la tesonería de los promotores terminará por impornerse. Nos obstante, había que vencer muchos obstáculos porque algunas ideas estaban muy arragiadas en lo más profundo y vencerlas se tornaba complicado.
Los defensores de lo hispano se agarraban a cualquiera fuese la excusa para denigrar ésa moda.
Hubo un tiempo, mucho más tarde, en que el fútbol, ya implantado y seguido en la Piel de Toro, dejó paso a la caza del zorro como contrapunto a la lidia.
Pero el sport nacido en las Isla Británicas es solo uno más de las actividades que acompañan a las ideas renovadoras, humanistas, que recorren Europa sin considerar las fronteras.
Y en Francia reconocen pronto la necesidad de organizar todo esto porque adivinan que llegará lejos.
Y España no podía resistirse a la invasión -aunque algunos lo intentaran vehementemente-.
Porque las primeras reacciones fueron, incluso, iracundas a pesar de que fueran las élites las que lo practicaran inicialmente.
Pero como hay manera de ocultar su origen ni sus pioneros en suelo patrio, descubrimos que no había un solo Club inglés. ¿Cómo? ¿Otro Club inglés?
En efecto, el Barça era un club inglés.
¿Chocante? En efecto lo es y quien pretende denominar al Sevilla como "el equipo de los ingleses", debería repasar ésas alineaciones porque el tan poderoso Barça nació de la misma forma que lo hicimos los demás. Si pudiéramos demostrarlo, estoy convencido de que muchos de ésos apellidos, como en Sevilla, eran nacidos en Barcelona.
Sin embargo, las cosas no quedaron ahí y los defensores de los juegos autóctonos no se amilanaban.
Veamos otro ejemplo de defensa a ultranza de lo patrio:
¿Quién firma el artículo? ¡No es posible! El inventor del término "balompié" resulta que era un anti-foot ball convencido. En realidad, debió llamarle Real Betis Melocotonpié si, años más tarde, hubiera seguido su propio hilo argumental.
Pero ya no había vuelta atrás porque entre lo que nos traían los ingleses a los puertos y la propia educación recibida allí por los vástagos de las familias pudientes españolas, el vendabal, de la mano de la educación, nos conquistó.
Ellos eran así.
Porque ya entonces hubo visionarios que adivinaron un futuro llenos de partidas de foot-ball.
Y otro que si hubiese llegado a imaginar lo que se podría ver ciento veinte años más tarde, hubiera alucinado en colores.
Con todo mi cariño a un amigo suizo que tengo. Tiene afán de protagonismo, aunque lo negara con vehemencia, porque le interesa creerse algunas milongas que podrían beneficiarle. Tampoco tiene un pelo de tonto.
Tiene, además, lagunas de memoria porque pone en bocas de algunos cosas de otros. Además, pretende reirse de las ideas de los demás aunque ésos, los demás, hayan demostrado cosas y él solo se limite a hablar.
Tampoco recuerda quién dice las frases históricas ni en que contexto, siendo como es un mano de madera, y sin haber leído que los pineros de la sociedad actual y muchas de las ideas que hoy parecen normales, incluído el sport, no son los de su bando.
Y por último, solo le deseo que siga con sus problemas para adelante.
Cuidaros.
1 comentario:
Magníifico, los orígenes del fútbol... regatas, hipódromos, y foot-ball.
Eso me suena.
Regatas en verano y foot-ball en invierno, sport todo el año.
Estupenda reconstrucción de la historia, desde uan punta a la otra del mapa, y los ultraespañoles queriendo cerrar los ojos a lo que venía de fuera...
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