FALTA LA X

Saludos.

El hecho de que te hayan inoculado el virus de la curiosidad histórica tiene, lógicamente, cosas buenas y cosas malas.

Me pregunto sobre cuál de ellas quiero escribir primero y deduzco que de las malas porque luego, cuando haya pasado el mal trago, espero recomponerme con las buenas y subirme la moral.

Ése virus tiene la perversidad de afectarte la neurona de manera que no solo quieras saber qué pasó entonces, cómo fué, quién estaba, qué hacían, desde cuándo y por donde andaban, sino que a medida que avanzas, que descubres cosas, que los ubicas en la historia, se te muestran las personas de mayor tamaño, se engrandecen y terminas por sentirte empequeñecido ante auténticos héroes.

El football de entonces era, sin aspavientos, épico. Y los sportmen, nuestros jugadores, fenómenos humanos, grandísimos deportistas que dejaron sus huellas en el Club y en condiciones verdaderamente difíciles. Todos.

Pues perseguir ésos "fantasmas", que a medida que retrocedes en la historia se hacen más sutiles, difusos y esquivos, te absorve, te empecinas, reniegas y dedicas horas infructuosas a encontrar nexos, detalles, gestas... información.

Información, ésa es la clave.

Hay mucha ya digitalizada, pero sigue siendo insuficiente. Hay períodos oscuros, perdidos, porque las huellas se han borrado o porque aún no se han mostrado; porque hay que dar con el lugar exacto donde se enconden o porque requiere un esfuerzo que aún nadie se ha auto adjudicado.

Y tú, en tu aprendizaje galopante, pretendes emular a los grandes y refinar las búsquedas por sendas no holladas creyendo, iluso, que nadie ha pasado antes por allí.

Pero algo haces, algo intentas.

Y de pronto, una chorrada te permite crear una entrada en tu blog. Te lo montas para rellenarla de letras, la adornas, despliegas tu vocabulario para que el lector tenga la sensación de que eres inteligente -que es una manera de engaño como cualquier otra-, y descubres, maravillado, que en toda la Historia del Sevilla... ¡nunca hubo un jugador cuyo nombre comenzara por equis!

Ningún Xavier, Xanthus, Xenophon, Xenos, Xerxes... -veréis que he hecho los deberes y he buscado nombres que empiecen con equis-.

Pues eso, que en toda la historia del Sevilla, jamás hemos fichado a un jugador cuyo nombre comience por equis.

He repasado escrupulosamente la lista, desde sus orígenes, y nada, ni uno con "x".

¿Qué significa eso? Nada de nada. Sin embargo, tenemos el abecedario completo, algunos muy completos, de nombres históricos, grandes o muy grandes, sensacionales, estrellas nacidas aquí o creadas por éstas tierras que luego, por los azares de la vida y la fortuna, eclosionaron en otros sistemas galácticos.

Pero ninguna equis.

Colijo que debemos rellenar ése apartado cuanto antes y que no podemos permitirnos tener una letra vacía. No es de recibo. En la y griega, por ejemplo, tenemos solo a Yiyi, utrerano, pero suficiente para inundarla completamente -yo lo ví jugar y era estupendo-.

¿Un Club de la categoría del Sevilla puede permitirse tener la "x" vacía? No es serio y alguien, don quien corresponda, debería tomar cartas en el asunto y corregir éste problema cuanto antes.

Si estudiamos con atención la lista, veremos que la letra "k", sea de inicio o inserta en el nombre, nos ha dado muchas satisfacciones porque en la época más gloriosa del Sevilla, desde 2005, los kas han brillado en todo su esplendor y nos han elevado a la élite mundial.

Kas que se han ido, kas que han llegado... kantidad y kalidad de kas en una letra, en castellano, poco visible.

Pero ninguna "x".

Y eso me apesadumbra porque noto como si me faltara algo, como si estuviéramos incompletos, no formados del todo. Es verdad que en castellano moderno la "x" se transformó en "j", pero a pesar de ello y desde que tenemos la opción de inscribir a los niños con el nombre que queramos, no hemos conseguido ningún equis para el primer equipo.

Ya vale.

Entrada chorrada en un sábado que hay que ocupar de alguna manera y esperando la hora del partido, después de las obligaciones domésticas para con la cocina -ésa habitación de la casa que existe, con "x"-, de sentarte a reposar y dejando que los dedos sigan su propio ritmo en el teclado.

Hoy, como veréis, la musa de ojos grandes no estuvo muy brillante y quizás se dejó invadir de la misma placidez que a mí me embarga.

Cuidaros.