martes, 19 de septiembre de 2017

ESTADIOS


Saludos.

En la Junta General Ordinaria de 20 de diciembre de 2007, el entonces Presidente del Sevilla FC, presentó un video del posible futuro proyecto de remodelación y ampliación del Estadio. José Mª del Nido aseguró que no se hipotecaría el Club por una obra faraónica (la construcción del Sánchez-Pizjuan nos endeudó durante décadas) y también que: “es responsabilidad del Consejo buscar la financiación necesaria para llevarla a cabo”. El máximo dirigente sevillista insistió en que la citada obra se finalizaría siempre que la financiación de la misma se pagara con las plusvalías obtenidas.

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Imagen de la maqueta del proyecto de 2007.

Para la realización de la reforma, el Presidente estimaba una inversión de entre 90 y 200 millones de euros y deberían haber comenzado a finales de 2008. La propuesta fue mucho más larga y completa (incluía, entre otras mejoras, la posibilidad de construir un aparcamiento bajo el césped) pero nos limitaremos a extraer la parte que interesa en éste artículo.

Como todos sabemos, el Ramón Sánchez-Pizjuan solo se ha acondicionado parcialmente y han debido pasar diez años de aquella Junta para ver los resultados. Hoy, el Estadio presenta un aspecto muy distinto al que poseía entonces.

Ésta pequeña introducción, limitada pero suficiente, solo nos debe servir para acallar a ésa parte del fútbol sevillano que alardea contumaz de determinados valores (ciertos unos pocos, rotundamente falsos la mayoría) en un permanente ejercicio de infantilismo con el que camuflar las importantes carencia que muestran, y han mostrado, en sus ¿110? años de existencia y en los aspectos que mayor relevancia tienen para un Club de Fútbol: títulos y palmarés.

Porque si se trata de presumir, quizás deberían mirar un poco la Historia de ambos Equipos, sin complejos, para evitar los ridículos constantes con los que tratan de distraerse entre ellos. Y divertirnos a nosotros, todo sea dicho.

Es cierto, no obstante, que la reforma del Benito Villamarín ha activado, nos guste o no, una cierta controversia sobre las cualidades de nuestro Estadio y su capacidad y aforo.

Hay, desde mi punto de vista, dos maneras (probablemente más) de abordar éste interesante debate: con el corazón o con la cabeza (dicho sea con todos los respetos posibles en ambas opciones y sin que sean necesariamente excluyentes).

Si nos acogemos a la primera de las formas, puede que la polémica termine enseguida. Tenemos un Estadio inaugurado el 7 de septiembre de 1958 con un aforo de algo más de 42.000 espectadores. Por ahí, por Nervión, hemos visto grandes proezas del Sevilla y muchas penas. Es un Estadio medio entre los importantes de Europa, bien situado y comunicado aunque el acceso de vehículos a la zona resulte difícil. No obstante, su estructura y ubicación hacen complicada una posible ampliación. Además, presenta carencias visibles en otros aspectos…

…pero es Nuestra Casa, la de siempre, la de “toda la vida”, la única que ha conocido la inmensa mayoría de los palanganas. Es una de nuestras señas de identidad. No debe alarmarnos entonces que una parte del sevillismo ni siquiera se plantee un posible cambio de ubicación e, incluso, que muchos reaccionen con cierta violencia ante la idea de un cambio.

Otra parte, por el contrario, encuentra que la obsolescencia del Sánchez-Pizjuan es manifiesta y que quizá fuera momento de, dado el auge deportivo y económico que travesamos, plantearse ése posible cambio de emplazamiento.

En la última década especialmente, hemos podido disfrutar de innumerables visitas a Estadios de toda Europa, con la consiguiente cosecha de títulos y experiencias, que nos ha impulsado a practicar comparaciones aun cuando parezcan de mal gusto o fuera de lugar. Y aunque no queramos admitirlo, hemos disfrutado de lugares maravillosos para presenciar fútbol.

El Ramón Sánchez-Pizjuan, visto desde, por ejemplo, las sedes de las finales (entre otros muchos escenarios) que hemos ganado en poco tiempo, se nos presenta como un tanto desfasado, incómodo en muchos aspectos y anticuado. Vemos, también, otros clubes construir y reformar sus antiguas sedes para ofrecer a los aficionados instalaciones modernas, espaciosas y cómodas.

Si como aseguran quienes saben de esto, ampliar el Sánchez-Pizjuan resultaría tarea complicadísima (terrenos y estructuras, añadir un tercer anillo o rebajar el terreno de juego) solo nos queda pensar en construir otro nuevo o utilizar uno ya existente.

¿Otro nuevo dónde? ¿Derribar el Sánchez-Pizjuan y edificar en el solar resultante habida cuenta de que no hay terrenos próximos, ni cercanos, disponibles y que las dimensiones actuales no permitirían un incremento sensible de localidades? ¿Trasladarnos al Estadio Olímpico de La Cartuja? Veamos ésta última opción porque es la que planea en éste, insisto, cierto debate.

La Cartuja es un Estadio de máxima categoría UEFA. Un cinco estrellas con capacidad para 60.000 espectadores sentados y cubiertos. Con las gradas accesorias, cabrían unos 15.000 asientos más. ¿Ése aforo permitiría rebajar notablemente el precio de los abonos? Es muy probable.

El estadio es gestionado por la Sociedad Estadio Olímpico de Sevilla S.A., compuesta por la Junta de Andalucía (40% de la propiedad), el Gobierno de España (25%); el Ayuntamiento de Sevilla (19%), la Diputación Provincial de Sevilla (13%) y un 3% repartido a prorrata entre los dos clubes de fútbol de la ciudad: el Real Betis y el Sevilla FC.

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Imagen del Olímpico acondicionado con gradas supletorias sobre las pistas de atletismo.

Posee, además, un hotel de cuatro estrellas dentro del mismo Estadio. Y terrenos aledaños para acometer mejoras sustanciales de vías de comunicación y paparcamientos.

Pero La Cartuja (nombre, no me negarán, de rancio abolengo sevillano) también tiene sus claroscuros:

-Está asentado entre Sevilla y Santiponce, lo que nos obligaría a desplazarnos del cómodo centro que ahora disfrutamos.

-Los accesos son terribles, con infraestructuras muy deficientes para la movilización periódica de 40.000 personas cada pocos días.

-Las pistas de atletismo, tal cual están, alejan a los espectadores del terreno de juego (caso Anoeta) para una afición acostumbrada a olerle el sudor a los jugadores, con cánticos, gritos, aplausos y pitidos impregnando el cerumen de los protagonistas sobre el césped.

Habrá, con seguridad, otros inconvenientes pero quizás éstos tres sean los más relevantes, los que puedan ejercer con mayor fuerza contra la idea.

Sin embargo, la Historia nos cuenta que iniciamos nuestra andadura en 1890 en el Hipódromo de Tablada.

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Vista aérea del solar del Hipódromo de Tablada.

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Edificio donde estuvO ubicado el Campo de la Trinidad entre 1900 y 1908.

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Prado de San Sebastián entre 1908 y 1913.

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Campo del Mercantil entre 1913 y 1918.

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Estadio de la Reina Victoria entre 1918 y 1928.

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Estadio de Nervión entre 1928 y 1958.

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Estadio Ramón Sánchez-Pizjuan desde 1958 hasta hoy.

Hemos tenido, por tanto, siete sedes propias y distintas en nuestros 127 años de sevillismo, lo que podría hacernos pensar que otro cambio en un periodo tan extenso, no debería resultarnos tan traumático. En éstos 127 años y en los diferentes campos, hemos demostrado con creces ser el primer Equipo andaluz (y uno de los más laureados de Europa) y a distancia considerable del segundo de la región.

Tal cual se plantea el artículo, el lector se inclinará a pensar que yo, a mi vez, me postulo en uno u otro sentido. Tengo mi opinión, ciertamente, pero que el Ramón Sánchez-Pizjuan está un tanto desfasado y que el nivel de Club exige otro formato más moderno, también es cierto.

Como decía, parece poco factible rehacer el Estadio actual y eso nos deja ante la disyuntiva de intentar la complicadísima obra necesaria en Nervión o desplazarnos a La Cartuja, convenientemente adecuada por dentro y por fuera. O quedarnos tal cual estamos.

Doctores tiene la Iglesia y derecho a opinar como le venga en gana a cada cual.

Cuidaros.

Nota.- El Estadio de la Exposición Iberoamericana de 1929, se lo quedó en propiedad el Real Betis. Era tan de los sevillistas como de los béticos. Leo en algunos foros que el Betis podría exigir una compensación en el caso de que el Sevilla decidiera trasladarse. Como la memoria en débil y corta cuando nos interesa, no me extenderé en discutir éste aspecto que, además, ya se trató en su día y pudimos asistir a las payasadas propias de los responsables del otro Equipo.

SEVILLA FOOTBALL CLUB FUNDADO EN 1890


Fuentes:

Sevillafc.es

pequeñosaccionistassfc.com

Sevillacf.com

1 comentario:

Unknown dijo...

A la cartuja , mientras no pongan 6 puentes más , nada que hacer. Un estadio como Wanda ha costado 325 millones . Yo veo otra opción . Venta del Pizjuan , pasta gorda por el sitio, se podría construir otro centro comercial , hotel y oficinas. Invertir ese dinero en un nuevo estadio. Zonas a menos de 800m , terrenos antigua Fábrica Cruzcampo , espacio de sobra y mejor acceso . Incluso patrocinio de Heineken , Heineken Stadium. Otro sitio . Varias hectáreas antes del cuartel de automovilismo, entre parque infanta LUISA , antes de Sevilla Este, pasa el tren a 50m , posible apeadero y tercer sitio , en la carretera del decatlón entre la negrilla y palmete , todos a menos de 4 km de Nervión . Así que el q dice que no hay terrenos ,