martes, 24 de mayo de 2016

NO MADEJA DO

 

Saludos.

Dicen que las más grandes proezas se hicieron siempre cuando el corazón se impuso a la razón y dicen que atrapar determinados sueños solo es posible si estás loco de la cabeza...

Dicen que nos ha tocado un dios y que en el Olimpo, Zeus nos mira con buena cara. Ya era hora, Señor Jefe de todos los Dioses. ¿Será porque nuestro Abuelo se parece a usted, D. Dios?

Porque habitamos la tierra querida de otro rey (recuerde D. Zeus) que cantó su gratitud a la ciudad dejando la divisa que hoy nos señala: el "No madeja do".

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No, Sevilla no dejó al rey Alfonso, el sabio, el culto, el que permitía que aquí tuvieran todos cabida: judíos, moros y cristianos.

Y Sevilla, aquí estamos contigo, Sevilla. No te dejamos. Nos vamos contigo a todas partes porque... estamos locos de la cabeza. Y porque tenemos guerreros de todas partes, de todos los credos, de todas las tierras.

Basilea ha tenido algo muy especial, algo distinto y de un valor incalculable. Basilea, sede de la conquista del quinto título de la Europa League, con tres consecutivos, presenció el pasado día 18 una gesta propia de locos: siete mil gargantas contra más de veinte mil. Lo que fuera un lamentable desajuste del Club, parece que nos hizo más fuertes, más aguerridos, más locos de la cabeza. Gritamos más, cantamos más, empujamos más y vencimos a los de Albión dentro y fuera del césped. Y a pesar de nuestra bendita locura, seguimos paseando por Europa nuestro nombre, el de nuestra ciudad, el del "no madeja do" con orgullo, con pasión, con la fuerza de los corazones que laten gritando Sevilla.

Enseñamos por el mundo de qué forma hay que administrar la locura, cómo se empuja con la garganta, cómo se lleva en volandas a los guerreros por siempre a ganar.

Y cuatro días más tarde, en otra cita para la larga e inmensa Historia del Club que porta con pasión el nombre de la Ciudad, volvimos a estar locos de la cabeza.

No, no ganamos ésta vez pero dejamos constancia de nosotros mismos; dejamos las huellas bien grabadas de nuestro paso por allí y enseñamos al mundo por qué somos el Sevilla, por qué empujamos igual en la victoria que en la derrota. Por qué no abandonamos a los nuestros.

Locos hasta la muerte.

Déjennos a nosotros solos. Ya hemos demostrado muchas veces que sabemos defendernos y que no necesitamos aliados bocazas, perversos, rancios y malolientes.

No somos más embajadores que de los colores del Sevilla Football Club y no tenemos más bandera que ésta.

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No nos pretendan embarcar en cruzadas absurdas ni nos usen para sus intereses espurios.

Y Sevilla, Sevilla, Sevilla.

Cuidaros.

2 comentarios:

Marcu dijo...

Llego tarde. Es un verdadero placer leerte. Eres como el buen vino, según pasa el tiempo sabe mejor.
Un abrazo y...a mantenerse en forma

Jose Manuel Ariza dijo...

Saludos.

Gracias, D. Marcu.

Procuraremos no bajar la guardia.

Un abrazo y cuídate.