Saludos.
Nace con el football del Sevilla (en Sevilla), crece, se desarrolla y alcanza cierta “madurez”… más de cien años después. (No consigno a Geddes, igualmente peligroso para propios y extraños porque era daltónico y no distinguía los colores).
La primera línea traspasada conocida data, presumiblemente, de 1907 con la supuesta escisión que alumbraría al que se conjetura origen del Betis.
Digo “presumiblemente” porque aún no ha aparecido prueba alguna que lo corrobore y debemos hacer un esfuerzo de generosidad para creernos la versión de Discóbolo (versión oral, tardía, sin constancia documental que lo avale). Pero aún en el caso de que sea cierto, es la primera “discrepancia” interna.
Yo, sin pretender nada porque solo son deducciones quizás erróneas, quiero imaginar que habiendo un Equipo, en el que solo se pueden alinear once y numerosos socios (equipiers) disputando por aparecer en la formación, propician que unos cuantos se larguen (incluso con ideas sociales diferentes) y creen un nuevo club en el que serán titulares indiscutibles.
Y vamos a obviar la zarandaja aquella del obrero.
Sigo con mi particular punto de vista y pienso que el aumento constante de practicantes de éste deporte exige mayor nivel a los contrincantes, más opciones de partidos y con mayor frecuencia, lo que obliga a buscar rivales de entidad, a formar otros clubes con los que enfrentarse.
El Sevilla crece en la división, se hace fuerte, es “la Sociedad” (frente a los nombres propios de los recién creados) y toma la posición de liderazgo. Liderazgo que, añado, no ha perdido desde 1890.
En 1914 se traspasa otra línea: el “ancien régime” queda obsoleto; las nuevas necesidades (Copa de Andalucía, RFEF, proliferación de clubes…) obligan a reestructurar el Club, a modernizarlo y adaptarlo a los nuevos tiempos (con la reforma estatutaria).
El Sevilla sale fortalecido, se convierte en el Club dominante de Andalucía (que no perderá jamás), gana todo lo ganable, consolida el modelo estructural que lo hará grande y sólido y comienza a atesorar títulos. Miró Trepat (que no fundó el Sevilla aunque haya quien lo pretenda), tuvo mucho que ver con ello.
Son años brillantes porque ganamos 17 de veinte Campeonatos regionales (el máximo galardón posible); aparecen nombres míticos que maravillan a propios y extraños (Spencer, Brand, Eizaguirre…) y crean football con denominación de origen (la Escuela Sevillista); todos los campos (salvo el “préstamo” del Hipódromo de Tablada entre 1890 y 1893), son comprados y pagados por el Sevilla…
A pesar de las trampas constantes y del esfuerzo económico de los socios (toda nuestra Historia ha estado condicionada de una u otra forma por los Estadios), el Sevilla se sigue consolidando, no depende de nadie y es dueño de su propio destino. Y de su cantera.
Cuando nace la Liga (cambio fundamental porque modifica el concepto fútbol de diversión para convertirlo en fútbol de competición pura y donde el aspecto económico se convierte en factor determinante), el Sevilla alcanza enormes éxitos y grandes fracasos. La Guerra Civil y los terribles años posteriores, por la propia organización interna, nos afectada menos que a otros y el Sevilla, cuando muchos clubes agonizan, se mantiene pese a las innegables dificultades que soportamos todos. Y cuando digo “todos”, estoy diciendo TODOS.
La Cantera del Sevilla ha sido siempre, desde los inicios, el principal activo del Club (junto a el incondicional apoyo de su masa de socios que jamás volvieron la cara en los momentos difíciles), su fuerza y su motor de supervivencia. Es, quizás, una de las claves más importantes para sobrevivir a la tragedia.
Además, el Sevilla, históricamente, ha dispuesto de magníficos ojeadores (dentro y fuera), con lo que también ha proporcionado genios a los más poderosos.
Grandísimos talentos del fútbol mundial fueron “descubiertos” por el Sevilla. Y el Sevilla, con la construcción del Estadio de Nervión, entra en una de las fases más irregulares y mediocres de toda su Historia. Son décadas grises, presupuestos de supervivencia, descensos, algún éxito parcial y un desfile constante de nombres (la venta de estrellas) que se fueron a engrosar otras formaciones. Eso siempre tuvo un valor doble: reforzar a los ya gigantes y debilitarnos a nosotros.
De la crisis de Nervión (que tardamos muchos años en superar), el Sevilla vuelve a salir fortalecido porque dispone de un Estadio en propiedad que es envidia de muchos y que le dará, con el tiempo, posibilidades presupuestarias adicionales.
Hasta que llega la “crisis De Caldas” y que fue, quizás, el momento más crítico de toda nuestra Historia. Maniobras oscuras de personajes oscuros que intentan vender y negociar con el nombre del Sevilla. Y otra vez la masa social se moviliza y detiene la operación de la misma forma que frenó un supuesto descenso administrativo, dando una lección de compromiso, adhesión y amor a unos colores.
Son los días en que aparecen Alés y Del Nido. Son los años en que para superar la crisis de la Segunda División, el Sevilla se replantea todo su funcionamiento, reorganiza las estructuras y confecciona un nuevo modelo de gestión.
De esta grave crisis deportivo/institucional, sale el Sevilla de los títulos europeos y nacionales para instalarse en lo más alto de la codiciada Primera División.
Este año, por octava vez consecutiva, el Sevilla vuelve a jugar en Europa. Solo Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid pueden presumir de ello. El Sevilla, por tanto, ingresa en el club de los elegidos.
Y estalla, paradójicamente, una cierta crisis. Otra línea queda trazada.
La afición (socios, no socios, admiradores, simpatizantes y sevillistas de todo el mundo… que todos son igualmente sevillistas, sin grados), se alinean en dos grandes corrientes: los que alaban el éxito (con todos los inconvenientes) porque seguimos escribiendo páginas históricas y los que se sienten defraudados porque jugar la Europa League les parece poco, un premio menor para el potencial del Equipo.
El debate, en los cada vez más poderosos medios internautas, está vigente, es visible e innegable. La Red, por tanto, es ya el principal medio de opinión y ahí se concentran todos los intereses.
Voy a separar, deliberadamente, a los “medios” periodísticos tradicionales (prensa, radio y televisión) porque obedecen a otros intereses y juegan su papel de desestabilización permanente. A pesar de lo llamativo de las maniobras, aún quedan muchos sevillistas que son influenciados por ellos. Lamentablemente.
Hay, también, determinadas “batallas” personales tangibles. Voces que se arrogan valores como referentes (de lo que debe ser, según ellos, un buen sevillista, en un ejercicio bastante infantil de interpretar nuestra pasión) y que se conforman con los resultados obtenidos, los ensalzan y los justifican.
Otros medran presentando opiniones opuestas porque, aseguran, menos que Champions es un fracaso dado el volumen del Club, sus presupuestos y el nivel en el que nos hemos instalado.
En el fondo, creadores de opinión que arrastran a cientos, miles de seguidores. Y más en el fondo aún, la batalla del liderazgo.
De haber quizás uno destacado (que durante mucho tiempo ejerció casi en solitario), hoy podemos seguir a muchos magníficos “jueces” de la actualidad en blanco y rojo, magníficos opinantes, tan seguidos como denostados. La blogosfera sevillista es, sin dudas, la más potente, activa y dinámica de España y liderarla no es cualquier cosa.
Poned vosotros los nombres que queráis y acertaréis.
¿Cuánto de ego se esconde en el indudable sevillismo de todos ellos?
Se ha trazado una nueva línea blanca y roja.
Estamos inmersos en una crisis importante que, sin embargo, resulta realmente llamativa: año malo, irregular, nada destacable y… jugamos la Europa League. Para algunos, todos los años malos iguales. Para otros, pobre, poco edificante y hay que exigir más.
Hay quien apuesta por el continuismo del grupo de gestores. Otros claman por cambios de personas y métodos, listados interminables de gente que debe salir y otros que deben entrar…
¿Todos de acuerdo y todos equivocados?
¿Qué nos deparará ésta nueva crisis aunque no parezca ser tan determinante y en gran medida, solo de opinión?
La Historia dice que saldremos fortalecidos. La Historia dice que cada nuevo reto nos hace más sólidos. La Historia nos cuenta que las dificultades nos unen, nos hacen mejores y más poderosos.
Y eso es fundamental para ser, cada día, más Grandes porque siempre, no se nos olvide, el Sevilla lo hacemos los sevillistas, sin etiquetas, como venimos haciendo desde 1890.
Todo está en la Galería de Trofeos, en la Memoria, en los libros y en Internet.
Y entre todos (piensen como piensen), hacemos el Sevilla Football Club porque así nacimos y así seguiremos siempre.
El líder del sevillismo es el Sevilla Football Club.
Cuidaros.
Magnífico
ResponderEliminarComo siempre, muy grande en tus escritos!!!
ResponderEliminarUn abrazo y sigue poniéndo los pelos de punta cuando escribas, hazme el favor :-)
Es, sencillamanete, maravilloso.
ResponderEliminarBasta de pegarse "sevillazos" unos a otros, y a empujar...
Me ha gustado este post, certero respecto a la situación actual, y reflexivo, lo mejor, la frase final.
ResponderEliminarUn saludo
Michelangelo
Saludos.
ResponderEliminarVíctor, Manuel, Cornelio, Michelangelo...
Gracias.
Cuidaros.
Sr. Ariza, le recomiendo una de Serrat, la de "Bienaventurados"
ResponderEliminarNo estoy seguro en que grupo, pero me veo reflejado.
Post elegido como uno de los tres mejores posts publicados en la blogosfera sevillista durante la pasada semana.
ResponderEliminarFelicidades.
Un cordial saludo.
Blogosfera Sevilla FC.
Saludos.
ResponderEliminarD. Cornelio, refléjese cuanto le apetezca, por favor. Mi blog es su blog, como ya sabe. Además, se lo presto para menciones especiales porque es usted más shulo que un 8.
8, como los años europeos que llevamos.
D. Blogosfera... explique a sus lectores, por favor, que no tenemos ningún tipo de acuerdo. Yo doy mi palabra de ello.
Gracias.
Cuidaros.
Muy,muy,muy bueno,si Señor.
ResponderEliminarDa verdadero gusto leerle.
Saludos.