Saludos.
Pues los que habitualmente hacemos Familia Rojiblanca en Radio Estilo
los miércoles entre siete y ocho y media –salvo partido europeo o de Copa del Sevilla, es decir, un montonazo de miércoles-, vamos a tener un apagón largo, presumo.
Un problema técnico de mayor alcance nos ha dejado mudos para una temporada. En argot futbolero, una lesión importante que nos tendrá retirados del juego bastantes semanas.
Es una pena.
Allí nos reuníamos un grupete de sevillistas con un caché espectacular –menos uno- para hablar de lo que nos gusta, de nuestro Equipo y sobre todo, de la Historia de nuestro Equipo.
Allí se sientan José Luis –un ex jugador de las categorías inferiores del Sevilla- capaz de decirnos el nombre del estadio del Karpaty sin poner cara de espanto- y nos comenta las novedades semanales en el apartado de actualidad. Me encantan sus notas a bolígrafo, en un cacho de papel cualquiera, en la era de los ordenadores portátiles.
Al lado –mejor enfrente-, el Tío Antonio, eterno adversario de José Luis en sus formas de ver al Sevilla. Jamás se pusieron de acuerdo con Jiménez y uno de ellos –no digo cual-, dijo que no volvería a ir al Estadio mientras siguiera en el banquillo el arahelense. Creo que cumplió su promesa.
(NOTA: Habitualmente los recojo de paso en Triana y nos vamos juntos al programa. Tendríais que escuchar las disputas durante el trayecto y que luego, en antena, logran controlar por aquello del respeto a los oyentes).
El Tío Antonio y José Luis son dos enciclopedias vivientes de la historia de nuestro Club de los últimos cincuenta años. Me dejan asombrado citando nombres, alineaciones, goles, minutos, aforos, anécdotas… y los momentos vividos por ellos desde que nacieron al Blanco y Rojo, es decir, desde chiqueninos.
Está Enrique –Ayer, hoy y siempre sevillista- y su voz llena espacio por sí solo para tres o cuatro. Es un tío para escuchar. Me imagino en una casita en la Sierra Norte, invierno, mal tiempo y frio tras los cristales, chimenea a pleno rendimiento, una copa de Scotch –inexcusablemente, Scotch- y charlando con Enrique. Mejor dejándolo que hable y a absorber ése torrente de conocimientos del Sevilla porque cuando habla, sienta cátedra.
Y Antonio, el del Voladizo. Antonio, voz de profesional profunda y hermosa, nos regala “perlas” de la Historia geniales porque en un minuto nos lee –creo que pretende grabar sus lecturas y colgarlas- un momento especial de un pasaje llamativo, distinto y al margen de los libros “oficiales” de nuestro pasado. Son eso, notas al margen que ya se han constituido en imprescindibles para la buena marcha del programa.
Sigo sin comprender que un tío tan negao para los medios técnicos –ordenadores, teléfonos…-, sea capaz de escarbar en internet de la manera que lo hace.
Y Alejandro, en más joven y último fichaje. Tiene una capacidad intelectual endiablada y lo que otros –yo por ejemplo-, hemos tardado meses en asimilar, él lo retiene enseguida, lo muestra y se saca unas conclusiones brillantes. Y es mu educaito: no interrumpe, cede la palabra, no parece molestarle que le corten, da las gracias… A éste, dentro de muy poco tiempo, no hay guapo que le tosa en materia de fútbol sevillano.
Y está, dirigiendo el cotarro, el grandísimo Carlos –el palanganero que dicen algunos-. Carlos es mi boletín de enganche con la Historia del Sevilla porque un día entré en su página y me quedé colgado para siempre.
Bonachón, siempre sonríe -¿de quién habrán sacado las niñas ésa facilidad para que se les ilumine y le brille la cara con sus sonrisas?- y a pesar de ser el que se supone que debe llevar el peso del programa, es, quizás, el que menos habla. Nos deja a los demás “largar” sin afanes de protagonismo.
Pero no se confundan: cuando debe pegar, pega en donde mas duele y sin misericordia. Yo no querría tenerlo enfrente y puedo garantizar que ya ha causado alguna baja en la oposición verde.
Servidor, una especie de adorno –que no entiendo porque guapo, lo que se dice guapo, no soy-, que me dejan, de vez en cuando, meter alguna gamba sobre aspectos, mire usté por donde, que nada tienen que ver con lo que se está hablando.
Hago lo que puedo en clara desventaja con el resto de la mesa y si mis viajes habituales no me hurtan el placer de ésa hora y media y de tan grata compañía.
Vuelvo a la chimenea que decía y me veo con ésta gente, piernas largadas hacia las llamas –otra de Scotch sin hielo, por favor- y aseguro formalmente que daría dinero, el que me pidieran, por vivir momentos así.
Y seguimos esperando a Aurora para cerrar el círculo. Todo se andará y no te creas, amiga mía, que lograrás escaparte cuando la vida te conceda un respiro.
Estilo, la Radio callada, y muchísimo Estilo de los sevillistas que me enseñan a serlo mejor cada día.
Gracias, amigos.
Cuidaros.
16 comentarios:
¿Todos menos uno?
Ese soy yo.
Mil gracias por un post que derrocha pasión y cariño por lo que hacemos y por los que lo hacemos.
Conmigo te has pasao.
De momento colaborador y admirador del resto, curtiéndome en los escalafones inferiores. Ya sabes que el Sevilla siempre ha sido un equipo de cantera.
Esperemos que el problema se arregle y podamos seguir disfrutando de esos ratos de sevillismo en las ondas con los que confío, algún loco de nuestra historia también disfruta aunque quizás no tanto como nosotros.
Un fuerte abrazo.
Saludos, D. Tántalo.
Un consejo: escriba usted lo que le apetezca en su magnífico blog que yo haré lo propio en el mio.
Si yo digo "menos uno" en mi blog, ése soy yo. Y no me discuta que soy mayor que usted. De edad.
Un abrazo, monstruo.
Gracias y cuídate.
Y es un placer escucharos cada miércoles, que lo sepáis.
Ojalá pronto se solucione esta "avería" y volváis muy pronto.
Saludos.
El secreto, amigo mio, es que no estamos sólos.
Nos rodean con un misterioso halo los espíritus de los sevillistas que en el mundo han sido.
¿Es que acaso usted no ha visto corretear por la mesa del estudio con su elegancia característica al gran Armet?
¿No ha visto tampoco a Spencer driblar o a Pepito Brand correr la banda?
¿No ha notado la presencia del grandullón de Campanal saltando para rematar un corner?
¿Y a Geddes? ¿No me diga que no ha visto a Geddes patear a propios y a extraños?
Los fantasmas pululan por el estudio e impregnan las ondas con su presencia...algunos, incluso se comunican por telefono, en largas y profundas conversaciones, con uno de nosotros...
A veces me da hasta miedo.
Y, ¿qué hacer ahora las tardes de los miércoles, que cuando las circunstancias me lo permitían tenía ya por costumbre dedicar ese ratito a escuchar a mis amigos derrochar sabiduría sevillista? Y de acuerdo con Tántalo, el "menos uno, sobra". Cuando digo todos, sois TODOS.
De momento pues, me conformaré con leer en vuestros blogs esos geniales posts que vais dejando para disfrute de todo el sevillismo.
Gracias por estas lineas que me dedicas. El tiempo dirá.
Un abrazo
Pues prometo velada de chimenea antes de que acabe el invierno junto con esa botella de Scotch, a ver si me vas a coger un trauma o algo en la otra vida por no cumplirlo y te tengamos como a ese otro fantasma llamado White deambulando entre dos dimensiones.
Es más, dará para un programa de radio retransmitido desde la chimenea.
Mostro, nosotros también te queremos.
Pues me acaba Vd. de dar un disgusto. Me gustaba escucharles (por internet, porque como sabe vivo en Madrid y aquí no llega la señal de la radio normal) mientras tejía bufandas de lana.
Siempre tan optimistas, tan vitales, tan inteligentes y caballerosos. Subíais la moral a cualquiera.
Después desconectaba porque el programa que le sigue siempre es tan derrotista y lastimero que me hunde en una profunda crisis existencial.
Muchos besos para todos y ojalá que volvais pronto. Os hecho de menos.
Lo que yo daria por sacar tiempo de donde no lo tengo para veros tan solo y ser espectador de esas tertulias,un abrazo a todos incluyendo ese uno que es un poquito demasiado humilde,porque saber sabe más que los ratones coloraos,bellisimo post hermano,como siempre es un placer leer estas cosas,ademas veo que actualizas y no me lo pierdo por nada del mundo,ojalá esa lesión no dure mucho por el bién de esa radio y por los oyentes de la misma.
Saludos.
¡Por fin un ratito libre!
Vayamos por partes:
Don Nacho, el placer es el de un servidor cuando conoce que mesescucha y meselee.
D. A. Ramírez, con ése soporte ectoplásmico y que salvo Geddes -incluso translúcido debe hacer daño-, los programas son una delicia esotérica imposible de defraudar.
Dª Puerta15, de acuerdo: somos todos/as aunque haya quien aún no ha debutado. Le faltan dos telediarios para ser lanzada a las ondas.
D. Carlos, le tomo la palabra y hacemos un especial al calor de la lumbre -y saldrá calentito, sin duda-. Con Scotch de Elgin.
Dª Evelina, un placer leerla por aquí. Sepa que está siempre en nuestros pensamientos y corazones. Tanto que cantidá de veces parece que la tuviera delante.
D. Papi, si se diera el caso de que pudiéramos estar juntos en una de éstas tertulias, le aseguro que usted sería, como poco, actor principal. Usted es de esas personas que todos queremos tener cerca en cualquier momento.
Gracias a todos.
Cuidaros.
Sabe usted tocar la fibra sensible de propios y extraños, amigo JM. Personaje original y legítimo donde los haya, ejerce una potente fascinación sobre todo aquel que le lee y, sobre todo, sobre quien le conoce. La mejor razón sin duda por la que mereció la pena embarcarse en la aventura bloguera fue conocerle a usted y a los otros, esos que se han asomado por aquí, amén de algún otro puñado de fueras de serie. La radio no nos callará, aunque la echemos de menos. Pero esa charla delante del fuego pinta que ni soñada. Gracias, maestro. Salud y sevillismo.
Saludos, D. Enrique.
¿No sa paso tres pueblos?
Veamos: "original", "legítimo", "ejerce potente fascinación"...
Tumach pal bodi, amigo mio.
No me haga estas cosas que me semaflojan las piernas y me caigo.
Gracias.
Cuídate y un abrazo.
Estimado anónimo, gracias por pasar por aquí, leerme, perder su tiempo en dejar un comentario y en sus sabios consejos.
Seguramente no tiene otras cosas más productivas que hacer -porque sea incapaz- y se dedique a esconderse para decirle a los demás lo que deben hacer.
Pos un mojón, amigo/a mio/a.
Por cierto... ¿cómo sabe usted que es la antena lo que ha fallado?
Hummmmmm
¿Nos conocemos?
Hagamos una cosa: yo pongo lo mismo que usted, nos reunimos donde y cuando quiera y se la llevamos al dueño de Radio Estilo para que compre una antena nueva.
¿Hace?
¿Capullo? ¿Otra vez con sus ideas fijas? ¿Será su subconsciente?
Salga, hombre, salga. Hoy ya no hay problemas con eso.
Cuídese y no deje de leerme. Ya sabe... pase por aquí y regáleme su tiempo.
Que lastima que no te tenga cerca para escribir en un papel lo mucho que me ha gustado tu post, pero como no puedo contenerme sin decirtelo, no he tenido mas remedio que entrar en tu blog y decirte que eres un fenómeno lo mismo en la tertulia que escribiendo esos hermosos post.
Un saludo y "cuidate" que sin tí Radio Estilo no es lo mismo.
Saludos, D. José Luis.
Un enorme placer leerle por aquí aunque no tenga papel.
Gracias, amigo.
La verdad es que me inspiráis vosotros con vuestro sevillismo y la calidad como personas.
Gracias.
Cuídate.
Maestro Ariza ,si alguien tiene envidia sin ser envidioso ese es un servidor.A pesar de haberos escuchado bastante poco ya que mi dulcinea ocupa todo mi tiempo seria un placer y un orgullo estar y escuchar a los grandes palanganas internauticos.Espero y deseo que esa averia sirva para que llegue la señal al sur de Sevilla y si no es el caso, se volvera a los medios habituales.
Saludos.
D. Carlos Efecto, afortunadamente se desfizo el entuerto y pudimos volver a las ondas el pasado miércoles.
Tema monográfico: los Estadios de Sevilla.
Creo que salió mu bonito.
No pierda nuestra sintonía.
Gracias y cuídate.
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