miércoles, 5 de abril de 2017

MANUEL ALMANSA CALZADO - HOMENAJE AL SEVILLA C. F. (y II)

 

Por José Arjona de Miguel @ArjonaDeMiguel

Capítulo II

Con el transcurrir del tiempo, el gusto por la música sinfónica iría marcándole. Especial fue, su admiración por la obra del maestro Ricardo Villa González (1873-1935), que llegaría a dirigir el Teatro Real de Madrid y, compuso entre muchas, para deleite general, la sobresaliente “Gran Fantasía Española”.

Manuel se titularía en composición y dirección musical. Desarrolló estudios en los Conversatorios de Música de Madrid, Málaga, Córdoba y Ceuta. Destacando especialmente, en música clásica y sinfónica.

Siempre que la superioridad militar le concedía permiso, Manuel regresaba a Bolaños, su pueblo. Allí le esperaba con impaciencia, Balbina Gómez, el amor de su vida.

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Pedro Gámez

El continuo cruce de cartas de amor entre Ceuta y Bolaños, culminaba una vez cada año con el atractivo cruce de sus miradas. El enlace matrimonial se celebraría en Bolaños, el 12 de diciembre de 1959. Tras el preceptivo permiso militar, regresaría con su ya esposa a Ceuta, donde vivirían hasta inicios de 1963, disfrutando la pareja durante ese período, de la llegada de José Manuel, su primer hijo.

El 15 de mayo de 1963, la familia Almansa Gómez llegaría a Sevilla, trasladada en destino forzoso –con breve estancia tras salir de Ceuta, en la Música del Regimiento de Infantería Extremadura nº 15, de Algeciras-, a la Sección de Música, del Regimiento de Infantería Soria nº 9, de Sevilla, a las órdenes de Pedro Gámez Laserna.

El mítico Regimiento Soria 9, que llegó a Sevilla el 2 de abril de 1876, pasando a denominarse Banda de Música del Gobierno Militar de Sevilla, en 1961. Y, quedando disuelto, el 19 de diciembre de1995.

clip_image005[4]Dato interesante a destacar entre el Sevilla F. C. y, el Regimiento, fue la participación de este en el acto inaugural, del Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, el 7 de septiembre de 1958.

Más de 7 años, estarían en Sevilla la familia. Habitarían en domicilios de las calles Demetrio de los Ríos, Mariano Benlliure esquina a Padre Coloma (hoy Cristo de la Sed) y, encontrando acomodo definitivo, en uno de la calle Carlos Brujes, de la barriada de El Tiro de Línea. Allí nacería su hija, Rocío.

Una mañana, Manuel leyó en el diario sevillano ABC, la convocatoria para compositores al Festival de la Canción Deportiva. No tenía experiencias, pero decidió presentarse.

Compondría un tema, para el club que atraía sus simpatías: El Sevilla -por obligación legal entonces-, Club de Fútbol.

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Manuel tituló y registró su composición como “Homenaje al Sevilla C. F.” y, la remitió a la organización del Festival, con la ilusión de que fuera seleccionada. La noticia de su selección, satisfizo a Manuel. No tanto que, el comité organizador, sin realizarle consultas, modificara su título a “Entre claveles y nardos”.

La interpretación que del tema hizo, “Pastora de Córdoba”, gustó a Manuel. Aunque, con algo más de preparación -valoraba-, pudo sacársele mayor partido a la canción.

El triunfo le supondría, el reconocimiento a su inédita labor. Hasta ese día, sus temas eran considerados no comerciales, por las editoriales musicales. La suerte, comenzaba a tenderle la mano.

En Sevilla, establecería gran amistad con don Luís Izquierdo González, catedrático del Conservatorio Superior de Música, director de la Orquesta Filarmónica de Sevilla –en la que formó Manuel-, y, del Coro de la Universidad hispalense. El maestro Izquierdo, había sido destacado alumno, del insigne director de orquesta austríaco, Herbert von Karajan.

El 18 de noviembre de 1970, la familia tuvo que abandonar Sevilla. Conocedores con antelación de su marcha, sus compañeros deciden premiar la bonhomía de Manuel, permitiéndole dirigir temas a la Banda, durante la procesión de la Patrona de la Archidiócesis de Sevilla: La Virgen de los Reyes.

Manuel es destinado, al Regimiento de Infantería Mecanizada Castilla nº 16, de Badajoz, para ocupar el cargo de director de la Sección de Música. Había obtenido destino y, el grado de teniente, tras realizar el examen oposición entre los 20 candidatos presentados, al cuerpo de Directores de Música del Ejército.

Ascendería a capitán músico en 1979 y, ocuparía el cargo de director de Música del Gobierno Militar de Badajoz, en 1981.

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Abel Moreno

Durante su dilata etapa pacense, conseguiría su plenitud profesional. Le eran también habituales los viajes a Madrid, para formar parte de los tribunales examinadores a los nuevos opositores musicales. En el celebrado en 1975, ocupando el cargo de secretario, tuvo la oportunidad de conocer al joven Abel Moreno Gómez que, opositaba y consiguió, una de las vacantes a director musical.

En aquellas oposiciones fraguó, una estrecha amistad entre ellos y sus familias. Don Abel, ese gran sevillista que, sin ambages dice: “Yo soy músico. Pero me gusta más el fútbol, que nada”.

En Badajoz fundaría Manuel, la Orquesta de Cámara, que dirigiría durante 25 años. También dirigió, a la Banda Sinfónica “General Rafael Menacho”. Además de ser un gran asiduo, del Teatro López de Ayala, donde en 1984, sería reconocido públicamente, como “Extremeño del año”. En el estamento militar, alcanzaría el grado de comandante.

Bajo su nombre o, seudónimo “Elman Docals”, Manuel nos dejó destacadas obras populares como:

o “Calatraveño”. Pasodoble al torero José Ruiz.

o “Hace tiempo, Señor”. Plegaria rock.

o “Himno a la Santísima Virgen de las Nieves” de Almagro. (música)

o “Himno a la Virgen del Monte”. Patrona de Bolaños.

 

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Manuel Almansa

 

Dirigió infinidad de actos musicales, en muchas ciudades. Siendo de los más recordados, los conmemorativos por el XXV aniversario de la coronación de la Virgen del Monte, patrona de Bolaños o, el estreno en el Teatro Principal de Almagro, del himno a la Virgen de las Nieves, días antes, de que un infarto de miocardio nos lo arrebatara, el 13 de diciembre de 1996.

 

 

Desde aquí, nuestro tributo y reconocimiento, a Manuel Almansa Calzado. Hombre que pasó sigilosamente por la centenaria Historia del Sevilla Fútbol Club, aportando a esta, una de sus más bellas páginas: El “Festival de la Canción Deportiva”.

Dedicado a Balbina Gómez, con todo cariño.

 

José Arjona de Miguel

 

Agradecimientos:

Balbina Gómez

Rocío Almansa

José Almansa

Abel Moreno

Área de Historia del SFC

José Manuel Ariza

Juan Luis Franco

Javier Aldaria

Francisco Sánchez Montoya

Antonio Garrido Aranda

 

Fuentes

Hemeroteca ABC.

Ministerio de Defensa.

Archivo General Militar.

Bernardo Rubio. Autor: Historia de la Banda de Música de Bolaños.

El Cronista Calatravo: Alonso R. Yáñez

Gazeta de Antropología. Demetrio E. Brisset

domingo, 2 de abril de 2017

MANUEL ALMANSA CALZADO - HOMENAJE AL SEVILLA CF

 

Por José Arjona, @ArjonaDeMiguel

Capítulo I

Bolaños, es un municipio situado en la comarca de Campo de Calatrava, provincia de Ciudad Real, apreciado por su actividad agrícola y ganadera. En particular, por la popularísima “Berenjena de Almagro”. Encurtido que, aunque lleva por denominación el nombre del municipio vecino, no pocos son los bolañegos que defienden que, en sus campos, se cosecha la de mejor calidad.

El día de Nochebuena de 1930, Euterpe, Musa de la Música e hija de Zeus, arropó en Bolaños al recién nacido Manuel Almansa Calzado. El compositor que el 4 de abril de 1964, conseguiría para el Sevilla F.C., su único título musical: el “Festival de la Canción Deportiva”.

Al primogénito del matrimonio formado por la modista, María del Monte Calzado Ruiz, y el chofer, Segundo Genaro Almansa Martín, le esperaba -como para la mayoría de conciudadanos-, un durísimo futuro. Tiempos de colapso social que, desembocarían, en la mayor tragedia de la historia de España, agravado en su caso, por el fallecimiento del padre.

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Desde muy pequeño trabajó, en la oficina de la Unidad Sindical de Labradores y Ganaderos, para poder ayudar a su madre y, a sus dos hermanos pequeños. Aún así, conseguiría sacar tiempo, para mostrar su atracción por la música. Destacaría, bajo la formación del maestro don Emilio Molina Serrano, por su gran destreza con el clarinete. La música, era su nítido objetivo.

Por entonces, la cultura musical la difundían en los municipios las bandas de música. Y, en Bolaños, Manuel se integraría a la Banda de Música Santa Cecilia, fundada por don Rafael Gómez en 1910. Desde 2003, bajo la nueva denominación de Asociación Musical “El Arpa”.

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Ángel García Ruiz

Su pasión musical le llevaría hasta Madrid, para ocupar plaza de Educando de Música en octubre de 1947, en la Academia Militar de Suboficiales, como soldado voluntario. Allí permanecería hasta agosto de 1949, fecha en la que sería destinado a la Sección de Música, del “Tercio Duque de Alba”, 2º de La Legión, en Ceuta.

El destino no fue casual. Hasta allí le atrajo Emilio Ángel García Ruiz, primo hermano de María del Monte, su madre, y conocido popularmente en Ceuta como “don Ángel”.

La relación de don Ángel y su esposa, doña Mathilde Tavera Poli, con Manuel, fue mucho más allá de la de tíos y sobrino. Era más propia, de padres e hijo.

Don Ángel era un persona de gran y reconocido aprecio entre la población ceutí. Había nacido en Villanueva de los Infantes en 1900. Hasta la ciudad norteafricana le llevó su condición de militar, previo paso por Melilla. Era Músico Mayor del Regimiento de Infantería Cartagena nº 70, para el que en 1925 había creado, la música y adaptación de su himno.

Ya en 1932 fundó, junto a Mariano y Jesús Alcalá-Galiano, e Isabel Bohórquez, la Escuela de Música de Ceuta, que al año siguiente, convertirían en Conservatorio Oficial de Música. Creando además, la Masa Coral y, el Cuadro Lírico.

Compuso junto a su esposa –afamada profesora de piano-, la música del himno de Ceuta. Letra del poeta ceutí -y concejal por el Partido Reformista-, Luis García Rodríguez. Fue estrenado bajo la dirección de don Ángel, en el Teatro Cervantes el 5 de agosto de 1934 y declarado, himno oficial, en sesión municipal del día 24 de ese mes.

En enero de 1935 crearía y dirigiría la Orquesta Sinfónica de Ceuta y, en noviembre, fundaría el Conservatorio Oficial de Música y Declamación.

Don Ángel, fue nombrado en enero de 1942, Comandante Director Músico de la Banda del Tercio de la Legión de Ceuta. El segundo director, en su historia.

Pero sin duda, la popularidad eterna la obtuvo, al modificar de cadencia, el paso de la canción legionaria “El novio de la muerte”, convirtiéndola en marcha fúnebre o, procesional.

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Baltasar Queija

El tema musical se basa, en la historia de Baltasar Queija de la Vega. Nacido el 26 de marzo de 1900 en Minas de Riotinto (Huelva).

Baltasar fue, el primer legionario que perdió la vida, por heridas recibidas durante la Guerra del Rif (Marruecos). Falleció el 7 de enero de 1921 en Tetuán. La 1ª Bandera de La Legión, había comenzado a formarse el 20 de septiembre de 1920.

Se contaba que, al poco de incorporarse a la unidad, le llegó una carta desde su pueblo, con una noticia fatal: su novia -una riña con ella, provocó al parecer su ingreso en La Legión-, había muerto. El mazazo recibido, le indujo a reunirse con ella lo antes posible, asumiendo riesgos que, acabaron costándole la vida. Unos versos dedicados a La Legión, encontrados –dicen-, en su bolsillo por compañeros, definían su sentir: “Somos los extranjeros legionarios / El Tercio de hombres voluntarios / Que por España vienen a luchar”.

La historia de la muerte de Baltasar Queija, originaría una tremenda conmoción en la ciudadanía española de la época.

Emocionado por el relato, el letrista de cuplés, Fidel Prado Duque, escribió unos versos que entregó a su amigo, Joan Costa Casals, para que le compusiera la música.

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Lola Montes

A inicios de julio de 1921, la cantante Mercedes Fernández González, “Lola Montes”, fue invitada por Fidel Prado, a una audición del tema. Quedó tan encantada del cuplé que, inmediatamente, lo incorporó a su repertorio. Había nacido, “El novio de la muerte”.

Pocos días después, se estrenaría con gran éxito en Málaga, en el desaparecido Teatro Vital Aza. Asistió a la función Carmen Angoloti Mesa, duquesa consorte de La Victoria, jefa de hospitales de La Cruz Roja en Marruecos y, sobrina del general Espartero. Quedó impresionada de la interpretación de Lola.

Tras felicitarla, la animaría a embarcarse hacia Melilla, para interpretarla los días 30 y 31 de julio, en el espectáculo montado por la compañía de Valeriano León, en el Teatro Kursaal. El objetivo era claro: elevar el ánimo a las tropas, tras la tremenda derrota recién sufrida, en la batalla de Annual.

Lola aceptó la petición de la duquesa, y partió rauda. Una gran ovación la recibiría, al aparecer en escena vestida de enfermera. Su actuación fue un éxito apoteósico, debiendo repetirla varias veces.

José Millán Terreros, conocido como Millán-Astray, asistía al espectáculo. Con el grado de comandante fue nombrado -por R.D. de 28/01/1920-, primer jefe de la Legión Extranjera, o Tercio de Extranjeros. El Ministro de la Guerra, el gaditano José Villalba Riquelme, le ordenó la organización de una tropa profesional -a semejanza de la Legión Extranjera Francesa-, en lugar de la tradicional de reemplazo, que posteriormente se denominaría “La Legión Española”. Para tal fin, Millán-Astray se inspiró en el libro publicado en 1905, “Bushido: el alma de Japón”, donde su autor, Inazõ Nitobe, exponía el código de honor de los samuráis.

Tras escuchar la canción, el ya Teniente Coronel, Millán-Astray, ordenó la inmediata adaptación del cuplé, a ritmo de marcha militar. Conociéndose hasta nuestros días como himno oficioso de La Legión, sin cambiar ni una sílaba.

Durante aquellos años era habitual que, los heridos en las campañas de Marruecos, fuesen trasladados a Málaga para recibir atención médica. Ello originó, especiales y estrechas relaciones de La Legión con instituciones malagueñas. Destacada fue, con la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Ánimas que, en 1928 proclamaría a su titular, el Cristo de la Buena Muerte, “Protector” de La Legión.

Imagen, a la que comenzaron a realizarle Guardia de Honor, en la Semana Santa de 1927.

clip_image002[4]De esa guardia partiría la tradición, de que cada Jueves Santo, desde 1930, La Legión participaría además, en el desfile procesional de la Hermandad junto a su protector, el popular Cristo de Mena.

La modificación musical de “El novio de la muerte” realizada por don Ángel, se estrenó en Ceuta el Miércoles Santo de 1952, en el “Encuentro”, entre la cofradía de Jesús Nazareno y, la Virgen de la Esperanza, obra del imaginero sevillano, Antonio Castillo Lastrucci. Esa Semana, también se interpretó en Málaga.

Tan obvia resulta la influencia musical de don Ángel, en la trayectoria de Manuel Almansa, como la colaboración de Manuel, en la modificación del histórico tema. Cierto es, que no se ha localizado documento que lo constate pero, considerando que, en el ámbito militar los honores recaen exclusivamente en el de mayor rango de la unidad, no debe extrañar.

Históricamente, han destacado bajo la dirección de bandas militares, prestigiosos maestros músicos, como por ejemplo:

· En el Regimiento Soria 9, José Font Marimont (1840-1898).

· En el Regimiento de Artillería de Madrid, Ruperto Chapí (1851-1909).

· En el Batallón de Cazadores de Cataluña, y en el Regimiento Soria 9, Manuel López Farfán (1872-1944).

· En el Regimiento de Ingenieros de Zapadores de Madrid, Pascual Marquina (1873-1948).

· En el Real Cuerpo de Alabarderos de Madrid, Bartolomé Pérez Casas (1873-1956).

· En el Regimiento Santander, Rafael Frühbeck Frühbeck -conocido cómo Frühbeck de Burgos- (1933-2014).

· En el Regimiento Soria 9, y el Inmemorial del Rey nº 1, Abel Moreno Gómez (1944).

El 21 de febrero de 1956 -seis meses después de ser ascendido a sargento músico Manuel-, fallecía en Ceuta don Ángel. El funeral, fue una despedida multitudinaria de los ciudadanos. Manuel, junto al alcalde ceutí, encabezó la comitiva. Legionarios escoltaron la carroza fúnebre, mientras la banda de La Legión interpretaba su versión de “El novio de la muerte”.

Sus restos descansan en una tumba de complejo acceso, fuera del terreno sacramentado, del cementerio de Santa Catalina. Así lo ordenó el cabildo eclesiástico, al parecer, por haber contraído matrimonio con Mathilde, que no profesaba el catolicismo.

Continuará.