domingo, 25 de septiembre de 2016

¿QUE MUSICOS SERÁN ESOS…?

 

Saludos.

En el desarrollo intelectual de la vida de los niños hay un momento en torno a los tres, cuatro cinco años, en que nos vemos inmersos en lo que se denomina "etapa de los por qué". Dicen los padres que a veces puede a llegar a ser desesperante. La mente infantil comienza entonces dos procesos paralelos y complementarios: hay más de una realidad posible y que la "verdad" puede ser reversible, es decir, descubrimos la mentira. Será, por tanto, ésa realidad y lo opuesto. Lo cierto y lo falso.

Y todo ello adobado con un complemento vital y necesario y que nos durará para siempre: la imaginación.

Una mente inmadura, infantil, es esencialmente reaccionaria. Es brutal y despiadada (sin desbastar) y no alcanza mayores proporciones porque está contenida en un cuerpo pequeño y débil, sin terminar de formar. No existen los matices: se es grande o pequeño, blanco o negro, bonito o feo... sin contaminación (buena o mala). Sentimientos en estado puro sin escala de grises ni tonos medios y deberá ser la sociedad (familia, amigos, colegios, medios...) y desde bien temprano, la que habrá de rellenar ésos huecos formando la gradación entre los extremos.

[El cristianismo (y en general, todas las creencias) fomentaron, desde el inicio de sus actividades, la idea del pecado (carga psicológica autodestructiva) que, curiosamente, el pastor al uso (hechicero, brujo, nigromante...) sabía recuperar, sanar o superar. Son los vasos comunicantes: culpa, redención, culpa... para mantener el equilibrio interesado. Es la droga (dependencia) psicológica, que los atrapa. Un algo de masoquismo sí que hay por ahí escondido en tanto que se suele pecar a sabiendas. Luego ya se buscará la redención y si es necesario, se compra.]

Así, debemos esperar que en torno a la primera decena de vida, tengamos asimilados plenamente los conceptos sociales básicos, las relaciones con los pares y con el resto, es decir, ya somos capaces de diferenciar perfectamente verdad y mentira; que sabemos con certeza cuándo usamos una u otra y que por tanto, somos plenamente conscientes cuando mentimos de lo que estamos haciendo y las consecuencias en el tiempo que soportarán.

Es el desarrollo psicológico/cognitivo de todo ser humano.

El problema reside en alcanzar la edad adulta sin haber superado del todo y plenamente, ésas etapas que hemos visto y que deberíamos haber dominado desde bien pronto contemplando la longitud total de una vida media.

Mentimos todos es alguna medida. Mentimos para obtener distintos tipos de beneficio o para evitar males, conseguir metas, alcanzar objetivos, favores... aunque haya mentirosos compulsivos, personas con problemas sicológicos que si no alcanzan un determinado nivel, se mueven socialmente sin otros inconvenientes que los que puedan provocar en sus círculos de familias y allegados.

Hay mentiras gordas y mentirijillas, trascendentes o inocuas aunque todas mentiras al fin y al cabo.

Y luego está la mentira propia, la que nos narramos a nosotros mismos, la que nos inventamos como recurso sicológico, como autosugestión para camuflar o disfrazar carencias, deseos, envidias, anhelos, impotencias...

En éste blog hablo, sobre todo, de fútbol y como es un mar en el que navego a gusto (aunque sea un pésimo marino) pongamos un par de ejemplos que traten de explicar mi ejercicio de pedantería. Veamos si podemos conseguirlo:

Miren ésta noticias y deténganse en lo subrayado. Es un recorte del artículo publicado en 1930 por el diario católico "El Siglo Futuro", páginas de deportes, firmado por J. Hermosa (junto a su hermano, uno de los fundadores del Sevilla Balompié). Apenas habrían transcurrido 24 años desde aquella "fundación" y ya la memoria se volvía convenientemente inestable.

[Hipótesis: Hermosa debería andar rondando los veinte años o menos en 1906 en tanto que alumno de la Politécnica. En 1930, debería tener alrededor de cuarenta y tantos o cincuenta y pocos. Es decir, en pleno dominio de madurez mental y por tanto, achacarlo a un fallo de memoria parece poco creíble]

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(El artículo completo se puede conseguir en la BNE)

Es, probablemente, la primera gran mentira del entorno del Real Betis y lo es por la fecha en que se publica. Es bien cierto, no obstante, que la prensa local (y por repercusión interesada, la nacional) siempre les dispensó un tratamiento excesivo y poco acorde a sus méritos en comparación, si cabe, con el que se nos tributaba a nosotros, los dominadores del fútbol andaluz desde los mismos inicios. Lamentable intento, que aún perdura, de igualar en los medios a dos clubes que muestran (y cada día más) un desequilibrio manifiesto, palpable, tangible y contante.

No olvidemos que un medio (periódico, televisión o radio) es, primero, una empresa comercial que busca beneficios para sus dueños. Luego, un instrumento de difusión informativa que se suele plegar a aquellos intereses. Cuando deben "vender" su información en un mercado dividido prácticamente en dos (caso aficiones futboleras de Sevilla), parece lógico que procuren mantener ése difícil equilibrio entre su clientela aunque a veces, muchas y demasiadas veces, las vísceras se impongan a la profesionalidad exigible.

Pero el artículo cobra especial importancia porque surge en boca de uno de sus máximos representantes históricos entonces y por ende, fundador del Club surgido de los alumnos de la Academia Politécnica Sevillana.

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En 1930, el Sevilla FC ya había logrado 12 de los 15 Campeonatos de Andalucía disputados (Campeonato Regional Sur que seguiría ganando en las siguientes seis ediciones hasta su desaparición) y era ya conocido como "El eterno campeón de Andalucía". Por lo tanto, cuando aparece ése artículo está emergiendo el Real Betis que lograría la Liga poco más tarde, en la etapa más gloriosa de ése Club sin discusión alguna.

Pero Hermosa dice que "allá por 1906" y a través de "tarjetas postales", inventan su Equipo, su fútbol. Luego añade que "como ya existía, desde el año anterior, el Sevilla F.C. se tituló Sevilla Balompié".

Sorprende que cuente una mentirijilla tan visible, sonrojante incluso, cuando dice que había otro pero que aprendieron a través de postales. Teniendo el modelo y la escuela gratis (recuerden que todavía no se habían cerrado los recintos y que por ello, cualquiera podía presenciar un match sin problemas) parece infantil un recurso tan pueril para evitar decir que en viendo al Sevilla jugar, les entraron ganas de imitarnos, forjando así la impronta negacionista que persiste, acrecentada, hoy día.

Pero lo que mejor trasciende de las palabras de tan ilustre bético, es que ya en 1906 pretendiera haber llamado a su Equipo "Balompié" cuando ése término no lo inventaría Mariano de Cavia hasta dos años más tarde.

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"Varios jóvenes amables que se proponen organizar
una nueva sociedad de foot-ball, desean darle un nombre español
y no acertando con él, me hacen la merced de apelar a mis cortas luces,
porque ellos tiene por intraducible el vocablo inglés
como se denomina a este deporte.”

Es un extracto del artículo del periódico El Imparcial de 1 de agosto de 1908. El desfase es visible e inexplicable salvo que pretendamos confeccionarnos un pasado a medida. Y si bien es cierto que las primeras referencias al "balompié" son de principios de 1908 (incluso el compositor leonés Rogelio Del Villar le compuso su "balompié: two step para piano") decir que existiera en 1906 es, sencillamente, falso.

Más tarde abrazaron nuevas creencias que, desmontadas una a una, fueron abandonando por otras más convenientes, más acordes a sus necesidades porque cualquier escapatoria es buena siempre que nos convenga y se adapte a las necesidades que nos creemos.

El segundo ejemplo es bastante más reciente y quizás más ilustrativo:

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A la izquierda podemos leer a Gil Gómez Bajuelo, alias Discóbolo, en un artículo publicado en ABC el 1 de junio de 1958 con motivo del regreso de su Equipo a la Primera División (año que celebraron las Bodas de Oro, creando otra distorsión de fechas). A la derecha, un recorte del obra del historiador D. Rafael Medina "Apuntes sobre la fundación tradicional 1907". ¿Observan alguna discrepancia? Pues hay más, mucho más: miren aquí.

Gil Gómez Bajuelo fue presidente del Betis entre 1921 y 1923, afamado periodista, contribuyó no poco (junto, principalmente, con su correligionario Olmedo, ambos participantes activos y directos del golpe militar de 1936) en "exportar" a Madrid una visión desenfocada de la realidad del fútbol en nuestra ciudad. Visión que, lógicamente, trataba de atribuir a su Equipo valores intangibles que en muchísimas ocasiones causan hilaridad, en el lector actual de aquellas crónicas, por burdas y chabacanas .

[Nota al margen: Gil Gómez Bajuelo fue el primer periodista que llegó a Casas Viejas y describió los hechos en la masacre que allí se perpetró]

D. Rafael Medina es un activo investigador en la Historia del Real Betis Balompié. Salvo algunas respetuosas excepciones, D. Rafael pertenece al grupo "ultra" de historiadores del Betis, el grupo que sistemáticamente antepone conclusiones viscerales y generalmente mal o escasamente fundamentadas, para escribir una Historia imposible de su Equipo aunque su fuerte sea, por el contrario, inventar la nuestra, la del Sevilla Football Club, a la que dedican tantos esfuerzos que sobrecoge. Hoy, como ven y después de mucho tiempo, ya haré lo mismo señalando contradicciones. Juzgad vosotros.

En efecto, El Sr. Medina cita la fuente original de Discóbolo, parece no leer bien y... distrae la cifra original y resta a su favor: Hemos ganado un año aunque para ello haya que dejar en mala situación al autor mismo, ex presidente, periodista y uno de los más ilustres béticos de su historia.

No es la única ni la primera interpretación espuria de datos que se pueden contrastar fácilmente y no hay que ser un experto (como no lo soy yo) para investigarlos, estudiarlos, compararlos y exponerlos. Lo llamativo es que ése discurso basado en mentir deliberadamente (éstos historiadores saben perfectamente qué datos manejan) tiene su clientela, su grey, su grada fanática preparada para creer a pies juntillas el mensaje que les procure algún mérito suplementario, sea cual sea, que mitigue su eterna servidumbre en el deporte del fútbol en nuestra ciudad. En Sevilla.

Y es por ello que se inventan la falsa supremacía en lo intangible, en los sentimientos, en los valores que no son mensurables porque en los que realmente cuentan, lo tienen irremediablemente perdido desde hace más de un siglo. Desde 1906, 1907, 1908 y/o sucesivos.

Cuidaros.

SevillaFCsince1890