martes, 29 de noviembre de 2016

LO QUE ME ENSEÑÓ EL SALMON

 

Saludos.

Se llama Álvaro Yanes y es el dueño y editor del blog “Salmón Palangana”.

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Hoy nos enteramos que cierra y hoy, desgraciadamente, algunos nos sentimos de lo que en otras formas más terribles, llamaríamos de luto. De luto riguroso.

Porque cerrar ése blog, Álvaro, es dejarnos huérfanos a algunos, especialmente brutos, que solo hemos aprendido a atisbar los secretos de las cuentas del Sevilla y de la UEFA porque has tenido la habilidad de explicarlas de maneras apta para torpes. Como yo.

Conceptos tan abstractos que los que no podemos pasar de los dígitos de un marcador (hasta un 22-0 como máximo) nos perdemos y nos sentimos desvalidos.

Recuerdo aquel día que nos presentó Carlos Romero frente al Gol Sur de nuestro Estadio. Hubo el clásico ¡hombre… Alvarito! con las alegrías propias de ponerle cara a las letras de la pantalla del ordenador (utilizabas un nick afrancesado en el Foro Oficial) y con la posibilidad, vía privilegios de la edad, de poder usar diminutivos para hablar contigo. Y el estrechón de manos derechas (las izquierdas ocupadas con Gambrinus) Eras un tipo joven y parecías tímido y por un momento percibí (soy así) la sensación de que te sentías algo intimidado en mi presencia. El tiempo me hizo comprender que si alguien debía sentirse intimidado, ése sería yo.

Bien, Álvaro, nos dejas (me atrevo a usar el plural), algo desamparados porque no hay quien explique ésas cosas mejor que tú. Ni aproximadamente.

Ojalá que pronto te tengamos de nuevo en el sitio central de nuestros “favoritos”.

Un abrazo y cuídate mucho.

1 comentario:

Alvaro dijo...

Buffff
¿Ahora que digo yo? Pues que, aparte de ser evidente que no merezco el post, decirte que estoy honradísimo de que me lo hayas dedicado.

Y sí. Estaba cortado no. Cortadísimo. Para mi el conocer a la gente del área de historia, por la que sentía y siento tanta admiración, era como tratar con Kanouté. Este blog me impresionaba y estaba como asustado, la verdad.

Reiterándote las gracias, recibe un fuerte abrazo, amigo. Nos veremos pronto