domingo, 31 de mayo de 2015

EL PROGRESO ADECUADO


Saludos.

Todo igual, todo distinto. Hacer hábito de lo extraordinario no es fácil porque la emoción de lo sublime, como plato de dioses, se sirve en pequeñas porciones.

De Varsovia y porque soy quien soy y como soy, me quedo con algunas imágenes prendidas ahí, en el fondo mismo, porque además de sacar aquellos tres berridos siderales, de abrazar como nunca a mis amigos y vecinos (otra vez, otra vez, otra vez) de vibrar al unísono cuando nos acercaron la Copa y de la odisea aérea (¡malditos piratas legales del aire), más cosas se me agarraron al corazón y a la retina:

D. Roberto Alés paseando por el centro, en su vehículo unipersonal, rodeado de familiares y amigos. ¡Qué cara de felicidad en éste hombre! ¡Qué fiesta de colores blancos y rojos y él estaba allí con todos nosotros, mostrando orgulloso su sevillismo incorruptible! ¿Cuánto hay que amar un Escudo para cruzar Europa montado en la estela de Nervión, D. Roberto?

No soy muy dado a las idolatrías y sin embargo… por el centro de Varsovia no me pude contener y me acerqué, tímido, a D. Roberto. Pero le eché un poco de jeta y le tomé de la mano para desearle mis felicitaciones. Me regaló una sonrisa cómplice, un “gracias” apenas audible pero que me llenó todo y como diciendo “somos sevillistas y hemos venido a ganar, ha hacer historia entre todos”.

Y es que ésos dos segundos, estrechando la mano del verdadero primer artífice del Sevilla moderno, del Sevilla Campeón, del Sevilla de los títulos, me dotaron del contacto necesario para creer más que nunca en lo nuestro, en los nuestros, en nuestra Historia, en nuestro Presente y en nuestro Futuro.

Gracias, señor.

Otra imagen es la chiquita palangana de José Ángel (recién adquirido Amigo y Hermano Palangana) que nació el sábado pasado y que ya desde la incubadora, mirando fijamente a la cámara con apenas una hora de vida, mostraba cuatro deditos en alto. Era premonitorio. Es una imagen tremenda que su padre guardará para siempre y que nos puso a todos los vellos de punta. Gracias, amigo, por compartir eso con nosotros.

Y por fin, el tifosi italiano del Milán y del Sevilla que nos abordó en pleno centro. Este amico buscaba desesperado una entrada que, casualmente, nos sobraba. Además, de las caras. Se la ofrecimos por el mismo precio de compra (que le mostramos) y aunque llevaba nombre impreso, sacó su cartera y aflojó la pasta. Luego nos contaba que era del Milán, pero a raíz de aquella Supercopa (cuando ya nuestro Eterno Antonio andaba por el Tercer Anillo), se hizo de los nuestros. Y allí estaba, en Varsovia, desplazado sin entrada para ver a “su” Sevilla.

A veces, las fibras más internas se te hacen agua.

Lecturas, ideas, opiniones:

Es nuestro 30 título oficial (probablemente 31). Es cierto que con 125 años de Historia no parezcan muchos y no lo son. El Sevilla ha tenido plantillas espectaculares a lo largo de ésa Historia y que, sin embargo, no tuvieron nunca vientos a favor. Recordemos cuando se nos decía, desde Madrid, “el Eterno Campeón de Andalucía”, cuando contábamos con la “Línea del Miedo”, con la “Delantera de Cristal”, con la Delantera Stuka”… pocos entorchados para tamaños jugadores, ciertamente.

Pero hemos tenido que esperar al Centenario de la Oficialización del Club para despegar, para centrarnos en nosotros mismos, para dejar atrás vicios atávicos, para crecer.

Lo hicimos estructurando un modelo de Club que funciona a pesar de las limitaciones presupuestarias, de las malditas cuentas que nos desigualan a todos.

Y lo hemos hecho, además, a marchas forzadas, a lo grande, en una década prodigiosa donde “el sueño eterno” (desde un gol canterano con la zurda) parece no tener fin, donde otras metas siguen pendientes de alcanzar y con cada nueva de ellas, buscar insistentes (a veces insolentes), la próxima. 

Hemos aprendido a competir, a no sentirnos inferiores a nadie, a luchar todo el tiempo, todos los minutos. Hemos aprendido a creer en nosotros mismos.

Y hemos llegado a la élite Europea en un año en que acabar con 76 puntos (una barbaridad de puntos con record histórico propio), solo nos coloca quintos en el escalafón. Una Liga carísima para los de arriba, como vemos, y en la que hemos luchado con pasión hasta el último segundo. Una clasificación perfectamente adecuada y ordenada en función de ésos presupuestos. Y sin embargo y por nuestros propios méritos, ahí estamos, en Champions y directamente a Fase de Grupos.

Ganar nuestra Cuarta Europa League nos sitúa en el podio europeo de ésta competición y en solitario. 
Para quienes tratan de minimizar éstos logros, decirles que andábamos igualados, hace unos días, con Inter, Juventus y Liverpool (equipos “pequeños y con poca historia” como verán) y que hace dos años, en 2013, la logró el Chelsea (el todopoderoso equipo del millonario ruso). Lo siento por ellos, por los detractores, porque quizás deberían hacérselo mirar. Pero sobre todo, a los que solo en un momento de la Historia, en uno, nos empataron a título (en singular). En cualquier caso y como me consta que éstos son solo unos pocos, desde mi Blog vuelvo a felicitar a mis amigos y familiares béticos (y a la mayoría no rabiosa en general) por su ascenso. De veras que lo hago porque son también Sevilla/Ciudad del Betis y porque los partidos entre ambos clubes son especiales, mágicos.

Es, por tanto, el paso siguiente, la siguiente meta lógica, la evolución natural, el progreso adecuado para luchar en el nivel superior y ello a pesar de que, mirándolo fríamente, es probable que por lo menos la mitad de los que compitan en Champions, nos vapuleen en presupuestos. Es la ruta inevitable por la que han pasado todos los súper poderosos europeos escalando, progresivamente, hasta llegar a lo mas alto.

Estamos, por tanto, a las puertas de instalarnos arriba del todo, en éste ascenso imparable que nos debe llevar a ver lo mejor del Sevillismo y a pesar de lo que ya estamos viviendo.

Porque en 125 años de Sevilla Football Club, me ha tocado sentir, vivir y compartir las emociones del mejor Sevilla de todos los Tiempos.

Y mi madre palangana sonriendo desde el Tercer Anillo. Besos, tetracampeona.

Porque dicen que estamos locos de la cabeza y no es de extrañar: éste Sevilla Football Club enloquece a cualquiera.



SEVILLA FOOTBALL CLUB DESDE 1890

Cuidaros.

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