martes, 2 de septiembre de 2014

LO QUE LA VERDAD OCULTA

 

Saludos.

Pues si, lo he leído y aún me cuesta creerlo tal cual está plasmado aunque, dicho sea de paso, no es nada nuevo. Me refiero a un artículo aparecido en el mensual de septiembre de los “Cuadernos de Fútbol”, número 57, editado por el CIHEFE, donde y bajo la firma del insigne historiador bético D. Alfonso, rememora los 80 años del fallecimiento de Ignacio Sánchez Mejías, presidente del Real Betis Balompié.

En términos generales es bastante correcto (por lo que muestra y por lo que deja de mostrar) y sin embargo…

El Sr. Alfonso suele incurrir en sonoros “olvidos” porque si bien no miente del todo, tampoco refleja toda la verdad, especialmente en la parte que pudiera desvirtuar (con documentos y pruebas) que la realidad, la triste realidad (para él), fue ligeramente distinta. A veces, sustancialmente distinta.

En general, podemos decir mentiras, verdades o medias verdades (medias mentiras es poco usado y lo dejamos para otro momento). De entre las tres opciones, la tercera, seguramente, sea la más aviesa porque jamás nunca podremos acusar a nadie de ejecutar una de las dos primeras literalmente. De hecho, media verdad es la mitad de algo bueno y algo malo a la vez. Difícil de desentrañar.

D. Alfonso, entre otras cosas, sabe manejarse en ése terreno con maestría: le interesa a falta de otras motivaciones más contundentes.

[Nota al margen: tan es así lo que afirmo en ése último párrafo que hace uno meses mantuve con él (o con un adlátere intermediario tal vez inventado), un interesante debate sobre documentos, fechas, fundaciones y demás, todos referidos a mi Equipo porque sobre ellos y los suyos, como bien sabe D. Alfonso, hay poco o nada que discutir de momento.

Por suerte no necesito, no necesitamos los sevillistas, demostrar nada a nadie sobre nuestros orígenes. Eso incluye a los de sus colores, mal que les pese y contrariamente a lo que desde allí puedan exigir (!) y aunque les parezca imprescindible que así lo hagamos para… ¿qué? ¿para satisfacer a quién? Nuestros asuntos están en paz.

Demuestren sus afirmaciones capciosas o callen porque la carga de la prueba deben aportarla los acusadores.

Tras el intenso intercambio de mensajes logré convencerlos de que admitieran (no sin arduo y paciente trabajo) que “fundación” y “oficialización” no son términos equivalentes. Era el primer cebo y se lo tragaron. Sin embargo y aún antes de darme la oportunidad de ponerles los mofletes colorados con el segundo y más poderoso señuelo…¡se perdió mi mensaje! Mi último comentario (el que les mostraba algunas de sus vergüenzas) no “llegó”, no lo había “recibido”. Perdido en las inmensidades de la Red. Increíble.

Curioso que los diez o doce anteriores sí y éste, el que les señalaba que se habían columpiado como adolescentes, no, no lo recibieron. Curioso, sospechosamente curioso. O no. O si.

¡Qué casualidad, amigo, qué casualidad! ¿O era causalidad?

Me reservo ése segundo cebo porque igual un día se me presenta la oportunidad de volver a usarlo y estoy por apostar a que cuela también]

Pues en su artículo sobre Sánchez Mejías, al Sr. Alfonso, entre otros muchos “olvidos”, se le “pasa” mencionar a ése señor de la foto (posición central, traje oscuro, pañuelo de pico y bigote), a la sazón Presidente del Ateneo de Sevilla. Era D. Manuel Blasco Garzón y seguramente el alma de aquella reunión (imposible tal vez sin el mecenazgo de Sánchez Mejías) y que casualmente fue Presidente del Sevilla F.C. entre 1923 y 1925.

Un fallo de memoria lo puede tener cualquiera.

gen27-AteneoSevilla

Pero para acudir a fuente externa que autentifique mis palabras, miren aquí:

http://elmundofragmentado3.wordpress.com/2009/10/31/el-azahar-que-broto-entre-la-arboleda-perdida/

Por otra parte, ésa frágil memoria selectiva que acusa D. Alfonso, vuelve a hacerse patente cuando “olvida”, otra vez, que Sánchez Mejías fue expulsado del Sevilla F.C. Lean éstos dos artículos…

http://www.lapalanganamecanica.com/2008/04/ignacio-snchez-mejas.html

http://www.lapalanganamecanica.com/2012/03/cosas-de-la-universalidad.html

…y recuerden que hay suficientes documentos que así lo atestiguan. En el Área de Historia del Sevilla F.C., por ejemplo, se conserva el acta de aquella Junta General Extraordinaria (celebrada el 4 de julio de 1929, en los salones de la Real Sociedad Económica de Amigos del País), en la que D. Ramón Sánchez-Pizjuan logra la aprobación de la Junta y por tanto, la expulsión del socio de muchos años, D. Ignacio Sánchez Mejías. Busquen por las hemerotecas qué “pecado” cometió el buen espada, escritor e intelectual (aunque un somero repaso a su expediente académico, del que poseo una copia, lo muestra como un estudiante regularcito) para que se le proscribiera su pertenencia al mas Grande Club de Andalucía de todos los tiempos.

Pues se mire como se mire, el famoso torero de fama universal era sevillista (y su familia) desde mucho antes que le ofrecieran presidir el Real Betis. Es así, D. Alfonso, y no podrá cambiarlo por mucho que se empeñe en ocultarlo. Y no alegue ignorancia, por favor.

Sigamos con la mala memoria y las medias verdades: el Real Betis ganó el Campeonato de Andalucía, ciertamente, en 1928 “por primera vez”, dice D. Alfonso. No hubo segunda. De veinte ediciones, el Español de Cádiz, el Recreativo de Huelva y el Real Betis, ganaron un campeonato cada uno. Los otros diecisiete fueron para el Sevilla F.C. Si no lo han leído bien, lo repetiré de nuevo: el Real Betis solo ganó UN Campeonato de Andalucía y por tanto, “por primera… y única vez”.

Ése lenguaje, D. Alfonso, tal vez confunda a quienes estén dispuestos a dejarse confundir porque ésa música confusa nos agrade. Tanta “confusión”… confunde.

Lo del “amateurismo marrón” es divertido porque dicho así (medias verdades, D. Alfonso) induce a pensar que era práctica de solo un equipo y que los demás, los pobrecitos demás, eran ajenos a eso. Limpios y honrados (y hasta pobres) y como siempre, los malos son los del otro Equipo, los del “taco”. Un poco infantil sí que es ¿no?

Claro que en cuanto se profesionalizan, la cosa cambia radicalmente porque ahora hay que pagar para fichar jugadores de otros equipos. Por ejemplo, miren el asunto de un tal  Antúnez, unos años más tarde, que se saldó cobrando DOS veces por él. Fue la crónica de como tapar el desastre interno proyectando en el otro tu propio fracaso. Y si no, retomen la sensacional obra de Enrique Vidal…

CASOANTUNEZ-PORTADA

…para que entiendan la pobreza argumental que tan alegremente esgrimen algunos, en su penoso afán de construirse mundos virtuales de fantasía. Y si vamos a hablar de oscuras maniobras, ahí se van a hartar. Al borde del vómito.

Es la memoria selectiva, D. Alfonso.

Y el discurso victimista genético, desde las raíces mismas, lo asume el reconvertido Sánchez Mejías con tanto ardor que no tarda en inflamarse contra todo aquello que les “impida” ser lo que deberían haber sido y que nunca fueron. Siempre hay un demonio, palangana, que nos entorpece nuestro crecimiento.

No somos peores ni menos competentes, es que no nos dejan.

En todo caso, D. Alfonso, se le “olvida”, otra vez, comentar un poco más los problemas de Sánchez Mejías con la Federación Española de Fútbol por cuestiones de fichajes, jugadores de otros clubes y demás.

Comprendo que un artículo para ésos Cuadernos tampoco puede extenderse demasiado, pero lo que se cuente, D. Alfonso, debería, en lo posible, ofrecer mejores perspectivas para el lector, mayor imparcialidad y un alto grado de objetividad. Si es posible. Vísceras aparte.

Conviene también, D. Alfonso, hacerse a la idea de que ésa publicación no está dirigida solo a béticos y que el artículo hubiera quedado fantásticamente bien en su blog personal. Ahí parece estar metido con calzador. Igual logra ganarse algunos miles de adeptos mas por esos mundos.

De todas formas, los Cuadernos tienen su propia historia de parcialidades (azules y verdes, verdes y azules) y parece que todo indica que seguirán en su línea, en su escasa credibilidad y poco control de lo publicado.

Termino señalando que no seré yo quien ose cuestionar el importantísimo trabajo que realizó Ignacio Sánchez Mejías en su etapa bética. Fue, seguramente, uno de los presidentes más grandes que haya podido tener el Club de Heliópolis.

Suerte, vista y al toro, D. Alfonso.

Cuidaros.

#SFCdesde1890

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