martes, 22 de abril de 2014

SERÍA DE JUSTICIA

 

Saludos.

Obligado me veo porque “a la fuerza ahorcan” o, como dicen los chinos, “hay que colaborar con lo inevitable”.

Soy de los que disparó al muñeco Emery, de los que cuestionó la versión mala de su modelo de juego, de los que lo criticaron con dureza (espero que sin alcanzar el insulto o, al menos, así lo pretendí) y de los que perdimos la paciencia, probablemente antes de tiempo, porque no llegaban los resultados. Luego llegaron, volvieron a no llegar y regresaron.

Ésa intermitencia que en el modo “off” nos colocó de farolillos rojos (de haber sido verde hubiera sido dolorosísimo) en el primer cuarto de liga, cambió al “on” (Rakitic delante o detrás desde mi modesto entender), para darnos una racha de más que gratificantes marcadores. Dentro y fuera.

En pasadas las navidades, atacamos el 2014 con vuelta a la anormalidad del principio y retornó el lado oscuro: otra racha sin comernos una rosca. Por fin pareció que la cordura imperaba (no hay más cera que la que arde) y nos montamos en el tren de los éxitos, con datos históricos. Y con Rakitic por delante, el Equipo conjurado para ganar y batiendo records.

Y a un paso de Champions (en la Liga) y en semifinales de Europa League. Casi nada. Una barbaridad.

[Ahora me pego una chulada porque me apetece: en nuestro sitio natural.]

Sentadas las bases del momento que vivimos, vamos a lo trascendente.

Se habla mucho de la renovación de Emery y como casi todas las decisiones importantes del Sevilla (¡bendito Club que lo cuestiona todo y que no se traga un milonga ni con fiebre alta!), los aficionados se disparatan con los “si” y con los “no”.

Los que defienden su papel y los que lo cuestionan. Los ambiciosos, los intolerantes, los fanáticos, los perversos, los malintencionados, los que viven de un pasado que nunca ocurrió, los que esperan un presente que aún no ha llegado, los que aplauden, los que vitorean… todos sevillistas que, despiezados y en canal, hacen el Sevilla F.C.

Pero si se produce ésa renovación del técnico vasco, habrá que admitir (porque no queda otra), que sería de Justicia. Aún en éstos momentos y sin esperar lo que habrá de venir en las próximas semanas.

Y lo sería con mayúsculas.

No soy un defensor a ultranza de las técnicas de Emery porque veo demasiadas lagunas en sus conceptos, en sus disposiciones tácticas y en su manera de leer los partidos. Pero ante los resultados… me la envaino (lo decía al principio).

Y no se me caen los anillos en admitirlo.

Como en casi todo en ésta vida (desgraciadamente), los fines suelen justificar los medios. Según qué y para qué, añado.

De tal forma que si se renovara ahora a Emery que, como digo, mantiene el Equipo con dos posibilidades reales y ciertas de estar ahí arriba la próxima campaña (muy arriba) y de lograr otro “paragüero”, vería su continuidad como Entrenador con la lógica adecuada, con cordura: se premian los éxitos.

Ocurre que no ha mucho tiempo, a dos Entrenadores del Sevilla a los que se pidió determinados objetivos, no los cumplieron. Y se les renovó. Desde mi punto de vista, aquello fue premiar el fracaso. Inadmisible.

Por ello, si ahora se renueva a Emery (que está muy por encima de lo que se le exigió ésta temporada), sería de justicia y aunque a mí, personalmente, me guste poco. Los objetivos tienen premio, los fracasos, no.

Y me olvido intencionadamente de la temporada 12/13 porque cuando uno se sube en el carro de la ilusión (como ahora), pierde en buena parte la memoria.

Es autodefensa.

Cuidaros.

Sevilla FC 1890 urteaz geroztik

2 comentarios:

Alvaro dijo...

Bueno. Ahora para escribir esto me voy a sentar. Tras leerlo me puse en pie, pero ya toca bajar

Extraordinario. En sus dos acepciones: tanto por su calidad como por su falta de habitualidad

Extraordinario porque expresa con maestría lo que una amplia parte del sentir sevillista general piensa. Emery, con sus errores y defectos. Emery con su cabezonería y rectificaciones. Ese Emery no puede más que ser renovado porque a un trabajo estajanovista le ha sumado unos resultados excelsos en la segunda parte de la temporada

Y extraordinario porque no es normal el envainársela. Y menos en sevillista donde, yo no entiendo porqué, todo el mundo quiere ser el que la tenga más larga. La razón, me refiero. Claro. Con lo sano que es reconocer cuando yerras y cuando aciertas y lo ridículo que queda cuando se intenta torticeramente tapar un error

Cuídese

Jose Manuel Ariza dijo...

Saludos.

Gracias, amigo. Otra vez te excedes.

Pero de la misma forma que uno debe aprender a reirse de sí mismo para poder hacerlo de los demás, debemos traer en las venas la facultad de pedir perdón y admitir los errores propios.

Es solo humanidad bien entendida.

Gracias, Alvaro.

Un abrazo y nos vemos mañana para ahuyentar los murciélagos.

Cuídate.