lunes, 30 de diciembre de 2013

JULIA RÓMULA

 

Saludos.

MONSTRUO DE LA BETICA 1642

No, no pienso escribir sobre monstruos ni otros engendros repugnantes, aunque abra éste post con ése curioso dibujo, extraído del libro “Monstrorum Historia” de Vlyssis Aldrovandi, dedicado a Fernando II en 1642. La colección de criaturas alucinaría al gore más delirante de nuestros días o… nos desternillaríamos de la risa. Imagino que don Vlyssis se propuso asustar a su majestad con un portentoso trabajo “científico” que, leído hoy, apenas alcanza la categoría de surrealista en extremo.

Son los resultados de modos de estudios teóricos frente a los empíricos.

Pero el magnífico dibujante señala a ése bicho de la imagen como procedente de la Región de la Bética, en la Hispania Ulterior (la lejana): la Bætica que dibujara el reputado Ptolomeo hacia el 125 de nuestra era.

HISPANIA PTOLOMEO

Los romanos la llamaron así por derivación de Bætis, el caudaloso rio del suroeste de la Hispania al que los fenicios denominaban Baits. Más tarde, los árabes volvieron a renombrarlo como Guadalquivir (الوادي_الكبير al-wadi al-Kabir, "el río grande”).

De la misma forma, conocemos que Sevilla era la Hispal (Ispal) de los tartessos o turdetanos, la Híspalis romana y la Isbilia o Sibilia de los árabes a partir del 711.

Pero tenemos también a un cronista de primer nivel que aporta un nombre distinto y poco conocido: Se trata, nada mas y nada menos, que de San Isidoro de Sevilla. Éste santo visigodo vivió en la ciudad, de la que fue arzobispo durante más de treinta años, hasta el 636 en que falleció.

San Isidoro de Murillo

Pues en 1875, Joaquín Guichot, Académico de número de Sevillana de Buenas Letras y Cronista de la Ciudad y de su Provincia, edita su magnífica “Historia de la Ciudad de Sevilla y sus Pueblos Importantes”

HISTORIA DE SEVILLA GUICHOT-1

Julia Rómula.

Tenemos, por tanto, que conocemos la sucesión de nombres que le dieron a nuestra Ciudad los distintos pueblos que la conquistaron:

-Dice la leyenda que Sevilla la fundó Hércules y la llamó “Isla de Palos”, según Ahmad ibn Muhammad al-Razi, el moro Rasis.

-Los tartessos la llamaban Hispal o Ispal.

-La Julia Rómula de Cayo Julio César.

-La Híspalis (¿Hispaniæ Polis o la latinización de la “Isla de Palos” de Hércules?).

-Y los árabes Isbilia o Isbiliya (أشبيليّة).

-Sevilla.

Durante los más de 500 años de dominación romana, el río de Sevilla se llamó Bætis. Debemos suponer, también, que mantuvo ése nombre en la época visigoda y en la de los vándalos (Vandalucía-Andalucía), siendo que conserva el que le otorgaron los árabes y con la siguiente progresión:

-El Baits de los turdetanos y tartessos.

-El Bætis romano.

-Y el Guadalquivir árabe.

Resulta llamativo que la ciudad y el rio, asociados indisolublemente toda su Historia común, hayan perpetuado el último nombre árabe a pesar de los siglos que estuvo bajo dominación del idioma latín, castellano y español.

[Por cuestiones musicales y para cuadrar las rimas, Silvio compuso su famosísima obra haciendo a Fernando III reclamar su Bætis, ya que hubiera supuesto un desacorde tremendo hacerle decir "¿dónde está mi Guadalquivir?”.]

Sin embargo y curiosamente, nos referimos a Sevilla con el patronímico “hispalense” (junto al natural de “sevillano”), de Híspalis, saltándonos siglos de otras denominaciones.

Nuestros Equipos de fútbol, indistintamente, son “conjunto hispalense”.

Guadalquivir siglo XVIII

Porque Sevilla es “una” ciudad del Betis.

Si recorremos su trazado desde su nacimiento, veremos que hay varias y diversas poblaciones atracadas en sus riberas. Sería respetable, por tanto, que cualquiera de ellas se atribuyera ser “la” ciudad del Betis, lo que nos haría perdernos en el desaguisado de saber a cual nos referimos, teniendo todas los mismos derechos ancestrales en reclamar la singularidad del artículo determinado.

Porque veremos entonces que, por ejemplo, Andújar, Villa del Rio, Montoro, Posadas, Peñaflor, Córdoba (por derecho histórico), Palma del Rio, Lora del Rio, Alcolea del Rio, Villanueva del Rio, Villaverde del Rio,  Alcalá del Rio, La Algaba, San Juan de Aznalfarache, Gelves, Coria del Rio, Puebla del Rio, Sanlúcar de Barrameda… entre algunas localidades más, tendrían pleno derecho a autodefinirse como “del Betis”.  Ciudades y pueblos.

SENECA CORDOBA BETICA

Romulense-Guichot

Romulense-Guichot-2

Después de éste somero repaso a algunas cuestiones del pasado, conviene discernir que atribuirse singulares valores históricos son, como poco, dudosos o arriesgados.

1922 b

Pues miren el cuadrante lateral izquierdo del escudo suizo original y verán a San Isidoro.

En cualquier caso, consideremos la posibilidad de decir:..

JULIA ROMULA F. C. DESDE 1890

…sin faltar a la verdad histórica.

Cuidaros.

jueves, 26 de diciembre de 2013

PUDIERON IMPEDIRLO

 

Saludos.

El pasado 18 de diciembre, el diario andalucíainformación.es, en sus páginas dedicadas a Sevilla y firmado por D. Nicolás Salas (26/11/2013), publicaba un interesante artículo titulado “…Y pudieron impedir el 18 de julio de 1936” que invito a leer detenidamente.

Por si tienen alguna duda sobre la personalidad del Sr. Salas, pueden visitar su blog personal o leer de sus cualidades en la Wiki. Sospecho que estaremos de acuerdo en que puede ser uno de los personajes mejor documentados sobre la Guerra Civil española y sus inicios en Sevilla.

El artículo en cuestión muestra una fotografía ya conocida y reproducida infinidad de veces…

8 golpistas

…en la que están perfectamente “retratados” algunos personajes de importancia capital en el alzamiento criminal de 1936. Especialmente éste:

Cuesta-1Cuesta-2

Junto con otros (vean la lista completa, de momento, en “La peña del pollo” o en “Tertulia bética I y II) para que si aún no lo han leído, se hagan una idea de quiénes estamos hablando.

Dirán (con y sin razón) que ya está el Algarivo éste con sus batallitas de siempre, pero como siempre también, otros levantan la pieza y hay que salir al paso. Otra vez.

En una serie de cinco capítulos, mi estimado D. Alfonso de las Tablas Verdes (ya me ha identificado en una fotografía en Twitter, seguramente asesorado por terceros, en la que aparecemos leyendo el libro de Carlos Romero que, además, tendrá ya o lo hará pronto), se despacha, otra vez, con la irresistible figura de D. Ramón Sánchez-Pizjuan. Ahí es nada.

Un día, cualquier día, se hablará de éste:

Villamarín

O de éste otro:

Jaramillo

No les gustará, D. Alfonso, aunque usted (ustedes) volverán a mirar para otro lado y se inventarán otro castillo de artificios que oculte, que distraiga para no responder.

Y en concluyendo la serie (creo), pretende atribuirle a D. Ramón valores tales que al señor de las fotografías de arriba, el de la gafas redondas, por lo menos y al que se sienta a su derecha en la de grupo. Grupo, por cierto, en el que no distingo a ningún palangana, dicho sea de paso.

D. Alfonso, se está “carmonizando” por momentos. Le recuerdo que en los años que estuve colaborando directamente con el Área de Historia del Sevilla F.C., nadie, me consta, tuvo nunca intención de mostrar toda la bazofia fascista de 1936 y sus conexiones directas con el Real Betis. Nadie. Y le recuerdo también que, otra vez y al estilo Carmona, usted emitió una serie titulada “Lo que no cuenta la Palangana” en la que pretendía equiparar las implicaciones de los directivos mutuos en la tragedia, de la misma forma que su mentor hizo el espantoso ridículo con las fechas de inscripción en el Registro Civil.

Perdió Carmona y ahora pierde usted.

Y pierde porque se enfrenta a hechos históricos (y usted sabe de esto) sin contestación alguna; porque aún deben asumir su pasado oscuro (airearlo, sanearlo y decir que aquello pasó, es historia y punto) antes que buscar pajas en ojos ajenos: porque tienen que explicar a los suyos que décadas de mentiras eran eso, mentiras, inventos fruto de la impotencia; porque nacieron para combatir al Sevilla F.C. y siguen siendo el segundo Equipo (a mucha distancia) después de más de cien años (concedamos); porque habrán de pasar décadas para que, siquiera, nos igualen deportivamente o como Club…

…y porque tienen la infeliz idea de tratar de jugarle de tú a tú al, probablemente, mejor Equipo de Investigadores de fútbol de Europa. Probablemente porque nacieron para combatir al Área de Historia del Sevilla, a los Guardianes de la Memoria. Hagan su propia lectura.

En su serie, D. Alfonso, muestra un montón de “actos institucionales” (con seguridad sugeridos de forma “obligatoria”) del Sevilla F.C. en los años inmediatamente posteriores a la guerra (guerra que, por cierto, no terminó del todo hasta mucho más tarde porque aún se combatió en los montes, con los guerrilleros y el maquis). Actos Institucionales, discursos adecuados al momento y las circunstancias, declaraciones de adhesiones… desde fuera, D. Alfonso. En la periferia porque el poder (el real, el de las pistolas, el de la vida y la muerte) lo ostentaban otros. Entre esos otros, los tipos de la foto de cabecera. Y el de las gafitas redondas con gran ahínco y dedicación. Directivo bético dicho sea de paso.

¿Ésa es su respuesta a La Palangana de la misma forma que sacaron lo de la Sanjurjada?

¿No le parece un poco pobre, cogida por los pelos, magnificada artificialmente?

Habla de las influencias del Sevilla en la Federación y en los órganos gestores del fútbol en Andalucía sin advertir que, curiosamente, está admitiendo la importancia de ambos clubes. Olvida, sin embargo, que a pesar de las conexiones con el Poder, ustedes fueron siempre los segundos en todo. ¿No les sorprende eso? ¿No les llama la atención? ¿Qué hicieron mal para no aprovechar el “tirón” de la guerra y sus directivos golpistas incrustados en el Gobierno del dictador?

Curiosa paradoja que D. Ramón Sánchez-Pizjuan tuviera que adherirse a los golpistas béticos. Me hago una idea cierta de lo que tuvo que pensar el personaje, en más de una ocasión, y sus conclusiones internas en comparando la marcha de los clubes.

Dígame, por favor: ¿qué grado de influencias le atribuye usted al Real Madrid y al Barcelona (especialmente el primero) en la RFEF, en el Estamento Arbitral y en la LFP? Cuando nos acusa de tener ésas influencias en la Federación Regional… ¿está diciendo que somos el Equipo poderoso del Sur?

Admítalo y hágalo desde siempre, desde el principio. Y no mienta: usted querría haber ocupado ése lugar históricamente y es la envidia lo que le impulsa a acusarnos por no poseer ése “oscuro objeto del deseo”. Pero los hechos son los que son y fueron los que fueron.

Lo de 1936 y años posteriores fue demasiado profundo e importante como para echarle un poco de tierra encima, mirar para otro lado y distraer al personal con decorados de cartón. Eso de “miren al pajarito” es demasiado antiguo, pasado de moda y agotado por el uso y el abuso. Pero cuando se sienten impotentes, recurren una y otra vez a la distracción sabiendo, como saben, que no pueden engañarse a sí mismos aunque aún haya algunos que se dejen embaucar. Interesadamente o porque no alcancen otras luces.

Puedo admitir que el peso de su pasado sea inmenso, D. Alfonso, pero nunca debió provocar que otros sacaran los fantasmas del pasado porque es innoble. Deja mucho que desear que pretenda que los del Área del Sevilla sean los “chicos malos”, que usted se inhiba de sus responsabilidades históricas y que proyecte sus espectros en el vecino con un argumentario tan exiguo.

No, D. Alfonso, todos no somos iguales ni lo fuimos nunca. No podemos pretender equipararnos en delitos pasados porque no hay punto de comparación. Ni quitarle importancia a los hechos. Ni sentirnos tan sensibles con nuestros pecados y tan virulentos con los de los demás… sobre todo cuando hay que inventar para mantener la falsedad, ahora revestida de profundos y sesudos estudios históricos.

Siguen mintiendo por inercia ancestral de manera compulsiva e infantil.

Y recuerde, por favor, que a ustedes los hicieron del pueblo, oprimidos y de izquierdas en Moscú, lejos de la Bӕtica y en 1946. Dicen.

Cuidaros.

SEVILLA F.C. DESDE 1890

sábado, 14 de diciembre de 2013

FIERABRÁS

 

Saludos.

Fierabràs-1

“Fierabrás —del francés: à bras fier, «brazo bravo»— es un personaje de ficción de prolongada existencia que figura en varios cantares de gesta franceses del ciclo carolingio o Materia de Francia también conocido como Fierabrás de Alejandría. Caballero sarraceno de gigantesca estatura, héroe pagano de grandísima fuerza y magnánimo corazón muy diestro en el manejo de las armas, emir de Alejandría y sultán de toda la provincia de Babilonia, hasta el mar Rojo y Jerusalén. Es hijo del poderoso emir Balán, hombre de muy grandes rentas, señor de muchas provincias y gobernador de al-Ándalus, y mantiene constante conflicto con Roldán y los doce pares, especialmente Oliveros, con el que rivaliza en proezas, pero tras ser derrotado por éste, se convierte al cristianismo y en su amigo, y lucha en las filas del ejército de Carlomagno.”

Eso nos dice la Wiki sobre Fierabrás y para sorpresa propia y de extraños (habrá quien no, desde luego), resulta que el gigante era hijo del Gobernador de al-Ándalus.

Pero habremos de ahondar un poco más porque el héroe ha estado siempre asociado con El Quijote. D. Miguel ponía en boca de su/nuestro gigante loco maravilloso, ésta palabras:

“…Todo eso fuera bien escusado –respondió don Quijote– si a mí se me acordara de
hacer una redoma del bálsamo de Fierabrás, que con sola una gota se ahorraran tiempo y medicinas. ¿Qué redoma y qué bálsamo es ese? –dijo Sancho Panza. Es un bálsamo –respondió don Quijote– de quien tengo la receta en la memoria, con el cual no hay que tener temor a la muerte, ni hay pensar morir de ferida alguna…”

El “bálsamo de Fierabrás”. ¿Qué era aquello? Veamos:

“El bálsamo de Fierabrás es una poción mágica capaz de curar todas las dolencias del cuerpo humano que forma parte de las leyendas del ciclo carolingio. Según la leyenda épica, cuando el rey Balán y su hijo Fierabrás conquistaron Roma, robaron en dos barriles los restos del bálsamo con que fue embalsamado el cuerpo de Jesucristo, que tenía el poder de curar las heridas a quien lo bebía.”

Pues miren que yo encuentro ciertas resonancias sonoras entre Freiburg y Fierabrás aunque haya que necesitar pinzas para cogerlas. Sin embargo, Freiburg fue parte del Imperio Carolingio.

Y de allí, de Freiburg, nos trajimos dos barriles del Bálsamo milagroso que nos dejan primeros, para el siguiente asalto de Europa, y nos motivan como nunca y como siempre. Después del terremoto interno, no hay mejor solución que un (dos) emplasto del bálsamo maravilloso, estimado D. Quixote.

Ahora, mañana:

Sanson y el leon.

(Nótese que por falta de espacio solo muestro dos Biris animando y cantando sin cesar)

Así pues…

Fierabrás-2

…el futuro acaba de comenzar.

EscudoPrimero Since 1890

Cuidaros.

SEVILLA FOOTBALL CLUB DESDE 1890

miércoles, 11 de diciembre de 2013

MOTOR DE SANGRE

 

Saludos.

En la Gaceta de Madrid (más tarde Boletín Oficial del Estado o BOE), aparecía la siguiente noticia el 23 de mayo de 1900:

MOTOR SANGRE 19000523

Era la resolución a una instancia de la “The Seville Tranways Company Limited” (la Compañía de Tranvías de Sevilla), para sustituir los tranvías tirados por mulas por otros de tracción eléctrica.

El Decreto es largo y pormenorizado y por tanto lo dejaremos sabiendo que concluye autorizando ésa solicitud, en las calles que señala, con lo que podemos hacernos una idea de la zona en que comenzaron a instalarse los railes. Los raíles (que algunos hemos llegado a ver y en uso) y dicho sea de paso, eran trampas peligrosas para los ciclistas de los de alfileres en los perniles.

Hace ya algún tiempo, cuando leí ése recorte (que guardé primorosamente), lo que más admiración me produjo fue la expresión “motor de sangre” porque no hay conceptos más antagónicos: “motor” (engendro mecánico) y “sangre”, fluido vital biológico. No casa aunque luego, para algunos como yo, verán que tal vez si.

La definición es asombrosa por lo que evoca. 

Un poco más tarde, el diario El País de Madrid, publica esto:

El País-19001101-Gañotes

Miren por donde, la picaresca “oficial” no ha hecho más que incrementarse con los años.

Ahora vean ésta imagen:

2013-2014 Comenzamosdenuevo

Hace pocos días, puede leer un tuit  de mi admirado amigo Ernesto López-Rueda que decía:

Los sevillistas ante la dificultad no decimos “paren, que me bajo” sino “paren, que me subo” y luchamos por nuestro Club.

Los retuiteé enseguida, por supuesto, porque en solo dos líneas resume toda una filosofía de vida. Una declaración de principios y finales como pocas y que nos mantiene ahí, vivos y hasta la muerte, desde hace 123 años. Gracias.

Pues tras los vericuetos que acostumbro, comprenderán que me estoy refiriendo a un hito en nuestra Historia, un momento en el que, parodiando a Ernesto, subirse al carro y aplicar ése motor de sangre que portamos en los genes.

Ciertamente que andamos un tanto desorientados; es verdad que los últimos acontecimientos nos han producido desórdenes internos de especial gravedad; es indiscutible que en la medida que queramos (con el apoyo inmisericorde de los “amigos” externos), los hechos de los últimos días nos obligan, una vez más, a apretar los dientes, a hacer un profundo ejercicio de introspección y, como dice la noticia, usar el motor de sangre.

Porque la sangre se compone de glóbulos blancos y rojos.

Y porque por mucho que modernicemos los transportes, lo único que nos mueve es la sangre. Y para electricidad el terreno de juego, los chispazos, las descargas de energía en forma de adrenalina en vena. El Gol.

Mañana tendremos otra oportunidad de sacar el motor de sangre en Freiburg (Friburgo, donde paseé no hace mucho de turismo y me encantó).

Mañana comenzamos de nuevo.

Quien ideó la campaña (no me importa porque me encantó en la medida que cada año me encanta comenzar de nuevo), jamás pudo llegar a imaginar que solo el 12 de diciembre (meses después de su puesta en circulación), tendría todo el sentido, que se haría plenamente efectiva, que llegara a ser un toque de rebato como pocos.

Mañana, con otro “primer sevillista” (con perdón porque para mí no hay desniveles entre el primero y el último, arriba o abajo), iniciamos el nuevo futuro en Alemania.

Mañana es el momento de poner el motor de sangre a las máximas revoluciones.

EscudoSevilla1º

Cuidaros.

SEVILLA F.C. DESDE 1890

martes, 10 de diciembre de 2013

CONSIGNA

 

Saludos.

Indulto

Derecho Penal


El indulto puede definirse como una medida de gracia que el poder otorga a los condenados por sentencia firme, remitiéndoles toda pena que se les hubiera impuesto o parte de ella, conmutándose por otra más suave.

Se diferencia claramente de la amnistía (no regulada en el Código Penal como causa de extinción de la responsabilidad criminal) en que ésta consiste en el olvido del delito y supone una derogación parcial y transitoria de la Ley penal respecto a hechos ya realizados y llevada a cabo por el Poder público, debido a circunstancias singularmente políticas.


Es una medida de gracia que corresponde al Rey, de conformidad con lo establecido en el artículo 62 de la Constitución Española, y constituye una circunstancia de extinción de la responsabilidad criminal regulada en el núm. 4 del artículo 112 del Código Penal.


La concesión de toda clase de indultos se rige por la Ley de 18 de junio de 1870. Mientras no se dicte la ley que ha de regular esta prerrogativa, su otorgamiento ha de revestir la forma de Derecho motivado, previa deliberación del Consejo de Ministros y a propuesta del de Justicia, insertándolo en el Boletín Oficial del Estado, siendo irrevocable.


Los indultos pueden ser generales (hoy prohibidos por la Constitución de 1978 en su artículo 62.i), de acuerdo con la opinión dominante entre los penalistas) y particulares según alcancen a todos cuantos hayan cometido determinados delitos o a una persona individualizada. Ambos pueden ser a su vez totales o parciales. El indulto total es la remisión de todas las penas a que hubiera sido condenado el reo y que aún no hubieran sido cumplidas. El parcial consiste en la remisión de alguna o algunas de las penas impuestas, o de parte de todas aquellas en que hubiera incurrido el delincuente, siempre que no se hubieran cumplido todavía, considerándose indulto parcial también la conmutación de la pena o penas impuestas por otras menos graves (Ley de 1870 artículo 4, párrafo último).


Cabe conceder el indulto de las penas accesorias con exclusión de las principales y viceversa, a no ser, dice la Ley de 1870 en su artículo 7 «que aquellas sean inseparables por su naturaleza y efecto».


Cuando el indulto consiste en la remisión de la pena principal, lleva consigo en el derecho común la de las accesorias «a excepción de las de inhabilitación para cargos públicos y derechos políticos y sujeción a la vigilancia de la autoridad (pena hoy desaparecida), las cuales no se tendrán por comprendidas si de ellas no se hubieran hecho mención especial en la concesión». Si consiste en la conmutación de la pena impuesta por otra menos grave «se entenderán conmutadas las accesorias por las que correspondan a la que hubiere de sufrir el indultado», exceptuándose, sin embargo, el caso en que se dispusiera otra cosa en la concesión de la gracia. (artículo 13 de la Ley de 1870).


En cuanto al procedimiento, pueden solicitar el indulto los penados, sus parientes o cualquier otra persona en su nombre «sin necesidad de pedir escrito que acredite la representación». Puede también proponer el indulto «el Tribunal sentenciador, el Tribunal Supremo o el Fiscal de cualquiera de ellos». El Gobierno podrá así mismo mandar formar el oportuno expediente (artículos 19, 20 y 21 de la Ley de 1870). Así mismo «las solicitudes del indulto se dirigirán al Ministerio de Justicia por conducto del Tribunal sentenciador, del jefe del establecimiento o del gobernador de la provincia en que el penado se halle cumpliendo condena, según los respectivos casos» (artículo 22 de la Ley de 1870).
La solicitud de indulto no suspenderá el cumplimiento de la sentencia ejecutoria.


El indulto aparece igualmente regulado en los números 3 y 4 del artículo 4 del Código Penal. En el primero de los casos como vía que un Tribunal pudiera escoger, cuando se encuentre ante acciones u omisiones que, a su juicio, no debieran ser penadas o, en su caso, debieran serlo con pena notablemente más benigna, acudiendo al Gobierno proponiendo la concesión del indulto (total o parcial).


Los criterios en que ha de fundar su juicio el Tribunal son, por un lado, el mal causado por la infracción y, por otro, las circunstancias personales del reo. El texto derogado utilizaba la fórmula «atendidos el grado de malicia y el daño causado por el delito». El primer criterio, de carácter objetivo, sigue siendo el mismo y, en definitiva, se identifica con el contenido de injusto del hecho. El segundo, de índole subjetiva, experimenta una ampliación. Grado de malicia se refería a la culpabilidad por el hecho cometido. Con la nueva expresión «circunstancias personales» se da entrada a otros elementos, que pueden ser posteriores a la comisión del hecho (v.gr. plena rehabilitación a efectos de la concesión de indulto).


En el segundo de ellos, prevé dos supuestos de suspensión de la ejecución de la pena, en caso de que mediare petición de indulto.


El primero, en el que la suspensión resulta imperativa («suspenderá»), se refiere al caso en que el Tribunal hubiere apreciado motivadamente que el cumplimiento de la pena puede vulnerar el derecho a un proceso sin dilaciones indebidas. Ante la posible violación de este derecho fundamental, garantizado por el artículo 24.2 C.E. la Ley ordena al Tribunal que suspenda la ejecución en tanto no se resuelva sobre la petición de indulto formulada. Cautela razonable y prudente.


Como lo es también la potestad discrecional que, en el segundo supuesto, la Ley otorga al Tribunal de suspender así mismo la ejecución de la pena mientras no se resuelva el indulto, cuando de llevarse a cabo aquélla perdería éste su finalidad.


Por último determinar qué disposiciones específicas relativas al indulto se encuentran en el artículo 206 del nuevo Reglamento Penitenciario y en el artículo 8.3 de la L.O. 15/1994, de 1 de junio para la cooperación con el Tribunal Internacional por el enjuiciamiento de los presuntos responsables de violaciones graves del Derecho Internacional Humanitario cometidas en el territorio de la ex Yugoslavia. Recuérdense, así mismo, las limitaciones del indulto de los reincidentes (artículos 2 y 3 de la Ley citada de 1870) y su imposibilidad respecto del Presidente y de los demás miembros del Gobierno (artículo 102.1 C.E.).
Privilegio, licencia o autorización para hacer lo prohibido. | Supresión o disminución de penas, ya por encontrar excesivo el castigo legal, ya ante la personalidad del delincuente y las circunstancias del caso, como por acto de generosidad tradicional o excepcional del poder público. | Conmutación de la pena de muerte por otra privativa de libertad. | Exención de ley. | Liberación de obligación.

(Texto extraído de la Enciclopedia Jurídica)

Disculpas por insertar éste extenso trabajo de una materia que para los no iniciados (legos como yo), puede resultar farragosa.

Sin embargo, aún con las limitaciones que me adornan, descubro cosas muy reveladoras.

Porque yo capté el mensaje.

Otros, supongo, también. Por ello quiero pensar que ya estarán preparando la logística adecuada.

Cuidaros.

lunes, 9 de diciembre de 2013

LA GALA DE NERVION

 

Saludos.

Declaro formalmente que respeto profunda y cabalmente a quienes decidieron libremente estar hoy en el Antepalco del Ramón Sánchez-Pizjuan. Si es necesario lo repito las veces que sean oportunas.

Pude ver las caras de varios amigos míos entre los asistentes. Amigos con los que he podido compartir momentos inolvidables, a los que respeto y quiero. Y mi respeto hacia con ellos alcanza a respetar, igualmente, su libertad de estar con quien deseen, dónde y cuando quieran. De hecho, me han aceptado a mí mucho tiempo y eso debe ser duro.

Tampoco me pondré a analizar los motivos de cada uno esgrima para estar allí o fuera porque espero de los demás el mismo respeto por mi decisiones que la que yo les tengo a ellos.

Pero lo de hoy en Nervión me ha producido una pena inmensa, una tristeza que me costará superar porque en mi tozudez natural no alcanzo a comprender muchas cosas. Tantas que me asusto.

A pesar de que lo ha repetido varias veces, Del Nido no dimite. Concedamos, no obstante, que se le ha permitido hacerlo antes de que el Consejo tuviera que aplicar los Estatutos de la Sociedad. Está bien, es aceptable, pero no deja de ser un acuerdo interno porque, entre otras cosas, Del Nido ha sido el Presidente mas laureado de la Historia del Sevilla F.C.

En la calle, a nivel de suelo, solemos decir que “me voy antes de que me echen” o “a mi no me echas, me voy yo”.

Habrá de pasar mucho tiempo para que otro pueda igualarle. Desgraciadamente (ojalá que no) porque no somos uno de ésos Equipos que lo ganan todo, de los que quedar segundos es un fracaso absoluto.

Han sido años de éxtasis para una afición huérfana de títulos en décadas, años conducidos por José María Del Nido y eso, como Presidente del Sevilla F.C., merece todos nuestros respetos. Inclusos con los claroscuros de su gestión.

Sin embargo, el colofón no podía haber sido más pesaroso.

Por momentos he sentido vergüenza ajena, afectado de “lopericia”, porque se estaba despidiendo a un señor que ha esquilmado, para beneficio propio, 2,7 millones de euros de lo público, de lo que pagamos con nuestros impuestos.

[Unos cálculos sencillos nos indican lo siguiente: 2,7 millones de euros pueden suponer que 122 familias y media puedan vivir durante un año con salarios de 2000 euros o 225 como mileuristas.]

Pero lo que realmente me subleva es que eran dineros públicos, insisto, que no se destinan a educación, a sanidad, a infraestructuras, a parados…

Siguiendo la regla entre corchetes, calculen el número de desempleados que podrían cobrar el subsidio en un año. Tremendo.

Y sin el menor desparpajo, se le tributa un homenaje de despedida (en las instalaciones y con los medios del Club) por ser delincuente, por robar, por meter mano en la bolsa común, en la de todos.

Es muy doloroso para el ciudadano de a pie, del sevillista que se las ve y se las desea para llegar a fin de mes, del que debe hacer una tesis en matemáticas para pagar el carnet… que se despida con honores a un ciudadano condenado por “distraer” de los impuestos.

¿Despedían al Presidente de los títulos? Sin duda. Pero hubiera habido que hacer un ejercicio de introspección, de cordura, de sensatez y haber elaborado, fuera del Club, una ceremonia más sencilla, sin alharacas, sin aspavientos. Deberían haber sentido algo en su interior y reconocer que si bien sus problemas son ajenos al Club, nadie puede imaginar ni desligar su cargo con el Sevilla. Nadie.

Porque nadie dice: “el ciudadano Del Nido, abogado, condenado por…”

En todos los medios es el Presidente del Sevilla F.C.. Lo era y por asociación, todos los sevillistas.

Con actos así, todos los sevillistas, en la medida que quieran, somos cómplices del desaguisado.

Hoy, las estructuras del Sevilla F.C. nos defraudan a todos de alguna manera aunque no queramos admitirlo.

Termino: no tengo intención de volver a escribir sobre Del Nido. Para mí, hay que pasar página enseguida, hay que seguir empujando como siempre y hay que exigir, como a la mujer del César, serlo además de parecerlo.

Fin de una etapa, comienzo de otra.

Cuidaros.

P.D. Pido perdón desde ya si mis letras hieren a alguien, pero solo ejerzo mi facultad de opinar y como sevillista, ser libre, aplaudir o ser crítico cuando lo creo necesario como espero y deseo de todos mis hermanos en el Escudo.

Cuidaros.

SEVILLA F. C. DESDE 1890

domingo, 8 de diciembre de 2013

URGENCIAS

 

Saludos.

Los sevillistas no votan al Presidente ni eligen Junta Directiva.

El Sevilla Football Club es una Sociedad Anónima Deportiva desde junio de 1992 y por ello, el acceso a los cargos del Consejo de Administración y Junta Directiva está supeditado al reparto accionarial.

Tenemos, además, Estatutos que regulan la sucesión del máximo dirigente de la Sociedad.

En éstos momentos, urge que el nuevo Presidente asuma las labores que le competen y mantenga cohesionado el Club, en funcionamiento todas sus estructuras y construyendo el futuro.

Como prevén ésos Estatutos, debe ser la figura de José Castro, Vicepresidente, quien ocupe ése lugar en el organigrama aunque más tarde, presumiblemente, se reorganice de otra forma y con otros nombres.

Pero para la Entidad Sevilla Football Club, es necesario recuperar enseguida la normalidad institucional.

La era José María Del Nido ha pasado y ahora debe comenzar una nueva etapa. Ha corrido muchas veces a lo largo de la Historia del Sevilla y aunque en alguna ocasión no haya sido con toda la tranquilidad que hubiéramos querido (recuerden a, precisamente, José María del Nido), el hecho es que el Club siempre estuvo por encima de nombres y personas.

Ahora también.

Han sido 36 presidentes desde 1905 (habría que sumar el 37, D. Eduardo Johnston), que en periodos más o menos largos (algunos en más de una ocasión) y con gestiones mejores o peores, han mantenido éste Club con buen pulso. También es cierto que ha habido periodos muy extensos en los que hemos navegado con mejores o peores vientos, pero el Club sigue estando ahí y los sevillistas detrás en 123 años de Historia.

Los éxitos de los últimos años tienen, sin duda, un valedor principal en la persona que ahora debe abandonar forzadamente el Club. Pero la Historia del Sevilla no termina con él. Todo lo contrario, son los momentos difíciles, las situaciones complicadas (y ésta lo es de veras), cuando apretamos los dientes y empujamos todos.

Dejemos que los depredadores externos se entretengan con los huesos.

Nosotros a lo nuestro.

José María Del Nido es ya Historia. Figurará como el Presidente que más títulos y mayores atesoró para el Sevilla. La mancha personal debe ser soportada por él y su familia.

El Sevilla Football Club y todos los sevillistas, a la manera de las sucesiones de los monarcas franceses, debe gritar:

¡Le roi est mort, vive le roi!

¡The King is dead, long live the King!

¡El Rey ha muerto, viva el Rey!

Cuidaros.

SEVILLA FOOTBALL CLUB DESDE 1890

viernes, 6 de diciembre de 2013

EQUIPO DEL BIENESTAR

 

Saludos.

Permítanme que recuerde un símil que se me ha venido a la cabeza insistentemente, leyendo todo lo que se está publicando sobre Del Nido (uno no puede sustraerse a las asociaciones mentales caprichosas):

Hubo un momento, tras las sucesivas victorias del PSOE en las elecciones generales y los cambios profundos de la sociedad, que los dirigentes de ése partido llegaron a decir, sin tapujos, que habíamos alcanzado el "estado del bienestar". Plagados de sí mismos, como les ocurre a todos con frecuencia y sin importar su procedencia ideológica, lo suyo es lo mejor que le haya podido ocurrir a España en milenios. Como poco, una bendición para los ciudadanos que, ingratos, no saben valorar adecuadamente dejándolos en el poder dos siglos o seis generaciones por lo menos.

Loados sean los dioses que nos regalan mundos tan felices y padrecitos que nos protegen de las adversidades.

Eso, además de una falacia inmensa, era una trampa de tal calibre (pocos nos atrevimos a cuestionarlos públicamente en tanto que la mayoría, dejándose arrastrar plácidamente con los cambios, ciertos, que se iban produciendo y que nos desanclaban de un pasado más que oscuro y terrible) porque contenía el mensaje subliminal de "no sigáis pidiendo que ya hemos llegado a la meta".

Metas, sin embargo, a años luz de lo que se vivía en otros "estados del bienestar" y cualquiera puede, sin esfuerzo, establecer todas las comparaciones que quiera y acertará. Ciertamente que los hay peores pero eso no nos debe consolar porque progresar es mirar hacia arriba, no hacia abajo. En todo caso,sea por solidarizarnos con ellos y compartir.

Pues la época de los títulos del Sevilla F.C. me recordaba constantemente ésa maldita frase de los dirigentes políticos, luego reflejados en los futboleros de nuestro Club: "hemos llegado al limbo de los dioses".

Y como aquellos, no solo era mentira sino que contenía ése otro mensaje subliminal de, permítanme la expresión grosera, “somos la poya y mejor no lo ha hecho nunca nadie”.

También algunos nos preguntábamos, en público y en privado, que qué pasaría cuando llegaran las vacas flacas. Con un mínimo de raciocinio, era previsible que la época más dorada del fútbol andaluz, representado como siempre por el Más Grande del Sur, no durara eternamente. Éramos conscientes del crecimiento fulgurante del Club en todos sus aspectos; éramos sabedores de que la inercia ganadora arrastra a miles; sabíamos que los goles que se traducen en títulos es la mejor y única propaganda realmente efectiva para mantener, acrecentar y engrandecer la Pasión.

Pero también sabíamos que ser Grande entre los Poderosos, los de verdad, es cuestión complicada porque nos faltan demasiados apoyos, demasiados aceros en la urdimbre de un edificio que si bien tenía magnífico aspecto (planos, proyecto, basamento…), aún no se erigía destacado sobre el horizonte del balón.  Asomaba y a ratos despuntaba, pero nunca llegó a quedarse en el perfil del horizonte de los perpetuos  No hay demasiado sitio en la cumbre y los que viven allí no quieren compartir espacio con nadie.

Vivimos, sin tapujos, unos años de gloria galopante, una orgía de sensaciones como nunca (literalmente) y que los hados nos permitieron contemplar a nosotros, los de nuestras generaciones activas. Ésos momentos, tan paupérrimamente repartidos en más de ciento veinte años a pesar de tanta gloria sin explotar, nos tocó a nosotros.

Si fuera creyente debería darle las gracias a alguien pero solo soy sevillista.

Porque unido a todo aquel “estado del bienestar”, también asistimos atónitos por lo inverosímil, a aquel otro que se vivió cerca, en la propia ciudad, cuando se vendían pandas por audis, cuando ganar un derbi era la felicidad suprema, cuando un título se convertía en algo así como un peregrinaje, una romería cuasi lastimosa. Pero sobre todo, cuando el líder, su “gran hermano” particular, desplegaba su dialéctica propia, genuina y tan infantil como vergonzante, cateta e inculta (¡que tantos aplaudían!) y que inevitablemente manipulada allende las fronteras, nos engolfaba a todos.

José María Del Nido tendrá que ir a la cárcel. El ciudadano Del Nido ha delinquido y debe pagar por ello.

Ahora sí, ahora se le puede llamar delincuente aunque, como todos, aún tenga algún recurso disponible y que, sospecho, no podrá liberarlo de su pena.

Leo a muchos sevillistas pedir respeto a del Nido. Lo siento, yo le tengo respeto al Presidente del Sevilla F.C. porque bajo su dirección y durante once años, hemos cosechado lo que nunca antes. Respeto su labor, su trabajo, su sevillismo, su pasión por la Historia y por haber hecho un CLUB con proyección de futuro como pocos.

Por haber atesorado en nuestra vitrinas la más fantástica colección de trofeos de media España para abajo.

Por eso, Presidente Del Nido, yo te respeto.

Pero para tener un carnet, para comprar una entrada o incluso para verlo por televisión, uno debe tener recursos económicos. Debe tener fuentes de ingresos y poder distraer parte para su Pasión particular sin que los estómagos de los suyos se resienta; debe poder llevar a sus hijos al Campo para inyectarles en vena el Delirio; debe acompañar a su padre (ése anciano, eterno sevillista, que jamás nunca antes presenció tanta gloria) y que se pueda ir al Tercer Anillo repleto de SU Sevilla…

Para todo eso y más, el ciudadano sevillista tiene que luchar cada día, cada minuto, cada año y escarbar debajo de las piedras, Presidente.

Por eso y porque te condenan por esquilmar lo público, Del Nido, no te respeto. En absoluto.

Eres una losa del pasado reinventado, Del Nido. Camaleónico, has sabido readaptarte a las formas menos agresivas, menos violentas de lo que se supone  que vivimos en España y que tantos, con tanta ignorancia, llaman democracia. Has sabido vindicarte a pesar de tu pasado violento, extremista, fascista y peligroso defendiendo un mundo oscuro y brutal, un sinsentido que, quizás, nunca regrese.

Y yo, que durante mucho tiempo fui aspirante a conocer el sabor amargo de tus cadenas, no te perdono.

Y yo, que varias veces estuve contigo, hube de recitar el mantra mental de “es por el Sevilla, es por el Sevilla, es por el Sevilla…” para, tragando sapos enormes, trabajar en la Historia de mi Club.

Yo soy iconoclasta genético, Del Nido.

No te respeto, ciudadano Del Nido.

Debes ir a la cárcel y debes compartir espacio y tiempo con la hez social, con los del fondo, con los que tú y tus artimañas, tus negocios, tus intereses y conexiones legales e ilegales, condenáis a ser escoria de por vida. Esos que no han nacido en cuna rica.

Debes probar el sabor de la mierda porque te lo has ganado, Del Nido.

Solo te agradezco que como Presidente del Sevilla, nos hayas hecho vivir minutos apasionantes.

Te gradezco que la Historia, ése apartado olvidado del Club, haya vuelto a tener valor, a ser respetado y elevado a su lugar de honor.

Te reconozco que durante unos años nos hayas hecho pensar que éramos el “equipo del bienestar”. Aunque fuera mentira y vivieras rodeado de elementos como tú, fue dulce.

Y por fin, te agradezco, en la medida de lo posible, que aunque nos salpique a todos los sevillistas, tus cuitas con la Justicia hayan sucedido fuera, ajenas a nuestro Club. Gracias.

Pero, ciudadano Del Nido, paga tus excesos todo el tiempo que sea necesario.

Quizás la experiencia que debes vivir te cure o te extreme aún más. Ojalá sea lo primero. Ojalá.

Y deseo fervientemente que el engendro de La Palmera no recupere, que todo es posible, su lugar en su Equipo porque la paradoja podría ser alucinante.

Cuidaros.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

CHINOS Y GOURMETS

 

Saludos.

Es una sensación rara, contradictoria; un desequilibrio manifiesto que aún siendo gratificante por la parte que me toca, no deja de producirme cierto desasosiego, me desconcierta y me obliga a cuestionarme la generosidad básica con la que estimo a todo el mundo… hasta que me siento traicionado, hasta la desilusión, hasta que topas con el límite de la tolerancia que se nos supone a los seres civilizados. Incluso en asuntos de relativa importancia.

Uno, por suerte, ha podido comer en restaurantes chinos y en otros para gourmets (las menos veces, por cierto). Uno ha aprendido a diferenciar las cualidades y calidades de ambas cocinas, de sus productos y elaboración y como no, de sus precios. No hay color aunque sea capaz de atribuirles sus valores a cada una de ellas.

No obstante, me atrevo a considerar (sin ningún dato científico que me avale), que las clientelas han de ser, forzosamente, distintas. Y lo digo en el sentido más abstracto de los términos, en el más teórico aunque haya, de todas formas, diferencias crematísticas sensibles. Éstas no son, precisamente, los mejores indicadores posibles aunque tengan su peso específico.

Pero como ésas diferencias son tan notables, tan de base, tan perceptibles, me va a resultar imposible pensar en lo que podríamos llamar “cocina de fusión”. Utópico en el peor sentido del término.

D. Rafael… ¿de verdad quiere que pensemos que fue la “avaricia y el histrionismo” de alguien que usted abortó la posible “fusión” de historiadores sevillanos? ¿De verdad? ¿No se engaña a sí mismo y pretende engañar a los demás?

¿Otra vez proyectando sus demonios internos en el otro?

“Entre estos personajes recuerdo a uno, sobre el que decidí en su momento perder todo tipo de nexo y relación, precisamente porque cuando parecía que iba a entrar en ese juego me di cuenta de lo avaricioso e histriónico que a veces resulta el ser humano en ámbitos de los más insospechados, como es el de la Historia del fútbol.”

Usted sabe tan bien como yo (aunque lo oculte convenientemente) que de haber habido lo que tan generosamente se concedió desde el lado sevillista (1905 y 1907, sin discusiones), nada hubiera podido impedir el análisis profundo de toda la Historia de ambos clubes. Nada y en ningún aspecto. Hubiéramos tenido que dejar sobre papel su pasado y el nuestro con todos sus personajes, sucesos y hechos y en todas las etapas. Incluso en el año 1936, en julio, cuando un considerable número de fascistas participaron, de forma directa y sangrienta, en el golpe de estado militar que derribó la II República. Todos ellos miembros del Betis. Miembros y directivos del Betis.

D. Rafael, usted sintió pánico de tener que contarle a los suyos que el pasado, ése pasado construido sobre falsedades sin límite, fue de otra forma; que tendría que desmantelar, con el riesgo cierto que eso le hubiera supuesto, décadas de justificaciones fraudulentas, malintencionadas y falaces sobre las que basaron su victimismo; que hubiera debido enfrentarse al despropósito que significaba decir a los propios: somos los segundos en todo por deméritos propios.

Y ahora, cuando puede revertir todas ésas falsedades, prefiere, otra vez, huir hacia adelante. Otra vez y de nuevo, son los otros los malos porque ya no le es posible reconstruir su pasado y antes que ser honrado consigo mismo y con los demás, prefiere dejarse arrastrar por la corriente, las mentiras que oculten sus miserias.

Aquello, que pudo haber sido hermoso, nació muerto, D. Rafael, porque usted no podía permitir que la criatura saliera adelante.

Su restaurante chino tiene una clientela muy poco exigente.

De la misma forma, D. Rafael, nos encontramos en otro lugar, en otra ventana verde, en otro sitio hermano suyo en el que de manera infantil, asistimos atónitos a un despliegue de… ¿qué?

Es el sitio de D. Alfonso, el sitio en el que convendría, a modo introductorio y para contribuir a la cultura y conocimiento general (especialmente en campo propio), aclarar el significado del adjetivo “liberal”.

Me temo, D. Alfonso, que ni siquiera usted, que tan alegremente escribe sobre ello, sepa lo que realmente significa. Ni siquiera usted, historiador, comprende (no puede porque se queda huérfano de argumentos) que el sentido de liberalidad es consustancial a la Historia misma del Sevilla Football Club. Usted lo sabe, por cierto, aunque intente ésas maniobras ingenuas de “poner en marcha el ventilador”. No resiste. No tiene premisas suficientes y eleva a la categoría de hecho fundamental lo anecdótico, lo superficial, lo irrelevante. Se queda en el decorado.

Usted, D. Alfonso, perdido en la impotencia de responder al fuego del contrario, prefiere ocultarse en su trinchera y esperar que pase el chaparrón, sabedor de que su armamento no es suficiente ni adecuado. Sabe que pierde y por eso construye un escenario… lamentable, de risa aunque esa lamentable imagen alimente a muchos de los suyos.

¿De verdad, D. Alfonso, que pretende “negociar” los roles de sus directivos confrontándolos con los nuestros? ¿De verdad? ¿No siente reparo alguno? ¿Incluso vergüenza propia?

Nos habla de 1939 cuando aún humean las pistolas. Nos habla de un régimen en el que los disidentes están vencidos, encarcelados, muertos, fusilados o en el camino del paredón y decenas de miles en el exilio por acciones de, entre otros, muchos de sus directivos. Nos habla de discursos, actos institucionales, homenajes inquebrantables… ¿qué tiene tan sólido para oponer a “La Peña del pollo” o a “La tertulia bética”? ¿Eso que cuenta de Sánchez-Pizjuan son sus poderes? ¿Ni una sola referencia al abrumador despliegue de La Palangana?

¿Nada que añadir a lo que cuenta la Palangana?

¿Su defensa se basa en atacar con piedras a los blindados? ¿Y además le aplauden algunos “palmeros”?

Tampoco su clientela es muy exigente, D. Alfonso, cuando apenas se conforman con los “rollitos de primavera”. Ya ni sushi, Sr. del Castillo y me temo que el postre pueda ser “talta de la casa”. De pistacho, espero.

Perdieron su oportunidad; perdieron la ocasión de limpiar el pasado, de hacerlo creíble, de asumir que el Club Grande de Andalucía no es el suyo y aunque duela, aceptar que hay otro por encima desde hace más de un siglo.

Pero insistirán en ésa loca carrera a lo desconocido y como casi siempre, esperarán temerosos que sus “triunfos” sean desmantelados, triturados y molidos por otros, si no ridiculizados.

El “manquepierda” nunca tuvo más sentido, señores.

esc21905

Cuidaros.

SEVILLA FOOTBALL CLUB SINCE 1890