YO TAMBIEN ME PERMITO

 

Saludos.

Después de la entrada que publiqué el pasado día 4 y que titulé “Las cuitas de D. Luis”, he podido leer una especie de réplica, en el “forobetislibre.com” y firmado por el Sr. Patronato1935, dirigida directamente a mí.

Viene a resumir éste señor que no mencionaron a Luis Ibarra Osborne en su artículo sobre el Marqués de Esquivel porque, como se demostró más tarde, no estuvo implicado en la “sanjurjada” de 1932.

Ocurre, Sr. Patronato, que hay distintas formas de escribir, de interpretar y de lanzar mensajes para destinatarios poco exigentes. Y pueden ser mensajes directos, indirectos o subliminales.

Se toma una supuesta muestra infectada para pretender que por falsa inducción se defina al conjunto: si hay uno enfermo, lo están todos. Esto es, dicho con otras palabras, manipular. Es alentar que la mente del lector fácil, ávido de generalizaciones interesadas, interprete por asociación la simbiosis mental que se desea, la que siembra ideas sin decirlas, la que alimenta estados de ánimo y la que planta árboles para tapar el bosque.

Hubiera sido interesante que con apenas una frase, no más de dos líneas, quedara reflejada su ecuanimidad de investigadores al señalar el caso Ibarra. Dos líneas escasas. Pero eso les hubiera desarmado su argucia porque hubiera dejado en el lector (poco formado, insisto), la sensación de que Esquivel (y algún otro) eran, tal cual ocurrió de verdad, casos aislados. Dramáticamente aislados para ustedes.

Pero como todo es producto de la causalidad, lo guardaron porque hubieran debido señalar también (como hace usted ahora y con el riesgo que conllevaba) el caso de Carlos Alarcón de la Lastra. Claro que a tenor de los sucesos que tuvieron lugar cuatro años más tarde, la pretendida inocencia de Alarcón hubiera podido quedar en entredicho. Concluyeron que no sacando a Ibarra se justificaban con Alarcón. Sabían, ciertamente, las resonancias que ésos apellidos tendrían: tapamos a Ibarra con Alarcón, intercambiamos cromos y aquí paz y allí gloria.

No cuela, Sr. Patronato. De verdad que no.

Su argumentación para no mencionar a Ibarra es infantil, Sr. Patronato. De cualquier forma, les deja en mal lugar porque cuando se atreven a lanzar artículos confeccionados así, saben positivamente que encontrarán respuestas y que éstas no se quedarán en los titulares.

Y no ayuda al respeto necesario y exigido entre las partes.

En cualquier caso, Sr. Patronato, mal deben andar las cosas cuando tras filtrar hasta la extenuación lo de 1936, con resultados pírricos, deben mirar en 1932, con los mismos dígitos.

Le recuerdo no obstante que aquí tiene usted, de momento, 34 casos 34, de fascistas entroncados directamente con su Club. Muchos de ellos criminales de guerra.

No nos deja opciones, Sr. Patronado, y tenemos que jugar al “y tú más”. Y tú muchísimo más.

¿Ha notado, Sr. Patronato (y por extensión el Sr. Del Castillo) que aunque traten de ganar los partidos de ida, siempre caen por goleada en los de vuelta?

¿Han notado que siempre abren ustedes la Caja de Pandora?

¿No les deprime que saquen lo que saquen al campo, pierden y que aunque en los entrenos logren la pole, nunca llegan antes a la meta y acaban con las ruedas destrozadas?

Seguro que tiene los datos de las 44 personas detenidas que cita.

Recuerde que tiene que llover a cántaros.

Cuídese.