martes, 23 de julio de 2013

TODOS PASAN Y TODOS QUEDAN…

 

Saludos.

Pero lo nuestro es estar… para siempre, hasta la muerte. Venid, aquí estamos.

Los vemos llegar cada verano con toda la ilusión, con todas las esperanzas, con deseos irreprimibles (nuestros y suyos) de que lo hagan bien porque eso nos alimentará los genes blancos y rojos con nuestro único alimento… con el corazón abierto para que nos lo llenen de emociones, de pasiones, de goles.

De nombres raros que enseguida aprendemos porque el acento esta aquí o allí.

De jugadas mágicas, de toques sutiles, milimétricos, perfectos. De arte y física unidos en la inverosímil facultad de vencer la gravedad y la lógica para disparar la emoción, para las vibraciones, para ése quejío que sale de lo mas hondo, que se multiplica al unísono en muchos miles de gargantas jamás nunca mejor coordinadas: “gol”.

Y hay goles y goles. Los mejores alargan y elevan la “o” sin fin, hasta el infinito: “goooooooooool”. Enseguida, la mirada y el abrazo al cómplice de al lado, al hermano, al padre, al hijo, al amigo, al iniciado, al adepto, al consanguíneo… ¡qué pedazo de gol! ¡qué golazo!

Muchos llegan de lejos y dejan un trozo de corazón cuando se marchan. Otros lo entierran aquí para siempre. Europa, América, África, Asia… ya no hay fronteras, no hay distancias. Es el mundo del fútbol y esta todo contenido dentro del mismo planeta.

Algunos guardan ésos corazones, perfectamente custodiados, para recuperarlos cuando sus viajes a los parnasos y sus peregrinajes a tierras de promesas, a paraísos crematísticos, termine. A veces bien, a veces mal. Retornan como héroes o como villanos.

Los ves luego por allí sentados, repartidos por el Templo Blanco y Rojo, como guerreros tras las batallas. Siguen ahí mirando fútbol, como los demás, pero con la sapiencia de haber estado abajo, de haber competido, de saber con exactitud el trabajo que cuesta llegar arriba, mantenerse, pelear, ganar y perder porque, dicen, se aprende más de las derrotas.

Son grandes en nuestros corazones y los respetamos como a pocos. Son los “nuestros” ahora con canas. Salud.

Y éstos, los veteranos, observan a los nuevos con mirada crítica. Unos más expansivos que otros pero siempre comedidos (son colegas de fechas distintas), se aventuran a calificarlos, a señalar que “son buenos”, que crecerán, que llegarán muy arriba… o que no valen el dispendio. Son paquetes.

[Conviene ahora al redactor de éste blog, señalar una vivencia con tintes de profecía. Cuando llegó Babá Diawará, un querido y admirado amigo, con una sapiencia sevillista como muy pocos, señaló que no, que no era bueno. “Espera –le dijimos los demás- no te apresures. Démosle tiempo para que muestre sus valores”. Pero el querido amigo se mostró inflexible, a su pesar, y el tiempo le dio la razón lamentablemente. Este hombre “sabe” de fútbol y de futbolistas y yo quisiera para mí ésa sapiencia]

Pero ahí, encima del corazón mismo, portaron, portan y portarán un Escudo. Uno de los dos que tenemos y de los que debemos estar orgullosos porque contienen, ambos, mucha Historia. Pocos pueden decir lo mismo.

Durante meses, solo unos años o todo el resto de sus vidas, ése será su emblema, como lo es nuestro, y por el que entregarán su causa. Porque nacimos mezclados y así habremos de morir: mestizos por el deporte del football.

A cambio los atiborramos de sevillismo en vena, los saturamos y los aclamamos. Mas cosas también que prosaicos debemos serlo.

90 minutos cada varios días. Es todo lo que les pedimos. A cambio, también, los haremos ídolos y los mostraremos a los niños como ejemplos por su entrega, por su pundonor, por su voluntad, por su actitud… modelos que imitar. O no.

Han llegado, están aquí y serán las notas de la nueva sinfonía siempre siempre igual y siempre renovada. Es la nueva ilusión de cada año y es la esperanza de la gloria.

Bienvenidos todos, desde dondequiera que vengáis, porque ésta será vuestra Casa todo el tiempo que queráis. Es nuestra y ahora os la abrimos.

Dadnos gloria y os daremos nuestros corazones.

esc21905

Cuidaros.

Sevilla Football Club since 1890.

2 comentarios:

Alex dijo...

Enrique lo caló rápido. Todos coincidimos en que este año se ha fichado mejor pero hay que escuchar la opinión de los que saben cuando empieze a rodar el balón, y que usted lo disfrute (por mi) en la grada. Abrazos!

Jose Manuel Ariza dijo...

Saludos.

D. Alex, querido amigo, tiempo ha.

En efecto, solo se cumplen las esperanzas cuando el balón rueda y once lo empujan.

Ten por seguro que haré todo lo posible por disfrutarlo. Y me acordaré de tí.

Suerte, compañero.

Un fuerte abrazo y cuídate.