LOS FUEGOS DE LOS MACDOUGALL

 

Saludos.

Se llamaban John y William Macdougall (Juan y Guillermo) y están enterrados en Sevilla, en el Cementerio de los Ingleses.

Eran, como tantos otros, escoceses que decidieron quedarse aquí para la eternidad. Llegaron siendo muy jóvenes por negocios (naranjas amargas, vinos, minerales…), se enamoraron de ésta tierra y se integraron absolutamente. De su Escocia natal trajeron una educación distinta y que contemplaba áreas de adiestramiento impensables en la España del fin del imperio: el deporte como parte fundamental en el desarrollo integral del individuo.

“Mens sana in corpore sano” que diría Juvenal. Y contribuyeron no poco, con sus actos, a crear las condiciones necesarias para la aparición del Regeneracionismo.

Estaban allí, sin dudas: Ayer y Hoy Sevillista o Tántalo, entre otros varios.

Llegaron pronto, como decía.

Son recortes de la Guía de Sevilla y su Provincia, Guía Gómez Zarzuela de 1888. Pero ya llevaban aquí muchos años.

Es un artículo de 1877, aparecido en el Diario La Época, que da cuenta (con todo lujo de detalles) de un deporte, para los tiempos, de masas: el Rowing, el Remo. En él aparecen muchos nombres históricos de Sevilla y luego, del Sevilla Football Club. Veamos algunas partes:

Sigamos las pistas y nos saltamos, directamente, lo sucedido en 1890 porque no es el tema que nos ocupa ahora a pesar de las vinculaciones.

Los negocios prosperan en varios frentes y vemos a los Macdougall por Sevilla durante años:

Fotos tomadas de www.todocoleccion.net

Comienzan, ya entonces, las tragedias:

De bien nacidos en ser agradecido:

Pero la vida sigue.

Son referencias de la última década del siglo XIX de la Guía Gómez Zarzuela. Entrado el siglo XX, diversifican sus inversiones…

comprando minas:

“El 1 de junio de 1901, la firma Juan Mac Dougall ,de Sevilla, realizó una oferta pública para la compra al 85 % de los créditos contra la Compañía del Pedroso, hasta reunir los suficientes que completaran 1.350.000 Pts (Revista Minera, tomo 52 , año 1901, pág 826)”

Hasta llegar al fatídico 1918.

Y miren por donde, el héroe se llama Lafita.

A tenor de las crónicas, cabe preguntarse:

¿Estaban todos los Macdougall en casa?

El fuego (real y no) y la pasión por el deporte, todos juntos en un apellido sevillanísimo.

Cuidaros.

AMPLIACION

Con la aparición de los nuevos datos que muestro a continuación, podremos ver algo los efectos que causó el incendio en el Patio de Banderas.

En ésa casa, por cierto, estuvo durante años la oficina del Defensor del Pueblo Andaluz.

Cuidaros.