lunes, 2 de enero de 2012

LA PALMERA DE NERVION

 

Saludos.

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Fotos cortesía de La Palangana Mecánica.

Ahí está viendo pasar el tiempo… Permítaseme la licencia de copiar parte de la letra de una conocidísima canción para comenzar mi trabajo.

Iba a largar un largo comentario sobre ésa palmera pero ya otro lo hizo antes y mucho mejor en “Detalles sin importancia”, de la pluma inestimable de D. Carlos Romero. Yo solo os cuento algo que vi recientemente.

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Para mi dicha, soy integrante de Los Guardianes de la Memoria del Área de Historia del Sevilla F.C. y como ya expliqué en su momento, el Área cuenta con un local propio dentro del Ramón Sánchez-Pizjuan. Así, acudo a ése local no menos de dos o tres veces por semana. Allí estamos tratando de organizar los archivos documentales y de trofeos del Sevilla para, cuando llegue el momento, poder presentar el Museo que se merece nuestro Club.

Pues para llegar a Nervión tomo el Metro y paso, siempre, por el lado de la palmera. Hace unos días, paseando por allí junto con algunos familiares, me detuve un momento para explicarles algo sobre la antigüedad del árbol, de que estaba allí mucho antes de que se adquirieran los terrenos, de que hay documentos fotográficos que la muestran (ver foto en blanco y negro)… y de pronto vi los botes.

¡Eh! ¿Qué significa esto? ¡No estaban la semana pasada!

Algo, una intuición quizás, me enciende las alertas mentales y sospecho nada bueno. Rápidamente me sumerjo en el medio de información mas formidable jamás creado (Internet) y comienzo a recopilar datos para tratar de descifrar el misterio.

Me voy a enfermedades de las palmeras como primer paso. Me lo leo pero no consigo sacar nada en claro salvo que puede ser afectada de diversas formas. Mas tarde me meto en “Jardinería Kuka”, donde se repite lo expresado en la página anterior, pero añaden algunas formas de prevención contra ésas enfermedades…

Y así, sondeo diez o doce portales y todos dicen, como era previsible, prácticamente lo mismo.

Pero esos botes me siguen “mosqueando”.

Por fin, alguien que parece entender un poco me cuenta que es un sistema preventivo, que han detectado que no marcha bien y la están vigilando, que los botes contienen un tratamiento acorde con el problema descubierto y han puesto principio de remedio…

Es nuestra Palmera y está muy mayor. Necesita muchos cuidados.

Alguno de mis amigos, al pasar junto a ella, siempre la toca. Es un como un pequeño homenaje a su edad, a lo que ha visto, a lo que ha sentido y a que estaba allí antes, durante y después.

Eres la última, amiga mía y no quisiéramos perderte.

Cuidaros.

5 comentarios:

Marcu dijo...

Es la gran testigo de nuestra historia; lugar de citas y descanso.
Dicen que la Gerontología es la ciencia que estudia los procesos de envecimientos no solo del hombre sino de todos los seres vivos.

Esperemos que dicha ciencia salve a ese testigo mudo que emerge solitaria al cielo de Nervión y que tanto tiene que contar y tanto que callar y todo entre risas y lágrimas.

Cordialidad para vd.

José Luis Herrera dijo...

Gran sensibilidad con algo tan nuestro. Ojala mejore.
Cuídate.

PepeReyes dijo...

Si no me equivoco, se trata del tratamiento contra una plaga que viene atacando a las palmeras de nuestra ciudad desde hace dos o tres meses.
Una plaga de escarabajos que atacan a las palmeras.
Curiosamente, el nombre del escarabajo es Picudo Rojo.
La noticia apareció en www.sevilla.org

Ernesto López de Rueda Cossío dijo...

Esa palmera, testigo de tantas glorias del Sevilla y de algunas de sus penas y también muda vidente de tragedias de la Sevilla oculta, de esa de la que muchos no quieren hablar y pretenden ocultar por más que 75 agostos hayan pasado, pues no se borraron de sus dátiles ni de sus retinas tanto horror como el que vio en esa esquina cercana... Palmera, muda palmera, mejor que calles como hasta ahora, mejor que olvidemos todos.

Jose Manuel Ariza dijo...

Saludos.

D. Pepe Reyes, pues si, eso parece. Esperemos que la hayan parado a tiempo.

D. Ernesto, un placer leerle por aquí. En efecto, tiene mucho que contar y puede que no queramos escucharla. ¿La dejamos ahí tal cual?

Gracias.

Cuidaros.