domingo, 23 de diciembre de 2012

A GÜEVO

 

Saludos.

Nunca me gustaron los insultos en el campo a otras aficiones y en el mío menos que en ninguno. Nunca porque pienso que debemos mostrar categoría incluso en la forma de animar y porque a los campos asisten muchísimo niños, menores, que mimetizan comportamientos pocos edificantes. Lo he comentado muchas veces y lo repetiré cuantas sean necesarias ya que donde parece que fuese solo una distracción, un divertimento coreado por unos cuantos o por miles, subyacen en modo latente odios, envidias, revanchas, mofas… (a veces todas juntas) y porque es una forma muy visible de generar violencia sin sentido. Recordemos que la violencia tiene puntualmente limitadas sus justificaciones.

Ayer, en el Estadio Benito Villamarín, se pudo vivir un episodio muy significativo de ésa violencia gratuita y las consecuencias que produjo.

Joaquín Caparrós es sevillista, lo ha sido siempre y nunca lo ha ocultado. Siente por su Club la pasión propia que, independientemente donde trabaje, lleva en su ánimo, en su corazón y así lo manifiesta apenas se le pregunte.

Es un entrenador profesional desde hace muchos años y es, además, serio y responsable. Y bueno. Es bueno porque ha sabido granjearse el respeto generalizado por su trabajo y por los resultados que ha logrado extraer en los clubes que ha entrenado.

Quizás, es una opinión muy particular de quien suscribe, nunca ha tenido la oportunidad de mostrar todo su potencial como técnico gestionando una plantilla de primerísimo nivel.

[Nota.- En la visita que como miembros del Área de Historia del Sevilla F.C. realizamos el pasado verano al Museo del Ath. de Bilbao en San Mamés, la persona que lo gestiona y que nos atendió maravillosamente, nos comentaba que en la capital bilbaína guardan un cariñoso y profundo respeto a “Jokin”. Imagino que si se consultara en otros clubes (por ejemplo Huelva, Villarreal o La Coruña) la sensación debe ser la misma. Y qué no decir del Sevilla F.C.]

Pues ayer ocurrió que ante la reiteración de insultos por una parte de la grada bética, Joaquín respondió mostrando la mano abierta, los cinco dedos, la manita. Luego, en rueda de prensa, volvería a mostrarla.

Era, como saben, una alusión directa al reciente triunfo (jornada 12) del Sevilla F.C. sobre el Real Betis por cinco a uno.

Han saltado las alarmas, como era de esperar, y Joaquín anda por las portadas de casi todos los medios nacionales por su “afrenta” al beticismo.

Veamos: un parte de los hinchas del Villamarín le “obsequian” con toda clase de improperios y con insistencia y machaconería. Es “normal” y lo vemos cada partido en casi todos los estadios, desgraciadamente. En algunos, además, llegan a extremos sangrantes ante la inhibición y la permisividad de quien debe evitar ésas cosas y que, significativamente, no se permiten en otros campos.

Se espera de todos los profesionales (del fútbol en éste caso) un comportamiento correcto, un poco ajenos al entorno y distante de influencias que solo hagan entorpecer su trabajo. Sin embargo, no podemos obviar el componente humano que quieran o no, portan como humanos que son.

Así, lejos de responder con equivalencia (otro insulto), se limita a recordar con un gesto muy elocuente, la humillante derrota ante sus eternos rivales (que es, seguramente, mucho más doloroso que los gritos ofensivos) y eso desata todas las iras. La de los propios y la de los extraños (incomprensiblemente éstos últimos, o no).

Si nos damos una vuelta por ésos medios en el día de hoy, veremos titulares varios y desde dos perspectivas mayoritariamente: Hay quienes, en su habitual línea de fomentar de mala manera la rivalidad local (mientras peleen entre ellos…), destacan a Joaquín pero minimizan la provocación previa y quienes enfatizan el ademán de Joaquín y obvian todo lo demás.

Los primeros obedecen a intereses espurios y antiguos, reiterativos, rancios y conocidos.

Los segundos, por el contrario, desvelan nítidamente los intereses particulares de los autores de los mismos. Algunos demasiado a las claras.

Todos ellos, sin embargo, bajo la increíble denominación de la “objetividad” periodística. Éstos “notarios de la actualidad” no logran ocultar sus anhelos internos, sus pasiones individuales que explotan, sin tapujos, amparados en la facultad que tienen de que sus opiniones lleguen a muchos, a miles.

Por tanto, Joaquín es reo de provocación a la respetable afición bética.

Parte de la grada bética, a su vez, comete un delito tipificado en la Ley del Deporte pero son las víctimas del desaguisado….

Doña Rogelia diría: “me lo explique”.

Y dicho todo lo cual, resulta sorprendente que en sabiendo que el hecho se podía producir, que apenas dos minutos de reflexión hubieran dado como resultado la certeza de que provocar a un sevillista te podría deparar ése recuerdo doloroso, choca la torpeza de ésa parte de la afición bética.

Dicho de otra forma, se lo pusieron a güevo.

Cuidaros.

P.D. Hoy, por razones obvias, no cuelgo ninguna imagen.

sábado, 22 de diciembre de 2012

AHAU

 

Saludos.

“Ahau —escrito también Ajaw, de acuerdo con las normas ortográficas para las lenguas mayas empleadas en fuentes recientes o escrito ahaw en fuentes anteriores— es la denominación de la clase gobernante (los dignatarios) de las ciudades-estado de la cultura maya. Este término ha sido interpretado como un sinónimo de "régule", "señor", "dirigente", "rey" o "líder"; pero este término abarca a todos los miembros de la casta gobernante, y no solo a un individuo. El título de ahau también le fue concedido a la casta sacerdotal maya. También fue el nombre del vigésimo día del calendario ritual de los mayas.”

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Ahau es el símbolo 20 del calendario Maya.

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Es, por tanto, el último, el que debería haber finiquitado el mundo ayer. El 20, en fútbol, va a segunda y el sábado 1 de junio de 2013 terminará la Liga en curso. ¿Dos mil TRECE?:

"Hay un mito alrededor de este número que trae mala suerte,  que hay que cuidarse ese día, y cuidarse aún más si es un martes 13 o viernes 13 porque todo saldrá mal…Esto es un gran error…Este día es un día de una fuerte energía, hermosa energía, tal es así que las sanadoras o hechiceras se reunían los días 13, de ahí viene “día de reunión de brujas”…

Jesús, al estar con sus 12 discípulos, era “el factor+1”, o sea 13 que completaba el círculo.  Los caballeros del Rey Arturo eran 12 y éste era el caballero número 13 en las reuniones de la Mesa Redonda. En la medicina tradicional china, los meridianos que recorren nuestro cuerpo son 13. La escala musical completa con sus sostenidos es de 13 tonos.
Los Mayas lo tienen como número sagrado: 13 Lunas, 13 tonos lunares… El Calendario Maya incluye 3 cuentas, las cuales funcionan en sincronía perfecta: la Cuenta galáctica – solar- lunar, cuya duración es de 365 días divididos en 13 lunas de 28 días más el día fuera del tiempo, iniciándose con el despuntar de la estrella Sirio el 26 de julio."

(Fuente Marcela Lerner)

¿Erraron los mayas por carencias matemáticas?  ¿Se comieron los bisiestos? ¿No tenían Liga entonces? Pues si…

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… y vean que magnífico remate de cabeza, temporada –998/-999. Las porterías fueron modificadas en el Reino Unido mucho más tarde.

Dejemos las bromas y aceptemos pulpo como animal de compañía (esto no es nada original y no es mío, pero viene al caso):

La infinita “confianza que tenemos" depositada en el técnico y en sus cualidades para llevar al Equipo “a los objetivos marcados”, suena a que o bien tenemos implantado en la mente un discurso y lo largamos de manera automática, pase lo que pase y esté pasando lo que pasa, o alguien no sabe a qué referirse (ergo ni idea) y dice lo primero que se le ocurre, lo “políticamente” correcto, lo habitual en éstos casos ya que de ser cierto…

Este magnífico conferenciante deportivo (podría ser una salida, Sr. González, porque me temo que sus relaciones con los banquillos tienen un futuro poco halagüeño si se empeña tal cual lo está haciendo con el Sevilla), desorienta porque o es rematadamente malo o sigue un guión indescifrable. Y sospechoso en cualquier caso, en los dos supuestos.

Sin embargo y puestos a aspirar (estoy convencido de que su ilusión es dirigir a su Real de Madrí de su alma suya y en ganándole un partido cumplimos buena parte del objetivo), cualquier otro se mataría por hacer unas cuantas campañas deslumbrantes (léase Floro) con la "sana" intención de que se le observe desde "su" Club, se le calibre adecuado y se le de la posibilidad de retornar al vestuario (y desvestuario. previamente) que le vio ganar tantas cosas, pero ahora de jefe. Al menos tiene usted facetas valdanianas muy superiores a la pobreza comunicativa (intelectualoidemente hablando) del que le usurpa el sitio ahora. Todo se andará y si tenemos en cuenta que allí y con el ramillete de primerísimos espadas que calzan, debe ser mucho más fácil obtener grandes réditos a poco que se les deje jugar y con apenas unos retoques de estrategia, como por ejemplo: “salgan y hagan lo que saben hacer”. Fíjese, a modo de referencia, en Miguel Muñoz o Vicente del Bosque.

¿Por qué ahora tantos recuerdan otro apellido? Sobre todo porque ése apellido (natural de El Arahal), heredó una plantilla de lujo y no consiguió ni un título, a pesar de todo el loable “interés” que puso en ello. Puestos a recordar, prefiero al anterior, un tal Ramos, que en apenas dos años sumó, en todo el continente, lo que nunca antes en más de cien. Ambos salieron de mala manera (claros y oscuros), pero solo nos duele el primero. Curioso.

Cada Ingenioso Hidalgo con sus molinos de viento aunque porten (portaban) la credencial de 3M, famosa empresa de los USA que otros, antes enemigos, le van a refregar sine die y por sus propios méritos.

De aquellos polvos vienen estos lodos.

[“Afirma que los grandes problemas, por lo regular, tienen su origen en pequeñas faltas o errores cometidos en el pasado. Así también lo decía el cardenal Richelieu: «Los grandes incendios provienen de chispas leves. Espasa.”]

Causales que no casuales, dice mi amigo Enrique, con la razonable razón que normalmente le asiste. Por eso y porque en mis cortas luces llego comprender que arrimándome a los que saben quizás algo me salpique, intento aprender de los que enseñan, de los inteligentes.

Eso no me hará a mí más inteligente a mi vez (llego donde llego y tengo lo que tengo), pero me dotará de experiencia y sobre todo, de saber quién sabe con el sentido práctico y pragmático que permite andar caminos sin desviarse demasiado de la línea recta, de tu línea recta, y apoyado en buenas muletas para tu cojera.

Cuando te colocas en un lugar privilegiado (sin haber hecho nada especialmente importante para alcanzar ése puesto o, dicho a la popular manera, “pasabas por allí”), cuando el destino te regala un sitio junto a la gloria (de los demás), cuando estás ahí (el destino) en ése lugar y momentos adecuados fortuitamente, debes reflexionar dos minutos y pensar que no hay nada que dure para siempre porque “siempre” es demasiado extenso, que la liviandad de los minutos es mayor que la de las horas, la de las horas que la de los días y que la de los días mayor que la de los años.

Que todo tiene principio y fin.

Además, si no entiendes que las alianzas cambian en función intereses superiores (que no son los tuyos, por mucho que te duela, aunque te sientas indisolublemente unido a ellos), de que te debes a señores más poderosos y no sabes conservar los principios necesarios para relativizar casi todo, si piensas que eres imprescindible, terminas mal.

Lastimosamente mal y deambulando en un patetismo rayano en el ridículo.

Intentando abusar de tu poder circunstancial (prestado, no conquistado) y sin haber recapacitado suficiente, descubres mas tarde, y tarde, que no era tanta tu autoridad, que no tenía el fundamento que presuponías y que en el tablero, los peones los mueven los reyes y reinas.

Es complicado engañar a todos siempre y la memoria es muy frágil. Tan frágil que para ser un mentiroso perfecto solo se necesita imaginación y mucha memoria. Memoria de elefante que se dice.

Groucho Marx (ése fenómeno fuera de contexto), sentencia en una de sus geniales frases: “Éstos son mis principios, si no le gustan, tengo otros”.

Muy pocos en el mundo pueden escapar al designio de Groucho porque la vida, la realidad, te lleva por derroteros insospechados y si tus convicciones no están ancladas en lo más profundo, soldadas y atornilladas, cambiarás en la medida que cambies tus impulsos, cuando las circunstancias te sean adversas o porque ser fiel y honrado a uno mismo es muy complicado. Todo alrededor confabula contra los principios y pocos resisten.

También los abanderados caían en las batallas.

Y somos, no lo olvides, necesarios y nadie, nunca, imprescindible. Ya se encarga la vida de enseñarte eso de la forma más dolorosa y desde temprano si no te habías anticipado.

Cuando tus enemigos son mas grandes que tu y tus defensas débiles (aunque pretendas poseer sólidas murallas), pierdes. Es así de duro y deberías haberlo sabido antes de proyectar batallas sin saber con certeza los ejércitos con los que contabas, los aliados y tus armas.

Cuando usurpas roles que no se te han conferido y te autoproclamas “el modelo”, se tardan dos minutos en echarte abajo, en tumbarte, en vencer ésas hipotéticas defensas que nadie te había prestado. Si eres mosca, no retes a los pesados de frente y si lo haces, busca resortes, estrategias que te permitan usar la honda con efectividad, derribar a los gigantes y no solo arañarlos.

No olvides, amigo, que te vence un ejército, no un soldado. Que la mano ejecutora lleva detrás órdenes superiores, de los generales, de los caudillos. Y ésos, los caudillos, nunca se manchan las manos porque para eso tienen subordinados que les hagan los trabajos sucios, los que hunden sus espadas en tu pecho. Los soldados cumplen órdenes y tu nunca llegaste a entender que eras eso, un sencillo soldado sin galones, solo los que tú mismo te atribuías pero que, en el escalafón, ninguna autoridad te había impuesto.

Has demostrado tu valor en incontables batallas y por ello todos te estamos agradecidos, todos reconocemos tus méritos y quedarás siempre en el recuerdo y en la Historia. Pero tu tiempo pasó.

Hay, sin embargo amigo mío, muchas formas de morir y hay, también, algo que se llama dignidad.

La dignidad, como sabes, casa mal con los principios movibles e incluso, a veces, claramente enfrentados aunque quizás deberíamos primero definir ambas cosas (igual tenemos distintos puntos de vista también en esto). Es cierto, no obstante, que la dignidad no alimenta, no proporciona medios materiales y normalmente suele ser un lastre para los que persiguen metas superiores. Por ello, es frecuente elegir entre dignidad y éxito porque todo está configurado para tener que optar entre ambos, para llegar a la cumbre sin lastres, sin cargas emocionales, donde el aire es menos denso y el peso de los principios no pinta nada y solo entorpece la ascensión.

Así, cuando uno dispara a todo lo que se mueve, cuando solo somos capaces de distinguir enemigos sin considerar si realmente lo son (confundiendo amigos y tibios con contrarios, disparando primero y preguntando después), cuando nunca haces prisioneros, cuando colocas etiquetas peligrosas a quien no piensa como tu mismo (sin que haya posibilidad de convencerte de que yerras porque así lo has decidido y en tu ego no caben las palabras “error propio”), puede suceder que un día te quedes sin municiones, como es el caso, y tengas que soportar la venganza, la ira, los ataques furibundos porque es humano sentirse herido y pagar con las mismas monedas. Donde las dan las toman. Es justo, es deportivo. Fair Play.

No vale ordenar media vuelta y avanzar de frente. Dale un pequeño margen de confianza a la inteligencia de los demás y no pretendas quedártela toda para ti.

Son los ahaus de cada uno, los particulares, los que habrán de llegarnos a todos en cualquier momento. Algunos sabemos que están ahí, a la vuelta de la esquina y cuando lleguen les diremos: ¡Hola, te esperaba!

Tomémonos unos días de descanso (nos los hemos ganado) y volvamos frescos y dispuestos a las batallas.

Cuidaros.

domingo, 16 de diciembre de 2012

BITÁCORA DE UN PARANOICO

 

Saludos.

El pasado mes de agosto, Canal+ y Mediapro (los dos grandes operadores nacionales) alcanzaron un acuerdo para repartirse derechos por las retransmisiones de los partidos de la Liga de Fútbol Profesional para ésta y dos temporadas más.

Según dicho acuerdo, Canal+ ofrecerá 28 partidos del R. Madrid y otros tantos del Barcelona, un clásico (entre éstos dos, claro) y ocho partidos más de Liga.

Mediapro, a través de Gol Televisión y por TDT, se queda con ocho partidos por jornadas de Liga, uno de R. Madrid y otro del Barça y un clásico (de entre ésos dos, repito). La Sexta ofrecería uno en abierto (lunes o viernes) aunque ése derecho lo comprara más tarde Marca Televisión.

Como vemos, todo gira en torno al gran bocado de los Barça y R. Madrid y su interesada proyección mundial. La interna lo será en la Iberia Catetovetónica. El resto somos la comparsa necesaria para mayor gloria de los dioses.

Hace algún tiempo me permití unas reflexiones sobre los riesgos a que se exponía José María del Nido en su “cruzada” contra el manifiesto reparto injusto de los ingresos por televisión y de los riesgos y dificultades a los que tendría que enfrentarse por abanderar el movimiento contra “los poderes establecidos”, contra la mafia grande, la que de verdad ordena y manda a todos los niveles en el fútbol español.

Una vez declarado enemigo por los dos padrinos y sus caporegimes, el proceso de destrucción está servido. No nos harán una oferta irrechazable. Habrá ejecución y a otro tema, a otros suculentos negocios, aunque se tarde un tiempo porque no somos de esos mindundis (con perdón) que un año tocan el cielo y el siguiente el infierno por sí mismos. A nosotros hay que tumbarnos más sibilinamente, a medio plazo, cuando se aproxime la negociación del nuevo reparto televisivo.

Dictada pues la sentencia, nosotros y nuestro “equipo de abogados”, hemos planteado la peor defensa posible, la más deficiente estrategia, la más nefasta manera de repeler o frenar los ataques que sabíamos con certeza que se producirían. No se pisa la cola de los leones gratuitamente y ésos dos no te matan de un zarpazo (eres relativamente poderoso), éstos te comen poco a poco,  por los pies y con la inestimable ayuda de varios quinta columnistas.

[Hubo un momento en que se eyectaron los apellidos “malditos” y la nave cobró toda la fuerza, toda la energía necesaria para llegar a la estratosfera, sabiamente pilotada por un decidido y valiente comandante. Escapamos de la atracción gravitatoria de la zona gris y alcanzamos el brillo estelar. Hoy vuelven aquellos como una rémora temible, sospechosa, y regresamos al limbo impotentes por el peso insoportable y como perlitas para las bujías. Ananké nos conduce. Hemos perdido fuerza de empuje y ya no pilotamos tan bien como antes. Hay, además, factores ajenos, externos, que afectan al Equipo aunque se diga por activa y por pasiva que son privados, que lo son, pero que también resulta imposible hurtarnos de sus malignas influencias y porque muchos, fuera y dentro, sabrán administrarlas convenientemente para socavar]

Comenzamos por desmantelar estratégica y lentamente un Equipo ganador de un año para otro, con un giro incomprensible (para mi, por supuesto y con el respeto debido a cualquiera sea la opinión opuesta) y olvidando lastimosamente que si algo funciona, no hay que tocarlo. Asistimos entonces a los inicios de la caída sin advertirlo claramente porque estábamos tan eufóricos, tan ahítos de títulos y casi rozando la galaxia superior que ésos pequeños detalles se nos escaparon difuminados entre los fuegos de artificio.

Había tiempo, no obstante, porque las fechas decisivas aún tardarían en llegar y así el rosario de errores internos (“suma de errores” se llama y donde antes Midas convertía en oro todo lo que tocaba, luego el noble metal se volvió lata), sumados a los designios del Poder, sin prisa pero sin pausa, nos van dirigiendo a la tumba con la inestimable colaboración del Estamento, entre otros.

Ya no hay grandes errores muy visibles (ejemplo: Iturralde) porque son listos como el hambre. El Estamento aplica su “sabia suma de pequeños errores” (aciertos, según desde qué punto de vista se mire), con tratos manifiestamente descompensados, horadando lenta e inexorablemente (como la gota china), desquiciando, descomponiendo y desubicando a todo bicho viviente de colorao, por supuesto. Si llegara ése caso, el de la extrema visibilidad y algún estamentista se excede en la media ponderada del acoso, se le envía a la “nevera” un par de semanas y luego pita siete seguidos para compensar. Ellos lo entienden, lo aceptan (está recogido en su convenio secreto, cláusula de compensación) y seguimos paseando palmito VIP por ésos mundos del silbato dorado.

¿Son profesionales deficientes de verdad (que lo son) o es que saben perfectamente a quién y cómo deben pitar? A la vista de los ingresos “oficiales” que se les asignan, son magníficos en sus trabajos. Pero no preocuparos que luego os quitamos la segunda amarilla y hacemos “justicia” aunque de los posibles tres puntos olvidaros que eso es inamovible. Ni siquiera llega a la victoria pírrica. Sin embargo y cuando interesa, no hay video en el mundo que muestre un error por el que deban desdecirse: expulsado para dos partidos, te callas, desgraciado, y pones a otro, tengas lo que tengas, en ése puesto el siguiente encuentro.

¿Por qué éste año los estamentos se ceban despiadados, no obstante sus discretos camuflajes, con el Equipo?

Y en siendo tantos, parió la abuela.

Días y horas de televisión. Estadios vacíos. De sofás y plasmas.

Sabemos, lo hemos sabido siempre, lo que empuja una grada repleta, atestada, lleno hasta la bandera, no hay localidades, todo vendido. ¿Recordáis ésas cosas? ¿Cuánto hace que no ocurren?

Pues como ésa fuerza imparable puede coadyuvar a quien no debe (a dieciocho por lo menos), haremos lo posible por desmantelarla, desmontarla, desactivarla o minimizarla. Vamos a perturbar de tal manera que el cemento sea la imagen dominante en dieciocho estadios. Os ponemos el calendario tan alterado y trastornado que no te queda más remedio que acogerte al plan B, al HD con repeticiones sencillamente geniales y mucho más barato. ¿Éstos tienen 28 cámaras, como mínimo, siguiendo a cada uno de los protagonistas principales, mas la de los fuera de juego, el palco, planos generales, el público (críos, fantoches, guapas, guapos y abuelas)  y los alrededores? ¿Quién se resiste a eso? En el campo no se ven todas esas cosas juntas.

Reducción drástica de ingresos por abonados, ocasionales, visitantes, afición de los otros o simples amantes del fútbol y sin colores aparentes que antes pasaban por taquilla cada domingo. Para compensar, te ofrecemos más de la mitad de tu presupuesto en ingresos por televisión. ¿No somos generosos? Pues ése caramelo envenenado es el chantaje insufrible, asqueroso, que te obliga y te liga a los designios malévolos de los padrinos y sus intereses multimillonarios. Y como no hay alternativa posible, tragarás lo que te echen aunque vomites luego hasta la primera papilla.

Hay, también, errores de bulto que muchos parecen no advertir. Varios de los jugadores que pululan por nuestro vestuario no son capaces de adivinar que su futuro futbolero ha llegado al cénit viniendo al Sevilla. Un importante número de “profesionales” ya no recalarán en mejores equipos y salvando a tres o cuatro, el resto irá en descenso a medida que pasen los años. Cuando salgan de aquí, lo harán a equipos pequeños, mucho más débiles, con menores salarios, de segunda… Irán a engrosar el amplio muestrario de recortes que resisten de mala manera su declive en pequeñas ciudades y pueblos de la geografía mundial, arrastrando a sus familias con ellos y sin un futuro prometedor porque tampoco habrán ganado suficiente (eso queda reservado a unos pocos de la élite) como para retirarse a vivir de las rentas.

No parecen entender que solo dejándose la piel en el campo tienen la posibilidad de mejorar la oferta, de granjearse méritos (ciertos o no) que los catapulten a destinos más dorados.

Otros, por el contrario, se pasean en una prejubilación lamentable, indigna de lo que fueron y de lo que son. Y al contrario que en el resto de profesiones, cobran igual lo hagan bien, mal o no lo hagan. Suelen cobrar bastante, por cierto.

Siempre dije que el sesenta o setenta por ciento del trabajo de un entrenador (me lo dijo uno de ellos al que tengo gran respeto y estima), es motivar a los jugadores para elevar sus actitudes porque, decía mi amigo, las aptitudes se les suponen. No se llega a los equipos superiores por enchufe y aunque también los haya, aún éstos deben demostrar que saben pegarle a la pelota, por lo menos.

El resto del trabajo del entrenador será adecuar las condiciones de cada uno al modelo de juego que se persigue (que se realiza en los entrenamientos), montar las estrategias de cara al contrario (sabiendo cómo tratará éste de ganarte), modificar (en menos de noventa minutos) lo que esté yendo mal con cambios de hombres y puestos y obtener el premio a base de goles. Sobre todo goles porque sin ellos, todo lo demás huelga. Y siempre uno más que el oponente.

Y cuando antes tres de cuatro eran buenos fichajes, ahora es justo al revés. ¿Qué deterioro hemos sufrido en la capacidad de adivinar las cualidades de los jugadores?

Pero miren por donde, quien como yo invierte mucho tiempo en investigar en la Historia del Sevilla, descubre (ya lo sabía, además) que ni uno solo de los “profesionales” entrenadores que hayamos tenido procedentes del R. Madrid, ni uno, ha hecho nada laudatorio por el Sevilla. Hubo, incluso, quien nos puso directamente en segunda división.

José Miguel González, Michel, jugó en el Madrid.

A Michel se le premió el fracaso la temporada pasada, contraviniendo la más elemental de las estrategias corporativas o empresariales (somos una Sociedad Anónima, al fin y al cabo, aunque distinta de las sociedades al uso por su condición de “deportiva”). No obstante, el modelo de gestión debe ser casi milimétricamente idéntico. Casi y por eso no se entiende ése premio. Yo no lo entiendo. 

Repasen la lista, por favor, a ver si me equivoco y tenga que pedir perdón. Si es necesario lo haré aunque me temo que ésta apuesta la gano yo.

Saquemos también la mala suerte. Es cierto que la suerte puede decidir un encuentro, que un gol con el culo en el último minuto te puede dar un título, que hay días negros y días claros, que hay quien toca dos y las mete y quien toca catorce y no entra ni una… es el maravilloso factor de lo imprevisible, de lo fortuito, de la incertidumbre que lleva más de un siglo arrastrando aficionados al campo con el deseo de que además de jugar más y mejor que el otro, tengamos ése plus de suerte que nos permita ganar.

Hay, también, la suerte de los ganadores de la misma forma que existe la mala suerte de los perdedores.

Pero lo que desorienta es que la inmensa mayor parte del tiempo nos asole la suerte mala. No es normal. No es ni siquiera aceptable. Debe haber algo más, debe haber otros agentes que contribuyan a que el balón no bese las redes con la frecuencia y cantidad deseadas.

¿Qué es? ¿Quién lo sabe? ¿Quién debe tomar decisiones para revertir ésa peligrosa tendencia, capaz de contagiar las psiques de tantos a la vez?

Todo se encamina al desastre.

Una Junta directiva que ha perdido mucho impulso y un Consejo que se nutre ahora de gente “rara” y por motivos incomprensibles, la insoportable coacción de las televisiones, el perfectamente organizado acoso del Estamento, un conjunto de profesionales que ni de lejos justifican los dineros que se les pagan y un entrenador que todavía, meses después de haber aterrizado por aquí y tras muchas oportunidades para demostrarlo, sigue pendiente de concretar un modelo, un sistema, una forma que nos defina y que los otros deban estudiar profundamente para tratar de ganarnos. Otro año, clave, perdido. Y seguimos restando.

¿Saben qué puede ocurrir cuando se negocie el nuevo reparto televisivo si el Sevilla F. C. estuviera en Segunda?

¿Saben que encerrando al cabecilla se desactiva la célula terrorista?

Un paranoico como yo piensa ésas cosas porque…

…negras tormentas agitan los aires.

Cuidaros y ojalá me equivoque. Ojalá.

sábado, 15 de diciembre de 2012

ATERRIZAJE (CUENTO)

 

Saludos.

Recibí las señales inequívocas de que el momento del aterrizaje se aproximaba y en no menos de diez minutos, debería enfrentarme al mundo al que había sido enviado.

Varios meses de navegación placentera. semi hibernado, dejando todo en manos del Control Central (alimentación, residuos, ejercicios, distracciones, sueños y despertares), me habían proporcionado un viaje cómodo y grato pero que, como ya sabía, tendría que terminar antes o después.

Y llegó el momento de abandonar mi querida cápsula.

La nave se estabilizó y comenzó el protocolo de desacoplamiento. Notaba los esfuerzos de los motores para situarla convenientemente, en la posición y en el lugar exactos en que se había programado que se posara y con una ligera diferencia mínima de tiempo que estaba perfectamente dentro de tolerancia. El proyecto de navegación se cumplía rigurosamente y la conducta de los instrumentos era impecable.

Revisé la cabina no obstante y todo parecía estar en orden. La revisé de nuevo por seguridad y quedé más tranquilo a pesar de tener absoluta confianza en el Control.

Sin embargo, no podía dejar de sentir abundantes inquietudes sobre lo que habría de encontrarme en aquel mundo desconocido: ¿Cómo me afectaría la gravedad teniendo en cuenta que mi organismo llevaba mucho tiempo navegando en casi total ingravidez? ¿Qué densidad tendría el aire que debería respirar aún sabiendo que no sería letal para mi? Pero sobre todo… ¿cómo serían los nativos y qué recibimiento me repararían? Esto me producía bastantes temores aunque tratara de ocultarlos y a pesar de mi completo entrenamiento y preparación para la misión. Era humano, al fin y al cabo.

Tampoco tenía mucho más tiempo para consideraciones ni temores cuando se encendieron las luces que anunciaban la apertura de la compuerta exterior, acompañadas de los avisos sonoros conocidos.

Todo vibraba, todo se movía, todo andaba alterado aunque, quise suponer, bajo Control.

Ya veía luz por la compuerta, que seguía su rutina de apertura, y aunque aún estaba protegido por mi traje especial, no pude dejar de sentir algún miedo a la llegada de los gases pestilentes de aquel mundo. Gases, me aseguraba el Control, repleto de partículas nocivas. Sin embargo, Control también afirmaba que no serían perniciosas y que mi organismo las asimilaría pronto.

Cuando la alerta sonó avisando de que el momento de abandonar la nave había llegado, me deshice de mi protección especial con el ingenioso sistema diseñado por Control Central (que iba abandonando suavemente a medida que me acercaba a la salida), dispuesto a enfrentarme a lo desconocido.

En llegando a la misma compuerta, miré fuera con la curiosidad innata que nos caracteriza. Noté enseguida el peso de la gravedad y vi a los nativos esperándome, rodeándome y todos mirándome.

Eran cuatro, gigantescos y con miembros enormes, descomunales. Y eran verdes, completamente verdes y con un galimatías de sonidos indescifrables y de potencia desmedida.

Sin saber cómo pasó y sin darme tiempo para realizar alguna maniobra de defensa, me asieron por el cuello, tiraron de mí con fuerza irresistible, me sacaron de la nave y luego me colgaron de los pies cabeza abajo a la vez que me propinaban una paliza tremenda en los glúteos.

Control Central quedó mudo para siempre cuando los nativos rompieron de mala manera las conexiones y a pesar de todo aquel entrenamiento completo y durísimo que me habían  proporcionado, perdí el control sobre mi mismo, sentí pavor y rompí a llorar como un bebé:

¡Muuuuaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

Había nacido.

Cuidaros.

jueves, 13 de diciembre de 2012

EL BÚNKER

 

Saludos.

Antes de nada, por favor señores/as anónimos/as, no me hagan chistes malos, no sean pueriles.

BUNKER-1

Pues es jueves y aún nos dura la gozosa resaca del atracón de ayer en Mallorca. Y aún a riesgo de terminar con cirrosis deportiva, que vengan muchos más. Felicitar a D. Joaquín porque pocos pueden ganar pase lo que pase.

El sábado próximo un hueso duro aunque, visto lo visto, cuanto más duros mejor responde el Equipo y solo pareciendo un accidente nos pueden los “complicados”, los de arriba, los de champions y uefas. Luego, ciertamente, la cagamos fácilmente con los fácilmente superables y la leyenda “Nervión no regala puntos”, quizás debería ser revisada. O recuperada, reinstaurada y reeditada.

Un búnker en Nervión.

Pero un búnker no solo en lo estrictamente deportivo, en el césped y en el marcador.

Ayer publicaba Carlos Romero, en su La Palangana Mecánica, un artículo donde destaca la estadística de Google Zeitgeist en la que el Sevilla F.C. resulta ser el Equipo más buscado en internet España, área de deportes, apartado fútbol:

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  9. Real Valladolid CF
  10. Real Madrid CF

Somos conscientes de la capacidad enorme de la Blogosfera sevillista y de la relevancia que hemos alcanzado a nivel nacional e internacional. Andamos muy por encima de otras aficiones (potencialmente mucho más numerosas) y lo somos porque una vez que decidimos tomar nosotros, por nosotros mismos, la difusión de nuestras cosas, lo hacemos con una fuerza importantísima y con seriedad y rigurosidad en la mayoría de los casos. Copamos, desde otros rankings, más de un tercio de los cien mejores blogs sobre fútbol y eso no puede ser gratuito.

No es oro todo lo que reluce, sin embargo.

La responsabilidad que conlleva ser la red más leída y seguida del llamado deporte rey, nos obliga a ser, inexcusablemente, especialmente cuidadosos y sensibles en todos los aspectos porque se nos lee, porque orientamos, informamos y somos fuente de consulta permanente. Incluso desde medios informativos profesionales, no lo dudemos, aunque luego se use ésa información de manera torticera o interesada. Es así y siempre lo fue. Es el precio que hay que pagar por liderar, por ser los más importantes, los más seguidos.

Debemos ser los mejores y demostrarlo porque la Blogosfera, como nuestro Estadio, también debe ser un búnker. Necesariamente.

Somos lo que somos desde mucho antes de que nuestros bisabuelos se conocieran y ya entonces el Sevilla Foot-Ball Club jugaba a la pelota. Y hemos llegado hasta aquí porque alrededor y dentro del Sevilla, se han agrupado cientos de miles de pensamientos, ideas, comportamientos… con la misma y única pasión.

Hemos crecido en la más delirante y maravillosa disparidad de criterios, de visiones particulares, gustos por unos y otros, a favor y en contra, sin lograr dar con dos modelos ideales exactos entre tantos… La fuerza de la diversidad persiguiendo un solo objetivo: el Club, el Sevilla F.C.

Y ésa fuerza, volcada en las inmensas posibilidades de comunicación de que disponemos, nos hace temibles, poderosos y fuertes. Los más fuertes.

Pero como colectivo compuesto de tantos individuos diferentes, también debemos ser críticos, exigentes, incisivos… Lo somos sin duda, pero podemos mejorar mucho y no solo sobre lo que ocurre en el césped.

El búnker de la Blogosfera debería cuidar con especial cuidado la imagen exterior que ofrece (que es, por cierto, la que nos representa, la que mostramos) y así evitar determinadas formas de críticas que no contribuyen a nada positivo, no hacen mejorar actitudes, que no suman, que solo socavan (sin sentido cierto o con él), y que hacen mas fácil la contra crítica perversa, la que se usa para hacer daño, las armas y argumentos (aún falsos) para los contrarios.

Dejemos las cuitas personales y personalizadas para el interior del hormigón y “lavemos los trapos dentro” (magnífico postulado popular que encierra todo un tratado de filosofía doméstica), porque por mala fe, por desconocimiento, inocencia o cortedad de miras, no debemos contribuir al uso fraudulento de nuestra realidad y dejar en manos de desaprensivos y manipuladores (de ideas y personas), la información que generamos.

Intentemos mostrarnos cohesionados porque las salidas de tono de algunos, por muchos seguidores que pretendan tener, son la parte menos representativa de la Blogosfera aunque se pretenda lo contrario, con discursos atosigantes, reiterativos, monólogos para consumo personal... En cualquier caso ¿de ésos miles de seguidores quién puede asegurar que todos lo hacen por fidelidad a lo que se escribe y coincidencia de ideas? ¿Qué porcentaje acude a ésos sitios para mofarse o para usar y tergiversar puntos de vista? Los contadores de visitas y los de seguidores no analizan las cualidades de los lectores, afortunadamente, pero suman dígitos y eso puede ser engañoso, inflar egos ya importantes o ser usados para escaramuzas íntimas de tercer orden.

Y pueden ser castillos en el aire o pompas de jabón.

Éste blog personal mío es, seguramente, el ejemplo menos aleccionador de todos. Cometo errores, salidas de tono y hasta escribo mal aunque me esfuerce en mejorar cada día. Digo cosas desde mi óptica personal por formación y vivencias de distintos aspectos sociales y yerro con frecuencia, acierto a veces y soporto estoicamente mis carencias en tantos aspectos.

Pero mi blog es parte, guste o no, de la Blogosfera sevillista (que es parte del Sevilla F.C.) y me debo a ella porque voluntariamente así lo quiero. Y la Blogosfera me acepta como miembro. Pues gracias, es todo un honor seguramente inmerecido.

Hago críticas y no solo deportivas. Ayudo al mi Equipo en la medida de mis posibilidades para que dentro de otros 122 años, se siga escribiendo del Sevilla F.C. con la misma fuerza y grandeza que tantos lo hacen hoy y si pudiera ser, mayor.

Y como blog libre con el solo condicionante de mi propia voluntad, pretendo ser una modesta pieza del búnker, un cachito de hormigón de la pared y trato de no mostrar grieta alguna por donde entre o salga nada que no deba. Intento, no siempre con éxito, colaborar a la grandeza de un Club muy grande.

Lo hago siendo consciente de los muchos errores y fallos que se producen en ésta Sociedad centenaria y para los cuales, como todo hijo de vecino, tendría mis propias soluciones. Afortunadamente se aplican otras, las correctas casi siempre, y lo mío se queda en simple “delito” de opinión, de la libertad de opinión que disponemos. Aplaudo menos los aciertos en tanto que pienso que están obligados, los que dirigen, a llevar la nave por el mejor camino. Los reconozco, no obstante y me alegro infinito cuando lo consiguen.

La libertad de opinión es, por otra parte, tan importante que usarla banalmente si que debería ser considerado delito y merecedor de castigo social. Amparados en ella, nos permitirnos excesos injustificados, superficiales o fútiles que no solo dañan ése búnker, sino que surtimos a quienes no encuentran otras formas de competir más que tratando de debilitar al otro, obviando (sabiamente) que el poder se conquista en los campos, en las estadísticas, en las vitrinas y en la Historia. No valen otros referentes.

Hay mucho y bueno en la Blogosfera. Mucho. Pero no nos durmamos en los laureles. Vamos a seguir creciendo, fortaleciendo y mejorando ése búnker de opinión que hemos creado porque será la mejor manera de crecer, fortalecer y mejorar nuestro Club. Será, también, el contrapeso necesario a décadas de sometimiento interesado que hemos permitido y que ya no toleramos.

Yo prometo aplicarme mucho más en todo ello y empujar para arriba, para el Sevilla F.C. y para hacer más compactos los muros del búnker con mis letras blancas sobre fondo negro.

EscudoPrimero Since 1890

Cuidaros.

martes, 11 de diciembre de 2012

ESTÁIS MATANDO NUESTRO FUTBOL

 

Saludos.

Y en llegando la caja tonta, todo se subvirtió y asistimos atónitos a la emisión “en vivo” de la ejecución.

Caja-tonta1

El delirio del modelo económico llevado al extremo (porque así lo exige el propio sistema), basado en el principio fundamental de toma todo lo que puedas, en el más corto plazo posible y con la menor inversión, nos aboca, inevitablemente, a la desaparición del efecto espectador activo en el fútbol. Del modelo espectador tradicional, el que vive el partido en persona, el que lega sus pasiones en línea sucesoria, allí en su Estadio, con todos los sentidos despiertos, participando, cantando, gritando, aplaudiendo, animando, llevando a su Equipo en volandas a ganar…

Cambiamos, evolucionamos (¿?) y nuevas formas sustituyen a las anteriores y lo que era ya no es, es diferente, es distinto. Es el mundo, somos los humanos, son las sociedades.

¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? En absoluto, no siempre, no en todo. Pero de la misma forma que luchamos denodadamente por conservar determinadas tradiciones, otras las perdemos sin remisión.

VACIO

Por acción o por omisión.

El despiadado modelo de las televisiones y su asqueroso chantaje a los clubes está matando al fútbol… de casi todos.

Hay estadios (dos) siempre llenos o casi llenos. Campos grandes, muy grandes, que movilizan a decenas de miles de espectadores a pesar de las televisiones (y con ellas) porque el negocio traspasa fronteras (fuente de ingresos incalculable para el ciudadano cualquiera) con ésos dos nombres. Y en asegurando el río de las divisas, todos los demás sobran, no importan, están solo como comparsa necesaria. Un mal inevitable, un soporte maloliente y exigible para la realización de aquellos dos.

Y hay estadios vacíos.

Desde la Asociación de Sevillistas en la Red Pepe Brand, queremos mostrar nuestra más enérgica protesta por el maltrato en forma de horarios que está sufriendo el fútbol español en general y el sevillismo en particular.

Estamos cansados de ver estadios vacíos, cansados de horarios sin sentido, hartos de que no se mire por lo que realmente mueve este mundo, que son los aficionados.

El Sevilla ha jugado un Lunes Santo, en una misma semana lunes y viernes, en horarios casi de madrugada o en plena jornada laboral, jugará un día de Cabalgata de Reyes a las 22 horas... entendemos que si quisieran hacerlo peor sería imposible.

Aficiones como las del Rayo Vallecano también han mostrado su malestar por lo que entendemos es un sinsentido en lo que están convirtiendo nuestro fútbol.

Es complicado encontrar un niño hoy en día en un estadio, los aficionados se plantean seriamente renovar abonos con antigüedad de años por no poder asistir semana tras semana a ver al equipo de sus amores, ese que jugaba los domingos a las 5 de la tarde o como mucho el sábado en horario nocturno.

Pedimos también a nuestro club que transmita esta queja a quien corresponda y haga ejercer la defensa de los derechos de sus abonados que se sienten indefensos ante lo que estiman es un atropello constante al fútbol y al sevillismo en particular.

Pero los clubes están atados a contratos leoninos, injustos, desequilibrados, draconianos y perversos para mejor alabanza y sostenimiento de los dos gigantes, de los dos más poderosos, de los dictadores del fútbol y cuyas diferencias con el resto aumentan cada día.

El modelo del beneficio inmediato y sin importar las consecuencias.

El desquicie (que no afecta directamente a dos de veinte), propone la eliminación progresiva del elemento espectador físico en su ubicación ancestral. Desde casa y en HD (pronto veremos los partidos en 3D y ya será la ostia), no pintamos nada en el Estadio donde, casualmente, solo puedes observar el juego con la única y sola mirada de tus dos ojos, sin repeticiones, sin detalles, donde un pestañeo te hurta un gol, sin tomas en ultra cámara lenta en las que se aprecia cómo la carne lacerada por los tacos de algún majara (léase, por ejemplo, Pepe), es martilleada sin piedad.

Pronto y con las nuevas tecnologías podremos ver, en cámara desesperantemente lenta por supuesto (para goce y disfrute de los amantes del voyerismo sangriento), la rotura de los ligamentos cruzados producto de ataque furibundo de algún criminal socialmente reconocido (léase el ejemplo anterior, por ejemplo).

Puestos a ello, pensemos que ya solo necesitaremos el rectángulo de juego, unas vallas altas alrededor y las doscientas cámaras de altísima resolución, última generación, ligeras y compactas, óptica Carl Zeiss. Un palquito acristalado donde se instalen los presidentes (que será parte del justiprecio del cargo) con la típica expresión de póker y todo un mundo, todos los demás, en nuestro salón. Sin frío ni calor, sin colas ni atascos, sin berridos, insultos o palabros de mayor cuantía contra el juez único, otrora llamado HP por definición genética.

¿Quién puede resistirse a eso? ¿Quién, en época mala y con eso que llaman “crisis” (invento maléfico y falso del propio sistema para reajustarse a sí mismo y aumentar sus posibilidades), puede ser acusado de traición a su Estadio?

¿Quién puede resistirse a los números cuando desde casa, al final de temporada, gastas mucho menos que sacando el carné?

¿Quién puede culpar a nadie de nada?

Nos lo ponen fácil, nos ponen las trampas y caemos en ellas. Son muy listos y ganan mucho dinero porque saquean a la mayoría, los martirizan (con su consentimiento forzado) y los maltratan sin discriminación, sin vergüenza, con recochineo. Y tenemos que soportarlo porque más de la mitad de los presupuestos lo proveen los operadores, los miserables sanguinarios que usan y abusan de su poder y para mayor gloria y orgía de dos.

Destrucción Masiva

Es asqueroso.

Apesta.

Y nadie, de los que pueden, dice nada porque si alguno pretende salirse del guión es señalado, escarnecido, maltratado y ajusticiado públicamente en una secuencia insufrible de castigos en forma de horarios y días, de arbitrajes y sanciones, de multas y apercibimientos. Menos dos. Ésos tienen asegurada la continuidad de los millones de euros, de sus estadios llenos y de las sagas familiares de sus aficionados.

Los demás somos la comparsa necesaria.

¿Tendremos que acudir a las hemerotecas, dentro de unos años, para ver imágenes de un Estadio lleno a rebosar de seguidores alzando sus banderas y bufandas al aire)?

Es, como en todo, el modelo privado frente al público (y que cada cual interprete lo que quiera).

Cuidaros.

jueves, 6 de diciembre de 2012

UN DIA NUBLADO

 

Saludos.

He mirado esta mañana por la ventana y el cielo está cubierto de nubes, gris, triste, frío. Día de “mesa camilla”, música suave y un buen libro. O quizás aporrear el teclado con esas cosas que se me ocurren periódicamente.

Día, también, para reflexionar un poco sobre lo recogido ayer en la Junta de Accionistas del Sevilla y desde la perspectiva del más indocumentado de todos, sacar algunas conclusiones.

Conclusiones, por cierto, iguales que el día.

Los números dicen que andamos mal aunque no tanto. Si hemos de compararnos y sin que ello nos consuele, los demás, la mayoría, andan mucho peor. Algunos deberían callarse para siempre. Y si se aplicaran las leyes tal cual están escritas, descenso a la cuarta división… de Botswana. Desahucio del estadio incluido.

No entro en cifras y datos, soy de letras y tendría que estar iniciado en ellos para saber con certeza dónde están las trampas, dónde hemos aplicado dos dedos de maquillaje y con qué nombre se llama a que.

En el mundo de la letra, de la lírica, se escuchan y recogen frases que asustan, que atemorizan, que despiertan demonios antiguos que pensábamos hundidos en sus infiernos particulares y para la eternidad.

Alguien sugiere que el Sevilla debería hacer algo con los horarios y los días de los partidos; que es la más perfecta manera de cargarse un espectáculo centenario; que no hay forma de compaginar vida y la afición familiar; que andamos empeñados en expulsar a perpetuidad a los socios del futuro… y  como era previsible, cuando te dicen que más de la mitad del presupuesto anual proviene de la caja tonta, tráguese en las dosis prescritas. Una por semana pero contemplando las fases lunares y considerando el efecto de los rayos gamma sobre las margaritas.

El desquicie (que no afecta directamente a dos de veinte), propone la eliminación progresiva del elemento espectador físico en su ubicación ancestral. Desde casa y en HD (pronto veremos los partidos en 3D y ya será la ostia), no pintamos nada en el Estadio donde, casualmente, solo puedes observar el juego con la única y sola mirada de tus dos ojos, sin repeticiones, sin detalles, donde un pestañeo te hurta un gol, sin tomas en ultra cámara lenta en las que se aprecia cómo la carne lacerada por los tacos de algún majara (léase, por ejemplo, Pepe), es martilleada sin piedad.

Pronto y con las nuevas tecnologías podremos ver, en cámara desesperantemente lenta por supuesto (para goce y disfrute de los amantes del voyerismo sangriento), la rotura de los ligamentos cruzados producto de ataque furibundo de algún criminal socialmente reconocido (léase el ejemplo anterior, por ejemplo). Habrá sanción (de dos a cuatro partidos salvo despiste arbitral), mientras la víctima necesitará, mínimo, seis meses para recuperarse. Delictivo según quién, juego viril según los otros. ¡Es que son chiquititos y débiles y esto es un juego de hombres!, dirán unos terceros. ¿Terceros? ¿Los de la sede central de la Hispania Catetovetónica?

Puestos a ello, pensemos que ya solo necesitaremos el rectángulo de juego, unas vallas altas alrededor y las doscientas cámaras de altísima resolución, última generación, ligeras y compactas, óptica Carl Zeiss Un palquito acristalado donde se instalen los presidentes (que será parte del justiprecio del cargo) con la típica expresión de póker y todo un mundo, todos los demás, en nuestro salón. Sin frío ni calor, sin colas ni atascos, sin berridos, insultos o palabros de mayor cuantía contra el juez único, otrora llamado HP por definición genética.

Y miles de metros cuadrados para rentabilizar en las inmediaciones.

Si un día esto cambia, será porque los roures and compañía ya habrán saneado sus cuentas lo suficiente como para poder ser sospechosos de evasores de capital de los gordos. Luego le perdonamos el cuarenta por ciento y arreando que es de interés público.

Escuché también que “necesitamos vender jugadores” para compensar las pérdidas y además se cuantifica (16 kilos). Y se me cayeron los palos del sombrajo.

Cierto es que el lenguaje agrede porque con “vender” personas uno rememora (por lecturas que no por vivencias) los tiempos de la esclavitud: fuerte, joven, dientes y sobacos sanos, apto para el trabajo más duro… una ganga.

Los esclavos que llegaban por vía marítima en las naves portuguesas traían marcas e hierros puestos por los mercaderes para que no pudieran escapar. Solían echarles argollas en los pies, en el cuello y en los brazos y los señalaban con marcas y pinturas. En ambos carrillos les ponían una S y un clavo -es decir, la palabra "esclavo"- para que todos supieran que era cautivo y no libre: "herrado en el rostro con una s y un clavo”. (ver Alma Mater Hispalense)

Curiosa historia de la marca y el clavo. Sin embargo, prefiero quedarme con el origen “eslavo” de la palabra y el Sacro Emperador Otón I el Grande. En cualquier caso y por asociación de ideas, la “S” (de Sevilla) la llevarán todos grabados en sus currículos (no pretendamos seguir siendo tan salvajes) cuando se comenta: “ex jugador del Sevilla” o “de la cantera del Sevilla” permanentemente y así que pasen muchos años.

Y uno que fisgonea por la Historia no puede evitar acordarse de Ruiz Sosa, Paco Gallego, Agüero, Simeone, Zamorano, Súker, Polster, Francisco, Ramos, Baptista, Keita, Alves… todos grandes jugadores que “vendimos” magníficamente y con buenos réditos, salvando las cuentas o engrosando las ya buenas (las menos por cierto).

Discursos recurrentes, discursos conocidos. Discursos tristes que regresan con todo el bagaje de los malos recuerdos de las épocas grises, como el día.

Hay que solucionar el tema de los Biris. Y como sigue siendo un día gris y las ideas vagan en ése limbo perdido de asociaciones imposibles e ingobernables, uno se pregunta ¿qué tribu es ésa? No se enfade nadie, por favor, pero en teniendo en cuenta que el fundador era de raza negra, cualquier cosa vale en la libertad prosística imaginativa sin ánimo de ofender, ni de lucro.

El caso es que la inmensa mayoría pide con insistencia una solución pactada al conflicto interno y que a pesar de las aparentes predisposiciones (que nadie duda), el caso es que estamos ya en diciembre y la herida sigue sangrante.

¿Firmamos tablas o abandonamos?

¡Qué gris! ¿Qué día más gris!

Cuidaros.

martes, 4 de diciembre de 2012

LAMENTABLE ERROR

 

Saludos.

El pasado día 28 de noviembre publiqué un artículo titulado El Vapor de White”, en el que aparece un recorte del diario “El Guadalete” de Jerez de la Frontera. En el se narra el hundimiento del Vapor San Joaquín, propiedad de D. Isaías White.

Por un lamentable error de fechas, consigné que era de 1892 cuando en realidad se publicó el 26 de febrero de 1890.

ELGUAD 18900226  Vapor San Joaquin

Dos días más tarde, el mismo periódico publica lo siguiente:

ELGUAD 18900228

Como pueden ver, el vapor de White debía estar en muy malas condiciones. Quizás para desguace.

Tendremos que seguir suponiendo y pensar que para poder cumplir con lo que describe el artículo del Dundee Courier, debió tener otro más moderno.

Pido, por tanto, disculpas por éste fallo. Intentaré mostrarme más riguroso en el futuro.

Gracias.

Cuidaros.

domingo, 2 de diciembre de 2012

1.77 DE MEDIA

 

Saludos.

Nací en una ciudad reinventada en el Barroco. Lo digo porque aunque la Historia nos sitúa mucho más atrás, la Sevilla de ahora, la que nos contempla cada día, es heredera directa de aquella época del XVII en sus formas y maneras, en su concepción de lo público y los espacios, en sus aficiones y extroversiones.

Y como heredero de una forma peculiar de contemplar la estética, mis gustos en fútbol se definen en el fútbol barroco por, digamos, formación vivencial. Para mi desgracia (seguramente), de los cuatro grandes polos que mostramos al mundo con mayor ahínco (Feria, Toros y Semana Santa) solo me atrae el cuarto, el Fútbol. Soy, por tanto, un sevillano incompleto o mal formado. Tampoco me traumatiza o deprime.

¿Y a qué le llamo yo fútbol barroco?

Pues a aquel que nos legaron los escoceses…

juegoescoces F. Alonso de Caso

… y que definía perfectamente un estilo, una forma de tratar el balón, una manera de dominar el espacio tiempo con los pies dándole patadas a la pelota.

No es de extrañar por ello que en Sevilla, donde los nativos de Escocia plantaron la semilla del foot-ball en la Dehesa de Tablada, florecieran ésos gustos por la filigrana footballistica del pase corto, de la triangulación, de los desplazamientos milimétricos que logran desquiciar al contrario, en una sinfonía de movimientos corporales de una estética apasionante.

Aquí nació y floreció la Escuela Sevillista de fútbol y era ésa misma, la escocesa.

Hubo un tiempo, no obstante, en que la “escuela del Este” y su potencia, velocidad, rapidez fulminante y con largos desplazamientos de hombres y balón, dominó Europa. Resurgía el modelo inglés “científicamente” aplicado (luego supimos que había demasiado de cientifismo en vena en muchos de aquellos portentos).

Pero como lo bello será bello siempre, el fútbol actual es la reedición de lo que inventaron los de Escocia (no deja de sorprender que tan al norte coincidieran gustos tan “latinos”).

El modelo lo enseña el Barça y miren por donde, en Barcelona nace el fútbol coetáneamente con Bilbao, Huelva y Sevilla, porque allí también hay puerto de mar y allí, también, llegan barcos desde las Islas Británicas cargados de marineros que saben jugar a aquel sport novedoso, practicado por locos en paños menores.

Y la Selección Española que ahora gana, divierte y maravilla, juega al modo Barça.

Hay un portal de un madridista (que no linkearé porque me parece hasta chusco), que ha titulado con un remedo localista de otro de Barcelona (La Libreta de Van Gaal y uno de los mejores sitios de fútbol de España y Catalunya), que publicó un artículo el pasado mes de abril sobre las alturas de los jugadores.

Dice éste señor que la media de los del Barça es de 1.77 metros, es decir, que son bajitos (y si sacamos a Piqué y Busquets, le pegamos un bocado aún mayor). Los compara con los del Chelsea (1.85), los del Bayern (1.83) y los del R. Madrid (1.84).

Y para general alborozo de propios y extraños (éstos últimos con estupor no exento de desternille), pretende justificar que los árbitros sancionan a los contrarios grandotes porque en los choques con los “pequeñines”, éstos van al suelo antes.

Lean esto y maravíllense:

“Si, por ejemplo, un tipo de 1,70m como Iniesta, vaya por delante que justamente son los jugadores ofensivos del Barcelona los que rebajan ostensiblemente la altura media de su plantilla, choca contra otro tipo de 1,89m como Sami Khedira, lo normal es que en el encontronazo, el jugador que pierda el envite, como la lógica más pura dicta, sea el de 1,70m, sin que ese choque sea siempre sinónimo de falta, y mucho menos merecedor de amonestación en forma de tarjeta, pero el criterio arbitral durante estos años nadie me podrá negar que no se ha regido por esa lógica tan físicamente aplastante de la que hablo, si no que ha venido señalando demasiadas veces como falta e incluso sancionando con tarjeta esas acciones en perjuicio del jugador de mayor talla en esos encontronazos.

Por tanto, me atrevo a decir que ese estilo de toque tan característico y tan alabado (hasta la náusea) de nuestro rival, imposible de parar si no es mediante el posicionamiento defensivo más ortodoxo sobre el campo o mediante un partido jugado físicamente al 200%, no sería posible, o, al menos, no habría sido tan exitoso, como se ha demostrado en numerosos partidos de esta temporada, sin ese criterio arbitral favorable que sobreprotege a determinados jugadores.”

Dicho así, los árbitros se compadecen de lo más débiles, de los desprotegidos, de los chavalines agredidos por los gigantones…

Desde Sevilla cuesta pensar y creer que los del Madrid y del Barça se quejen del trato arbitral. Cuesta muchísimo.

Tomemos algunos ejemplos, no obstante. De entre los mejores jugadores del mundo de toda la historia, creo que coincidiremos la mayoría en éstos nombres:

Edson Arantes do Nascimento “Pelé”, medía 1.73

Johan Cruyff, medía 1.78

Alfredo Di Stéfano, medía 1.78.

Diego Armando Maradona, medía 1.66.

Lionel Messi “Leo”, mide 1.69. (Este apunta a que superará a todos los demás).

Podríamos seguir pero la cúspide de futbolistas mundiales, probablemente, la ocupa éste fantástico elenco aunque verán que gigantes, lo que se dice gigantes, no hubo ninguno.

Hay muchas formas de retorcer argumentos, de justificar impotencias, de extrapolar carencias propias y de proyectarlas en los demás. Muchas y casi todas de una ridiculez pasmosa. Es infantilismo en estado puro.

Sobre ello en Sevilla y contra el Sevilla F.C., andamos doctorados.

¡Lo que tiene que doler que un enano te vapulee!

Cuidaros.

sábado, 1 de diciembre de 2012

MODELOS A SEGUIR

 

Saludos.

Hace poco más de un año y con motivo del slogan “Orgullosos de Andalucía” que el Sevilla F.C. decidió colocar en las camisetas de los jugadores, mostré a algunos estúpidos diciendo estupideces.

Hay delitos de opinión no recogidos en la legislación vigente porque no habría cárceles para tanto idiota y razonable es dudar de quien debiera encargarse de vigilar a los vigilantes. Hay también y sin embargo, perversos además de estúpidos. Delitos sangrantes tampoco recogidos en la Ley que reflejan como nada otra cosa las perspectivas desde las que se afrontan los problemas.

Hay estúpidos a los que elevamos a categoría superiores dando muestras, lo siento y yo me incluyo el primero, de que la torpeza general de millones empujando en la misma dirección producen, inevitablemente, ejemplares como estos.

"Bienvenida sea la crisis porque nos ha hecho aflorar el sentimiento catalán"

“La gente va descarriada, algunos se manifiestan pensándose que el tema son los recortes y la crisis".

Elena Ribera i Garijo

Abogada y Licenciada en Derecho por la Universidad de Barcelona. Número dos por CiU en Girona, ha salido reelegida en las Elecciones Autonómicas de 2012.

Frases sacadas de contexto aunque dicho contexto cauce estupor por lo que oculta más que por lo que muestra. Frases que evidencian con nitidez las inercias profundas de quienes las emiten, Frases que rezuman sangre y se les premia con otros cuatro años de poder, de mandato, de sobrevolar los problemas agudos de una sociedad descompuesta saliendo indemnes, sin manchas. Limpios, sonrientes y felices con sus familias.

¡Que se jodan!

Andrea Fabra Fernández.

Es Hija del inefable Carlos Fabra Carreras, capo del PP en Castellón desde hace muchos años (es el colega que enseñaba al nieto “su” aeropuerto, el que está cerrado por falta de vuelos y que costó…  de nuestros impuestos y que reúne en su persona un rosario de procesos infinito. Probablemente salga ileso de todos).

La expresión le brota, irreprimible, cuando en julio de éste año, el Gobierno presentaba el brutal recorte presupuestario en las prestaciones de los desempleados. Aunque aseguró que iba dirigida a los socialistas, no deja de ser significativo que te alegres, por extensión, de un recorte que condena al hambre a millones de españoles.

Está casada con Juan José Güemes, ex consejero del PP de Esperanza Aguirre. En habiendo nacido en cuna dorada, se comprende que mande a joderse a los parados (ésa especie de vagos y maleantes que asola “su” territorio patrio) porque es una experiencia que jamás llegará a conocer. Su familia tampoco.

Sigue siendo diputada.

 

Cuando quienes gobiernan con paternal mano de hierro deciden que la gente ya no es idiota y puede gobernarse sola...


Todo el mundo quiere vivir a expensas del estado. Se les olvida que el estado quiere vivir a expensas de todo el mundo.


No existe gobernante inteligente; si fuera inteligente no sería gobernante.


La democracia es tan cómoda que incluso piensa y decide por nosotros.


El Gobierno es para los que no quieren ser gobernados, porque saben como gobiernan los gobernantes.


Que el gobierno se interese en la gente no siempre es una virtud. También las pulgas se interesan en los perros. 


El gobierno es la plaga más grande, y el hombre, la víctima perfecta.


El roto.

Cuidaros.