viernes, 25 de noviembre de 2011

HAMBRE, MARTE Y RAFAEL

 

Saludos.

Hoy publica RAVESEN (ravesen.blogspot.com) un artículo que titula “Curiosity”.

Describe, con su maestría habitual, la paradoja cierta de gastar, sin certeza en los resultados (sean cuales fueren), 2000 millones de euros en una nave que viaja a Marte mientras buena parte del mundo, de la Humanidad, pasa hambre.

curiosity.nasa

No le falta razón. De hecho, la tiene toda…

…pero por esta vez y sin que sirva de precedente, debo discrepar contigo, amigo Rafael.

Como entiendo que eres persona razonable, culta y civilizada (y por ende sevillista o quizás por ello), permíteme que exponga mis cuestiones con la esperanza cierta de que leerás, analizarás y sabrás valorar lo que de positivo, si es que tiene algo, puedas hallar en mis palabras.

Te sigo desde hace mucho tiempo. Te leo y recuerdo tus principios titubeantes cuando nos hacías magníficas demostraciones de conocimiento de la Liga Holandesa (la Eridivise), alternados con los de nuestro Equipo.

Hubo, mas tarde, un tiempo en que apenas colgabas nada y de pronto, desde hace unos meses, una explosión de creatividad envidiable. Has dejado los dos temas principales y casi únicos (Sevilla F.C. y la Liga de Holanda), y te has volcado, además, en contar, fantásticamente bien, otras cosas. Vivencias, ideas, sentimientos… siempre con un nivel altísimo, con respeto, con categoría y buen hacer.

Te tengo catalogado como uno de los mejores escribidores de la Red Blanca y Roja y me consta que no soy el único.

Y aún no nos conocemos en persona. Solo nos leemos.

Soy de letras y lo he sido siempre. Sin embargo, siempre también, he construido mi vida en torno a las ciencias. Me apasiona igual un buen libro que un hallazgo científico, las formas poéticas de Cernuda, los cielos de Mahler o los procesos mentales que nos regala Hawking.

Y es porque soy, ante todo, un curioso impenitente. Como tú. O puede que más (no apuesto).

Ésos viajes a Marte a los que no encuentras sentido… lo tienen. Y mucho.

Permíteme decirte que la Ciencia, con mayúsculas, no causa hambre ni la provoca. El hambre es el resultado nefasto de la rapiña humana. De los humanos que son, esencialmente, no científicos. Prosaicos, depredadores, letales para la especie.

La Ciencia (incluyendo viajes inexplicables a Marte), es una herramienta fundamental en el buen desarrollo del ser humano. Y en el malo, por cierto.

La Ciencia, las ciencias, permiten que enfermedades tales que las viruelillas, las que acabaron radical y absolutamente con los aborígenes de, por ejemplo, Cuba (los Siboney y porque los marinos españoles que las portaban estaban ya inmunizados contra ellas), ya no constituyan mayor peligro que un resfriado.

Te hablo de las Ciencias “buenas”.

Las malas crean bombas atómicas, bombas de neutrones, bombas teledirigidas que se cuelan por una venta… Esas no. No me interesan aunque no puedo, no podemos evitar, que crezcan (el Ying y el Yang) con cualquiera sea el tema en el que intervenga un ser humano.

Mirar hacia dentro con un microscopio tiene, exactamente, el mismo valor que hacia afuera con un radio telescopio. El mismo. El átomo y el Universo. La misma distancia exterior que interior. La misma. Conocer el entorno universal es lo mismo que conocer el interno atómico. Y CONOCER es fundamental.

Saber DÓNDE estamos, QUÉ somos, desde CUÁNDO, PORQUÉ, hasta DÓNDE podemos llegar, el medio en que nos movemos, las formas, los límites, las posibilidades. Los vecinos, sus peculiaridades, sus potenciales. ¿Hay fenómenos ahí que nos puedan ayudar? ¿Quizás materiales novedosos? ¿Principios activos para combatir, pongamos un ejemplo, el SIDA?

Los viajes espaciales han permitido, otro ejemplo, minimizar muchísimas cosas de uso diario (teléfonos y ordenadores así, a bote pronto). Han permitido aplicaciones en medicina revolucionarias, conocimiento del planeta que alucinarían a un griego culto… y las comunicaciones, las que nos permiten que en éste momento, ahora, me estés leyendo.

No se sabe lo que hay en Marte. No lo sabemos. ¿Y si se descubren cosas nuevas? ¿Valdrían la pena 2000 milloncejos de nada para salvar miles de vidas humanas? Un viaje a Marte puede parecer un lujo insoportable, pero lo que de bueno pueda traernos la “Curiosity” tal vez valga la pena. Puede ser impresionante para, sobre todo, las generaciones del futuro. Nosotros, los cavernícolas como yo, no lo veremos, pero tenemos la secreta esperanza de que los críos como el tuyo, de las generaciones que gobernarán el Planeta en unas décadas, hayan aprendido que Marte es el Sol, la Tierra, Júpiter y Saturno, Alfa de Centauro y las osas, los agujeros negros y los neutrinos.

Mis disculpas, Rafael, por el tocho.

Mis disculpas por colocarte en portada.

Y mis mejores deseos para que pienses que, como decía al principio, achaques la barbarie a los bárbaros, que no mata la bala sino el tipo que la dispara, que quien hurta la comida a los hambrientos no vive en Marte y alrededores y no trabaja en un laboratorio o en una estación espacial.

Cuídate.

3 comentarios:

Rafael Sarmiento dijo...

Sr. Ariza, muchas gracias por dedicar todo un post a dar su opinión acerca del tema.

Creo que ambos somos conscientes de que nuestras posturas no son tan diferentes como parece. Es sólo una cuestión de matices, y a ello me pongo, a matizar.

Evidentemente, no estoy en contra del avance de la Ciencia. Al revés, es un tema que me fascina. Y no niego que el post que escribí fuera seguramente demasiado apasionado, poco pragmático.

Voy a profundizar en mi postura poniendo un ejemplo. Si una casa se está quemando con sus habitantes dentro, no es momento de ponerse a investigar qué material es mejor para fabricar las mangueras con las que apagar el fuego, de manera que el proceso sea lo más rápido posible. Lo más urgente es apagar ese fuego y salvar las vidas. Ya habrá tiempo para otras cosas. Y también para meterse con los que fabricaron esas mangueras de tan baja calidad.

Eso no quiere decir que se esté en contra de los avances tecnológicos en el campo de las mangueras. Por supuesto, sería fantástico poder fabricar nuevos y mejores equipos. Se salvarían muchas vidas si se pueden apagar los fuegos más rápido.

Es cierto que se pueden hacer las dos cosas a la vez. Apagar ese fuego lo más rápido posible por un lado, y seguir investigando en ese ámbito por otro.

Si enviar un artefacto a Marte es bueno para la Humanidad, pues adelante. Encantados de que se haga. Pero me molesta que no se dediquen los mismos esfuerzos a solucionar otros problemas seguramente más urgentes.

La solución no es no ir a Marte para dedicar ese dinero a salvar vidas. La solución es que se salven esas vidas a la vez que se va a Marte. Y lo que ocurre es que se va a Marte, pero no se hace nada para salvar esas vidas.

Yo quiero que se hagan las dos cosas. Pero, si sólo se va a hacer una, prefiero que se salven las vidas.

De nuevo, muchas gracias por tu opinión, y muchas gracias por permitirme aclarar la mía. Es evidente que no expresé mi postura de modo lo bastante claro, pero gracias intervenciones como la tuya, puedo matizarla. Es lo bueno que tiene debatir.

Un saludo

Jose Manuel Ariza dijo...

Saludos.

Gracias. Es un placer debatir contigo.

Me ha quedado meridianamente clara tu postura y no tengo nada que añadir. De acuerdo.

Yo solo, si me permites, insisto en lo mismo: el hambre es fruto de los humanos deshumanizados.

Esos mismos, si desde Marte nos traen un avance científico de grandes proporciones, mirarán primero si es militarmente aplicable. Luego, lo que sobre, lo destinarán a otras cuestiones. Incluso a salvar vidas o solucionar el hambre.

Pero siempre y por delante, la fórmula de ser más poderosos, acaparar más y someter al resto.

Tenemos al enemigo dentro.

Somos los mismos animales de las cavernas pero con medios infinitamente más poderosos.

Gracias, amigo.

Cuídate.

Flamenco Rojo dijo...

Un placer leeros a los dos...

Un abrazo, esta vez extendido al amigo Rafael.