jueves, 24 de junio de 2010

SALUD, MAESTRO

saramago

Perdóname, maestro, por tardar tanto en despedirte, por ser tan ciego y por tener otros evangelios, como tú y como tantos otros nombres de ésta isla.

1 comentario:

Tántalo dijo...

Me sumo a tu despedida por esta irreparable pérdida.

Nos deja su persona.

Nos queda su palabra.

Gracias Maestro.