miércoles, 30 de junio de 2010

EL VALOR DE LA MEMORIA

Saludos.

No es la primera vez que escribo sobre la Historia del Sevilla Foot-Ball Club -y con certeza no será la última- porque hoy, 30 de junio, se cumplen 75 años de la consecución del primer título nacional, el Campeonato de España.

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Campeones de España lo fuimos con la República, con la Dictadura y con la Monarquía.

Este año 2010 también.

Son hechos fundamentales en nuestra Historia, pilares sobres los que se asienta el valor de éste Equipo porque cada momento, cada minuto, se está escribiendo el pasado.

La memoria comienza ahora, ya.

Son muchos años, muchas décadas de existencia para un Club que está incrustado en el origen de éste deporte en España, en el principio exacto y como tantas otras invasiones en el tiempo, acabamos por aceptarlo, asimilarlo y transformarlo.

Y el foot-ball se hizo nuestro.

Creamos nuestra propia escuela para maravillar, incluso, a los mismos creadores. Le dimos magia y arte y lo convertimos en un goce perpetuo para el espectador, para el que mira.

Como en todo lo que tenga parentesco con ésa magia y ése arte, aprendimos a conocerlo, a apreciarlo, a saber y a hacer magisterio. Con el balón y con la lengua, con el empirismo y con los dogmas.

Aquel junio de 1935, el Sevilla se presentó a por su premio, lo conquistó y se lo trajo al Sur, a la vera del Guadalquivir –la cuna del remo siempre enraizada e impregnada de los colores de nuestro Club-, al sancta-sanctorum de Nervión, para gloria de las generaciones futuras y para que dentro de veinticinco años, cuando ya tengamos atesorados otros muchos más trofeos y títulos, sigamos teniendo la memoria fresca, limpia y clara para recordar.

Y para que los que hoy cuentan sus años por los títulos recientes y que balbucean deliciosamente el Himno del Centenario, escriban sus blogs y recuerden que la Historia comenzó en el siglo XIX, que navegamos siempre con nuestras propias naves, en una travesía digna, limpia y poderosa y que el futuro se asienta en la gloria de los que lo hicieron posible entonces.

Serán nuestros herederos, los herederos de la Historia del Sevilla Foot-Ball Club.

Nuestros pilares de la Memoria.

Cuidaros.

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