sábado, 26 de diciembre de 2009

UNA HISTORIA DEL SEVILLA -TRES-

Saludos.

El Sevilla prosigue su marcha de consolidar al Club más grande Andalucía y otros, incapaces de seguirle el ritmo, echan mano de otras armas.

Hay una larga lista de "periodistas" manifiestamente contrarios a los colores blanco y rojo. Véase, por ejemplo, éste enlace, donde se recogen los nombres más llamativos. Había tambien y como en toda regla, excepciones:


 
Emilio Ramírez -que como advierte él mismo, no tiene nada que ver con nuestro jugador-, solía hacer crónicas bastante decentes -veremos nuevos ejemplos más adelante-, en las que resalta la calidad del juego, sea de quien sea, pero que dadas las circunstancias particulares del Sevilla, no es de extrañar que la mayoría nos resultaran favorables a nosotros. Sobre todo porque los marcadores así lo dejaban patente.


En ésa crónica hay invasión del terreno de juego por el público, de alegría, nada que ver con lo que ocurría en otros campos. Veamos una carta de un árbitro, publicada en Madrid en 1920:








El árbitro, que tampoco se reprime a la hora de escribir, deja bien expuestas las condiciones que encontraba para ejercer su labor de juez deportivo.

De ser cierto todo lo que narra -y es más que probable-, resultaría tremendamente complicado dilucidar cualquier match por la sencilla razón de que podía costarte la integridad física, de manera que no nos extraña su reacción.



En realidad era todo un montaje porque lo importante, según otros, eran las maniobras del Sevilla en las bambalinas.


Continuará.


Cuidaros.

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