miércoles, 11 de febrero de 2009

SIVIGLIA FC





Saludos.

Como ya deberíamos saber, éste es un blog personal, mío, en donde expongo mis opiniones sobre el Sevilla y otros temas.

Como todos los blogs, Algarivo tiene algunos seguidores y muchos detractores. Éstos últimos, normalmente llamados "anónimo" (todos igual), no suelen aparecer en los comentarios porque, entre otras razones, no me apetece dejar constancia de la más absoluta falta de estilo. No me insultan porque no pueden y aunque viertan toda la hiel que sean capaces de producir, no llegarán a la pantalla.

Es mi blog, digo lo que quiero y nadie está obligado a leerme.

Para los que así lo hacen y me premian con sus elogios, gracias. Os quiero.

Vamos al motivo de ésta entrada:

Leo otros blogs y portales, muchos, de sevillistas de todas las índoles y observo el cruce de opiniones a favor y en contra de todo lo que rodea a nuestro equipo. Desde el Presidente hasta el último de los jugadores.

Algunos amigos hacen verdaderas exposiciones de pensamientos y muestran sus análisis, con mayor o menor acierto (desde mi propio punto de vista) y desgranan lo bueno y lo malo del equipo.

Conviene señalar ahora que estamos los terceros a pesar de ciclón de lesiones que nos persigue. Quizás deberían, desde la parte técnica que corresponda, analizar la endeblez que parece perseguirnos.

En ésa posición y considerando lo de las lesiones, deberíamos estar dando saltos de alegría. Pero no. No veo a tantos sevillistas exhultantes. Pocos, si he de ser sincero. Abunda la impresión de provisionalidad y algunos, quizás para conjurar el maleficio, auguran que ni siquiera jugaremos la Uefa. Tal vez ocurra, tal vez no.

Si ocurriera, sería un desastre absoluto si jugamos ésa competición, el mal menor y fracaso del proyecto 2008/2009. Solo la Champion podría avalar la apuesta de Del Nido y eso, a muchos, se nos antoja demasiado complicado.

¿Porqué?

Un análisis superficial y rápido, nos coloca como el equipo menos goleador de la zona europea de la Liga con diferencias: el inmediato superior es el Villarreal con seis goles más. Los demás, lejos y algunos, muy lejos.

A favor, por contra, somos el segundo menos goleado (detrás del Barça). Pero éste dato deberíamos constrastarlo con ambas cifras: el Barça recibe 16 pero marca 68. Una burrada. Nosotros solo recibimos 21 pero hemos marcado 29.

Es muy significativo.

Estamos, además, solo a tres puntos del último de Uefa con 38. A tres puntos cuando hemos tenido la oportunidad de seguir disputando al Madrid (47 puntos) el segundo puesto. Pero venimos fallando, precisamente, con los más débiles de la tabla.

Éstas cifras tan provisionales, tan inestables, son las que ponen el nudo en el cuello de muchísimos sevillistas. Y el desarrollo del juego del equipo no hace más que ahondar en ése sentimiento.

Puede que después de probar el jamón de alta calidad (que no caviar, que ése es plato al que aún no hemos llegado), no nos conformemos con paletilla y por eso, nos hemos vuelto demasiado exigentes con el equipo. Pero no hemos inventado nada porque se nos vendió la idea, tal vez precipitadamente, de lucir la piel del oso antes de cazarlo. Y nos lo creímos.

Lo cierto es que vemos a un Sevilla monotemático, sin un juego definido ni alternativas serias. Un equipo previsible y que hasta el más malo del grupo sabe ya como atarnos.

Salimos a no perder. Salimos a ver si suena la flauta y en alguna genialidad de los puntas, nos colocamos en ventaja y a defender.

No hemos dado un solo partido completo en lo que levamos de Liga. Ni uno y desafío a quien quiera a que analicemos juntos todos los jugados éste curso. Algunas medias partes y algunas machadas, sobre todo en Copa, nos mantienen arriba. Solo eso.

La función pelotazo/Kanoute, pelotazo/Luis Fabiano... se la saben ya hasta en Japón. Los otros centrales están advertidos y vienen ensayados en frenar nuestras puntas. Los extremos son cerrados, perfectamente, por dos o tres jugadores cada vez, con lo que invalidan las formidables armas que poseemos porque, entre otras cosas, apostamos demasiado a ésas armas y no tenemos otras alternativas. Solo la genialidad de los chavales logra, en ocasiones, cumplir los objetivos.

Además, Capel no sabe que desde la raya central para atrás en nuestro campo, que puede pisarlo y que debe intentar que el del uniforme distinto no pase para nuestro dormitorio. No lo sabe y nadie se lo dice.

El centro del campo, la zona creativa, se queda en zona. No crea, es lenta y parece que medio del partido se queda sin ideas. Insistimos, sin solución de continuidad, en usar al organizador Renato como segundo delantero. Solo la calidad que lleva en las botas le permite cumplir, muchas veces, los objetivos. Pero cuando vemos partido sí, partido también, que el motor de juego no funciona por falta de personal cualificado, quizás sería momento de volver a recuperar a éste chico. Vino para eso y lo hizo bastante bien mucho tiempo. Más cuando sabemos que Maresca no está en su mejor momento.

Pero preferimos a Romaric, de magnífico toque, para que coloque balones a cámara lenta y le ponemos un escudero todo pulmón. Un ecudero defensivo puro. O dos.

Y la defensa.

Llegaron en masa y a algunos se nos pusieron las orejas de punta porque, como viene sucediendo, sospechábamos que ésa sería el fuerte del entrenador. Y lo es puesto que él ha visto el fútbol desde atrás toda su vida y el área contraria le quedaba muy lejos.

Construyó, él, un equipo a su medida y a la visión que tiene del fútbol y así llegamos a Italia.

Somos, cada vez más, un equipo a la italiana que juega al catenaccio y por eso, por pretender enseñarles a los inventores del cerrojo como funciona, nos largaron de la Uefa.

Y no vale que esos medios tiempos que hemos jugado, algunos francamente buenos, haya sido atacando, con movimientos rápidos y movilizando todos los recursos. No, enseguida volvemos a encerrarnos y a defender un suspiro de ventaja.

Y además, ya ni siquiera responde la defensa; ya nos pillan las espaldas varias veces en cada partido y a balón parado somos tremendamente vulnerables.

Podría seguir insistiendo en desgranar todos los detalles de lo que observo, pero no será necesario porque, estoy seguro, hasta los que defienden "a muerte" a Manolo ven todos esos fallos. Otra cosa es que no quieran verlos.

También conviene señalar e insisitir en ello, que hubiera querido, de corazón, que Manolo triunfase. Lo digo de verdad. Pero mis esperanzas se disipan cada partido y no puedo hacer nada por remediarlo.

Quizás pensaba que habiendo recibido un equipo "eléctrico", seguiría marcando el mejor fútbol de Europa en mucho tiempo. Pero se marcharon algunos jugadores y los repuestos no están dando la talla. Y ya debería ser hora de haberlo hecho.

También me gustaría que alguien me explicase, con detalle, porqué los sevillistas no pueden exigir nada al equipo; porqué hay que callarse y aceptar, obedientemente, el estado de cosas; porqué la afición soberana, los propietarios del Sentimiento, no puede decirle a sus jugadores y técnicos que lo están haciendo mal, que un partido es un divertimento y que llevamos muchos meses de penurias; porqué no podemos expresar nuestra disconformidad: porqué tenemos que llegar a pensar que se nos exige lo de otras aficiones, el famoso "lo que diga D. Manué..."

Somos, contra los que piensen lo contrario, la afición más exigente y me niego a dejar de serlo.

Es cierto que vamos los terceros, pero no quiero esperar a que termine la Liga y que si hay desastre, tenga que salir a decir ¿véis como tenía razón? No quiero.

Quiero que se reordene ahora, que se corrijan los fallos y se tomen las decisiones que sean necesarias aunque nos escueza, aunque nos duela tener que decir que el de los güevos no está a la altura... ANTES de que estrelle al equipo.

Y quiero que alguien me explique si los que pensamos que Manolo no cubres las espectativas del equipo y lo decimos, somos menos sevilistas que los demás.

Porque por encima de Manolo, de Monchi, de Del Nido y del resto de implicados, está el Sevilla y su Afición.

Porque los nombres son pasajeros y es la Historia la que se escribe en los libros, es el Sevilla el que permanece.

Solo el Sevilla.

Cuidaros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

sombrerazo para ti,sigues enseñandome mucho sobre la forma de expresarse en unas palabras,eso te lo tengo que agradecer y reconocer a ti hermano.
gracias por ser mi profesor de lenguaje castellano castizo,cuidate.