lunes, 5 de enero de 2009

ES LA HISTORIA





Saludos.

Ayer, en caliente, no pude contenerme. No voy a pedir disculpas porque sigo pensando igual, pero me he dado unas horas de recapacitar y hay muchas cosas que no veo claras.

Tampoco voy a analizar el partido de ayer porque no merece más que una palabra: desastre.

El segundo de la tabla contra el último.

Los que peinamos canas y hemos visto al Sevilla en todas las circunstancias posibles (excepto en tercera), hemos pasado desde la infancia a la adultez siendo testigos de un equipo del montón, mediocre, con alguna temporada aceptable y muchas, muchísimas, deplorables.

Lo vivido en los últimos años, soberbio, nos había encandilado y nos había colocado en la senda del "para siempre". Pensábamos, porque así lo escuchábamos de nuestros directivos y así está escrito en nuestras vitrinas, que el sueño sería eterno, que el Sevilla, por fin, se había colocado en la élite para no abandonarla nunca.

Las estructuras del Club se habían modernizado, optimizado y engrasado para ser efectivas y rentables.

La dirección deportiva, de la mano de Monchi, se habían covertido en la envidia de medio mundo (en el otro medio no se juega tanto al fútbol).

Y los éxitos, copas, títulos y torneos, llegaban sin solución de continuidad.

El sueño vivo.

Nos las prometíamos felices y para nosotros, los de más edad, orgásmicas.

Pero asistimos aterrados a la Historia del Sevilla y se nos ponen los vellos como escarpias pensando en todo lo vivido: uno o dos años buenos y vuelta a la normalidad. La normalidad de claroscuros, de grises, de insulsa existencia futbolera y mas penas que glorias. Es la Historia.

Ya sabemos que llegar no es complicado y que lo realmente difícil es mantenerse. Pero lo teníamos todo para instalarnos en la cúpula y construirnos el chalé ahí. Todo.

Teníamos un Club organizado, una Dirección Deportiva excelente, una masa de seguidores sin fin, títulos y grandeza. El Sevilla era la envidia mundial, bien dirigido, bien construido y dando resultados. Los dineros entrando a espuertas y siendo modelo para muchos otros.

Todo eso es producto de la mente y el equipo de Del Nido. Todo eso, cual burbujas de champán, igual se le han subido a la cabeza al Presidente. Quizás.

No cuadra que teniendo el equipo de Europa mejor construido para el ataque, se apueste por un entrenador de corte defensivo puro y duro. No cuadra.

No cuadra que los mejores fichajes del año, la gran mayoría, sean defensas y centrocampistas de corte defensivo. No cuadra.

No cuadra que se esté perdiendo el crédito goleador, que seamos el peor goleador de la cabeza, que de tener cuasi pichichis, estemos a la cola de goleadores. No cuadra.

No cuadra que pasemos de hacer un fútbol rápido, dinámico, efectivo y letal, a construir muros defensivos increíbles. Increíbles, sobre todo, viendo la calidad de los contrarios. No cuadra.

No cuadra que nos empecinemos en mantener una estructura que tiene ya una Liga y casi media más, que los resultados estén ahí, que a pesar de los números (cogidos con alfileres, no nos equivoquemos), y que lo tiene todo para fracasar. No cuadra.

Y lo que menos cuadra es la cabezonería de tener que tener razón. Del "sí o si" aunque se hunda el mundo. No cuadra.

Y Laudrup, como dicen los amigos de Renault, pasando frío en Moscú. Por ejemplo.

En éste mi blog y en algunos otros donde tienen a bien aceptar mis escritos, me he manifestado siempre, siempre, poniendo "peros" a Manolo Jiménez. Siempre, desde que se le colocó en el banquillo. Yo no soy el más entendido de fútbol, ni tengo las ideas tan claras como otros, pero quizás haya visto más fútbol que muchos de los que me ponían "pegas" a mí cuando decía que Jiménez no era el mejor entrenador posible para mi equipo. No lo era y no lo es. Y no es capricho mio. Ni siquiera tengo nada contra Manolo. Al contrario.

También he escrito que quisiera haber estado equivocado y que un sevillista tal triunfara y pasara a la Historia del Sevilla tanto por ser el jugador que vistió más veces la camiseta, como por ser el entrenador que más títulos nos trajera.

Pero no parece que vaya a ser así. Y no lo parece porque ya le hemos visto demasiados partidos para saber que no ha dado ni un solo partido completo, que el sistema no tiene nada que ver con el que nos dió tantos triunfos, que su concepción de fútbol empieza en Palop cuando el que más resultados nos ha dado fue cuando empezaba en Kanouté...

¿Porqué cambiar tan radicalmente un sistema que funcionaba?

El año pasado la defensa era desastrosa. Este es la delantera. Dentro de uno par de meses.. ¿qué? ¿La media?

¿Hásta cuándo nos vamos a justificar?

Y todo eso adobado con precios de supercampeones. Todo eso cobrando a cuenta de resultados. Anticipadamente. Como las hipotecas.

Todo eso escuchando las recriminaciones de la rama oficial a los que silban al equipo y que pretenden, sin pudor, decirle a los socios cuándo tienen que pitar, la hora y el sitio.

Increíble.

Volvemos a la normalidad. Volvemos al montón. Olvidemos la magia, el espejismo de un par de años y pongamos los pies en nuestro sitio natural.

Alea iacta est.

Cuidaros.

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