jueves, 31 de diciembre de 2009

LA FUERZA DEL DOLLAR

Saludos.

A nadie voy a ir a contarle lo que significa "capitalismo" porque desde Gorvachov y la caída del Muro de Berlín, todos nos hemos montado en ése carro sin solución de continuidad. Hasta los chinos.
Como la única alternativa que parecía válida durante cincuenta años se vino abajo -además de que pronto llegamos a saber que no era tan atractiva como nos "vendía algunos"-, nos refugiamos en lo conocido y de una forma u otra, nos defendemos como podemos.
Puede que solo queden alternativas en movimientos ecologistas -que deberán imponerse por la propia subsistencia de la humanidad- y aún así, tardará en llegar. Esperemos que no sea tarde.
Observamos pues a los maestros del sistema, a los yankis, para entender el mundo tal cual es ahora.
Sin embargo no dejan de sorprendernos porque por mucho que miremos atrás, el modelo sigue vigente. Con todo lo que eso significa.
Leed éste artículo publicado en La Correspondencia Militar, de 1897:

Click en la imagen para ampliarla.

Pues el amigo Walla Toneka, jugador de football (rugby), cometió un acto terrible y como sigue sucediendo en los USA, se le encontró culpable y se le condenó a muerte. Hasta ahí, nada nuevo.
Lo llamativo, lo que estremece, es que el joven parecía ser una estrella de ése deporte y debía ser ejecutado el 20 de octubre. Sin embargo, la parte contratante de la primera parte, el club, tenía compromisos económicos y deudas con los espectadores.
¿Qué hacer?
Pues envían a sus abogados, reclaman y consiguen que la setencia se aplace hasta que el reo cumpla esos compromisos con su club y con los seguidores.
El 7 de noviembre, dicen en el Galveston Daily News de Galveston, Texas, aún seguía con vida.
No me consta cuando se materializó la sentencia, pero podemos deducir que tuvo que jugar los partidos restantes -tenía un contrato que le obligaba-, para mitigar las posibles pérdidas del respetable Club de Rugby que lo había fichado.
Nos imaginamos los ánimos del muchachote saliendo a machacar quarterbacks, con una ristra de polizontes rodeando el campo y sabiendo que en terminando el último match, le iban a gasear de mala manera.
Y además con cientos de testigos porque como todos sabemos, ver liquidar a un sujeto en los USA debe ser un espectáculo gratificante.


Cuidaros.


P.D. Me consta que no es una entrada muy acorde con el día, pero una fecha no para el mundo, éste mundo, nuestro mundo.
Al firmante del artículo, Violet -que quiero pensar que era masculino a pesar del nombre-, si no hubiera hecho ciertas comparaciones, le daría un aplauso.

martes, 29 de diciembre de 2009

BUSCANDO UN CABREO

Saludos.

Habíamos quedado citados a las diez de la mañana en la puerta de la Hemeroteca Municipal aunque debió haber un mal entendido porque el tercero llegó a las once.
Los dos primeros estuvimos allí puntualmente y nos resguardamos de la lluvia -hacía un día desagradable-, esperando al otro. Cinco minutos, diez... vamos a tomar un café mientras, propuso mi amigo, para darle tiempo.
Cruzamos a la acera de enfrente, desde donde podíamos controlar la zona. Cumplido el rito, volvimos a nuestro puesto de espera.
Como pasaban los minutos y no llegaba, decidimos comenzar nuestra búsqueda puesto que el que se retrasaba conocía de sobras el lugar, incluso muchísimo mejor que nosotros, porque es "cliente" habitual de la casa.
Llegamos ante la mesa de la celadora y tras rellenar las fichas correspondientes, nos entrega los rollos de microfilms y no colocamos ante las pantallas.
Hay cinco y tres estaban ocupadas.
Al ubicarnos en las dos libres, alcanzo a echar una visual al tipo de al lado y a su pantalla y logro leer la palabra "fútbol" en titulares y el año 2003 en la caja del rollo, por lo que deduzco que andan hurgando en contenidos similares a los nuestros.
Pasa el tiempo y mi amigo y yo, en voz baja -aquello es también sala de lectura y no se debe molestar-, vamos comentando los hallazgos.
Los dos de mi lado también, pero no puedo descifrarlos.
Llega el tercero y nos salimos un momento para charlar. Pasados unos minutos, él se marcha a la sección del piso superior -que almacena otro tipo de documentos- y nosotros continuamos con los nuestros.
Mi amigo ya ha notado también que los otros no son de nuestro color y sus comentarios, sin subir demasiado el tono, se elevan suficiente para que alcancen a los vecinos. De hecho, las palabras "desaparecieron", "perdieron", "goleada...", se escapan "sin intención".
Minutos de tediosa búsqueda con métodos decimonónicos -puede que algún día, en ésta vida, consigamos que digitalicen ésos archivos-, sin obtener grandes éxitos y sacando poco o muy poco.
Es lamentable.
Pero llega el momento decisivo: aproximadamente a media hora de terminar nuestra investigación, el tipo de mi lado, joven, se levanta cabreado y sin poder reprimirse, masculla a medio tono ¡...y nada der Beti!.
Y se marchan los dos a fumar, supongo, puesto que tardan un rato en volver.
Así pues, quedan declarados: dos investigadores béticos que no consiguen leer lo que esperaban porque la prensa de 2003 no los sacaba en las crónicas.
El resto del tiempo seguí buscando con media sonrisa. Mi amigo, también.
A pesar de no haber sacado material muy interesante, nos consoló que los otros, los béticos, sí lograran algo:

Un cabreo monumental.

¿Debería alegrarme por ello?
No. Les deseo mejor éxito la próxima vez y que hagan más méritos para salir en los papeles.
Cuidaros.


domingo, 27 de diciembre de 2009

UNA HISTORIA DEL SEVILLA -CINCO-

Saludos.

A medida que las formas de reflejar la realidad se van decantando hacia un lado, los lectores, que no son tontos ni lo han sido nunca, llegan a detectar tanta deformación que protestan incluso en los mismos periódicos donde escriben los "reporteros".


Veamos un ejemplo de un Sevilla FC 4 - R. Betis 0 (repito: Sevilla FC 4 - R. Betis 0), amistoso a beneficio de la Federación Regional Sur, en noviembre de 1920:







Pues parece que se ajusta totalmente a la realidad porque en el mismo periódico de Madrid, unos días más tarde y a dos columnas -hoy eso sería impensable-, un aficionado "imparcial", replica lo siguiente:

 



Evidentemente, el Sr. Marathon, D. José Luis Herrera, responde -que para eso trabaja allí- con argumentos reversibles:




 

Y así se cierra el círculo y volvemos a tener una defensa de lo indefendible porque contra tan rotundo marcador, solo las maniobras oscuras parecen tener éxito en una parte de la audiencia.

¿Poqué me suena ésto tan contemporáneo?


Continuará.


Cuidaros.

sábado, 26 de diciembre de 2009

UNA HISTORIA DEL SEVILLA -CUATRO-

Saludos.

Las cosas, por Huelva, seguían marchando medio regular. Además, había para todo el mundo, sin importar si eras amigo o enemigo.




Parece que no solo el arbitro Moliní debía cuidar de su integridad. Y parece, también, que había más equipos controlando la Federación Regional Sur. Todos, como vemos, contra el mismo.

La imparcialidad de los periodistas, como hoy mismo, resultaba patente. Veamos otro ejemplo y fijémosnos en los términos que usa el querido Olmedo para "despachar" un partido que no le había salido bien: unas líneas en las que uno juega de maravilla y pierde estruendosamente. El otro... por las individualidades.




Magnífico Kinké enfadado. Y mejor aún "de lo demás, nada digno de mencionarse" con un ¡4 a 2!

Soberbio Olmedo-Botepronto.

Pero éste amigo no se conforma con hacer sus crónicas particulares, en función de sus propias inclinaciones, sino que se atreve a prender mechas de alcance insospechado.




El final del artículo es un llamamiento en toda regla a la subversión porque cuando no ganamos en el terreno de juego, los despachos se convierten en campo de batalla.


Ocurre que con amigos como éste es preferible tener enemigos. El Recreativo -que años más tarde se daría de baja en la Federación-, mal debía enfocar los asuntos si necesitaba "asesores" como Olmedo.

Siempre, no obstante, hay un Club que no se doblega, que no escucha cantos de sirenas y decide seguir su propio curso. Un Equipo que no necesita que le dicten sus actos, que antepone otros intereses a los de los que viven de la pluma -o el micrófono y la cámara- y eso les convierte en objeto de las iras de quienes no pueden influir de ninguna manera.

Hoy, en 2009 y a punto de cambiar de año, las cosas siguen igual.

Continuará.

Cuidaros.

DE NAVIDAD




Saludos.

He recibido muchos mensajes telefónicos, llamadas, correos... felicitándome por las fechas que vivimos.

Gracias. Mis deseos son los mismos para vosotros.


Sin embargo, no he respondido a ninguno. Lo siento y os pido disculpas.


Mi comportamiento no tiene perdón, pero soy como soy y éstos días no tienen especial significado para mí. Preferiría hacer éso el resto del año, cada día del resto del año aunque tampoco lo haga, lo que dice mucho de mi propia hipocresía.



Me consta que hay una larga tradición detrás, que son siglos de costumbres y usos que difícilmente podrán quitarse -si es que hay quien lo pretenda-, y por ello lo vemos como cosa habitual, casi exigida, en la que debemos sumergirnos -o ser sumergidos-, sin posibilidad de evasión. Nos guste o no, estaremos dentro.


Algunos "raros", como yo, no nos llegan los significados de éstas fechas salvo que tenemos unas cortas vacaciones y la posibilidad de reunirnos con familia y amigos a los que no vemos habitualmente; comer en exceso; beber en igual cantidad...


Días de asueto y derroche en los que los únicos verdaderamente agraciados son los niños.


Sea solo por ellos, os devuelvo vuestros mensajes por ésta vía.


Disculpad mis rarezas, por favor.


Cuidaros, como siempre y cada vez más.

UNA HISTORIA DEL SEVILLA -TRES-

Saludos.

El Sevilla prosigue su marcha de consolidar al Club más grande Andalucía y otros, incapaces de seguirle el ritmo, echan mano de otras armas.

Hay una larga lista de "periodistas" manifiestamente contrarios a los colores blanco y rojo. Véase, por ejemplo, éste enlace, donde se recogen los nombres más llamativos. Había tambien y como en toda regla, excepciones:


 
Emilio Ramírez -que como advierte él mismo, no tiene nada que ver con nuestro jugador-, solía hacer crónicas bastante decentes -veremos nuevos ejemplos más adelante-, en las que resalta la calidad del juego, sea de quien sea, pero que dadas las circunstancias particulares del Sevilla, no es de extrañar que la mayoría nos resultaran favorables a nosotros. Sobre todo porque los marcadores así lo dejaban patente.


En ésa crónica hay invasión del terreno de juego por el público, de alegría, nada que ver con lo que ocurría en otros campos. Veamos una carta de un árbitro, publicada en Madrid en 1920:








El árbitro, que tampoco se reprime a la hora de escribir, deja bien expuestas las condiciones que encontraba para ejercer su labor de juez deportivo.

De ser cierto todo lo que narra -y es más que probable-, resultaría tremendamente complicado dilucidar cualquier match por la sencilla razón de que podía costarte la integridad física, de manera que no nos extraña su reacción.



En realidad era todo un montaje porque lo importante, según otros, eran las maniobras del Sevilla en las bambalinas.


Continuará.


Cuidaros.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

UNA HISTORIA DEL SEVILLA -DOS-


Saludos.
Continuando con ésta a modo de introducción, podremos ampliar el círculo de “damnificados” por el Sevilla al resto de clubs andaluces.
Existe una larga nómina de “periodistas” que manifestaban públicamente su aversión por nuestro Equipo y por razones espurias, malamente fundadas, que no se reprimían sus anhelos de ver al Sevilla por debajo de los demás. Llegado el momento, se adherían al club que fuese siempre que el otro fuéramos nosotros.
Es hilarante leer las crónicas de personajes como Olmedo, en Sevilla, o A. Queens en Huelva, cuando pormenorizan el juego de cualquiera, lo alaban, lo recalcan y luego, por el contrario, machacan al Sevilla sin escrúpulos, lo vapulean y al final, casi como si se les olvidara, dan el marcador de un rotundo 4 a O para el Sevilla, por ejemplo, y más adelante mostraré pruebas de ello.
Caso similar observaremos en las Copa de Andalucía puesto que no les parece meritorio que tengamos 17 porque las buenas, las valoradas, son las otras… ¡tres!
¿Puede ser que en diecisiete ocasiones no hayamos hecho un solo partido válido?
Como decía en el capítulo anterior, cuando uno no tiene méritos que mostrar y antes que hacer auto examen, como sería lo esperado de personas inteligentes, preferimos devaluar los del contrario con la torpe creencia de que ello nos hará mejores.
No me extenderé demasiado en los análisis de éstos personajes porque ya otros lo han hecho magníficamente.
De Antonio Olmedo Delgado –Botepronto-, podemos, por ejemplo, ampliar datos en http://www.lapalanganamecanica.com/2009/02/antonio-olmedo.html, con sustanciales noticias del sujeto. No obstante y en capítulos sucesivos, ampliaremos detalles.
De A. Queens y solo como referencia, leamos esto:


Aquel año, curiosamente, la Federación Regional Sur estaba compuesta de la forma que podemos leer en http://voladizodegolsur.blogspot.com/2009/12/las-maniobras-segun-don-nicolas.html

No cabe otra opción que considerar que a pesar de las proporciones, el Sevilla controlaba enteramente la Federación o lo que es lo mismo, los representantes de los demás clubes eran meros comparsas.

Ni lo uno, ni lo otro. Ni teníamos tanto poder, ni los otros eran convidados de piedra.

Pero siempre fué así, y tendremos oportunidad de comprobarlo en más ocasiones, porque el Sevilla continuó ganando títulos a pesar de los deseos y aspiraciones del resto de equipos.

Pero fueron muchos años de controlar la información. Todo lo que se "exportaba" desde Sevilla -diarios de Barcelona y Madrid-, surgía de las plumas de "eminentes" periodistas adeptos a otros colores. Y también veremos ejemplos.

Cualquiera, apenas se detenga un poco en pensarlo, verá las similitudes con la situación actual, ampliada a muchos más medios.

La Historia del Sevilla, como vemos, ha sido siempre la de hacer. Los demás, de decir.

La tan famosa frase de Del Nido de "nosotros a lo nuestro...", es solo la sintetización de más de un siglo de trabajar bien, casi siempre, y persiguiendo solo los beneficios de nuestro Club. Otros, desgraciadamente para el foot-ball andaluz, más parecen vecinos de allende nuestra Comunidad.

Continuará.

Cuidaros.

UNA HISTORIA DEL SEVILLA -UNO-


Saludos.
En cualquier momento, en alguna biblioteca o hemeroteca, vamos a dar con la conexión fiable entre los Sevilla de 1890 y de 1905. En cualquier momento.
Cuando el suceso ocurra, tendremos que hablar de 119 años de Historia, por lo menos, y cabe la posibilidad –y no es un brindis al sol-, que seamos nosotros  los verdaderos decanos del foot-ball en España.
Eso cambiaría la Historia radicalmente y como no es una idea baladí fruto de unas cuantas mentes ansiosas –porque no se buscaba eso cuando se comenzó a bucear en los archivos-, la nueva perspectiva se torna muy golosa e, insisto, factible.
Pero el decanato no es, ni de lejos, el motor principal que anima a los historiadores –oficiales y amateurs-.
Lo que realmente motiva es el hecho de que la Historia del Sevilla no estaba escrita por sevillistas.
Desde 1890, cuando se refieren al Sevilla Foot-ball Club como el “equipo inglés de Sevilla”, el tratamiento es, como poco, capcioso porque al “Huelva Recreation Club” –que en perfecto castellano significa Huelva Recreation Club-, se le otorga un carácter de “españolidad” falso.
El foot-ball es un deporte de origen inglés, traído a España por los ingleses y practicado inicialmente –como no podía ser de otra forma-, por los mismos marineros ingleses que mantenían intercambios comerciales entre España y las Islas Británicas.
Tanto en Huelva como en Sevilla, Jerez o Málaga. Igual en todos los sitios.
Resulta tristemente curioso que ésa carta de “españolidad” pueda ser concedida a una alineación plagada de nombres ingleses –Huelva- y negada a otra –Sevilla-, en similares condiciones y habiéndose demostrado que muchos de los apellidos ingleses de nuestra alineación, eran nacidos aquí, sevillanos.
Y también es llamativo que el Huelva Recreation Club sea un conglomerado de actividades lúdicas –incluyendo el foot-ball-, mientras que la primera nota periodística conocida, refleje una carta del “Secretario” del Sevilla Foot-ball Club.
A priori, una formación exclusivamente dedicada a un deporte, con secretario, que aporta una idea de organización bien definida, estructurada y formalizada.
En Huelva, una sociedad de recreo con un apartado para el foot-ball.
Tampoco me detengo mucho en ello porque ya ha sido rebatido magistralmente, en diversas ocasiones, y por historiadores sevillistas cualificados.
El hecho sí refleja lo que luego se convertiría en forma habitual de tratamiento: Casi todo lo referente al Sevilla, en la prensa –único vehículo de comunicación durante décadas-, parecía dirigido desde intereses ajenos al Club.
La prensa local raramente emitía artículos loables al Sevilla y por el contrario, otras opciones deportivas –aún siendo manifiestamente inferiores, menos capacitados, con historiales menos sobresalientes-, acaparaba las crónicas, los loores y los alientos periodísticos –incluso en la infinidad de partidos perdidos-.
Resulta llamativo que el Betis siempre jugara bien y perdiera y que el Sevilla, ganando, lo hiciera de manera “poco deportiva”, con maniobras en la Federación, con los árbitros, con la profesionalización de los jugadores…
Siempre había una excusa para denostar al vencedor.
Pareciera una confabulación que los cronistas de las épocas –desde el inicio y hasta hoy-, se demuestren generalmente a favor del Equipo más frágil. Es sociológica y psicológicamente demostrable que tendemos a alinearnos junto al más débil y sin que practiquemos un análisis razonable del hecho. Las “razones”, por tanto, quedan supeditadas al impulso y eso no dice nada bueno de nuestras actuaciones.
Razón y corazón, que decía aquel.
Discurso y obra, que decía el otro.
Continuará.

Cuidaros.

viernes, 18 de diciembre de 2009

COLUMNAS BLANCAS



Saludos.

Mi último artículo en Columnas Blancas.

Cuidaros.

EL PORTERO



Saludos.

Mi hermano Paco, el mayor de diez -cinco años por encima de mí-, era portero. Lo fue desde que siendo preadolescente y debilucho, el médico le prescribió el deporte como único medio de fortalecer un organismo mal desarrollado.

Hablo de los años inmediato posteriores a la postguerra, cuando aún las secuelas y efectos de la tragedia seguían asolando el país, cuando la alimentación era escasa, mala y pobre en nutrientes. De racionamiento.


Aquel doctor nos trató a casi todos en mi casa y para la época, un hombre esencialmente amable, cariñoso y muy profesional y si algún fallo tuvo me tocó a mí porque me dejó un diente en fuera de juego. El diente sigue ahí y por mucho que apelemos al Comité, sigue en off side.

Los comienzos de mi hermano fueron en el quipo del barrio, el U.D. Loreto, donde pronto comenzó a destacar por sus aptitudes aunque no siempre iban acompañadas de sus actitudes, las que pasado el tiempo le llevarían a finalizar su carrera deportiva antes de lo deseado.


Lo recuerdo llegar a casa tras los partidos con los muslos desollados, los codos abiertos e incluso, los nudillos despellejados. Y siempre con sus rodilleras, sus calzonas y maillots acolchados en hombros y codos y los laterales del pantalón corto. Y la preocupación de mi madre, la sevillista, por la salud y la integridad del deportista.


Y el olor del Linimento Sloan. El del "tío del bigote".


 

 Mi hermano era guapetón, ligón y deportista. Y ésa mezcla valía un tesoro en aquellos tiempos en los que los demás -los que no éramos guapetones, ligones ni deportistas-, tuvimos que conformarnos con el conocido intento de refriegue de los picús.

Tenía un lunar justo enmedio de la barbilla, bajo el labio inferior, que, decían ellas, era muy... buscad un equivalente a erótico, pero situaros en el país de aquellas fechas. Si podéis. ¿Quizás "chévere"? El lunar, pasados los años, perdió vigor y vistosidad y al final casi que no se notaba.

Como tenía el carácter que tenía, pronto lo invitaron a abandonar el Loreto y ahí comenzó una carrera llena de destinos, equipos y disputas. Incluso hubo un momento en que estuvo siendo probado, a la vez, en los dos equipos de la ciudad. De uno, el verde, salió rápido porque quien debía representarlo era homosexual (término aún no inventado y que entonces era, sencillamente, "mariquita" o "parguela") y parece que se cobraba su trabajo con intereses.

Del otro, el de sus amores, poco o nada que hacer tras los Rodri o Bonilla. Eran los tiempos de Lora y me contaba maravillado que en una par de sesiones de entrenamiento con el primer equipo, vió a Don Enrique subirse la grada con una sola pierna en más de una ocasión. El resto se rendía a medio camino.


Mi hermano lo intentó conmigo, sin éxito, y con el hermano que me sigue. Con éste a punto estuvo de lograrlo, pero se juntaron dos actitudes totalmente opuestas y ésa relación jamás fructificó. El más pequeño, excelente medio centro, fino, elegante y preciso, llegó a ser probado en el Mérida -donde militaba entonces Paco- ¡en un campo de césped! El novato, habituado a la tierra, no rindió según se esperaba de él y fue eyectado a Sevilla sin contemplaciones. "No sirve", dijeron y eso pareció afectarle en lo más profundo porque abandonó toda actividad deportiva para siempre.


En el Mérida de tercera, Paco sobresalió como arquero. Hay algún recorte de prensa local donde se le puede ver sacado a hombros del estadio, como si fuera un torero. Pero su otra gran pasión, las chicas y su carácter machista y posesivo, a punto estuvieron de jugarle el peor partido de su vida y solo el Destino -y un poco de ayuda paterna-, lograron evitarle la obligada estancia en habitación cerrada con gran llave, de la que no puedes salir aunque quieras y donde no dá el sol.


De mérida pasó al Córdoba de Baltasar -del que contaba escandalizado que tenía un pene desproporcionado-, pero tampoco llegó a cuajar. A cambio, lo enviaron al Puente Genil dejando buen recuerdo entre los aficionados y malo ante el equipo técnico. Como siempre.


Su último gran destino fué el Isla Cristina.


Allí jugaban tres de Sevilla que "entrenaban" aquí y solo se desplazaban para los partidos por lo que podemos dejar a la voluntariedad del personal su estado óptimo de juego. Uno de ellos, el Moyi de Los Pajaritos, le pegaba como un descosido a una sustancia de procedencia marroquí que se fuma mezclada con tabaco y que produce estado general de bienestar, lima asperezas, recolorea el mundo, viajas si moverte del sitio y provoca, incluso, risas. Muchas risas por cualquier cosa porque todo tiene gracia.


Mi primera visita a Isla coincidió con el Carnaval. Me llevó mi hermano como invitado. Allí ví, por primera vez en mi vida, a las chavalas desfilando con minifalda. Guapísimas, altísimas, buenísimas... impactantes para un adolescente. Situado en primera fila de curiosos y animadores, una de ellas, quizás disfrutando con la cara de embobado que yo tenía y viendo en mis ojos al más rendido admirador -que lo era en ésos momentos-, me guiñó un ojo al llegar a mi altura.


Un latigazo no me hubiera producido mayor reacción física. Ni por supuesto, mejor.


También me comí allí mi primer gran filetón de pez espada, algo insólito y desconocido, todo entero para mí y ¡sobresalía del plato!. Es, con toda seguridad, el pescado del que mejor recuerdo tenga en mi vida. Y he comido muchos después.


Y Isla Cristina tiene playa. En Playa Central y en aquellas fechas en que todavía no había llegado el verano pero con muy buen tiempo, nos fuimos mi hermano, el Moyi y yo. Íbamos acompañados de tres chavalas: los dos ligues de ellos y una tercera, más joven, que me habían "buscado" a mí.


Tumbados vestidos en la arena, los otros se dedicaron a lo suyo, es decir, a magrear a sus parejas. Yo, imberbe, inocente y tímido como pocos, estaba aterrorizado. No sabía qué hacer aunque ellos me animaran por señas, guiños y gestos. Resultado: creo que no quedé registrado en la memoria de aquella chica para nada loable.


También fué allí donde entre por primera vez en una boite como un adulto -que no lo era-. Pero parece que había más permisividad entonces o connivencia entre porteros. El caso es que entré, me tomé algo con alcohol que no recuerdo, la agarré fuerte y dije tonterías tales como invitar a una chica a bailar. Como se negó amablemente -puede que no fuera su tipo-, solo acerté a preguntarle si es que era coja. Y lo era.


¿Os situáis en ésos momentos en que uno piensa "tierra, trágame". Pues eso.


Mi hermano, el cancerbero, colgó las botas en Isla Cristina, se buscó un trabajo "decente" -mi padre dixit-, se casó con una chica encantadora de Huelva, dejó un par de sobrinas preciosas, una cuñada maravillosa y se fué con 55 años al Tercer Anillo con Antonio, Pedro, Manolo...


Mi hermano no triunfó en el fútbol porque su carácter se lo impidió. Tenía la perversa manía de pretender decirle a los entrenadores lo que debían hacer. Y ellos no se dejaban impresionar por un guardameta cualquiera.


Es mi pequeño homenaje a quien pudo ser.


Cuidaros

martes, 15 de diciembre de 2009

LOS GUIÑOS DE DEL NIDO




Saludos.
Desde que José María Del Nido asumiera la Presidencia del Consejo de Administración del Sevilla Football Club, ha realizado varios gestos para con la Historia del Equipo que además de importantes, son significativos.
Bajo su mandato, el Club cumplió “oficialmente”, cien años –aunque hayamos algunos locos que pensemos que son, por lo menos, 119 y será cuestión de tiempo demostrarlo-, en un bienio mágico y llevando al Sevilla a sus momentos más gloriosos.
Además de que fuera una celebración brillante en todos sus aspectos –actos, himno y copas-, retomó la preciosa indumentaria clásica de equipación blanca y medias negras –aunque añadiera, en las de competiciones europeas, colores ajenos y de tamaño imposible-.

(En la foto, un encuentro con nuestros vecinos de 1922, en el Estadio de la Victoria. Resultado: Sevilla FC 6 – Betis 1. )
También inauguró el busto de Ramón Sánchez Pizjuan, acuerdo de Junta de 1957, cuestión que ya “olía” y que deberá incorporarse a una “galería de nobles” y en el supuesto de que existirá en el futuro.
Y en la última, quizás mal asesorado –y me arriesgo a ofender a alguien sin pretenderlo-, ha intentado solucionar las incógnitas que rodean a la posición de los colores de la bandera y el escudo.
Sin éxito.
Como muy bien han demostrado los amigos que más saben de eso una barbaridad, tanto una como otro deberán redibujar su definición porque no se corresponden con lo acordado ni con la Historia.
En algún comentarista de la actualidad sevillista, he querido detectar cierta sorna sobre el valor de ésa iniciativa y a pesar de que tiene todo el derecho del mundo a tratar las noticias como mejor le convenga –y no seré yo quien cuestiones su sevillismo-, no debería olvidar que el Sevilla FC es un todo; es el ahora, el mañana, el ayer y el pasado. Son sus colores y sus símbolos los que nos definen y los que nos distinguen de los demás.
Ni todo son los tres puntos del domingo, ni todo gira a lo acaecido en 1890. Somos la suma gloriosa de 119 años de trayectoria.
Pero Del Nido también hizo gestos al futuro.
En la efervescencia del bienio mágico y después, sus frases –debería cobrar patente-, se han propagado y ya es normal escuchar en bocas de otros presidentes, políticos y personal asiduo a los telediarios, hablar del “sí o sí”.
Dijo: “nosotros a lo nuestro…” y convirtió al Sevilla FC en un sólido estamento deportivo/económico de reconocido prestigio en todo el mundo, porque logró reunir un Equipo de personas de extraordinario valor y dejarlos trabajar.
Dijo: “lo mejor está por llegar” y nadie lo duda. Sin embargo, el ambicioso Del Nido parece haber asumido que su sitio es la tercera plaza y se enroca en ella. Y eso no es propio de quien ambiciona cotas superiores.
Seguimos pendientes de convencernos de que podemos ganar la Liga, de que debemos salir a por ella cada verano y que quedar terceros es un “fracaso” –nótense las comillas, por favor-.
Y nos falta cierta ambición territorial.
Yo no creo en las fronteras, pero sería inimaginable no hablar del “mejor Equipo andaluz de la Historia”; de “representar” a Andalucía; a Sevilla; al sur de España…
Ésa confusión nacionalista –con el Estado-, nos está restando posibilidades. Y aunque yo jamás le pediría que dijera las chorradas de algún otro, tampoco estaría mal que asumiera que somos los representantes más cualificados –por no decir los únicos-, de un territorio que se denomina Andalucía. Y dentro de ella, Sevilla.
Y trabajar para que los andaluces todos, sean fanáticos de quienes sean, nos sintamos orgullosos de los equipos andaluces y luchemos por ellos.
Ahorraros los pensamientos que barrunto porque me los conozco.
Puede que haya llegado el momento de dar otro golpe de timón y hacer apuestas más fuertes porque no dudo de que todo el sevillismo, todo el que está repartido por el mundo, apoyará una nueva inyección de ambición.
Hipodérmica, a ser posible.
Cuidaros.

domingo, 13 de diciembre de 2009

AMINETU



Saludos.

Hay una determinación en ésa mirada que intimida. O enamora. Es el brillo de las conciencias fuertes, la profundidad del infinito, el valor de lo posible.

Aminetu Haidar es saharaui. Aminetu es española. Y Aminetu somos todos.

¿Cómo era aquello de los que luchan toda la vida? Pues las vidas pueden ser muy cortas y hay quien está dispuesta a vivirla.

Días de hipocresía los que vivimos los hipócritas todos. Días de soportar barbaridades de los bárbaros que nos gobiernan, los que nos deciden las vidas, los que nos ordenan los pensamientos.

Días de vergüenzas propias y ajenas, de chantajes emocionales y de falacias sin límite.

Aminatu es una luchadora. Es rebelde y está dispuesta a morir por ello. Y eso no cabe en las cabezas de los pusilánimes que rigen nuestros universos. Y tal les dá porque siempre ganan. Los a favor y los en contra. Los otros y los unos, todos los mismos.

Falsos.

Hay una conciencia subyacente, mala conciencia con los hermanos saharauis, que nos ruboriza y nos obliga a mirar para otro lado. Somos los grandes traidores y lo sabemos porque somos los vendedores de baratijas, cicateros, regateadores y perversos.

Y nadie piensa en ellos, en los hijos y hermanos arrojados a la basura para beneficio del sátrapa, el ladino. Otro sátrapa. El mismo que nos frena los radicalismos de la parte estrecha y al que hay que consentir todos los caprichos. El mismo que no conoce la palabra escrúpulo.

Como nosotros.

Miseria mental colectiva que no lava el fuego.

Hoy me inclino ante tí, Aminetu, porque luchar contra tan grandes enemigos solo puede costarte la vida.

Aún así, cuídate, por favor.

sábado, 12 de diciembre de 2009

LA PRECISION


Saludos.

Lean lo que publica hoy Columnas Blancas, artículo de Don Carlos Romero, sobre lo que deberíamos tener presente para definir los símbolos del Sevilla FC.

Convendría, para que la rigurosidad se manifestara en los actos del Club, que no se adoptaran decisiones sin tener todas las opciones disponibles o, en el peor de los casos, la mayor cantidad posible de ellas.

Don Carlos solo muestra ahí parte de lo que conoce sobre simbología sevillista, parte de su amplísimo y extenso fondo documental de la Historia del Sevilla FC.

Y como Don Carlos, otros varios palanganas, aunando esfuerzos, coordinados y disciplinados, hurgan en la historia con un trabajo discreto, contínuo, incesante y difícil, para mostrar las verdaderas crónicas de un Club con más de 119 años de existencia.

Un trabajo colosal el de ésos amigos.

Un trabajo anónimo y monumental y solo por amor a unos colores y a unos símbolos.

Y todo ése esfuerzo, toda ésa documentación, están a disposición de cualquier sevillista que lo pida. Incluso del Consejo de Administración del Club.

Otra vez, Don Carlos, debo felicitarte por tu trabajo.

Gracias, amigo.

Cuidaros.

jueves, 10 de diciembre de 2009

REFLEXIONES SOBRE FUTBOL -1-

Saludos.

Desde que el deporte fútbol se constituyera en objeto de tensión y pasión para los espectadores, es decir, desde su inicio y mucho antes de que la práctica generalizada acentuara la formación crítica del que mira –porque conociendo las reglas, los esfuerzos y las dificultades, te dotas de mayor capacidad de juzgar-, la función espectáculo tuvo la virtud de llenar de fervientes seguidores los campos, estadios y recintos de todo tipo y tamaño.

El fútbol genera, pues, una atracción estética indudable porque, y sin que su o sus creadores lo pretendieran especialmente, había mucho de lucha ancestral en su esencia. El refinamiento social, sin embargo, lo dota de condicionantes artísticos que lo convierten en sucedáneo hermoso de las guerras tribales. No hay sangre, generalmente, pero los triunfos de la batalla son equivalentes.

La condición de amateurismo termina pronto ya que los afanes por imponerse a los contrarios exigen que los gladiadores sean expertos, hábiles, rápidos y fiables. Y el dinero permite incorporar los elementos que, teóricamente, te garanticen los mejores resultados o incrementen sensiblemente las posibilidades de vencer.

Las reglas del fútbol son idénticas para todos. Sin embargo, cada conjunto las interpreta en función de sus capacidades, su formación, su escuela y las estrategias que designen los que dirigen ésos equipos.

Los elementos que se incorporan proceden de dos fuentes: la propia, la cantera, donde se instalan desde niños y son formados física y mentalmente como integrantes absolutos e identificados con los colores, y la externa, de donde se extraen aquellos que suplen las carencias de las fuentes propias o mejoran sustancialmente ésa escasez de recursos.

Organizados, pues, al estilo militar –recordemos que estamos trasladando los impulsos ancestrales a un campo de juego-, se designa a una persona, supuestamente experta en estrategias –carnet de entrenador conseguido, suponemos, superando estudios y pruebas suficientes-, para que organice éste ejército.

Debe organizarlo, ciertamente, en todas sus facetas, en todas las que conciernen a la estructura del equipo: desde los chiquitos de la cantera hasta los profesionales expertos del primer conjunto. El general/entrenador de éste ejército debe proyectar sus campañas de dos formas:

La inmediata, la que esté en curso y sobre la que se le exigirán los mejores resultados y la futura, planificando, extrayendo nuevos valores, descartando otros…

Todo entrenador medianamente bien formado seguirá las mismas pautas. No obstante es un cargo temporal, muy condicionado por los resultados e infinitamente más corto, generalmente, que los de los jugadores.

También, cuando ésos resultados no acompañan, es más económico para el Club cambiar de entrenador que despedir a varios jugadores. A veces, también es visible el malestar de los jugadores con el modelo, o las formas, del entrenador y ello se trasluce en la actitud en el campo.

Serían como los generales que se destituían por perder batallas y solo en casos extremos –cobardía ante el enemigo- se diezmaba a la tropa.

La pasión por el fútbol tiene mucho de ancestral en sus formas y en su fondo, como señalaba al principio. Han cambiado las maneras externas, pero los sentimientos de los seguidores siguen siendo tan viscerales como lo fueran en otros tiempos y dirigidos hacia el “enemigo”. Antes se conseguían botines saqueando las ciudades de los vencidos y hoy se atesoran méritos, trofeos y dinero. El dinero que permitirá fortalecer las estructuras y adquirir nuevos valores de más calidad y por tanto, más caros.

Pretendemos ganar siempre y de las formas que sean. Y en ésas formas, se incluyen la injusticia, la trampa, el dolor, el daño y el ridículo. Todo es bueno para humillar al otro y como sentencia el dicho popular “en el amor y en la guerra, todo vale”. Todo vale para derrotar a los ejércitos invasores. O para invadirlos en sus feudos.

Y como son sentimientos tan parciales y subjetivos, perdonaremos todas nuestras faltas y reclamaremos, por el contrario y de la manera más estruendosa, cualquier desliz del otro. Nuestros filtros propios, para nosotros mismos, son amplios y estrechos, muy estrechos, para los demás.

La situación puede llegar al delirio si la victoria se ejerce sobre un contrario cercano, de la misma ciudad. En Sevilla, la pasión entre los dos clubes –hay muchos más ejemplos por el mundo-, es ancestral, profunda e irreconciliable. Llega al extremo de tener que ser “anti” el otro como requisito fundamental para ejercer de buen “pro”. Porque decir “yo no soy anti…” parece un poco forzado, casi increíble.

Ésa pasión solo admite un color y el otro debe, si fuese posible, desaparecer. Llega al extremo de falsificar las historias, los méritos y las consecuciones del otro para “apoyar” la propia. Especialmente si uno de los dos es más importante, más grande o alberga mejores crónicas cuando el menos destacado pretende, a falta de logros propios, minimizar, ridiculizar o minusvalorar los del otro.

Por extensión, nos declaramos contra el resto de equipos que conforman la Liga. Hay, sin embargo, unos que nos caen mejor y otros a los que no podemos ni ver.

Es curioso que sin tener estadísticas fiables, suelo detectar más sevillistas que rechazan todo lo relacionado con los equipos de Madrid y, por el contrario, aceptan de buen grado las victorias de los de Barcelona.

Y entre los aficionados béticos el caso es inverso pues siempre he encontrado más seguidores del Madrid como segunda opción.

También la cercanía a la ciudad origen puede ser determinante. En Andalucía, las relaciones entre aficionados de todos los clubes suelen ser malas y no sirve que pongamos siempre como ejemplo la demostrada solidaridad de los equipos vascos.

Hay aficiones “hermanadas” –porque históricamente las relaciones han sido superiores a lo meramente deportivo- y otras que se “odian” total y definitivamente. Y los ejemplos valen en casi todas las ciudades y comunidades con dos o más equipos de la máxima categoría.

Pero los equipos, los ejércitos, se organizan siempre –con variantes, lógicamente-, de manera que observamos tres líneas bien definidas:

La defensiva, que debe garantizar que el contrario no marque.

La creativa y de contención.

La realizadora.

Cuidaros.